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¡Créelo o no, saber cómo extraer gasolina con un sifón no es solo algo que hacen los criminales de clase baja! Esta habilidad puede ser útil en todo tipo de situaciones, ya sea que te quedes sin gasolina estando a kilómetros de la civilización, que necesites adaptar un vehículo para el invierno o que simplemente quieras reabastecer tu cortadora de césped sin tener que ir hasta la estación de servicio. Comienza con el paso 1 a continuación para saber cómo utilizar un sifón para extraer gasolina con nada más que uno o dos tramos de un tubo de plástico y una lata de gasolina vacía. Nota: estos métodos podrían no funcionar en tanques de gasolina con barreras especiales contra sifones (aunque dichas barreras a veces pueden abrirse con la ayuda de un destornillador [1] ).

Método 1
Método 1 de 3:

Extraer gasolina creando presión en el tanque

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  1. Cualquier lata de gasolina convencional del volumen suficiente bastará, siempre y cuando sea cerrada. Dado que los gases de la gasolina pueden ser peligrosos para tu salud y que jamás debes arriesgarte a derramarla, generalmente es imprudente o incluso peligroso transportar gasolina en una cubeta o en otro recipiente abierto.
  2. Utilizar un sifón implica succionar la gasolina a través de un tubo o manguera hacia un recipiente. Es recomendable utilizar un tubo transparente porque te permite ver la gasolina pasando a través de él, pero dado que este método en particular no conlleva ningún riesgo de que la gasolina entre en tu boca, un tubo opaco también servirá.
    • Para este método, necesitarás dos tramos de tubo, uno lo suficientemente largo para llegar a lo profundo del tanque de gasolina y otro más corto que solo llegue al interior del tanque. Puedes conseguir dos tramos de tubo por separado o cortar uno de mayor longitud para crear dos más cortos, el efecto es el mismo.
  3. La extracción de gasolina mediante un sifón funciona gracias a la gravedad; una vez que la gasolina fluya a través del tubo, continuará haciéndolo de manera natural siempre y cuando mantengas el tubo en un nivel inferior al de la gasolina dentro del tanque. Debido a esto, generalmente se recomienda colocar la lata de gasolina o receptáculo en el piso debajo del tanque.
  4. Mete el tubo de mayor longitud hasta el fondo del tanque de gasolina (manteniendo el otro extremo en la lata de gasolina vacía). El extremo de este tubo debe sumergirse en la gasolina del tanque. Dado que no puedes ver la ubicación de dicho extremo, puedes comprobarlo al soplar cuidadosamente (para no inhalar los gases) a través del tubo y escuchar el sonido de las burbujas. Coloca el tubo más corto a solo unos cuantos centímetros dentro del tanque de modo tal que ambos estén ubicados uno al lado del otro.
  5. Este método funciona mediante el aumento de la presión de aire en el tanque para desplazar la gasolina a través del tubo de mayor longitud en dirección hacia el receptáculo. Para crear esta presión de aire elevada, es importante que no permitas que el aire se escape del tanque. Toma un trapo o toalla insignificante (que no te importe ensuciar) y envuélvelo alrededor de los tubos para crear un sello hermético. El trapo debe ajustarse firmemente alrededor de los tubos pero tampoco debes comprimirlos hasta el punto de impedir el flujo de aire y gasolina.
    • Si tienes dificultades para crear un sello hermético, remoja el trapo en agua y exprímelo para luego colocarlo alrededor de los tubos. Por lo general, los trapos húmedos crean un sello más hermético que los que están secos.
  6. Asegúrate de que el extremo del tubo más largo llegue cómodamente al receptáculo de gasolina, luego sopla a través del tubo más corto para aumentar la presión de aire dentro del tanque. Puedes soplar usando tus pulmones (en cuyo caso, ten cuidado de no respirar a través del tubo e inhalar los gases), pero podría ser mejor usar una bomba de aire mecánica. Forzar al aire a ingresar a través del tubo corto aumenta la presión de aire por encima de la gasolina dentro del tanque, haciendo que fluya a través del tubo más largo hacia el recipiente.
    • Si tienes dificultades, asegúrate de haber sellado herméticamente el área alrededor de los tubos. Es importante para garantizar que el aire no ingrese ni salga del tanque de gasolina excepto a través del tubo más corto.
  7. A medida que soplas hacia el interior del tanque, deberás ver que la gasolina se desplaza a través del tubo más largo hacia la lata (suponiendo que usaste un tubo transparente). Una vez que la gasolina fluya libremente del tanque hacia la lata, no necesitas seguir soplando, ya que la gravedad se encargará de hacer el resto del trabajo. Cuando quieras dejar de extraer gasolina, cubre el tubo más largo con tu pulgar, elévalo por encima del nivel de la gasolina en el tanque y quita tu dedo. Cualquier resto de gasolina en el tubo regresará al tanque. ¡Felicitaciones! Has terminado. Retira los tubos y cierra el tanque de gasolina.
    • Si la gasolina en el tubo no fluye de vuelta al tanque cuando quieras dejar de extraerla, asegúrate de que el tubo más corto no tenga ninguna obstrucción y, de ser necesario, retira el sello hermético alrededor de ellos. El aire necesita escapar del tanque para hacer espacio a fin de que la gasolina regrese.
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar una bomba de sifón

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  1. Si no quieres utilizar un sifón improvisado, puedes encontrar bombas de sifón disponibles en comercios por el mínimo precio de $10 a $15. Estas bombas vienen en una amplia variedad de formas y tamaños, algunas son automáticas y otras manuales. Sin embargo, la mayoría funciona de manera similar: una bomba en el medio de un tramo de tubo crea una succión que extrae el líquido desde un extremo del tubo hacia el otro.
    • Estas bombas te permiten extraer gasolina con facilidad y seguridad sin ensuciarte las manos o exponerte a los gases. Como tal, son alternativas ideales para aquellas personas cautelosas.
  2. Al igual que con los otros métodos descritos en este artículo, la succión solo brinda la fuerza inicial necesaria para comenzar con la extracción. Luego de que la gasolina comience a fluir, la gravedad hará el resto del trabajo. Debido a esto, es importante que el receptáculo se encuentre por debajo del nivel de la gasolina en el tanque.
    • Nota: las bombas de sifón tienen un extremo diseñado para que ingrese el líquido y el otro para que salga. Asegúrate de usar los extremos correctos. Si los colocas al revés, la bomba simplemente introducirá aire al tanque de gasolina.
  3. Dado que la bomba de sifón funciona en una amplia variedad de formas, las medidas exactas que necesitarás adoptar pueden variar. Si tienes una bomba manual, es posible que necesites sujetar un émbolo y hacer presión hacia dentro y hacia fuera o apretar una bombilla inflable. Si tienes una bomba mecánica, es posible que solo necesites accionar un interruptor.
    • La mayoría de bombas manuales solo requieren unos cuantos bombeos para hacer que el líquido fluya; después de eso, la gasolina debe fluir libremente.
    • Las bombas automáticas pueden o no funcionar de manera independiente en todo el proceso de bombeo. Consulta las instrucciones que vienen en la bomba de sifón para obtener más información.
  4. Cuando estés cerca de la cantidad de gasolina deseada, eleva el extremo del tubo (o el recipiente mismo) para detener el flujo. Elevar el extremo del tubo hasta un nivel superior al de la gasolina en el tanque hace que el flujo se revierta, de modo que la que quede en la bomba debe drenarse de vuelta al tanque. Si utilizas una bomba automática, es posible que necesites apagarla en este punto.
  5. Cuando el tubo no tenga exceso de gasolina, puedes retirarlo con seguridad del tanque. Has terminado. Cierra el tanque de gasolina y sella el recipiente, luego desmonta y almacena la bomba de sifón.
    • Algunas bombas de sifón necesitan limpiarse después de usarse. Consulta las instrucciones dadas para obtener más información; por lo general, todo lo que necesitas es bombear una mezcla de jabón y agua a través del dispositivo y dejar que se seque al aire. [2]
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Método 3
Método 3 de 3:

Forma tradicional de extracción utilizando la boca (no recomendado)

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  1. La gasolina contiene varios compuestos químicos llamados hidrocarburos, los cuales son tóxicos para los seres humanos. [3] Tragar gasolina o respirar sus vapores puede provocar numerosos síntomas desagradables (incluso potencialmente amenazantes para la vida), que incluyen dificultad para respirar, irritación localizada, pérdida de visión, dolor estomacal, vómitos (a veces con presencia de sangre), somnolencia, deficiencia cognitiva y muchos más. Si intentas realizar este método, toma todas las precauciones posibles para asegurarte de no tragar gasolina ni respirar sus vapores.
    • Si has estado expuesto a la gasolina de alguna forma y comienzas a presentar síntomas, llama inmediatamente a emergencias o al centro de control de intoxicaciones de tu localidad.
  2. Al igual que con el método anterior, este requiere de un tramo de tubo y de un receptáculo para contener la gasolina extraída. Como se mencionó anteriormente, es importante utilizar una lata de gasolina cerrada para evitar que se derrame o que los gases sean inhalados. Sin embargo, con este método en particular, un tubo transparente no solo es una alternativa recomendada, sino que es crucial . Dado que la ingesta de gasolina es peligrosa para tu salud, necesitas ser capaz de verla pasando a través del tubo de modo que puedas sacar este último de tu boca antes de que la gasolina llegue hasta ese extremo.
  3. Coloca la lata de gasolina en el suelo cerca del tanque del vehículo. Coloca un extremo del tubo en el tanque de gasolina lo suficientemente profundo como para que llegue a la base del tanque. Para determinar si el tubo se encuentra por debajo del nivel de gasolina, sopla por el otro extremo (teniendo cuidado de no inhalar los gases a través del tubo a medida que lo haces) y escucha el sonido de las burbujas.
  4. Este método de extracción de gasolina con un sifón funciona utilizando tu boca para crear succión en el tubo, el cual extrae la gasolina del tanque. Una vez que la gasolina fluya libremente, la gravedad hará que el sifón siga succionándola fuera del tanque. Debes tener cuidado para asegurarte de no tragar gasolina o inhalar los vapores. Una vez que el tubo esté en tu boca, respira únicamente a través de la nariz y presta mucha atención al nivel de gasolina en dicho tubo.
  5. Mantén los dedos alrededor del tubo cerca de tu boca, de modo que estés listo para doblarlo antes de que la gasolina ingrese en tu boca. Una vez que empieces a succionar a través del tubo, la gasolina puede empezar a fluir rápidamente. Mantén una mano lista para detener el flujo de gasolina y evitar que ingrese en tu boca.
  6. Para minimizar (pero de ninguna manera eliminar ) el riesgo de inhalación de vapores de gasolina, intenta succionarla con la boca en lugar de con los pulmones, como si fumaras un puro en lugar de un cigarrillo. Cuando la gasolina comience a fluir a través del tubo, puede hacerlo rápidamente, así que mantente alerta. Cuando la gasolina se encuentre a unos 15 cm (6 pulgadas), dobla el tubo con firmeza cerca del extremo y sácalo de tu boca.
  7. Las burbujas de aire son un obstáculo común cuando se extrae gasolina con un sifón, ya que pueden impedir el flujo adecuado, obligándote a succionar con más fuerza, lo cual es peligroso. Si ves burbujas de aire, endereza nuevamente el tubo y deja que la gasolina vuelva al tanque, luego inténtalo nuevamente.
    • Intenta colocar el tubo de modo que puedas succionar directamente por encima del tanque. De acuerdo con algunas fuentes, las burbujas de aire son más comunes cuando el tubo está de lado en lugar de hacia arriba o hacia abajo.
  8. La gasolina debe comenzar a fluir hacia la lata de gasolina. A partir de este punto, la fuerza de gravedad debe seguir extrayendo la gasolina del tanque en dirección hacia la lata. Controla el flujo para asegurarte de que el recipiente se llene a un ritmo constante.
  9. Al hacerlo se detiene el flujo de gasolina y permite que la sobrante en el tubo llegue al recipiente de forma segura. Ten en cuenta el volumen de gasolina restante en el tubo antes de retirarlo del tanque, ya que no querrás esperar demasiado y arriesgarte a derramarla.
    • De manera alternativa, simplemente cubre el extremo libre del tubo y levántalo a un nivel más alto del de la gasolina que se encuentra en el tanque. La gravedad hará que la gasolina fluya de regreso al tanque. Incluso puedes levantar el propio recipiente con el tubo aún dentro para lograr el mismo efecto.
  10. ¡Has terminado! Cierra el tanque de gasolina y sella la lata para no inhalar los gases.
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Advertencias

  • Ten cuidado de que la gasolina entre a tu boca. Utiliza el tubo únicamente hasta donde puedas ver el nivel de gasolina. Inhalar o tragar gasolina puede tener serios efectos dañinos. Podría ser tóxica si contiene tetraetilato de plomo.
  • Los gases de la gasolina pueden ser perjudiciales para tus pulmones y pueden saber realmente mal. Si quieres, utiliza una bomba de sifón.
  • Evita que la lata gasolina se rebalse.
  • No fumes ni permitas que haya llamas o chispas cerca.
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Cosas que necesitarás

  • Lata de gasolina
  • Tubo (de preferencia, transparente)
  • Bomba de sifón
  • Vehículo a gasolina

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