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Estás en la universidad estudiando e intentando tener una excelente experiencia. ¿Por qué parece que no lo estás pasando tan bien como deberías? Lo cierto es que, con el estrés de los estudios, la distancia de la familia y cambios importantes en el estilo de vida, la universidad no es un paseo constante para muchos estudiantes. Para algunos, mejora con el tiempo. Para otros, la experiencia universitaria simplemente no es lo suyo. Y estos sentimientos, además de ser normales, son manejables. A continuación, este artículo te guiará en cuanto a por qué te sientes así, cómo puedes mejorar tu experiencia universitaria y qué hacer si quizás quieres dejarla. Empecemos.

Cosas que debes saber

  • Aunque no lo parezca, los sentimientos de estrés e insatisfacción son muy comunes entre los estudiantes universitarios.
  • Canaliza tu esfuerzo hacia las amistades, organizarte y permanecer conectado/a con tu vida en casa para mejorar tu felicidad en la universidad.
  • Averigua sobre nuevos caminos profesionales y académicos si te parece que la universidad podría no ser adecuada para ti.
Método 1
Método 1 de 4:

Odio la universidad. ¿Es normal?

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  1. No estás solo/a. Algunas personas consideran la universidad como la mejor fase de su vida, pero no aplica para todos. Si te parece que todos tus amigos y compañeros están teniendo una experiencia universitaria perfecta, reconsidéralo. Lo que sientes es completamente normal y, de hecho, los universitarios de hoy en día están más estresados que nunca. Ya sea que la causa sea la presión académica o el estilo de vida universitario, no estás solo/a.
    • A fin de cuentas, todos somos diferentes. Ningún periodo, lugar o estilo de vida será adecuado para todos. Así que, si has escuchado esa vieja frase ("Esta es la mejor época de tu vida…"), ten en cuenta que, objetivamente, no será cierta para todos. ¡Y eso está bien!
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Método 2
Método 2 de 4:

Motivos por los que podrías odiar la universidad (y soluciones útiles)

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    Conoce tu "por qué". Saber "por qué" haces algo te ayuda a superar esos momentos en los que quieres rendirte. Si no estás seguro de cuál es tu motivo, pregúntate lo siguiente: "¿Por qué estoy haciendo esto?". Para muchos, su "por qué" tiene relación con el valor de un título universitario, ya que cualquier título, certificación o habilidad hará que seas más valioso/a a largo plazo. Considera tus valores personales para determinar tu "por qué" y vive alineado/a con esos valores.
    • Para algunos, el "por qué" es financiero. Eligen una trayectoria profesional por la seguridad que les proporciona en el futuro. Otros eligen su camino con base en aquello para lo que sean buenos o que consideren que les permitirá contribuir más.
  2. Si eliges una carrera con la que no tengas una conexión o que no sientas que impulsa tu vida hacia adelante, esto podría hacer que te sientas vacío/a. Reflexiona sobre tus estudios y asegúrate de que se alineen con tus intereses u objetivos de largo plazo. Pregúntate lo siguiente: ¿en dónde quiero estar en 5 años? O ¿sobre qué me encantaría aprender ahora mismo? Luego, haz que tu carrera encaje con tus autodescubrimientos. Reflexiona y fíjate si el motivo por el que odias la universidad es porque estás haciendo lo que tus padres u otras personas consideran que debes hacer en el futuro en lugar de escucharte a ti mismo/a.
    • Si tienes en mente un objetivo profesional específico, ¿qué debes estudiar para alcanzarlo? Aprende más investigando o habla con alguien del rubro.
    • Por otro lado, no es necesario que resuelvas tu futuro ahora mismo. ¿Tu corazón vuela cuando lees literatura rusa? No puedes equivocarte al seguir tus pasiones.
    • Quizás sientas presión en cuanto a esta decisión pero, con tal que creas en tus estudios (como un medio para expandir tu mente o una herramienta para llevarte del punto A al punto B), estarás bien.
    • Si eliges una carrera que, además de alinearse con tus objetivos profesionales y personales, se alinea con tus talentos y fortalezas, tu experiencia será infinitamente más placentera. Siempre será algo que te resultará más interesante mientras estudias.
    • Sin embargo, recuerda que aún te encuentras en una fase de transición en la que te estás independizando. Date un margen en cuanto a tener que saber exactamente lo que quieres hacer con tu vida. Lo único que necesitas es un borrador debido a que siempre puedes cambiar el transcurso de tu futuro. La idea de que elegir el camino equivocado a los 20 años determinará el resto de tu vida no es cierta. Únicamente es cierta si crees que tu educación termina al terminar la universidad o que no puedes recrearte cada vez que lo desees.
  3. Independientemente de tu carrera, las clases universitarias pueden ser muy difíciles, y eso podría perjudicar tu felicidad general. Organizarte, llevar una carga equilibrada de cursos y aprovechar al máximo los cursos electivos pueden ser excelentes herramientas. Prueba con los siguientes consejos: [1]
    • Crea un horario diario. Crea un horario para todo el día que incluya estudiar, quehaceres y, lo que es más importante, descansos. Esto te ayudará a usar tu tiempo de una forma muy sensata.
    • Escalona tus cursos difíciles. Si sabes que determinadas clases serán más difíciles que otras, no las tomes todas a la vez. Espárcelas de manera equitativa a lo largo de todos tus años de estudio.
    • Toma cursos electivos fáciles y divertidos. Para las unidades que no sean obligatorias para tu carrera, opta por algo ligero. Elige cursos particularmente fáciles y habla con tus compañeros para obtener más información.
    • Divide tu trabajo a lo largo del tiempo. Marca los plazos de entrega y planifica para terminar partes del trabajo a lo largo del tiempo de forma que no te veas obligado/a a estresarte quedándote despierto/a toda la noche.
  4. Algunas personas extrañan sus conexiones más profundas en la universidad, sintiendo un poco como que están rodeadas de amigos nuevos pero sin seres queridos. Eso es completamente normal. Además, puedes incorporar esas relaciones a tu vida universitaria muy fácilmente si lo haces con intención. Comunícate con ellos con regularidad, planifica visitas y habla sobre ellos con tus compañeros universitarios. [2]
    • Si no puedes ir a casa con frecuencia, empieza una cuenta regresiva para cuando puedas ir. Esto te servirá para tener en mente que, aunque estén separados ahora, pronto no lo estarán.
    • Ya sea por FaceTime, Skype o cartas escritas, habla con tus seres queridos con la mayor frecuencia posible. Para tus conexiones más cercanas, planifica llamar a una determinada hora o día y cíñete a ello.
    • Por muy extraño que parezca, solo hablar sobre tus seres queridos puede hacer que se sientan cerca. Cuando puedas, comparte historias sobre amigos y parientes con conexiones nuevas.
  5. Para muchos estudiantes infelices, la culpa es del estrés. Trabajas muy duro y mereces un descanso, así que date uno. Haz que la "diversión" sea una prioridad en tu horario. Recompénsate por estudiar yendo por un helado, haz que los sábados sean tu día de cuidado personal o toma un curso en un área que te apasione (por ejemplo, la teoría musical). [3]
    • En ocasiones, los estudiantes se sienten culpables por separar un tiempo para sí mismos. Si tienes dificultades con eso, no olvides que tomarte un descanso en realidad te ayudará a estudiar mejor más adelante.
    • Pasa tiempo con personas que te hagan sentir muy bien. Ese amigo que siempre te hace reír sería un amigo perfecto para ayudar a aliviar el estrés.
    • Si no estás seguro sobre por dónde empezar, estas son algunas actividades comunes para aliviar el estrés: meditar , practicar yoga , escribir en un diario, tocar música y realizar excursiones al aire libre.
  6. Para algunos, la universidad puede ser solitaria. Es completamente normal y, aunque no lo parezca, la mayoría de los estudiantes (incluso los que parecen ser amigos de todos) lo sienten en algún momento. Exponte y conoce gente nueva de manera intencionada y, confía en nosotros, encontrarás nuevas amistades. Incluso solo un par de muy buenos amigos pueden marcar una gran diferencia. ¡No te rindas! [4]
    • Únete a un club con base en uno de tus intereses. Cuando te des cuenta, tendrás una comunidad nueva con la que de por sí tengas mucho en común.
    • Pasa tiempo en lugares públicos. La sala común de tu dormitorio universitario, las cafeterías y los bares son muy buenas opciones, y permanece abierto a conversaciones con gente nueva.
    • Establece el hábito de presentarte cada vez que te sientes junto a alguien nuevo en clase. Si bien quizás no vuelvas a hablar con algunos de ellos, definitivamente lo harás con otros.
  7. Quizás, para ti, cocinar, limpiar y lavar la ropa regularmente te esté desanimando. Lo cierto es que esto es un problema que se volverá mucho más fácil con el tiempo. Sin embargo, para ayudarte a hacer la transición lentamente, prueba con algunos consejos clásicos aprobados por adultos. Por ejemplo, podrías tomar una clase de cocina o establecer una limpieza semanal. Como otra opción, prueba con las siguientes estrategias:
    • Los cambios pequeños y simples pueden hacer que tu habitación se sienta limpia. Podrías tender la cama, despejar la superficie de tu escritorio y colocar las chucherías en un cajón. [5]
    • Compra comidas baratas y fáciles para cuando estés cansado. El ramen, las sopas y los platos de arroz para el microondas son excelentes opciones.
    • Haz que tu ropa permanezca con un aspecto limpio usando trucos para eliminar las arrugas y quitar las manchas.
  8. Aunque no siempre lo parezca, es probable que el campus esté lleno de profesionales que pueden ayudarte a navegar los sentimientos complicados. Como otra opción, si tu universidad no los tiene, comunícate en cambio con profesionales locales. Busca en línea o en el directorio de tu universidad personas que sepan cómo ayudarte a encaminarte. [6]
    • Si te preocupa lo que harás después de la universidad, comunícate con un asesor vocacional dentro o fuera del campus.
    • Si tienes dificultades con tus cursos y el estrés académico, habla en cambio con un asesor académico (este es un recurso que encontrarás en el campus).
    • Si estás lidiando con problemas de salud mental, habla con un consejero licenciado de salud mental.
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Método 3
Método 3 de 4:

¿Y si quiero dejar la universidad?

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  1. Nadie puede ni debe tomar esta decisión por ti. Y, al mismo tiempo, nadie debe presionarte para que sigas yendo a la universidad si sabes que no es lo adecuado para ti. La universidad no es para todos, y hay muchas otras opciones si decides seguir otro camino. Tómate un tiempo, reflexiona y toma una decisión que encaje con tus objetivos y necesidades. [7]
    • Si tienes muchas dificultades, no olvides siempre priorizar tu salud y felicidad. Comunícate con un terapeuta o un ser querido de confianza de inmediato y pide ayuda si la necesitas.
    • A fin de cuentas, ningún título vale tanto como tu bienestar. Si no sientes que puedes esperar para reflexionar sobre la decisión, no hay problema.
    • Además, es probable que tu universidad también ofrezca licencias. Comunícate con tu asesor para pedir más ayuda. Esta podría ser la solución perfecta para ti.
Método 4
Método 4 de 4:

¿Cuáles son las mejores alternativas a la universidad?

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  1. Quizás quieras asistir a una casa de oficios, podrías querer iniciar tu propio negocio o tal vez quieras tomarte un tiempo libre. Si es lo adecuado para ti, eso hace que tu decisión sea válida. Después de tomar la decisión, síguela y no dejes que nadie te haga sentir culpable. Tú sabes lo que quieres y eso es estupendo. Asegúrate de mirar hacia tu interior y reevaluar tus prioridades en cuanto a la educación y la vida profesional. Podrías hacer lo siguiente: [8]
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