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Los desperfectos con tu transmisión pueden ser difíciles de diagnosticar e incluso más difíciles de reparar para el mecánico aficionado promedio. Con frecuencia, incluso las instalaciones de reparación profesionales optarán por reemplazar una transmisión en lugar de repararla debido a que se requiere el equipo y las habilidades especializadas para encargarse de los componentes internos. Antes de poder evaluar tus opciones de reparación o reemplazo, necesitarás identificar el problema. Si bien algunos desperfectos de transmisión serán específicos para ciertos años, marcas o modelos de vehículos, algunas cosas pueden diagnosticarse de forma bastante universal. Elabora un diagnóstico del problema antes de buscar opciones de reparación para así asegurarte de pagar un precio justo.

Método 1
Método 1 de 3:

Solucionar los problemas con la transmisión mientras conduces

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  1. Cada vez que oigas un rechinado mientras conduces, significa que hay un problema. Si el auto rechina cada vez que pones una transmisión manual o cambias la marcha, puede ser un indicador de que el embrague no puede acoplarse o desacoplarse por completo, o puede ser el resultado de engranajes sincronizadores desgastados en la misma transmisión. Si escuchas un chirrido mientras estás en marcha, significa que hay un metal atascado en los engranajes de la transmisión y que probablemente esta falle muy pronto. [1]
    • Detén el vehículo de inmediato si escuchas un chirrido mientras conduces.
    • Deberás remolcarlo a casa o a un centro de reparación.
    • Si la transmisión rechina al cambiar a determinadas marchas, puedes probar el cambio de doble embrague para pasar a las marchas sin provocar más daños.
  2. Hay muchas cosas que pueden provocar vibraciones mientras conduces. Si bien algunas pueden ser tan benignas como una piedra atascada en un neumático o hielo en los aros, otras pueden indicar un problema grave con la transmisión. Si escuchas o sientes una vibración nueva mientras conduces, detente y revisa primero las ruedas y los neumáticos. Si no parece haber ningún problema, la vibración probablemente se deba a un desperfecto con la transmisión mecánica. [2]
    • La transmisión mecánica de tu vehículo incluye el motor, la transmisión, las cajas de transferencia y los ejes de transmisión.
    • Intenta hacerte una idea de la ubicación de donde proviene la vibración.
  3. Mientras conduces y elaboras un diagnóstico de la vibración, acelera presionando el acelerador y determina si esta aumenta, disminuye o desaparece. A continuación, reduce la marcha (al modo neutral) y vuelve a presionar el acelerador. Determina si existe una diferencia entre el tipo de vibración en cada caso. [3]
    • Si la vibración se produce únicamente en determinadas velocidades, puede tratarse de una rueda desequilibrada.
    • Si la vibración desaparece o se mantiene constante mientras el vehículo no está en marcha, puede tratarse de un problema con las ruedas o con los ejes de transmisión.
    • Si la vibración aumenta con las RPM del motor, probablemente el problema se encuentre en el motor o la transmisión.
  4. Si conduces un vehículo con transmisión automática, presta atención a la forma en la que cambia de una marcha a otra. Las transmisiones automáticas deben cambiar con bastante suavidad. No obstante, si el cabio se siente abrupto o hace que te tambalees hacia adelante, significa que la transmisión tiene problemas para pasar a la siguiente marcha. [4]
    • Un cambio brusco de marcha podría indicar que el líquido de transmisión está bajo o demasiado desgastado.
    • Estaciónate en un lugar seguro y cerciórate de que el líquido de transmisión no esté demasiado bajo antes de conducir tu vehículo a casa.
  5. Las transmisiones automáticas están diseñadas para cambiar de marcha a diferentes RPM en función de la cantidad de aceleración que ejerzas. Si aceleras con rapidez (con el pedal pegado al piso), la transmisión cambiará de marcha a RPM más altas que en condiciones de conducción normales. No obstante, la transmisión no debe permitir que el vehículo permanezca en RPM altas por mucho tiempo antes de cambiar a la siguiente marcha. Si lo hace, significa que allí está el problema. [5]
    • Por lo general, puedes escuchar cuando tu vehículo se estanca en unas RPM desde las que debería cambiar de marcha.
    • Escucha si el motor funciona más bruscamente de lo normal mientras permanece en una marcha más baja por demasiado tiempo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Diagnosticar problemas comunes con la transmisión automática

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  1. Una causa común de los problemas con las transmisiones automáticas es los bajos niveles de líquido a causa de las fugas. Revisa debajo del vehículo para ver si hay algún punto de humedad. Si encuentras uno, tócalo con el dedo y límpialo con una hoja de papel blanca para determinar de qué tipo de líquido se trata en función del color. [6]
    • Por lo general, el líquido de transmisión automática es de color rojo o rojo oscuro en caso de que sea antiguo y se haya quemado.
    • Por lo general, el líquido refrigerante es de color verde o anaranjado.
    • El aceite suele ser de color marrón o negro.
  2. Si observas señales de fuga, utiliza la varilla para revisar la transmisión inmediatamente y ver cuánto líquido contiene. Al igual que con una varilla medidora de aceite, verás líneas mínimas y completas indicadas claramente. Retira la varilla y límpiala, y luego vuelve a introducirla para extraerla una segunda vez y revisar los niveles del líquido. Si ves que este es bajo, agregar más podría solucionar el problema. [7]
    • Si no sabes a ciencia cierta dónde encontrar la varilla de medición de líquido de transmisión, consulta el manual del propietario para orientarte.
    • Revisa los niveles de líquido de transmisión aun cuando no notes señales de fuga, solo en caso de que no lo hayan llenado por completo la última vez que le diste servicio al auto o en caso de que se haya quemado parte del líquido.
  3. Observa el líquido presente en la varilla y determina su color. El líquido de una transmisión automática es de color rojo oscuro, pero se oscurece más conforme se utilice por más tiempo. El color oscuro no necesariamente es un indicador de un problema a menos de que esté casi negro y huela a quemado. Por el contrario, si es extremadamente claro o rosado, significa que se ha filtrado agua en él, lo cual también es un problema. Drenar y cambiar el líquido de transmisión no siempre es una solución viable, pero en algunos casos es necesario. [8]
    • Si el líquido de transmisión es de color negro o extremadamente oscuro, significa que la transmisión no ha estado funcionando por encima de su rango de temperatura seguro.
    • Si el líquido de transmisión es de color rosado, significa que el agua se ha filtrado en él. Deberás drenar la transmisión y reemplazar el líquido.
    • Debes identificar la fuente de agua en el líquido de transmisión y reparar la filtración o se producirá de nuevo.
  4. Con el pie colocado en el freno, cambia del modo estacionamiento a reversa o marcha. Mientras estás estacionado, salir del modo de estacionamiento debe ser algo casi instantáneo. Cuenta el tiempo mientras esperas. Si este excede los tres segundos significa que la transmisión no está funcionando correctamente. Esto puede ser un indicador de que el líquido de transmisión está demasiado bajo o desgastado. [9]
    • Un cambio lento, particularmente a reversa o marcha, generalmente significa que el líquido de transmisión está demasiado bajo o no funciona correctamente.
    • Si el vehículo no sale del modo estacionamiento, podría significar que la transmisión tiene problemas internos, y que es necesario repararla o reemplazarla.
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Método 3
Método 3 de 3:

Delimitar los problemas con las transmisiones manuales

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  1. Mientras estás detenido con el vehículo en marcha, aplica el freno de mano y presiona el pedal del embrague hasta el piso. Cambia la transmisión en cada marcha, comenzando con la primera y terminando con la más alta que tenga equipada el vehículo. Esta debe cambiar sin problemas en cada marcha, y sin rechinar ni crujir. [10]
    • Si el vehículo no puede cambiar a ninguna marcha, es posible que el embrague tenga un desperfecto.
    • Si tienes problemas para cambiar a una marcha específica, probablemente se deba a que la sincronización para esa marcha esté fallando.
  2. Por lo general, las transmisiones manuales están lubricadas con aceite para engranaje en lugar de líquido para transmisión (salvo en aplicaciones específicas). Muchas transmisiones manuales tienen varillas de medición similares a las que se encuentran en las transmisiones automáticas. Retira la varilla de medición y asegúrate de que el nivel de líquido sea el correcto. [11]
    • Si no puedes encontrar la varilla medidora en la transmisión, consulta el manual del propietario para orientarte.
    • Si necesitas agregar aceite para engranajes, verifica el manual del propietario para revisar el tipo correcto de aceite que debes agregar.
  3. Cuando revises el aceite para engranajes en tu transmisión, te será muy sencillo determinar si se ha quemado por sobrecalentamiento. El aceite para engranajes quemado tiene un olor muy fuerte que puede ser similar al de las cebollas. Si el aceite para engranajes de tu transmisión está quemado, te hará más difícil cambiar de marcha y podría provocar una avería en los componentes internos. [12]
    • Será necesario drenar y reemplazar el aceite para engranajes quemado.
    • Si agregas el aceite para engranajes incorrecto, podría haber más probabilidades de que se queme y provoque una falla mecánica. Si le has agregado el aceite incorrecto a la transmisión, también deberás drenarlo y reemplazarlo.
  4. Si escuchas un sonido que parece provenir de la transmisión en ralentí, presiona el embrague y sigue escuchando. Si el sonido cambia o se detiene, probablemente se deba a un problema con el cojinete piloto o de liberación. Otros problemas comunes que podrías detectar a través del sonido son los siguientes: [13]
    • Un gruñido o chirrido cuando el embrague está acoplado probablemente signifique un problema con el eje de entrada de la transmisión.
    • Si sueltas el embrague y escuchas un chirrido, probablemente se deba a un cojinete o buje piloto defectuoso.
    • Si el chirrido se vuelve más fuerte a medida que presionas lentamente el pedal del embrague, probablemente se deba a un cojinete de liberación defectuoso.
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