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Los gimnastas tienen la habilidad de llevar sus cuerpos hasta sus límites, demostrando proezas de flexibilidad que parecen casi sobrehumanas. Sus saltos, volteretas y maromas son encantadores, por lo que la gimnasia es uno de los deportes olímpicos más populares. Pero detrás de cada movimiento de una fracción de segundo que ves a un gimnasta realizar hay incontables horas de práctica y entrenamiento. Ser gimnasta requiere que tengas fortaleza mental y agilidad física en partes iguales. Si quieres aprender lo que se necesita para ser gimnasta, sigue leyendo para aprender cómo comenzar.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Aprender los conceptos básicos

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  1. Ser flexible es una de las cualidades más importantes de un gimnasta. Si quieres ser gimnasta, puedes comenzar a trabajar en tu flexibilidad ahora mismo. Hacer estiramientos y otros ejercicios cada día hará que tu cuerpo se vuelva más flexible, lo que te permitirá realizar los movimientos de gimnasia con gracia y facilidad. Ser flexible también mejora tu coordinación. Para mejorar tu flexibilidad, realiza estos ejercicios todos los días:
    • Realiza rotaciones del cuello e intenta acercar las orejas a los hombros lo más posible sin levantarlos.
    • Luego viene el estiramiento de hombros, en el cual jalas un brazo a la vez cruzando tu pecho.
    • Estira el pecho entrelazando los dedos detrás de tu espalda y extendiendo los brazos hacia arriba.
    • Estira la espalda con el estiramiento de foca: colócate en posición de plancha y luego empuja tu cuerpo hacia arriba, manteniendo las caderas en el suelo.
    • Estira los músculos isquiotibiales y la espalda inclinándote hacia adelante para tocarte los dedos de los pies.
    • Practica realizando los splits hasta que puedas hacer uno completo con facilidad.
    • Sentado en el suelo, presiona tu rodilla contra tu barbilla. Lleva una rodilla hacia la barbilla, sostenla ahí y luego repite el procedimiento con la otra rodilla.
    • Realiza puentes . Comienza recostado con las rodillas flexionadas. Coloca las manos en el suelo detrás de tu cabeza y levanta el cuerpo hasta una posición de puente.
  2. Es un divertido movimiento de gimnasia que te ayudará a acostumbrarte a usar tu cuerpo en formas más flexibles de las que estás acostumbrado. También descubrirás cómo se siente estar de cabeza. Para empezar, agáchate con las manos plantadas firmemente en el suelo. Encoge la cabeza hacia tu cuerpo y rueda hacia adelante hasta que estés boca arriba, dejando que tus piernas sigan naturalmente al resto de tu cuerpo. Sigue practicando hasta que puedas realizar un volantín sin pensarlo.
    • Asegúrate de mantener la cabeza encogida hacia tu cuerpo y de no rodar directamente sobre tu cuello. Podrías lastimarlo si colocas todo tu peso sobre él.
    • Intenta una versión más avanzada del volantín comenzando de pie, rodando hacia adelante y levantándote con fluidez sin usar las manos para sostenerte al final del movimiento.
  3. Practica realizar una voltereta lateral . Encuentra un lugar suave o con césped para practicar hacer una voltereta lateral. Este movimiento no es peligroso, pero es posible que te caigas unas cuantas veces antes de cogerle el truco. Comienza de pie con tu dedo derecho del pie (o el izquierdo, si eres zurdo) apuntado frente a ti y las manos sobre tu cabeza. Inclínate hacia adelante de lado y coloca la mano derecha en el suelo, seguida de la mano izquierda. Al tocar el suelo con las manos, patea las piernas hacia arriba y usa los brazos para sostener su peso. Tu pie izquierdo debe caer primero, luego el derecho. Termina el movimiento enderezándote completamente.
    • Las primeras veces que intentes hacer una voltereta lateral será difícil lograr que tus piernas se eleven por encima de tu cabeza. Sigue practicando hasta que estés acostumbrado a la sensación de estar de cabeza. A la larga, deberías poder realizar volteretas laterales sin flexionar las rodillas.
    • Intenta aterrizar con ambos pies al mismo tiempo en lugar de uno a la vez. Mantenlos juntos y plántalos en el suelo.
  4. Observa si puedes pararte de manos . Este es la base de muchos movimientos de gimnasia y es uno que puedes perfeccionar en casa antes de recibir lecciones. Encuentra un lugar suave para practicar. Párate recto con las manos sobre la cabeza. Da un paso adelante con el pie derecho (o el izquierdo, si eres zurdo) e inclínate hacia adelante para plantar las manos en el suelo. Al mismo tiempo, patea las piernas hacia arriba por encima de tu cabeza, manteniéndolas rectas y juntas. Sujeta la posición por un momento antes de dejar caer los pies de regreso al suelo y enderezarte.
    • Puede ayudarte practicar contra la pared o con la ayuda de tu observador mientras estés aprendiendo este movimiento.
    • Mantén la barbilla encogida hacia tu cuerpo y los hombros contra las orejas.
  5. Si crees que tienes aptitud para la gimnasia y estás listo para intentar movimientos más complicados, es tiempo de tomar algunas clases. Un entrenador de gimnasia calificado te enseñará cómo realizar movimientos avanzados usando la forma correcta. Aprenderás cómo fortalecer los músculos para que puedas ejecutar movimientos con perfecta gracia. Tu entrenador también será capaz de enseñarte cómo entrenar sin poner en riesgo tu seguridad.
    • Un entrenador te puede ayudar a aprender cómo hacer una rondada y una vuelta de manos hacia adelante y hacia atrás, movimientos que están un paso adelante de lo que puedes enseñarte a ti mismo en casa.
    • En un gimnasio para gimnasia, podrás aprender cómo utilizar el equipo profesional, como las barras asimétricas o paralelas, los aros (para los hombres), la viga de equilibrio y el caballo con arcos, además de movimientos avanzados de piso, como las volteretas hacia atrás, los resortes , los saltos agrupados hacia adelante y hacia atrás, y los saltos aéreos.
    • Para encontrar clases de gimnasia cerca de ti, busca en línea "gimnasio para gimnasia" o "club de gimnasia" y el nombre de tu ciudad. Es probable que encuentres una gama de opciones, desde clases gratuitas ofrecidas en tu Asociación Cristiana de Jóvenes local hasta clases privadas más costosas. En los clubes, se evaluará tu nivel de habilidad y se te indicará qué clase te sentaría mejor.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Pensar como gimnasta

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  1. Los gimnastas lanzan sus cuerpos por el aire de cabeza como si no fuera gran cosa. Para ser un buen gimnasta, tienes que estar dispuesto a correr riesgos físicos con el único propósito de ver lo que tu cuerpo es capaz de hacer. Es normal sentir mariposas en el estómago antes de intentar un movimiento nuevo en la barra alta o hacer una voltereta en la viga de equilibrio, pero tendrás que ser capaz de forzarte a seguir adelante a pesar del miedo si quieres sobresalir. Mientras más practiques, será menos aterrador.
    • Si bien la gimnasia involucra riesgo, con la ayuda de un entrenador podrás aprender cómo minimizar los peligros usando la forma correcta. Tu instructor no hará que intentes un movimiento si él o ella no cree que estés lo suficientemente avanzado como para intentarlo.
    • Te caerás muchas, muchas veces al entrenar para convertirte en gimnasta. Tendrás que levantarte y seguir adelante. Mientras más avances, experimentarás más dolor y lágrimas. Sin embargo, si eres un gimnasta determinado, los resultados valdrán todo lo que se requiere para conseguir ser bueno.
    • Concentrarte en la tarea en cuestión es una buena forma de superar el miedo. Si piensas profundamente en lo que tu cuerpo tiene que hacer, no estarás tan preocupado por equivocarte.
  2. Tu cuerpo podrá moverse de la forma que necesita si lo alimentas con comida saludable. Los atletas necesitan abundantes calorías para mantener sus músculos fuertes, pero es importante no comer tanto que tu cuerpo se sienta pesado cuando intentes realizar una rutina. Una dieta saludable de atleta incluye lo siguiente:
    • Muchas frutas, vegetales, nueces y otros alimentos a base de plantas que sean lo menos procesados posibles.
    • Carne magra, lácteos y otras buenas fuentes de proteína.
    • Productos integrales y legumbres que proporcionen carbohidratos para la energía.
    • Evita los alimentos azucarados, bebidas gaseosas, alimentos procesados y cualquier cosa que te haga sentir con menos energía.
    • Tampoco olvides mantenerte hidratado: bebe de seis a ocho vasos de agua al día, sobre todo antes y después de practicar.
  3. Ser gimnasta es, en cierta forma, como ser un bailarín. Una presentación de gimnasia involucra estilo y gracia, tal como el baile. Los gimnastas y bailarines tienen una rara conexión especial entre su cuerpo y su mente. Es una consciencia especial de lo que sus cuerpos pueden hacer y una habilidad para moverse con pura confianza. Realizar actividades físicas estimulantes y divertidas puede ayudar a fortalecer tu habilidad para lograr que tu cuerpo realice cosas increíbles. Considera probar alguna de estas ideas:
    • Toma clases de baile. Prueba el hip hop, la salsa o el ballet para principiantes. Si no quieres tomar clases, simplemente sal a bailar y déjate llevar al mover tu cuerpo al ritmo de la música.
    • Prueba las artes marciales, como el capoeira, el karate o el jiu-jitsu.
    • Practica el yoga. Es una gran forma de estar en armonía con tu cuerpo y también mejorar la flexibilidad.
  4. La disposición a trabajar duro día tras día es el distintivo de todo gimnasta exitoso. Volverte bueno en los movimientos de gimnasia toma tanta práctica que no hay ninguna forma de evitar el trabajo duro. Incluso los gimnastas aficionados pueden entrenar hasta cuatro horas al día, cuatro días a la semana, con prácticas y estiramientos ligeros en los días intermedios.
    • Además de trabajar duro, si decides que quieres continuar con la gimnasia profesional, es posible que tengas que hacer algunos sacrificios. Probablemente no tengas tiempo para otras actividades extracurriculares, y tu tiempo de socialización se verá limitado, ya que tendrás que mantenerte en forma para las prácticas y competencias.
  5. Cada movimiento debe practicarse una y otra vez hasta que lo ejecutes perfectamente. Si no eres perfeccionista, esta repetición puede volverse frustrante. Sin embargo, es el trabajo de tu entrenador ayudarte a alcanzar la perfección, ya que, en una competencia, todos los movimientos que realices serán juzgados. Tener una forma perfecta también es la mejor manera de evitar que te lesiones; una rodilla o cintura torcida podría desequilibrarte lo suficiente como para ocasionar una mala caída de la viga de equilibrio.
    • Los gimnastas tienen una reputación de perfeccionistas determinados, pero este enfoque sobre la vida también puede resultar contraproducente. No lo lleves tan lejos que dañes tu salud o te lesiones solo por lograr que un movimiento te salga bien. Conoce tus límites y tómate un descanso cuando lo necesites.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Avanzar hacia el estatus de élite

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  1. Apenas sepas que quieres ser gimnasta, comienza a tomar clases inmediatamente para que tu cuerpo adquiera flexibilidad desde una edad temprana. A medida que trabajes con tu entrenador y mejores tus habilidades, avanzarás del nivel de principiante a niveles más altos, y, a la larga, serás lo suficientemente bueno como para competir. Es importante desarrollar flexibilidad y memoria muscular lo más pronto posible, ya que estas cualidades son más difíciles de obtener a una edad más avanzada.
    • Si decides que quieres ser gimnasta de élite, evalúa tu nivel de habilidad para que sepas exactamente en dónde te encuentras y cuánto trabajo necesitarás para avanzar al siguiente nivel.
    • Si eres mayor, aún puedes convertirte en un buen gimnasta, pero puede ser más difícil competir a niveles muy altos. Muchos gimnastas alcanzan su cúspide antes de la edad de 18 años.
  2. Si bien cualquiera puede obtener flexibilidad y averiguar lo que su cuerpo puede hacer, los gimnastas profesionales tienden a tener una cierta contextura que es propicia para volar y dar volteretas por el aire. Generalmente son más bajos de estatura y muy delgados, pero fuertes. Si estás creciendo mucho, o si tu cuerpo es más bien bajo y fornido, ser gimnasta profesional puede no estar destinado para ti.
    • Trabaja con un entrenador para averiguar si el trabajo duro ayudará a tu cuerpo a llegar a donde necesita para competir al nivel élite. Con el entrenamiento correcto, es posible que aún puedas ser gimnasta.
    • No seas duro contigo mismo si resulta que tus genes no se alinean con tu deseo de ser gimnasta. No vale la pena matarte de hambre o intentar impedir tu crecimiento; no pongas en riesgo tu salud. Intenta seguir un cometido atlético que no dependa tanto de ser ligero.
  3. Un gimnasta no tendrá éxito sin un entrenador brillante que lo ayude en el camino. Cuando comiences a practicar gimnasia más seriamente, pregunta y ubica al mejor entrenador en tu localidad lo más pronto posible. Trabaja con él para mejorar tus habilidades hasta que puedas comenzar a inscribirte en competencias profesionales.
    • Es probable que no encuentres lo que estás buscando en la Asociación Cristiana de Jóvenes o gimnasio del club local. De hecho, es posible que tengas que viajar a otra ciudad para trabajar con el mejor entrenador disponible.
    • Cuando tu nivel de habilidad sea lo suficientemente alto, puedes competir como parte de un equipo. Cada equipo tendrá ciertos requerimientos que tu entrenador te ayudará a cumplir.
    • Mira videos de gimnastas olímpicas como Gabrielle Douglas y Aliya Mustafina para observar su destreza y técnica, lo que te ayudará en las competencias.
  4. Al nivel élite, la gimnasia se convertirá en tu vida. La mitad del día, casi todos los días, la pasarás entrenando. Aprenderás habilidades del más alto nivel que simplemente no podrías dominar de ninguna otra manera. Si quieres competir con los mejores, tendrás que convertirte en un experto en la gimnasia, y eso significa hacer que la gimnasia sea la parte más importante de tu rutina diaria.
    • Muchos gimnastas de élite son reciben su educación en casa, lo que les da la flexibilidad para pasar la mitad de sus días entrenando. No hay mucho tiempo para otras actividades extracurriculares.
    • A fin de trabajar con los mejores entrenadores y equipos, es posible que tengas que mudarte a otra ciudad, o incluso a otro país, como muchos gimnastas de élite lo han hecho.
    • La recompensa por dedicar tu vida a la gimnasia será ver a tu cuerpo hacer cosas increíbles (y tal vez ganar algunas medallas también).
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Consejos

  • Asegúrate de vestirte con ropa cómoda. En este caso, leotardos o pantalones cómodos y sueltos y camisetas serán suficientes. Tienes que asegurarte de que estés completamente libre para moverte con tu ropa antes de practicar gimnasia; no vas a llegar muy lejos usando jeggings y un abrigo.
  • Tu entrenador debe ser estricto y hacer que te esfuerces, pero, si te exige que pierdas demasiado peso o no te permite tomar un descanso cuando ya no puedas más, es un problema.
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Advertencias

  • La gimnasia es un deporte peligroso. Puedes morirte en los niveles más altos. Como mínimo, te lastimarás por lo menos una vez. Considera esto antes de comenzar.
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Cosas que necesitarás

  • Un leotardo
  • Agarraderas
  • Cinta adhesiva
  • Laca para el cabello (para arreglarte el cabello para las competencias y mantenerlo en su lugar)
  • Un entrenador

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