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Los protectores de axilas, también conocidos como almohadillas de vestir o protectores del sudor, se usan para prevenir el sudor de las axilas. Los protectores impiden que el sudor empape la ropa y controlan el mal olor corporal. Son desechables y puedes comprarlos aproximadamente por $2 o más. Puedes crear tus propios protectores de axilas y el equipo para disimularlos.

Método 1
Método 1 de 3:

Hacer unas almohadillas para las axilas

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  1. Aunque los protectores diarios no fueron creados para absorber el sudor de las axilas, están diseñados para absorber un líquido. Puedes comprar un paquete grande de protectores diarios mucho más barato que los protectores prediseñados para las axilas. Puedes cortar un protector diario a la mitad y usar una mitad para cada axila. Usa un poco de cinta adhesiva o un imperdible para sujetar el protector directamente en la ropa.
    • También podrías doblar el protector diario a la mitad y colocarlo sobre la axila de la prenda. [1]
  2. Puedes crear tus propios protectores de axilas con unos calcetines viejos. Rescata ese calcetín que tiene un agujero, al transformarlo en una almohadilla para las axilas. Corta un óvalo delgado de la tela del calcetín con las tijeras. Coloca la almohadilla directamente en la ropa o deja que cuelgue sobre el pliegue de la axila.
    • Si no sujetas el protector hecho con el calcetín, es mejor que la camisa o el vestido te queden ajustados. [2]
    • Con los calcetines deportivos tendrás un mayor control del sudor. Los calcetines de algodón también controlan los líquidos mejor que las mezclas de tela sintética y poliéster.
  3. Compra tela de muselina en una tienda de textiles o en una tienda de manualidades. Dobla la muselina tres veces aproximadamente. Dibuja un óvalo delgado en la muselina doblada, aproximadamente del tamaño de la axila. Toma unas tijeras y corta el contorno. Puedes coser los óvalos para unirlos de varias formas diferentes:
    • Usa un pedazo de franela suelta para cubrir la muselina. Usa un retazo de franela y envuelve las capas de muselina. [3] Corta la franela de forma que coincida con el diseño que recortaste y deja un poco más de tela para coser. Cose la franela con una puntada estándar.
    • Cose la muselina con hilo y aguja. La costura no tiene que ser perfecta, pero debe sostener cada capa en su lugar.
    • Cuantas más capas de muselina uses, más absorbente será el protector.
  4. Compra una tela absorbente en una tienda de telas o por internet. Existen algunos tipos de telas que son muy absorbentes, como zorb, algodón de cáñamo, algodón de bambú y poliuretano laminado. Estos son los tipos de telas con los que se fabrican las almohadillas comerciales para las axilas. Usa las materias primas para crear tus propias almohadillas por la mitad del costo.
    • Si necesitas ayuda para medir la tela, coloca la tela sin cortar en la axila. Usa un espejo y un bolígrafo para dibujar el contorno de la axila.
    • Dibuja un óvalo que se ajuste a la axila con un marcador. Luego, corta el contorno con las tijeras.
    • La tela absorbente puede colocarse en capas al igual que las almohadillas de muselina. Puedes modificar las almohadillas según tus necesidades personales.
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Método 2
Método 2 de 3:

Crear unos bolsillos desmontables tipo parche

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  1. Puedes crear unos bolsillos permanentes que sostengan los protectores de las axilas si no quieres colocar unos protectores nuevos cada pocos días. Es una buena idea si tienes un armario limitado y es probable que uses el mismo atuendo con frecuencia, como un uniforme o un traje. [4]
    • Los bolsillos también sujetarán otros desodorantes, como el bicarbonato de sodio o el desodorante en polvo, que puedes usar además de la almohadilla.
    • Te llevará un poco más de tiempo que colocar un par de almohadillas nuevas en las axilas cada vez, pero los bolsillos durarán mucho tiempo.
  2. Toma una camiseta de tu armario para saber la medida para los bolsillos. Una medida inicial que puedes usar es 5 x 8 cm (2 x 3 pulgadas). También puedes tomar un pedazo de tela, un bolígrafo y medir las dimensiones frente al espejo. Usa la axila como base para saber el tamaño de los bolsillos.
  3. Determina el tipo de material para los bolsillos. Puedes crear los bolsillos con unos calcetines o usar una tela de malla. Los calcetines son más cómodos durante los meses más fríos y los bolsillos de malla son más cómodos cuando hace calor.
    • Si usas unos calcetines, es mejor usar unos calcetines de bebé. Los calcetines de bebé no requieren ninguna modificación y ya tienen el tamaño adecuado.
    • La tela de malla funciona bien, pero tienes que medir, cortar y coser los bolsillos. Corta una tira larga y dobla la tela. Al coser o pegar la tela, deja la parte superior abierta. Esto te permitirá insertar los protectores desechables con facilidad. [5]
  4. Sujeta los bolsillos directamente en el área de la axila de la ropa, con unos botones, imperdibles o velcro. Puedes sujetarlos de forma permanente con una costura, pero limpiarlos podría ser más difícil. Si usas las mismas camisas repetidamente, no te llevará tanto trabajo coser unos ojales o pegar o coser el velcro en cada prenda.
    • Los bolsillos en sí deben absorber el sudor y los olores, pero puedes llenar cada bolsa o calcetín con bicarbonato de sodio si sudas demasiado.
    • Esta técnica funciona mejor con las camisas o vestidos relativamente ajustados que sostienen los bolsillos en las axilas y absorben el sudor antes de que se disperse.
  5. Pruébate la camisa y mírate en el espejo. ¿Los bolsillos son visibles? Si un bolsillo parece salirse, puedes reducir la cantidad del producto que coloques en el bolsillo. Hazle los ajustes necesarios a la almohadilla o reduce la cantidad de desodorante en polvo que uses.
    • Es probable que los bolsillos no se sientan cómodos al principio. Es posible que tengas que usarlos una semana para determinar si puedes soportar tenerlos pegados a la ropa.
    • Si los bolsillos te causan molestias constantes, quítalos de la ropa y usa una almohadilla.
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Método 3
Método 3 de 3:

Usar un arnés

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  1. Mide la distancia entre las axilas y la parte superior del torso. Usa un pedazo de cuerda simple, una soga de un diámetro pequeño o una correa corporal. Corta dos piezas del material del tamaño de esa distancia y comprueba si se ajustan al cuerpo. La correa para el pecho debe quedar al nivel de las axilas en la parte superior del pecho.
    • Al encontrar un ajuste cómodo, sella los extremos con un nudo para evitar que se desenrede.
    • También puedes usar velcro para sujetar la correa al pecho.
  2. Mide y corta dos cuerdas delgadas que irán sobre los hombros y sujétalas a la correa del pecho para sostenerla en su lugar. Toma la medida mientras la correa del pecho está en su lugar y luego, quita la correa del pecho para sujetar las correas de los hombros.
    • Puedes anudar las correas en su lugar o usar velcro para sujetar las correas de los hombros a la correa del pecho.
    • Imagina el diseño de un sostén para ayudarte a crear este diseño.
  3. Existen muchas opciones de protectores o almohadillas para las axilas. Puedes hacer tus propias almohadillas o comprar un paquete de almohadillas prefabricadas diseñadas para combatir el sudor. Usa el producto o diseño que quieras que se ajuste a tus necesidades. [6]
  4. Usa un imperdible o cinta adhesiva para sujetar los protectores para las axilas al arnés, en el lugar donde cruza las axilas. Los protectores deben quedar ajustados contra las axilas sin obstruir la circulación.
  5. La forma más fácil de ponerte el arnés es insertar cada brazo como si estuvieras poniéndote una camiseta cortada. Mete la cabeza en el arnés. Ajusta el largo de los protectores según sea necesario. Cuando te sientas satisfecho con la ubicación de los protectores y del arnés, ponte el resto de la ropa.
    • Observa frente a un espejo si puedes ver el arnés mientras tienes la ropa puesta. Una forma de ocultar el arnés es usar una camiseta sobre el arnés y luego ponerte una camisa adicional.
    • La ropa holgada también te ayudará a ocultar el arnés.
    • Comprueba al menos una semana la comodidad del arnés antes de probar una técnica nueva.
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Consejos

  • Si usas un sostén, puedes sujetar los protectores a los tirantes, en lugar de usar un arnés.
  • La harina de trigo integral también funciona bastante bien y no es alcalina.
  • El café molido funciona como un desodorante con olor agradable y tiene la ventaja de que no forma grumos ni se endurece como el bicarbonato y la harina, así que es más fácil de vaciar y reemplazar. Ese mismo factor hace que sea más fácil que se escape, así que asegúrate de doblar el extremo abierto y sujetarlo con un imperdible.
  • Para lavarlo, toma el arnés y los protectores por separado para que las costuras no es estiren ni se rasguen durante el lavado.
  • La cantidad de bicarbonato de sodio puede variar según las circunstancias. Una cucharada o dos pueden ser suficientes para un día y tendrás que reemplazarlo a diario. Varias onzas pueden durar una semana, incluso si duermes con esa ropa y en los climas cálidos.
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Advertencias

  • Al sellar la cincha con calor, ten cuidado de no quemarte con el cerillo, encendedor o con el plástico derretido.
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Cosas que necesitarás

  • Protectores diarios.
  • Cinta adhesiva.
  • Imperdibles.
  • Calcetines viejos.
  • Muselina.
  • Franela.
  • Tijeras.
  • Hilo y aguja.
  • Tela absorbente.
  • Espejo.
  • Bolígrafo.

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