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Si bien no existe tal cosa llamada “punto de presión” como lo describen en las películas, sin duda existen infinidad de partes sensibles en el cuerpo que puedes usar para tu beneficio cuando te estén atacando. Atacar un área vulnerable en el cuerpo de tu oponente puede convertir una pelea a tu favor derribándolo, desarmándolo o ayudándote a controlar su cuerpo. Los principales objetivos en el cuerpo del oponente incluyen los ojos, el cuello, la rodilla, la ingle y el intestino. Golpea a un oponente en una de las áreas sensibles solamente si te está atacando activamente, ya que golpear o patear un área vulnerable puede ocasionar daño permanente e incluso puede provocar la muerte.

Método 1
Método 1 de 3:

Usar los puntos de presión en la cabeza

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  1. La sien se encuentra ubicada a 5 o 8 cm (2 a 3 pulgadas) detrás y un poco arriba del ojo. Golpear este punto en el cuerpo es doloroso, ya que es uno de las ubicaciones más suaves en la cabeza. Usa el puño cerrado o la palma de la mano abierta para golpear contra el costado de la cabeza del oponente, desorientándolo y dándote tiempo para preparar tu próximo movimiento. Esto también hará que tu oponente levante los brazos para protegerse la cabeza, dando acceso a su cuerpo. [1]
    • La sien es muy sensible debido a que este punto 4 huesos diferentes en el cráneo se fusionan. Sin embargo, es realmente peligroso golpear esta área porque la estructura ósea es más débil que las otras partes del cráneo. Usar la palma abierta puede reducir las probabilidades de que mates a alguien cuando hagas esto.

    Advertencia: Puedes matar a alguien al golpearle la sien demasiado fuerte o al punzarlo con un objeto. Solamente golpea la sien del oponente como último recurso para conservar tu propia seguridad.

  2. Separa el dedo índice y el dedo medio a 5 o 8 cm (2 a 3 pulgadas) y golpea rápidamente ambos ojos del oponente con las puntas de los dedos. Mientras levantan las manos para protegerse la cara, usa tu mano no dominante para sostener la parte trasera de su cabeza, separarle las manos o golpear otra parte de su cuerpo. [2]
    • Si continúas presionando los ojos de tu oponente después de golpear, podrías dañar sus nervios ópticos y dejarlo ciego permanentemente.
    • Esta es una buena forma de librarte de alguien que te está atacando. No puede perseguirte si no puede ver a dónde va.
  3. Para enganchar a un oponente, desliza el dedo índice y el medio en la parte interna de la mejilla del atacante. Luego, tira de la piel a un costado de su boca mientras mantienes la presión para restringirlo y evitar que gire su cabeza. En una situación de lucha, enganchar al oponente te permitirá controlar su cabeza y te dará la ventaja sobre tu atacante. [3]
    • Puedes quebrar el cuello de alguien si tiras demasiado rápido o muy fuerte.
    • Evita meter los dedos entre los dientes de tu oponente mientras haces esto. Si te muerde, el movimiento podría fracasar.
  4. Cuando encuentres una abertura, golpea a tu oponente en el costado del cuello, aproximadamente a 8 o 10 cm (3 a 4 pulgadas) debajo de la oreja, donde el cuello comienza a inclinarse hacia el hombro. Esta es la ubicación de la arteria carótida, que suministra sangre al cerebro. Golpear fuerte esta ubicación, interrumpirá el suministro de oxígeno de tu oponente y hará que se sienta aturdido. [4]
    • Este es el mismo conjunto de arterias que puedes restringir para realizar una llave paralizante .
    • Si dañas esta arteria, tu oponente podría morir.
    • Si no puedes alcanzar el costado del cuello de tu oponente, golpearlo en el medio de la garganta le dificultará respirar y lo desequilibrará.
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Método 2
Método 2 de 3:

Golpear el abdomen del atacante

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  1. La ingle es un área altamente sensible del cuerpo humano. Golpéala con una patada rápida o dale un puñetazo para hacer que tu oponente sienta una cantidad enorme de dolor. Rápidamente se caerá al suelo, dándote tiempo para escapar o dominar al atacante. [5]
    • A tu oponente se le dificultará ponerse de pie después de esto, ya que atacar la ingle, por lo general, provoca un poco de náusea.

    Advertencia: Puedes desfigurar o dañar permanentemente a tu oponente al hacer esto, así que ten cuidado si no quieres provocar daños graves a la persona con la que estás peleando.

  2. No hay huesos que protejan el estómago como las costillas protegen a los pulmones, lo que significa que puedes golpear el estómago del oponente y dañar sus órganos sin mucha resistencia. Usa el puño cerrado para golpear el estómago de tu oponente justo debajo del ombligo para darle un poderoso golpe que hará el atacante se doble. También puedes usar un pie doblado para golpear el intestino del oponente si es más fácil. [6]
    • Incluso si no encuentras el estómago, golpear la vejiga o los riñones del oponente tendrán el mismo efecto.
  3. Si no puedes golpear el estómago directamente, opta por patear o darle un puñetazo al costado del oponente, 13 a 15 cm (5 a 6 pulgadas) debajo del extremo de su caja torácica. Esto hará que tu oponente pierda totalmente el equilibrio y que se doble a su costado por el dolor. Esta es una opción excelente si quieres reposicionar una pelea y ganar ventaja. [7]
    • Si necesitas flanquear a tu oponente cuando estés frente a él, golpea a 0,60 o 0,90 m (2 a 3 pies) con tu pie dominante hacia tu lado dominante para evitar tener que mover ambos pies.
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Método 3
Método 3 de 3:

Controlar los brazos y piernas

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  1. Si estás a una buena distancia, levanta el pie y apunta el talón de tu zapato a la rodilla de tu oponente. Patéala desde el costado o detrás de la rótula para derribar a tu oponente al suelo. Debido a que la rodilla está diseñada para doblarse hacia adelante, es muy fácil hacer que se extienda demasiado al patearla desde el costado o desde atrás. [8]
    • Esta es una excelente opción si vas a luchar contra tu oponente y tus brazos están ocupados.

    Advertencia: Puedes romper la rodilla del atacante al hacer esto, así que realiza el movimiento según tu propio criterio.

  2. Si terminas en una posición en donde tu oponente está parado sobre ti o trata de obligarte a bajar, baja al suelo y balancea la pierna hacia su espinilla o al tobillo para hacerlo caer. Balancear el tobillo o la espinilla es una buena forma para usar la ventaja de tu oponente contra él. Balancea la pierna del atacante desde un costado para golpear sus piernas o ponte detrás del tobillo para que caiga sobre sus nalgas. [9]
    • Una vez que tu oponente esté en el suelo, puedes enfrentarlo con la nueva ventaja o tomarte el tiempo para ponerte de pie nuevamente.
  3. Si el atacante está sosteniendo un arma o un objeto, estírate para agarrar la parte delantera de su mano con tu mano dominante y el costado de la muñeca con tu mano no dominante. Una vez que hayas agarrado la parte delantera y el costado de su mano, dobla la muñeca hacia adentro para hacer que suelte el arma después de abrir la palma de la mano. [10]
    • Con la muñeca aún agarrada, puedes tirar de su brazo detrás de él para hacer un giro de muñeca, lo que te permitirá dominar a tu oponente.
    • Puedes romper la muñeca de alguien al hacer esto.
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Advertencias

  • Puedes ocasionar daños graves al golpear las partes sensibles del cuerpo. Solamente usa estos movimientos si no tienes otras opciones disponibles o si tu vida está en peligro.
  • Si se te presenta la opción, siempre escapa del atacante. Pelea solamente si no tienes otras opciones disponibles.
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