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El peróxido de hidrógeno es un limpiador casero común que puede causar irritación en los ojos, en la piel y en el sistema digestivo. Afortunadamente, las soluciones caseras contienen una concentración baja de peróxido de hidrógeno. La mayoría de los casos de irritaciones o de quemaduras causadas por estas soluciones se pueden tratar fácilmente lavando el área afectada con agua fría. Los casos que involucren soluciones con concentraciones más altas probablemente requerirán asistencia médica de emergencia, pero raramente ocasionan lesiones serias o prolongadas.

Método 1
Método 1 de 3:

Tratar las quemaduras de la piel

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  1. Conocer la potencia de la solución de peróxido de hidrógeno te ayudará a decidir el mejor curso de tratamiento, ya sea que la quemadura afecte a la piel, a los ojos o al sistema digestivo. La etiqueta del recipiente debe incluir la concentración del contenido. [1]
    • La mayoría de las soluciones caseras de peróxido de hidrógeno contienen un 3 % de peróxido de hidrógeno y un 97 % de agua. Estos productos pueden causar una irritación menor a la piel, a los ojos o al sistema digestivo, escozor en la piel y blanqueamiento de la piel; sin embargo, estos problemas casi siempre se pueden tratar lavando el área con agua fría.
    • Los productos que blanquean el cabello pueden contener entre 6 y 10 % de peróxido de hidrógeno y pueden ser más nocivos que las soluciones caseras estándares.
    • Las soluciones industriales contienen entre 35 y 90 % de peróxido de hidrógeno. Estos productos pueden causar quemaduras químicas que requieran atención médica de emergencia. Puedes notar la aparición de ampollas en la piel. Llama a los servicios de emergencia inmediatamente para tratar las exposiciones al peróxido de hidrógeno industrial.
  2. Libera el área quemada o irritada de prendas contaminadas lo más pronto posible, especialmente cuando está expuesta a concentraciones más altas. Quítate cualquier prenda, joya o accesorio que pueda haber sido salpicada o humedecida. Coloca la ropa en bolsas de plástico si la concentración de peróxido de hidrógeno es de 20 % o de más. [2]
  3. Mantén el área afectada debajo de agua corriente fría para enjuagar la solución y calmar el dolor. Enjuagarte debajo de un grifo tratará efectivamente las manchas pequeñas de la piel expuesta a las concentraciones caseras. Toma una ducha fría para enjuagar las manchas más grandes de piel contaminada o de áreas expuestas a una concentración más alta. [3]
  4. Las quemaduras químicas que producen la exposición al peróxido de hidrógeno se pueden tratar como quemaduras térmicas. [4] Sigue lavándote con agua fría hasta que el dolor empiece a ceder, usa un jabón suave para lavar delicadamente el área y aplica una pomada antibacteriana. [5]
    • Evita frotar o reventar cualquier ampolla que aparezca.
    • Considera la posibilidad de aplicar un gel de áloe vera para calmar el malestar.
  5. En el transcurso de un día, luego de la exposición, busca signos que incluyan empeoramiento del enrojecimiento, irritación y pus o secreción que provenga de la quemadura. Si experimentas cualquiera de estos síntomas, visita a un médico para un examen de seguimiento. [6]
    • Programa una cita con tu médico de cabecera, ponte en contacto con el médico que trató la herida o visita a una clínica local para un examen de seguimiento.
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Método 2
Método 2 de 3:

Lidiar con la irritación ocular

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  1. Si usas lentes de contacto y puedes quitártelos fácilmente, hazlo de inmediato. Una vez que te los quites, empieza a lavarte los ojos. Si tienes problemas para sacarte los lentes, pide ayuda a una persona cercana en quien confíes o a un médico que responda. [7]
  2. Lávate bien las manos para asegurarte de que estén libres de la solución de peróxido de hidrógeno. Coloca las manos en forma de copa debajo de agua corriente fría y lávate continuamente los ojos por 15 o 20 minutos. Trata de tomar una ducha fría para lavarte los ojos si tienes problemas para hacerlo con un grifo y un lavabo. [8]
    • También puedes lavarte los ojos con una solución salina al 0,9 %. Si tienes un frasco de solución salina en la mano, echa un vistazo a la etiqueta para saber su concentración. [9]
  3. Cuando tus ojos se hayan recobrado del agua o de la solución salina, asegúrate de que tu visión no esté afectada de ninguna manera. Busca atención médica si experimentas visión borrosa inusual u obstrucciones en tu campo visual. Pide a alguien que revise tus ojos para ver si tienes abrasiones o deformidades en la superficie y busca atención de emergencia si muestras estos signos de daño (o cualquier otro). [10]
  4. Si tus ojos han sido expuestos al peróxido de hidrógeno en cualquier concentración, debes visitar a un médico lo más pronto posible. [11] Si has sido expuesto a una concentración más alta de peróxido de hidrógeno, debes ponerte en contacto con los servicios de emergencia de inmediato, ya que esto puede causar rápidamente una quemadura de córnea. Si experimentas cambios en la visión o tienes signos de abrasión o de daño, pide a alguien que te lleve a una sala de emergencias. Haz seguimiento mediante una cita con el oftalmólogo (o médico de ojos), si conoces a uno. [12]
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar la exposición oral o interna

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  1. Ingerir una gran cantidad o una concentración alta de peróxido de hidrógeno puede causar problemas para respirar. Si una víctima pierde la consciencia y presenta respiración superficial, pulso débil o no respira ni tiene pulso, tú (o alguien que esté certificada para suministrar RCP) debes realizar la RCP y llamar a los servicios de emergencia inmediatamente. [13]
    • Aunque la víctima pueda respirar y no se requiera la RCP, el personal de emergencia pueden ofrecer una máscara respiratoria a alguien que ha ingerido peróxido de hidrógeno, especialmente en concentraciones altas.
  2. Necesitarás asistencia de emergencia si la víctima ha ingerido grandes cantidades de peróxido de hidrógeno casero o una solución con una concentración alta. Puedes llamar a los servicios de emergencia o a un centro de control de envenenamiento. Si vives en los Estados Unidos, llama a un centro de control de envenenamiento marcando el número 1 800 222 1222. [14]
    • Prepárate para decir la edad, el peso y la condición de la víctima. Dile al operador de emergencias el nombre del producto ingerido y la potencia de la solución. Hazle saber el momento y la cantidad que ingirió.
  3. Beber 120 o 240 ml (4 u 8 oz) de agua o de leche puede tratar efectivamente la ingestión de una pequeña cantidad de peróxido de hidrógeno casero. Para los casos que involucren cantidades más grandes o concentraciones más altas, aún debes beber agua o leche, pero asegúrate de ponerte en contacto con los servicios de emergencia lo más pronto posible. [15]
    • Trata de hacer gárgaras repetidamente con agua fría si tu boca es la única área afectada.
  4. Si bien el peróxido de hidrógeno puede causar vómito, no debes inducirlo si la víctima no vomita. También debes evitar usar carbón activado, pues no tendrá ningún efecto en el peróxido de hidrógeno ingerido. [16]
    • Si tu caso es lo suficientemente serio para considerar la posibilidad de hospitalización, los médicos realizarán una endoscopía para examinarte el tracto digestivo. El carbón activado interferirá con este examen.
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