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A los lirios de la resurrección ( Lycoris squamigera ) también se les conoce como “lirios sorpresa”, “lirios mágicos” y “dama desnuda”. Crecen entre las zonas climáticas 5 y 10 de los Estados Unidos, lo que significa que se pueden adaptar a temperaturas debajo de los -26 grados Celsius (-20 grados Fahrenheit). Tienen hermosas flores de color rosa, que suelen florecer durante los meses de verano. Los lirios de la resurrección tienen la particularidad florecer luego de que las hojas han muerto. A esta característica se debe el efecto “sorpresa”, “mágico” o “desnudo” de su apelativo.

Método 1
Método 1 de 3:

Planificación y preparación

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  1. Ya sea que te estés mudando y quieras llevarte tus lirios, tu jardín esté demasiado sobrepoblado, o cualquier otra razón por la que tengas que trasplantar tus lirios, debes tratar de dividirlos y trasplantarlos cada tres a cinco años. Al hacerlo ayudarás a evitar que la planta crezca de forma invasiva y mejore su producción de flores.
    • Los lirios se dividen espontáneamente en el suelo y crecen de forma invasiva. Esto causa que las plantas produzcan menos flores. La escasa presencia de flores indica que es el momento de dividir y trasplantar la planta.
  2. Debido a que tienes que esperar hasta que el lirio entre en estado de latencia antes del trasplante, será difícil encontrar la planta una vez que su follaje haya desaparecido. Este hecho dificultará saber dónde cavar para desenterrar las raíces, sin correr el riesgo de dañar la planta.
    • Una solución es dibujar un círculo alrededor de la planta con pintura en aerosol, antes de que las flores se marchiten.
    • De forma alternativa, marca el lugar con un círculo de piedras o introduce marcadores de plantas en el suelo (sin dañar el bulbo).
  3. Al mismo tiempo de marcar la ubicación actual de los lirios, es bueno empezar a preparar la nueva zona de plantación, de modo que esta tenga el tiempo suficiente para asentarse. Los lirios prefieren zonas soleadas y con buen drenaje.
    • Si el sitio de plantación tiene un suelo arcilloso, un drenaje deficiente, o si observas la formación de charcos que desaparecen muy lentamente luego de la lluvia, necesitas mejorar el drenaje incorporando una buena cantidad de arenilla o compost. De forma alternativa, considera la posibilidad de levantar camas.
    • Deshierba el suelo del nuevo sitio de plantación, e incorpora un poco de materia orgánica (como compost o estiércol). Deja que la cama se asiente por algunas semanas o meses.
  4. Los lirios de la resurrección solo deben trasplantarse cuando estén en estado de latencia, lo que ocurre al final del verano, durante el otoño y el invierno. Trata de trasplantar los lirios en el otoño, alrededor de un mes antes de la primera helada.
    • Ten en cuenta que, aunque es mejor trasplantar los bulbos durante su fase de latencia en el otoño, probablemente no resultará perjudicial hacerlo a fines del verano o invierno. Sin embargo, esto puede conducir a un retraso en la producción de flores para la siguiente temporada.
  5. Ten en cuenta que los lirios de la resurrección no siempre florecerán al año siguiente del trasplante. A veces se niegan a florecer durante muchos años, debido al trauma del trasplante. Debes considerar realizar el trasplante de las plantas de lirio en etapas, durante algunos años, para asegurarte de que al menos algunos florezcan al año siguiente del trasplante.
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Método 2
Método 2 de 3:

Excavar y dividir los bulbos

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  1. Es importante permitir que el follaje muera naturalmente, por lo que debes evitar cortarlo. Los lirios usan el follaje para producir energía a partir de la luz solar y almacenarla durante el invierno. Conservar las hojas ayudará a que las plantas se recuperen del trasplante y vuelvan a florecer.
    • Deja el follaje en la planta hasta que se marchite naturalmente. A mediados del verano, cuando las flores emerjan, todas las hojas habrán desaparecido.
    • Luego de que la flor se marchite, la planta entrará en estado de latencia. Al llegar el otoño, ninguna parte de la planta será visible sobre el nivel del suelo, y la planta habrá entrado en estado de latencia.
  2. Usa una pala de dientes para desenterrar el bulbo con forma de cebolla, teniendo cuidado de no dañarlo. Trata de mantener la mayor cantidad posible de tierra alrededor de las raíces. Descarta el bulbo si está dañado o muestra algún signo de descomposición. Evita usar los bulbos enfermos en el compostaje.
  3. Si piensas que los bulbos necesitan dividirse, quita la tierra de sus raíces con la ayuda de una manguera. Si los bulbos se han dividido, tendrán cormos (o pequeños bulbos) adheridos. En apariencia, lucen como cabezas de ajo con los dientes separados en el interior.
    • Para dividir los cormos, sepáralos cuidadosamente con tus dedos.
  4. Conserva los más grandes y saludables, y elimina los que luzcan dañados o enfermos. Puedes diferenciar los bulbos que se han podrido, por su consistencia blanda. Este es un buen momento para entregar, a otros jardineros, cualquier bulbo saludable que no quieras conservar.
    • Es posible que en este punto tengas más bulbos de lo que esperabas, por lo que tal vez no valga la pena conservar los más pequeños. Sin embargo, si estás dispuesto a esperar algunos años hasta que maduren, puedes plantarlos entre los bulbos grandes o en la parte posterior de un lecho. De esta forma podrás cubrir las zonas despobladas del jardín.
  5. Si desentierras los lirios en el otoño, puedes esperar y almacenarlos durante el invierno, antes de replantarlos en la primavera.
    • Mantenlos en un lugar fresco y seco, como el interior de una bolsa de papel dentro de un cobertizo o armario fresco.
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Método 3
Método 3 de 3:

Replantar los bulbos de lirio

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  1. En el nuevo lugar de plantación, realiza un agujero de alrededor de 13 cm (5 pulgadas) de profundidad. Los lirios de la resurrección necesitan una separación entre bulbos de alrededor de 25 cm (10 pulgadas).
    • Colócalos de forma que descansen sobre un puñado de compost para bulbos y con la parte puntiaguda hacia arriba.
    • Llena el agujero con tierra alrededor del bulbo y presiona ligeramente. Evita usar tus pies para presionar el suelo. Riega bien la zona.
  2. Aplicar una capa de 5 a 8 cm (de 2 a 3 pulgadas) de mantillo, como heno o abono de hojas, ayudará a proteger a los bulbos durante el invierno. Sin embargo, debes retirarla en la primavera para permitir que los brotes emerjan.
  3. Debes considerar que los lirios trasplantados pueden no volver a florecer al año siguiente, e incluso al año posterior a este. Sé paciente y no renuncies a ellos, ya que con el tiempo se recuperarán del trauma del trasplante.
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Consejos

  • Los lirios necesitarán más agua durante los periodos secos.
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