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Cultivar ajíes por tu cuenta es una excelente idea si practicas la jardinería en recipientes y buscas dar un toque picante a tus platos, quieres asumir un nuevo reto o solo te encantan los ajíes y deseas tener tu propia reserva. Si bien es posible cultivarlos en interiores, no debes esperar que las plantas o los ajíes sean tan grandes como cuando se cultivan en exterior o en un invernadero. La clave para cultivar con éxito una planta de ají es asegurarte de que reciba abundante luz, calor y humedad.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Germinar la semilla

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  1. Llénala casi hasta el borde, ya que no es necesario plantar muy profundo las semillas de ají. Una buena tierra para ellas es un compost a base de tierra fértil. [1] Dado que los ajíes requieren un buen drenaje, busca una mezcla para macetas que también incluya vermiculita o perlita. [2]
    • Dado que vas a cultivar los ajíes en interior, en realidad no importa en qué época del año los plantes.
  2. Echa dos o tres semillas de ají en la tierra de la maceta de germinación. Así te asegurarás de tener éxito al menos con una de las semillas si las demás no germinan. Cúbrelas con una capa delgada de tierra para macetas o compost adicional.
    • En interior, podrías tener mejor suerte con el cultivo de variedades pequeñas de ají, como el habanero, la pimienta de cayena y el piquín. [3]
  3. Una vez que las hayas plantado, riega la tierra. El objetivo de esto es garantizarles un buen contacto con la tierra y estimular la germinación. Mientras las semillas germinan durante las 2 a 4 semanas siguientes, debes mantener la tierra húmeda, pero no empapada. Así germinarán y echarán brotes.
  4. Cubrir las semillas les permite retener la humedad y el calor, lo que las ayuda a germinar. Puedes cubrir la maceta de germinación con una tapa de plástico, una botella de gaseosa al revés con la parte superior cortada o puedes envolverla con una bolsa de plástico transparente. [4]
    • No es necesario cubrirlas, pero así reducirás la cantidad de agua que debes brindarles.
  5. Mientras germinan, es esencial mantenerlas en algún lugar relativamente oscuro, pero que reciba un poco de luz filtrada. Asimismo, asegúrate de mantener una temperatura superior a 18 °C (65 °F). El lugar ideal es un cobertizo o un garaje con ventana. Mantén las semillas en dicho ambiente hasta que empiecen a echar brotes. [5]
  6. Cuando surjan los brotes, retira la tapa o la bolsa de plástico que cubre la maceta. Trasládala a un ambiente cálido cerca de una ventana que les brinde a los brotes abundante luz indirecta, por ejemplo, un baño o una habitación cálida con un tragaluz. [6]
    • Las plantas van a necesitar al menos 6 horas de luz solar intensa al día. En caso de no tener una ventana soleada, también es posible usar un tubo fluorescente para contribuir al crecimiento de las plantas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Trasplantar los plantones

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  1. Los ajíes necesitarán que vuelvas a plantarlos cada cierto tiempo conforme van creciendo. El primer trasplante debe ocurrir cuando los brotes nuevos presenten dos a cuatro grupos de hojas. A medida que crezcan, obsérvalos a diario para verificar el crecimiento de las hojas. [7]
  2. Examina los plantones para identificar el más grande y el más sano. Busca las hojas más frondosas, más crecimiento de hojas y un tallo más alto. Retira el plantón más débil cortándolo con tijeras al nivel de la tierra o sacándolo con los dedos.
    • En vez de cortar el plantón más débil, también puedes separar las dos plantas y plantarlas aparte. [8]
  3. Si es el primer trasplante, debes trasladar el plantón a una maceta que no supere los 7,5 cm (3 pulgadas) de ancho. [9] Llena la maceta con 5 cm (2 pulgadas) de tierra para macetas fértil y de alta calidad o de una mezcla de musgo esfagnáceo y estiércol envejecido. [10]
  4. Coloca la mano sobre la base del plantón y dale vuelta a la maceta de germinación. Tira cuidadosamente del plantón y el cepellón, teniendo cuidado de no romper o dañar ninguna de las raíces. Puedes apretar un poco la maceta de germinación para soltar la tierra y las raíces si es necesario.
  5. Trasládalo a la maceta más grande que has preparado con tierra. Mantén el plantón estable con una mano y añade mezcla para macetas para cubrir el cepellón y el tallo. Debes añadir suficiente tierra para cubrir el tallo justo por debajo del primer grupo de hojas. [11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cultivar y cosechar los ajíes

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  1. Los ajíes provienen de México, así que la mayoría de ellos se desarrollan en climas cálidos. Para garantizar la supervivencia de los tuyos en interior, debes mantener una temperatura de 27 °C (80 °F) durante el día y de 21 °C (70 °F) durante la noche. En vez de mantener toda tu casa a dichas temperaturas, puedes mantener la planta caliente de las siguientes formas: [12]
    • Mantenla en un invernadero.
    • Instala una luz artificial 7,5 cm (3 pulgadas) por encima de la planta.
    • Colócala sobre un tapete térmico.
  2. Una vez que los ajíes se hayan establecido y que los hayas trasplantado por primera vez, puedes trasladarlos a una ventana bien iluminada que reciba abundante luz solar directa. [13] Además de que la planta necesita varias horas de luz del sol al día, el calor de la luz mantendrá la planta caliente.
  3. Riégala para mantenerla húmeda. Deja que la tierra se seque un poco entre cada riego. A los ajíes les encanta la tierra húmeda, pero el exceso de riego puede provocar pudrición y desarrollo de hongos, además de afectar el nivel de calor de los ajíes, lo que los vuelve menos picantes de lo que deberían. [14]
  4. Los ajíes se beneficiarán de la aplicación regular de un fertilizante. Cada dos semanas, mezcla un fertilizante equilibrado con algo de agua y aplícalo en la planta. Un fertilizante equilibrado debe contener cantidades iguales de nitrógeno, fósforo y potasio, como uno de 10-10-10 o 2-2-2. Una buena opción es una emulsión de pescado y alga kelp o un fertilizante líquido concentrado. [15]
    • Durante el invierno, la planta puede entrar en una fase de inactividad y dejar de crecer, florecer y dar frutos. Si esto ocurre, reduce la aplicación de fertilizante a una vez por mes y vuelve a aplicarlo dos veces al mes cuando la planta regrese a su fase de crecimiento activo. [16]
  5. Cuando esta crezca muy alto y empiece a caerse, significa que es momento de trasplantarla. [17] Llena una maceta una o dos veces más grande que la maceta actual con varios centímetros (unas cuantas pulgadas) de tierra para macetas. Retira cuidadosamente la planta de la maceta más pequeña y trasládala a la más grande. Mantenla estable mientras cubres el cepellón y la mayor parte del tallo con tierra fresca.
    • Para las variedades más pequeñas, al final la planta terminará en una maceta de 25 a 30 cm (10 a 12 pulgadas). Una planta de ají más grande podría requerir una maceta de 45 cm (18 pulgadas). [18]
  6. La planta de ají madurará y producirá frutos dentro de los tres meses posteriores al primer trasplante. El tamaño de los frutos dependerá de la variedad y los ajíes podrían llegar a medir de 2,5 cm (1 pulgada) a 20 cm (8 pulgadas) de largo. Cosecha los ajíes maduros cortando el tallo justo por encima del fruto usando un cuchillo o tijeras. [19]
    • Para protegerte las manos de los aceites picantes presentes en los ajíes, ponte guantes a la hora de cosechar y cocinar los ajíes.
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