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Los champiñones pueden ser una de las verduras más difíciles de guardar debido a la rapidez con la que absorben demasiada humedad y se empiezan a deteriorar. Mantenerlos en su empaque original el mayor tiempo posible, guardarlos sueltos en una bolsa de papel o en papel toalla, y congelarlos puede ayudar a mantenerlos frescos durante más tiempo.

Método 1
Método 1 de 3:

Utilizar el empaque original

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  1. Si no vas a utilizar los champiñones de inmediato, está bien dejarlos en su empaque original de cartón y plástico. La envoltura de plástico por lo general tiene orificios que permiten que salga el exceso de humedad sin secar los champiñones. [1]
  2. Si necesitas algunos champiñones de inmediato, haz un agujero que sea lo más pequeño posible en la cubierta de plástico original. Una vez que hayas sacado del empaque los champiñones que necesitas, envuelve de nuevo esa parte usando papel film. [2]
  3. Una vez que hayas llevado los champiñones a casa, refrigéralos en su empaque original. Poner champiñones frescos en el refrigerador ralentiza el proceso de maduración y puede evitar que se descompongan muy rápido. Al usar esta técnica debes mantenerlos frescos durante casi una semana. [3]
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Método 2
Método 2 de 3:

Utilizar una bolsa de papel

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  1. Si no deseas guardar los champiñones frescos en su empaque original, puedes guardarlos en una bolsa de papel. El tamaño de la bolsa puede variar según la cantidad que guardes; no obstante, las bolsas marrones de papel para almuerzos por lo general son la mejor opción. [4]
    • También puedes envolver los champiñones en papel toalla húmedo antes de ponerlos en la bolsa. [5]
  2. No dobles la parte superior de la bolsa con champiñones. Dejarla abierta mantendrá equilibrado el nivel de humedad, ya que la bolsa atrapará un poco y así también evitarás que los champiñones absorban mucha humedad. [6]
  3. Debes guardar la bolsa de papel con champiñones en el refrigerador, preferiblemente en uno de los cajones. Así evitarás que el aroma y sabor de otros alimentos se impregnen en tus champiñones. Los cajones también están diseñados para mantener más frescas las verduras durante más tiempo. Al utilizar este método debes mantener frescos los champiñones durante una semana a 10 días. [7]
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Método 3
Método 3 de 3:

Congelar los champiñones

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  1. Si no piensas utilizar tus champiñones frescos hasta dentro de una semana, tendrás que congelarlos para conservarlos. Empieza por enjuagar con agua los champiñones y luego déjalos secar al aire libre. Puedes extenderlos en un papel o en un paño de cocina para atrapar el exceso de agua. [8]
  2. Una vez que los champiñones estén relativamente secos, frótalos con un papel toalla o con un cepillo para champiñones. Así les quitarás un poco de la suciedad más resistente. [9]
  3. Corta los champiñones en trozos uniformes antes de saltearlos. Utilizar un rebanador de huevos puede darte trozos uniformes. Después saltéalos en una o dos cucharadas de aceite de oliva con un poco de sal y pimienta al gusto. [10]
  4. Una vez que hayas terminado de cocinar los champiñones, deja que se enfríen antes de congelarlos. Extiéndelos en una bandeja de horno sobre una lámina simple hasta que estén fríos al tacto.
  5. Una vez que los champiñones se hayan enfriado, guárdalos en bolsas de plástico con cierre hermético y congélalos. Cocinarlos antes de congelarlos evitará que absorban mucha humedad cuando se descongelen. [11]
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Consejos

  • Guardar los champiñones en una bolsa de papel puede hacer que se marchiten; sin embargo, no se dañarán y todavía podrás usarlos para cocinar.
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