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Siempre debes considerar, sin importar cuanto te guste a simple vista, que nadie vende un auto porque corre demasiado bien, o porque es demasiado barato mantenerlo. Sin embargo “usado” no significa necesariamente malo, ya que incluso los autos más antiguos pueden funcionar perfectamente si han sido bien cuidados. Debes usar la cabeza antes de gastar tu dinero para asegurarte de que no estás haciendo una compra que lamentarás inmediatamente. Lo primero es revisar el motor.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Al empezar

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    Busca manchas, goteos o charcos bajo el auto. Incluso antes de mirar dentro del auto, debes arrodillarte y mirar debajo de él para buscar manchas, goteos o charcos. Si encuentras alguna, intenta descubrir ¿son rastros antiguos o una mancha reciente?¿Acaso hay un goteo que está formando un pequeño charco?
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    Identifica el tipo de fluido que forma los charcos. Los charcos pueden formarse de líquido para frenos, refrigerante, la transmisión, la dirección hidráulica o incluso líquido limpiaparabrisas. Si encuentras uno tal vez quieras tocarlo para saber qué es.
    • Un fluido rojizo podría ser de la transmisión. Un fluido negro es sólo aceite generalmente. Un color caramelo podría ser aceite con poco uso, dirección hidráulica antigua o líquido para frenos. Un líquido verde o naranja es probablemente refrigerante.
    • Considera los charcos de color claro que pueden ser agua, ya sea porque ha llovido, porque se ha lavado el motor o porque el aire acondicionado ha estado encendido recientemente. Una vez que lo toques podrás saber si es algo compuesto de agua o de aceite. Si parece ambos, ten cuidado y presta atención a los siguientes pasos.
  3. Los vendedores suelen lavar un auto que quieren vender, algunos incluso tratarán de limpiar el compartimiento del motor, pero como regla pasarán por alto la parte de abajo del auto. Mira que tan limpia está aunque no haya charcos. Espera ver tierra, lodo y manchas de grasa (después de todo es un auto) pero estate atento a goteos o gotas de fluido que se hayan formado y que no hayan caído.
    • Presta atención a la bandeja de aceite especialmente, a manchas oscuras y grumos de lodo aceitoso, y a cualquier junta o fisura que veas. Es común encontrar un poco de suciedad remanente de problemas antiguos que ya han sido reparados.
    • Sin embargo, la suciedad reciente o el aceite pueden significar problemas, así que toma nota. No dudes en tocar lo que ves (tal vez con una toalla de papel) para ver cuánto filtra, si está húmedo, si está resbaloso o de qué está cubierto.
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    Decide si las fugas son un problema para ti. Si ves un goteo o rastros de lodo húmedo trata de determinar de dónde viene. Las fugas pueden ser suficiente para que decidas evaluar el siguiente auto, pero serás tú quien decida si las fugas por sí mismas son un problema que evitará que compres ese auto.
    • A algunos les gusta añadir constantemente aceite a sus autos para compensar una bandeja de aceite que gotea, y estos pueden pasar años sin problemas más allá del gasto que esto significa. Algunas fugas son pequeñas y pueden tomar meses en generar alguna pérdida significativa, pero otras empeoran con el tiempo y pueden llevar a problemas serios.
    • Si no hay fugas o filtraciones evidentes y no encuentras nada cubierto con lodo, ya puedes relajarte. Muchos problemas potenciales en el motor pueden descartarse al no haber pérdidas visibles de fluidos.
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Parte 2
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Inspeccionando el motor

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    Abre la capota y siente los olores que vienen del motor. Antes de encender el motor, haz que el vendedor abra la capota para verlo y notar cualquier olor.
    • Un motor nuevo debería oler a caucho y plástico con un toque de aceite o gasolina. En las mejores condiciones olerás los vapores que vienen naturalmente de las fajas, mangueras y partes plásticas. Esto se conoce como emanaciones y son completamente normales. El olor de un compartimiento de motor nuevo no debería ser muy diferente al olor de neumáticos nuevos.
    • En un auto usado olerás aceite, en la mayoría de los casos. Esto es normal, y mientras no sea abrumador no hay de qué preocuparse. También podrías oler combustible. Un sutil olor a combustible es perfectamente normal, incluso es común sentir una fuerte ráfaga con olor a gasolina en autos antiguos con carburadores. Sin embargo, si hueles mucho combustible esto puede significar una fuga en el sistema de distribución y ser una causa de preocupación.
    • También podrías sentir un olor a “trementina”, que es esencialmente el olor de gasolina vieja. Ese olor indica que el auto ha estado sin funcionar por un tiempo. Pregúntale al vendedor si hay combustible reciente en el tanque y cuánto tiempo ha estado estacionado el auto. No suele ser un inconveniente, pero el combustible estancado puede causar varios problemas, como oxidar el tanque de combustible.
    • Otra posibilidad es el aroma ligeramente dulce del anticongelante. Esto puede ser por un derrame, pero aun así deberías revisar si hay fugas en el sistema de enfriamiento. En un motor frío se puede notar una película blanquecina o verdosa, un signo de que el refrigerante se ha evaporado. También puede presentarse un olor acre lo cual significa que habrá que revisar la batería.
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    Revisa cuidadosamente el compartimiento del motor y su contenido. Revisa el motor. ¿Ves pintura, metal descubierto, mugre o tierra? Ten en cuenta que es preferible ver tierra o incluso telas de araña. Los vendedores suelen limpiar el compartimiento del motor para ser corteses y para que se vea bien. Esto hace que el motor se vea mejor, pero puede remover la evidencia de fugas e incluso hacer que no veas fallas evidentes.
    • Un motor cubierto de tierra, por otro lado, te mostrará donde está cada gota de aceite, qué partes han sido manipuladas o reemplazadas y también indica que el auto ha sido conducido, es decir que al menos ha funcionado recientemente. Las telas de araña indican que ha estado sin funcionar por un tiempo, lo cual puede no significar nada, o puede significar pasos extra más adelante.
    • Un motor cubierto de lodo y mugre es tanto bueno como malo. Puede indicar una fuga, pero al menos puedes indicar la fuente siguiendo el recorrido del lodo. Si sólo es un montón de lodo puede ser momento de cambiar o incluso reconstruir las empaquetaduras.
    • Sin embargo, esto no significa que el motor en sí se haya echado a perder, o que no podrás conducirlo por años antes de que tengas algún problema serio. Una fuga de combustible a menudo creará un área limpia en un motor sucio, pero usualmente las fugas de combustible son sutiles y necesitarás tu nariz para saber si hay alguna.
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    Revisa el nivel de los fluidos. A estas alturas ya debes conocer el medidor de aceite. Retíralo, límpialo, vuelve a colocarlo y vuélvelo a retirar. ¿Hay aceite? Bien. Puede haber poco aceite, siempre y cuando haya algo. La mayoría de los autos no mostrarán el nivel correcto de aceite hasta que se hayan calentado.
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    Inspecciona las fajas y mangueras. Pregunta al vendedor cuándo se cambiaron por última vez las fajas y mangueras. Las grietas en el caucho usualmente significan que esa parte tendrá que ser reemplazada pronto. Incluso las fajas y mangueras antiguas pueden verse bien en la superficie con un lavado astuto, así que no temas apretar las mangueras y tocar las fajas.
    • Si las mangueras son de mala calidad tendrán que ser reemplazadas. La mayoría de distribuidores se aseguran de cubrir estas cosas, pero podrías no estar tratando con un distribuidor y estas cosas a veces se pasan por alto.
    • Principalmente debes asegurarte que las fajas estén en su lugar. Algunos autos no arrancarán sin ellas, pero algunos tienen fajas secundarias que hacen funcionar los cargadores, aire acondicionado o dirección hidráulica así que asegúrate de que cada polea tiene una faja adjunta a ella o una buena razón para no tenerla.
    • Revisa si las mangueras están suaves o blandas, lo cual es un indicador más claro de su antigüedad que la apariencia. Revisa los lugares donde las mangueras se anexan a otras cosas y busca una película que revele si hay fugas recientes. Estos lugares con fugas a veces sólo aparecen cuando el motor está caliente, así que no habrá ningún goteo. Una buena dosis de limpiador para motores puede hacerlas desaparecer, así que tienes que ver si hay aunque sea un mínimo rastro de residuos que son similares al sarro que queda en el fondo de las teteras.
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    Inspecciona la batería y sus terminales. Al igual que los motores, las baterías pueden estar muy limpias y no funcionar como deberían. Es común que los autos agoten sus baterías mientras no están en funcionamiento, así que no te preocupes si el auto necesite ayuda para arrancar.
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    Pregunta por los filtros de aire. Si compras el auto en un distribuidor el filtro de aire debe ser nuevo y estar limpio. Si lo compras de otra persona puede estar viejo y necesitar que lo reemplacen.
    • Si el filtro de aire necesita que lo reemplacen, es probable que otros filtros (como el de combustible, aceite o transmisión) también deban ser cambiados.
    • Pregúntale al vendedor, si no estás seguro o no quieres asomarte a ver el filtro de aire tú mismo.
  7. Probablemente no puedas notar si el auto tiene un turbocompresor hasta que esté funcionando, pero al menos puedes revisar que no haya fugas, que esté conectado y sin óxido.
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    Da un paso hacia atrás y mira el compartimiento del motor como un todo. Dale una mirada amplia al compartimiento y a su contenido. Cada modelo tiene una distribución diferente – puede haber mucho en funcionamiento o puede ser algo simple y sencillo.
    • Busca mangueras y cables sueltos. Busca las pequeñas cosas que te parezcan extrañas aunque no las entiendas, como agujeros destapados o posibles piezas faltantes.
    • Los autos más recientes son más difíciles de comprender por sus partes electrónicas (busca quemaduras y daños obvios) y sistemas de vacío.
    • Los autos antiguos son más simples e indulgentes con las manipulaciones. Consulta sobre cualquier cambio o modificación que el vendedor haya hecho.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Haciendo las revisiones finales

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    Mira bajo la capota del auto. Detente y mira más de cerca debajo de la capota del auto. Si no hallas indicadores al menos encontrarás pistas. Lo que quieres ver es un recubrimiento limpio (la tierra no es problema) e intacto, el cual está allí para amortiguar el ruido del motor y también para actuar como retardante en caso de incendio.
  2. Las fugas en el escape son una de las cosas que pueden causar incendios en el motor. Puede que no puedas ver bien el colector de escape en el compartimiento del motor, pero es sencillo revisar el tubo de escape. La punta del escape debe estar de un color gris ceniza por dentro.
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    Prueba el auto para ver si arranca. Después de haber verificado todo lo anterior sólo queda encender el auto y ver si funciona. Podrían pasar tres cosas.
    • Enciende y arranca en el primer intento.
    • Demora un minuto en arrancar.
    • No arranca.
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    Descubre por qué no arranca el auto. ¿Giraste la llave y no pasó nada? ¿Ni siquiera se enciende el tablero? Revisa la batería y las conexiones. Presta atención a los terminales y asegúrate de que los cables están bien conectados y no corroídos. Un poco de gaseosa ayudará a que estén lo suficientemente limpios como para hacer contacto.
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    Revisa los cables de las bujías. Si aún no arranca asegúrate de que los cables de las bujías están ajustados. Si encuentras alguno suelto ajústalo y trata de encender el auto.
    • ¿Nada aún? Probablemente tendrás que sacar las bujías y limpiarlas. Si el auto usa un carburador puedes intentar verter unas cucharaditas de combustible directamente en el tubo Venturi (la parte donde ingresa el aire).
    • A veces se tiene que repetir este proceso para arrancar el motor de un auto que ha estado sin funcionar por mucho tiempo. Así que si tienes un auto que quieras vender, enciéndelo de vez en cuando para que esto no suceda.
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    Escucha el sonido del motor una vez que arranque. Una vez que hayas arrancado el motor sal del auto y déjalo inactivo mientras revisas el compartimiento del motor otra vez. Busca fugas o humo, escucha y verifica si hay algún clic, chillido o golpeteo. Olfatea para detectar vapores de combustible, o combustión. Aquí hay algunos ejemplos de lo que podrías oír y sugerencias de lo que pueden significar:
    • Un “tictictictic” que es más rápido cuando revolucionas el motor. Levantadores pegados, levas planas, válvulas sueltas o incluso una faja suelta. Si desaparece al añadir aceite, o después de que calienta el motor el problema es el levantador. Si bien no es nada de qué preocuparse, es un problema que tendrás que resolver en el futuro.
    • Un "noknoknoknok” que aumenta de frecuencia cuando se revoluciona el motor se llama un golpe de motor. Esto puede ser una señal de que no debes comprar este auto (a menos que sea un auto diésel, porque así es exactamente como suenan).
    • ¿Un chillido, chirrido o graznido? Usualmente es una faja o las poleas que activan. Si el sonido continúa después de cambiar la faja tendrás que descubrir qué polea lo causa. Los alternadores y las bombas de aire acondicionado pueden hacer estos ruidos y también sonidos de chatarra. Sé consciente de los sonidos, pero a menos que realmente te molesten no te preocupes demasiado.
    • Un golpe más fuerte que no se empareja con las revoluciones al acelerar puede indicar que la base del motor o de la transmisión deben cambiarse. No es una emergencia pero debe repararse en algún momento.
  7. ¿Está todo bien? Cierra la capota, y si vas a probar el auto llévalo a una tienda de repuestos cercana para que conecten y revisen otras cosas que puedas no haber notado. Esto sólo aplica a autos fabricados en los ochenta o después y usualmente ayuda en caso de que la luz de “revise su motor” esté encendida.
    • Tu mecánico o comercializador de repuestos puede ayudarte desde aquí. Haz hecho todo lo que necesitas para asegurarte que el motor está lo suficientemente bien como para llegar al taller. Mientras conduzcas toma nota de cualquier problema como falta de potencia o cualquier movimiento o comportamiento extraño.
    • La lectura de códigos puede darte detalles para empezar a reemplazar las partes y electrónicos que lo requieran para así afinar el auto. Tu tienda local de autopartes cuenta con un dispositivo que revisa los códigos de la computadora del auto y no te cobrará por hacerlo. Si intenta cobrarte, busca otra tienda.
    • Puede que necesites un afinamiento, o incluso una reconstrucción. Si llegaste a este punto, tienes un motor que funciona. Felicitaciones. Llena los fluidos, carga la batería, ponle gasolina y ya estas conduciendo. Mira cómo se siente – al final, eso es lo importante.
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Consejos

  • Muchas de estas instrucciones son para autos antiguos. Varios de los modelos actuales sólo necesitan conectarse a una computadora para ser diagnosticados, aunque hay numerosos problemas potenciales que ésta no puede detectar.
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