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El proceso de superar una adicción, incluyendo una adicción a la metanfetamina, puede ser muy agotador tanto física como emocionalmente. Se necesita un compromiso serio y probablemente necesites mucho apoyo durante el proceso. Superar una adicción a las metanfetaminas toma tiempo y puede dar lugar a algunos síntomas de abstinencia indeseables. Sin embargo, Los resultados positivos que se producirán más adelante en tu vida valdrán la pena el esfuerzo.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Comprometerte con la decisión

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  1. Recuerda que una persona nunca dejará realmente de consumir drogas hasta que esté lista para hacerlo. La decisión debe ser tuya. Una excelente forma de tener una idea clara de todas las ventajas de vivir una vida libre de drogas es elaborar una lista de los beneficios de la sobriedad. Estas son algunas cosas que tal vez quieras considerar:
    • Por lo general, el uso de las metanfetaminas afecta tu calidad de vida. Tu economía decae y tus relaciones pueden destruirse como consecuencia del comportamiento errático que crea la adicción. Además, siempre correrás el riesgo de que te arresten por utilizar drogas ilegales. Todas estas son cosas que podrías cambiar cuando dejes de consumir metanfetaminas.
    • El consumo prolongado de metanfetaminas puede provocar consecuencias negativas a la salud, tales como una pérdida de peso extrema, problemas dentales graves (como pérdida de dientes) y llagas en la piel como resultado de rascarse en exceso. El consumo de metanfetaminas también puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas tales como el VIH y la hepatitis. [1] Por lo general, estar sano por ti y tu familia es una muy buena razón para dejar el consumo.
  2. Elimina de manera intencional a todas las personas en tu vida que te indujeron al consumo de drogas. [2] Esto incluye a los viejos amigos con quienes te has drogado en el pasado, así como a tu proveedor de drogas. Debes eliminar cualquier medio que podrías utilizar para contactarlos. Esto incluye los números telefónicos guardados en tu teléfono celular, los que puedan estar escritos en pedazos de papel en tu billetera o en tu casa, e incluso los contactos en los medios sociales. De esta manera, dejarás de tener acceso a las personas que tienen una influencia negativa en ti.
    • Si las influencias negativas aún tienen contacto contigo, tal vez quieras considerar la posibilidad de cambiar tu número telefónico y borrar tus cuentas en las redes sociales por un tiempo.
    • También es importante evitar adentrarte en entornos antiguos que puedan desencadenar tu deseo de consumir metanfetaminas. Muchas personas incluso toman rutas alternas al trabajo para evitar pasar por viejos lugares conocidos.
  3. Mantenerte ocupado también puede ayudarte a evitar las influencias negativas. Trata de conseguir un trabajo e incluso dos si es posible. Trata de tener horas laborales más largas o comienza un pasatiempo nuevo. Procura mantenerte ocupado para que seas menos propenso a distraerte con las personas y lugares negativos.
  4. Es muy importante contar con un fuerte sistema de apoyo a medida que atraviesas por el proceso de dejar tu consumo de metanfetaminas. Debes contar con por lo menos una persona a quien puedas llamar en cualquier momento para que te ayude a pasar por un momento difícil.
    • Guarda el número telefónico de esta persona en tu billetera, en tu teléfono celular o en cualquier lugar donde tengas un acceso fácil en todo momento.
    • Pedirle a una persona para que te ayude a mantenerte sobrio es fantástico, pero lo ideal es contar con varias personas a quienes puedas llamar en cualquier momento. Ten en cuenta que mientras más grande sea tu red de apoyo, más éxito tendrás en dejar de consumir drogas.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Recibir tratamiento

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  1. Tal vez quieras incluir a un familiar o amigo en este proceso para que puedas asegurarte de obtener todos los detalles necesarios. Es importante tomar una decisión informada.
    • Tal vez quieras ver el folleto de tu plan o el programa de beneficios antes de comunicarte con la aseguradora. Estos materiales escritos también deben tener detalles acerca de lo que cubre tu plan.
    • Si no tienes un seguro, entonces podría ser un poco más difícil recibir un tratamiento. No obstante, es importante averiguar cómo pagarás este servicio. Existen muchos programas de servicios sociales que pueden serte de ayuda. Además, tus familiares y amigos podrían estar dispuestos a ayudarte económicamente para que puedas recibir ayuda.
  2. En general, la diferencia entre ambos tipos de tratamiento es el nivel de intensidad. [3] Si bien ambos tipos pueden brindar programas de tratamiento eficaces, los servicios hospitalarios tienden a ser más intensos. Estos programas te permiten vivir en las instalaciones con otras personas que están en proceso de recuperación de sus adicciones, así como participar en reuniones diarias y grupos de apoyo. Los programas ambulatorios normalmente incluyen consejería y supervisión, pero no son tan intensos como los hospitalarios.
    • Considera la gravedad de tu adicción al momento de decidir el tipo de tratamiento al que te someterás. Si la adicción es grave y te preocupa que permanecer en casa mientras recibes tratamiento te haga sufrir una recaída, entonces el programa hospitalario probablemente sea tu mejor elección.
    • Si la adicción no es sumamente grave y tienes otras responsabilidades tales como un trabajo o hijos, tal vez debas considerar el programa ambulatorio.
    • Cuando tomes esta decisión, tal vez quieras solicitar la opinión de tus familiares y de otras personas que se preocupan por ti. Ellos podrían ser capaces de ver la situación de una manera un poco más objetiva.
    • Si eliges un tratamiento hospitalario, visita las instalaciones con antelación para que te sientas cómodo con el lugar donde vivirás durante las próximas semanas o meses.
  3. Asegúrate de ordenar todas las cosas antes de empezar tu tratamiento. Si te someterás a un tratamiento hospitalario, habla con tu supervisor para que te permita ausentarte en el trabajo de modo que tu puesto siga intacto a tu regreso. Incluso si te sometes a un tratamiento ambulatorio, tal vez debas tomarte un par de días libres, en especial al principio del proceso de vivir sobrio. De esta manera, tu rendimiento laboral no estará en riesgo. Además, si tienes hijos pequeños, necesitarás organizar su cuidado en caso de que seas soltero, o escribir muchas listas de quehaceres para tu pareja en caso de que estés casado.
    • Completar el tratamiento puede tardar hasta 90 días. [4] A veces puede tardar incluso más tiempo, dependiendo de la gravedad de la adicción y de tus necesidades específicas. Sin embargo, debes comprometerte con el proceso y eso incluye prepararte anticipadamente para el éxito. Recuerda, cuando completes el programa deberás tener todas las herramientas necesarias para mantenerte libre de sustancias.
    • Si te sometes a un tratamiento ambulatorio, tal vez no debas estar demasiado tiempo alejado del trabajo, pues es la única manera de mantenerte ocupado y distraído.
  4. Cuando finalmente tomes la decisión de seguir un tratamiento, los miedos irracionales y los viejos hábitos de pensamiento tratarán de hacerte desistir. Una excelente forma de superar este miedo es emplear la visualización. [5] Trata de visualizar una enorme mansión con muchas habitaciones. No sabes lo que hay en las habitaciones más adelante, pero visualizas que das el primer paso con fe. A medida que empleas esta estrategia, recuerda que lo que está delante de ti en la mansión es bueno y ten en cuenta que encontrarás el valor necesario para recorrerla toda. Cuando el miedo se presente, recuérdate amablemente que estás haciendo tu mejor esfuerzo por ti al someterte al tratamiento.
  5. Superar una adicción a las metanfetaminas puede ser un proceso muy difícil, de modo que es muy importante contar con un sistema de apoyo sólido. No intentes pasar por este proceso solo. Estas son algunas formas en que puedes conseguir el apoyo que necesitas: [6]
    • Confía en familiares y amigos cercanos. Si eres renuente a pedir apoyo nuevamente porque en el pasado los has defraudado, considera la posibilidad de acudir a consejería familiar. Es muy importante que tengas el apoyo de tus seres más cercanos durante esta etapa.
    • Haz nuevos amigos. Puedes encontrar a personas sanas comprometidas en actividades constructivas en lugares tales como la iglesia, los grupos de educación cívica, las actividades de voluntariado, la escuela, las clases o los eventos que se realizan en tu comunidad.
    • Si vives solo o en un lugar donde tienes un acceso fácil a las metanfetaminas u otras drogas, considera la posibilidad de mudarte a un entorno libre de drogas durante el tratamiento ambulatorio. Esta también es una buena opción a considerar después de finalizar el tratamiento hospitalario. Tendrás más apoyo si permaneces en un entorno más saludable.
  6. Esto puede sonar más sencillo de lo que en realidad es, sobre todo si estás en un programa ambulatorio. Cuando los síntomas de la abstinencia se hagan presentes al principio, tal vez quieras evitar el malestar. Del mismo modo, cuando empieces a sentirte mejor hacia el final del tratamiento, quizás sientas que ya no lo necesitas. Durante estas etapas, podrías verte tentado a faltar a tus sesiones o descontinuar el tratamiento hospitalario. Sin embargo, hacerlo no sería una decisión sensata y probablemente resulte perjudicial para tu éxito.
    • El tratamiento hospitalario está muy bien estructurado y, en ocasiones, incluso podría parecer que está detrás de ti para que asistas a las sesiones. Además, las otras personas en el tratamiento podrían ser ruidosas o tener personalidades que no encajen bien con la tuya. Cuando surjan estas frustraciones, sigue recordándote que solo es temporal y que los resultados finales valdrán la pena.
    • Confía en tu sistema de apoyo durante estas etapas para mantenerte motivado. El momento en que el pensamiento “No vayas hoy día” pase por tu mente, comunícate inmediatamente con tu amigo de confianza o con otra persona que te brinde apoyo.
  7. Es imprescindible que no solo asitas a cada reunión, sino que también participes plenamente en el tratamiento brindado. Involúcrate en el diálogo, cumple con las tareas que te asignen y convierte en una prioridad el máximo aprovechamiento de cada sesión. Existen varios tipos de tratamientos que podrías recibir: [7]
    • La terapia cognitivo-conductual (TCC) te ayuda a identificar los factores que contribuyen a tu consumo de drogas y te brinda estrategias para superarlos.
    • La terapia familiar multidimensional (MFT, por sus siglas en inglés) a menudo se utiliza en adolescentes para ayudarlos a ellos y a sus familias a abordar los patrones de abuso y mejorar el funcionamiento general dentro de la unidad familiar.
    • Los incentivos motivacionales emplean refuerzos conductuales para alentar la abstinencia de drogas.
  8. La desintoxicación es el primer paso en el tratamiento y el proceso le permitirá a tu cuerpo deshacerse de la droga. [8] Prepárate para experimentar los síntomas de abstinencia durante los primeros días de tu tratamiento. [9] Estos síntomas no se sienten bien pero solo son temporales. Además, recuerda que una vez que hayas superado los primeros días, disminuirán y te sentirás mejor.
    • Atrás quedaron los días en los que tenías que pasar por el síndrome de abstinencia en seco y permanecer sentado durante el tratamiento mientras te retuerces de agonía. Por lo general, se utiliza medicina para ayudar a aliviar los síntomas de abstinencia. Por lo tanto, si bien es probable que experimentes algunos de los síntomas físicos de la desintoxicación y la abstinencia, probablemente no serán tan extremos.
    • A menudo se emplean medicamentos tales como metadona, buprenorfina y naltrexona para aliviar los antojos de consumir metanfetaminas, de modo que puedas desvincularte del consumo de drogas y concentrarte en el tratamiento.
    • Algunos síntomas de la abstinencia que podrías experimentar incluyen dificultades respiratorias, diarrea, agitación, paranoia, cambios de humor, sudoración, palpitaciones cardiacas, vómitos y náuseas. Una vez más, ten en cuenta que los medicamentos ayudarán a aliviar estos síntomas.
    • La metanfetamina es una anfetamina que provoca el aumento de la producción de dopamina. Esta hormona le proporciona al cerebro una “sensación agradable” y cuando una persona detiene el consumo de metanfetamina los niveles de dopamina caen radicalmente. Como resultado, podrías experimentar anhedonia o una incapacidad para sentir placer. [10] Esta condición temporal generalmente dura unas cuantas semanas mientras el cuerpo reajusta sus niveles de dopamina. Por desgracia, las personas suelen recaer durante esta etapa debido a que quieren sentirse bien nuevamente. Por lo tanto, es importante reconocer los momentos en que se produce esta condición para que no abandones el tratamiento.
    • Al principio, los síntomas de abstinencia físicos y emocionales podrían parecer abrumadores y producirte deseos de abandonar el tratamiento. Descontinuar el tratamiento no es una idea sensata y podría ser perjudicial para tu éxito.
  9. Tómate el tiempo para aceptar realmente tu tratamiento. Recuerda felicitarte verbalmente por tener el valor de mejorar por ti y tu familia.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Mantener la sobriedad

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  1. Al salir de un programa hospitalario, quizás lo primero que consideres sea pasar el tiempo en una casa de recuperación. A menudo, estos lugares se conocen como hogares de transición. Pueden ayudar a reducir las distancias entre las instalaciones hospitalarias y el mundo exterior. En estos hogares podrás aprender más sobre la prevención de recaídas antes de volver directamente a tu antiguo entorno. [11]
    • Estos programas a menudo son privados y pueden ser caros. Una vez más, tal vez quieras verificar si tu seguro cubre dichos programas. Otras opciones incluyen solicitar ayuda financiera de los servicios sociales, de tu iglesia o ministerio local, o pagar con tus propios fondos.
  2. Esta debe ser una prioridad y realizarse tan pronto como finalice tu tratamiento. De hecho, podría ser útil contar con uno antes de que el tratamiento termine con el fin de poder entrar directamente y sin demora. Verifica si hay algún grupo de “Adictos a las Metanfetaminas Anónimos” (Crystal Meth Anonymous) o de Narcóticos Anónimos al que puedas unirte. También puedes solicitar referencias a un médico, amigo u organización de servicio social.
    • Pasar tiempo con otras personas que estén en recuperación dentro de un entorno de apoyo te ayudará cuando te reincorpores a tu rutina normal.
    • Asistir a un grupo de apoyo incluso si estás en una casa de recuperación es muy importante. De esta manera, ya te habrás acostumbrado a él cuando vuelvas a casa.
    • Ahora que te sientes mejor, otras cosas comenzarán a competir nuevamente por tu atención. Durante esta transición, podrías pensar que está bien comenzar a faltar a las reuniones. Sin embargo, esta no es una buena idea y podría ser perjudicial para tu éxito.
  3. Durante tu recuperación, aún deberás evitar a los amigos y lugares donde solías pasar el tiempo cuando consumías metanfetaminas. Estas personas y entornos probablemente seguirán siendo factores desencadenantes fuertes para ti. Por lo tanto, evitarlos es especialmente importante durante los primeros años de tu recuperación. Estas son otras formas de evitar los factores desencadenantes que podrían llevarte a una recaída: [12]
    • Evita los bares y clubes. Incluso si no tienes problemas con el alcohol, este podría disminuir las inhibiciones y alterar tu juicio. Además, podrías estar más propenso a encontrarte con viejos amigos o estar en la presencia de la metanfetamina.
    • El uso de opiáceos y otros medicamentos de venta con receta puede desencadenar una recaída, pero también aliviar el dolor. [13] Por lo tanto, es importante ser sincero con los médicos cuando busques un tratamiento médico. No te avergüences de tus antecedentes y enfócate en evitar las recaídas. Si necesitas someterte a un procedimiento médico o dental, busca a un profesional médico que te brinde medicinas alternativas o te recete la cantidad mínima de medicamentos para proporcionarte comodidad sin ocasionar una recaída.
  4. El estrés puede desencadenar el antojo de consumir y es imposible evitarlo por completo. Por lo tanto, es importante saber cómo manejar el estrés para que no sea tan abrumador y te haga recaer. Estas son algunas cosas que puedes hacer para aliviar el estrés: [14]
    • Ejercítate. Caminar, correr, manejar bicicleta, trabajar en el jardín, nadar e incluso limpiar tu casa puede ser de utilidad.
    • Escribe. Pasa de 10 a 15 minutos al día escribiendo sobre los acontecimientos estresantes que te ocurrieron en el día. Después de escribir sobre dichos acontecimientos, podría ser útil reescribir el final de la manera en que te hubiera gustado que sucedieran las cosas. Escribe en tiempo presente, fingiendo que realmente sucedió de esa manera. Así, terminarás el ejercicio de redacción con una nota positiva.
    • Exprésate. Sin importar si quieres reír, llorar o simplemente desahogarte un poco, busca a un amigo, consejero o clérigo que esté disponible y con quien puedas hablar.
    • Haz algo que disfrutes. Busca una actividad que realmente disfrutes y pasa un tiempo haciéndolo. Podría ser algo saludable que te agrade, como trabajar en tu jardín, jugar con tus hijos, dar un paseo, salir a comer, hornear o incluso sentarte al aire libre por un rato. Si lo disfrutas y es una actividad saludable, entonces sigue adelante.
    • Medita. Siéntate en un lugar tranquilo y respira profundamente por la nariz dejando que el aire vaya hacia tu abdomen. Luego exhala por la boca dejando que el aire suba desde el abdomen y salga de tu boca. Mientras lo haces, enfócate en las respiraciones que hagas. Este es un excelente proceso de meditación para reducir el estrés.
    • Practica yoga. Inscríbete en una clase de yoga o consigue algunos DVD de yoga que te ayuden a aliviar el estrés.
  5. En ocasiones, los antojos aparecen con mucha intensidad, independientemente de lo que hagas. Por lo tanto, es importante que sepas exactamente qué hacer cuando esto ocurra. Estas son algunas técnicas de afrontamiento que deben ser parte de tu plan: [15]
    • Ten pensamientos productivos mientras lidias con tus antojos. Repítete que se trata de un antojo. Los antojos definitivamente se producirán y lidiar con ellos se hará más fácil todo el tiempo. Piensa en lo siguiente: “Necesito sobrellevar mis antojos, uno a la vez y así poder permanecer sobrio”.
    • Guarda una lista de las actividades que disfrutes y que puedan ayudarte a distraerte cuando surja la necesidad de consumir metanfetaminas. Algunos ejemplos de actividades de distracción son leer, escribir en tu diario, ir al cine, ver una película en casa o sal a comer.
    • Visualiza que eres un surfista que está determinado a subirse a una ola hasta que pase el antojo. Visualízate parado en la cima de la ola hasta que alcance su máxima altura y luego vuelve al surf menos potente y más tranquilo. Esta técnica se conoce como “ urge surfing ”.
    • Enumera todos los beneficios y consecuencias de consumir metanfetaminas en una ficha que lleves contigo todo el tiempo. Cuando surja un antojo, saca la ficha para recordarte que en realidad no te sentirás mejor si consumes las metanfetaminas.
    • Llama a tu amigo de confianza, o a otro amigo o familiar que te brinde apoyo para que puedas hablar de las ansias que te aquejan.
  6. A menudo, las metas son una excelente herramienta para prevenir el consumo de drogas. Si te enfocas en alcanzarlas, tendrás menos probabilidades de volver a consumir metanfetaminas. No importa cuáles sean; pueden enfocarse en la familia, tu profesión, o incluso en metas personales tales como completar una maratón o escribir tu primer libro. Solo asegúrate de que las metas que escojas sean importantes para ti.
  7. Comunícate con el amigo a quien asignaste para que te ayude a estar sobrio, con un terapeuta, con el clérigo, ve a una reunión o programa una cita con tu médico tan pronto como sea posible. La meta es retomar el rumbo y alejarte del peligro con la mayor brevedad posible.
    • La recaída es una parte común del proceso de recuperación. No permitas que te desanime. En lugar de considerarla un fracaso, úsala como una oportunidad de aprendizaje. Cuando vuelvas a estar sobrio, analiza lo que desencadenó tu recaída y averigua lo que puedes hacer la próxima vez que se presente una situación similar.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Convertirte en un modelo a seguir

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  1. Después de haber estado en el proceso de recuperación durante un tiempo, podrías decidir que quieres educar al público o ayudar a los demás a través de su propio proceso de recuperación. De hecho, muchas personas consideran el voluntariado como una parte esencial de su propio proceso de recuperación. [16] Convertirte en un modelo a seguir o en un mentor es una excelente forma de ayudar a los demás con sus adicciones. También puede ayudarte a mantener la sobriedad y a mejorar tu propia autoestima. Los voluntarios también se benefician de índices reducidos de depresión y un aumento en la sensación de satisfacción con la vida, además de gozar de un bienestar. [17] .
    • Mientras hagas tu lista, considera los tipos de personas con quienes te gustaría trabajar. Sin importar cuáles sean tus preferencias, asegúrate de tenerlas en claro antes de aceptar trabajar como voluntario.
    • Algunas cosas que debes considerar al momento elegir el lugar donde trabajar como voluntario son la edad y el género de los participantes. Algunas personas prefieren educar a jóvenes mientras que otras optan por dar apoyo a un género específico.
  2. Después de haber elaborado una lista de los posibles lugares donde trabajar como voluntario, es momento de revisar los requisitos para cada organización. Algunos programas tienen normas más estrictas que otras, en especial si deseas ser mentor de jóvenes. Si cumples con los requisitos para el voluntariado, mantén la organización en tu lista. De lo contrario, táchala y revisa la siguiente.
    • Asegúrate de que la oportunidad para el voluntariado sea adecuada para ti. Por ejemplo, si quieres trabajar como voluntario una vez al mes, asegúrate de que las normas no esperen un contacto semanal.
  3. En ocasiones, las organizaciones ya tienen un programa de voluntariado formal y probablemente necesites llenar una solicitud y esperar a que te contacten. En otras ocasiones, en especial si te gustaría hablar con los estudiantes en un entorno escolar, probablemente necesites llamar al jefe de la organización para ver si puedes trabajar como voluntario en ese lugar.
    • Por lo general, puedes encontrar la información de contacto en el sitio web. Puedes llamar a la persona de contacto o enviarle un correo electrónico.
  4. Después de haberte decidido a proporcionar servicios como mentor, podrías comenzar a experimentar una cierta ansiedad o miedo. La ansiedad es una reacción normal a un acontecimiento estresante. [18] Por lo tanto, no es inusual sentirse un poco nervioso antes de hacer algo nuevo. Sin embargo, trata de mantenerte motivado al recordar que seguir adelante ayudará a otras personas a aprender las herramientas necesarias para tener una mejor vida. Estas son algunas cosas que podrían ayudarte a reducir tu nerviosismo:
    • Descansa de manera adecuada la noche anterior al trabajo como voluntario. La falta de sueño puede aumentar tu nivel de ansiedad, así que asegúrate de ir a dormir a una hora razonable.
    • Evita reflexionar o pensar demasiado en el trabajo de voluntariado que se viene. Enfoca tus pensamientos en la preparación para el evento y luego pasa el resto del tiempo realizando otras actividades saludables.
    • Hazle frente a tus miedos. Procura comenzar con actividades que generen niveles más bajos de ansiedad. Luego continúa participando en ellas hasta que la ansiedad haya desaparecido. Realiza actividades que sean ligeramente incómodas pero sencillas, como servir sopa en tazones en un comedor popular. Cuando te sientas cómodo con eso, puedes pasar a otras actividades de voluntariado.
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Consejos

  • No existe una poción mágica que funcione de la misma manera para todos. Tu tratamiento debe adaptarse a ti, a tus desencadenantes específicos y a tu situación única.
  • Existen dos etapas de abstinencia. La primera es la etapa aguda, donde experimentas la mayoría de los síntomas físicos, y solo dura unos cuantos días. La segunda es la etapa posaguda que comprende los síntomas emocionales y puede durar por varias semanas.
  • Si tienes problemas con la adicción a las metanfetaminas, entonces es muy probable que también tengas otros problemas. Estos podrían ser complicaciones en la salud (VIH, depresión, trastornos bipolares, etc.), problemas laborales, dificultades con la familia, problemas legales u otros asuntos de índole social. Estos problemas deben abordarse al mismo tiempo que el tratamiento contra las drogas. [19]
  • Evita aislarte mientras superas la adicción. Es muy importante que pases tiempo con personas que te apoyen mientras descontinúas tu consumo de drogas.
  • Conserva a tu amigo de confianza incluso después del tratamiento. Si comienzas a sentir antojos, comunícate inmediatamente con esta persona. Los antojos surgirán, sobre todo en los primeros días de tu recuperación. No obstante, mientras más rápido consigas apoyo, menos probabilidades tendrás que sufrir una recaída.
  • Evita llevar dinero en efectivo y tarjetas de débito en la medida de lo posible. Trata de tener tu dinero en el banco y pídeles a tus amigos o familiares que se aferren a tu suministro de dinero en caso de emergencia. Si debes tomar medidas adicionales para conseguir el dinero en caso de que surja un impulso (como ir hasta la ventanilla de un banco o pedirle dinero a alguien más), entonces tendrás tiempo para reflexionar y tomar una mejor decisión.
  • Asegúrate de tomar precauciones durante la temporada de vacaciones o en momentos especialmente estresantes. Es aquí cuando tienes más probabilidades de sufrir una recaída. Asegúrate de rodearte de personas que te apoyen durante estos momentos.
  • Muchas personas consideran que adoptar a una mascota es útil para mantener una vida libre de drogas.
  • Asegúrate de cuidar tu salud y realizar ejercicio y chequeos médicos con regularidad.
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Advertencias

  • Si no tienes cuidado, puedes sufrir una recaída. Para evitarlo, asegúrate de conocer las señales de advertencia. Estas señales a menudo incluyen faltar a reuniones, pasar tiempo con viejos amigos que aún consuman metanfetaminas, utilizar otros tipos de drogas o pensar que está bien hacerlo “solo esta vez”. Si descubres que haces alguna de estas cosas, asegúrate de buscar apoyo inmediatamente.
  • Los medicamentos pueden ayudarte a reprimir los síntomas de abstinencia durante el proceso de desintoxicación. Sin embargo, este no es un tratamiento en sí mismo y solo es el primer paso en el proceso de tratamiento. De hecho, muchas de las personas que pasan por un proceso de abstinencia con ayuda médica pero no reciben ningún tratamiento adicional normalmente vuelve a consumir y a comportarse de manera similar a aquellas que nunca han recibido la desintoxicación con ayuda médica. Por lo tanto, es imprescindible que continúes con el tratamiento después del proceso de desintoxicación.
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