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Congelar muffins es una excelente manera de hacer durar una hornada grande. Cuando hornees o compres muffins, recuerda que los sobrantes no tienen por qué desperdiciarse. Simplemente asegúrate de que estén protegidos del aire y las temperaturas extremas del congelador. Con un poco de esfuerzo, puedes extender la vida útil de los muffins y disfrutarlos durante los próximos meses.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Empacar los muffins para congelarlos

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  1. Si piensas congelar muffins hechos en casa, debes darles suficiente tiempo para que se enfríen. Es importante que estén a temperatura ambiente, así que sácalos del molde y ponlos a enfriar en una rejilla. Para saber si se han enfriado, toca el fondo para ver si está caliente.
    • Enfriar la comida antes de congelarla ayuda a acelerar el proceso, lo que la mantiene más fresca. [1]
    • Si los enfrías por completo, también se reduce la posibilidad de que suba la temperatura en el congelador, lo que puede hacer que otros alimentos se echen a perder más rápido.
  2. Si congelas los muffins, debes evitar lo más posible el contacto con el aire. Una buena forma de hacerlo es envolver cada uno con papel aluminio o una envoltura adecuada para el congelador, como la envoltura de plástico resistente. [2]
    • Si se envuelven individualmente, se ayudara a que la superficie de los muffins no tenga contacto con el aire. Si los colocas en un recipiente sin envoltura individual, es probable que haya aire entre los muffins, lo que puede hacer que se escarchen y provocar quemaduras por congelación.
  3. Hay una amplia variedad de recipientes que puedes usar, incluyendo las bolsas para congelador y los recipientes de plástico para comida. Solo asegúrate de usar un recipiente hermético que soporte las temperaturas bajas del congelador. [3]
    • Es mejor usar recipientes que estén marcados para usarse en un congelador para que sepas con seguridad que los muffins estarán protegidos.
    • Si sabes que solo usarás unos cuantos muffins a la vez, puedes empaquetarlos en grupos pequeños. Esto te permitirá sacar solo los que quieras en el momento necesario.
  4. Con algunos recipientes herméticos, como las bolsas de plástico para el congelador, podrás eliminar el aire que rodea los muffins. Saca todo el aire que puedas antes de cerrar los recipientes, pero ten cuidado de no aplastar los muffins. [4]
    • Sacar la mayor cantidad de aire posible te ayudará a reducir el riesgo de que los muffins se escarchen y se quemen en el congelador.
  5. Escribe en el recipiente qué tipo de muffins vas a congelar y la fecha. Esto te permitirá saber cuánto tiempo les queda e identificar qué tipo de muffin hay en el recipiente sin tener que abrirlo. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Poner los muffins en el congelador

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  1. Colócalos al fondo del congelador, lejos de los cambios de temperatura que ocurren cerca de la puerta. Si tienes un congelador horizontal, úsalo para los muffins. Esto los mantendrá a una temperatura baja y constante, lo que es de mucha ayuda para que duren más tiempo.
  2. Es importante mantener una temperatura constante y lo suficientemente baja en el congelador. Esto minimiza la posibilidad de descongelarlos y volver a congelarlos repetidamente, lo que puede crear escarcha en la superficie de los muffins.
  3. Si solo quieres 1 muffin o 2 pero congelaste una docena, no saques todo el paquete del congelador. Si dejas que algunos de los muffins se descongelen y luego los vuelves a congelar, disminuirás su calidad y su vida útil.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Usar los muffins congelados

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  1. Si bien puedes prolongar mucho su vida útil si los congelas, eso no significa que durarán para siempre. Asegúrate de usar los muffins dentro de unos meses, ya que después de eso pueden comenzar a quemarse en el congelador y su sabor puede comenzar a deteriorarse.
    • Mientras la cantidad exacta de tiempo que durarán puede variar según el tipo de muffin, en la mayoría de los casos, los productos horneados en general solo duran unos meses antes de escarcharse y quemarse en el congelador.
  2. Mantén los muffins en el empaque con el que los congelaste mientras los descongelas. Esto ayudará a minimizar la cantidad de humedad que se forma en la superficie de los muffins cuando se descongelan. [6]
    • Si no quieres usar todos los muffins, saca algunos del recipiente en el que están y ponlos en otra bolsa o recipiente mientras se descongelan.
  3. Si calientas los muffins previamente congelados, tendrán un sabor mucho mejor y una mejor textura. Puedes meter los muffins descongelados en un molde en el horno a 130 ºC (275 ºF) durante unos 10 minutos o ponerlos congelados directamente en el horno a 175 ºC (350 ºF) durante 10 a 15 minutos. [7]
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