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Las hojas de curry son un ingrediente principal de la cocina india, y son conocidas por su sabor único que se asemeja al del comino, el mentol y las hierbas. [1] También se dice que estas hojas tienen antioxidantes y ayudan a estabilizar el azúcar en la sangre. [2] Si bien siempre puedes comprarlas en internet o en muchos supermercados de la India, también puedes cultivar las plantas en tu propio jardín para cosecharlas por tu cuenta. Las plantas de hoja de curry requieren pocos cuidados y todo lo que necesitas para empezar son algunas semillas, tierra de maceta y una maceta pequeña. A medida que la planta crezca, ¡podrás cosechar las hojas para usarlas en tus propios platos!

Parte 1
Parte 1 de 3:

Plantar el curry

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  1. Llena una maceta pequeña con una mezcla de cultivo para macetas y abono orgánico . Busca una maceta pequeña con una altura aproximada de 10 a 15 cm (de 4 a 6 pulgadas) y un ancho de 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas) para cultivar la planta de hojas de curry. Haz una mezcla de cultivo con un 60 % de tierra de maceta y un 40 % de abono orgánico, para que la planta reciba suficientes nutrientes mientras crece. Mezcla bien la tierra y el abono hasta que se combinen. [3]
    • Usa tierra de maceta de venta comercial en lugar de la del suelo del jardín, para garantizar que no tenga ninguna bacteria perjudicial.
    • Si vives en un área con zonas climáticas de 9 a 12, o en las que la temperatura no descienda a menos de 0 °C (32 °F), puedes colocar la planta directamente en el suelo. Modifica la tierra para que tenga los nutrientes adecuados. [4]
    • Si quieres cultivar más de una, prepara varias macetas para cada planta adicional.
  2. Introduce el pulgar en el centro de la tierra para hacer un agujero de una profundidad de 1,5 cm (1/2 pulgada). Toma una sola semilla para una planta y colócala en el agujero que acabas de hacer. Agrega un poco de la mezcla de nuevo en el agujero para cubrir la semilla, y compáctala un poco para que esté presionada contra la semilla. [5]
    • Puedes conseguir semillas de esta planta en internet o en los mercados de comida india. Consigue las semillas más frescas para garantizar la mayor probabilidad de que germinen.

    Consejo: también puedes cultivar una planta de hojas de curry a partir de un esqueje fresco de una planta más grande. Introduce el tallo de modo que esté a una profundidad de 5 a 7,5 cm (2 o 3 pulgadas) en la mezcla. Asegúrate de que el esqueje tenga como mínimo 2 o 3 hojas, para que pueda crecer con facilidad.

  3. Luego de colocar la semilla en la tierra, humedécela con una regadera para que las raíces puedan empezar a crecer. Si hay agua estancada en la parte superior de la tierra, espera a que penetre más profundo antes de agregar más. Deja de regar la planta tan pronto como el agua empiece a salir por los agujeros de drenaje en el fondo de la maceta.
    • Deja la maceta dentro de un recipiente poco profundo, para que la tierra pueda absorber el agua que se drene del fondo.
    • Procura no regar las semillas en exceso, ya que quizás no germinen ni crezcan si hay demasiada agua.
  4. Luego de regar las semillas, colócalas cerca de una ventana que apunte al sur, para que reciban la luz del sol durante todo el día. Si el clima de tu área está por encima de los 0 °C (32 °F), también puedes dejar la maceta al aire libre para que la planta crezca. Asegúrate de que la planta reciba la luz plena del sol durante el día (o de 6 a 8 horas); de lo contrario, no producirá brotes ni hojas fuertes. [6]
    • Luego de aproximadamente 7 días, podrías ver que las plantas germinan de la tierra.
    • Si la temperatura no desciende a menos de 0 °C (32 °F) hasta la noche, deja la planta al aire libre durante el día y llévala adentro por la noche, para que no se congele ni muera.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Cuidar la planta

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  1. Revisa la tierra en la maceta dejando un día para notar si está seca al tacto. Si no se siente húmeda cuando introduces el dedo a una profundidad de 1,5 cm (1/2 pulgada), usa la regadera hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje en el fondo de la maceta.
    • No riegues las plantas en exceso, ya que esto podría volverlas más débiles y hacer que no produzcan muchas hojas.
  2. Colócala en un área que reciba la luz plena del sol a lo largo del día, lo que debe ser alrededor de 6 a 8 horas al día. Puedes colocar la maceta al aire libre si la temperatura está por encima de 0 °C (32 °F) o puedes mantenerla cerca de una ventana que apunte al sur, de modo que pueda seguir creciendo. Deja que reciba la luz directa del sol, para que pueda generar brotes y hojas saludables. [7]
    • Si no recibe la luz plena del sol durante el día, se le podrían caer algunas hojas y crecer débil. Las hojas podrían volver a crecer durante la próxima temporada, siempre y cuando sigas regando la planta.
  3. Poda los 7,5 a 10 cm (3 o 4 pulgadas) superiores de la planta una vez al año. Revísala en la primavera después de haberla plantado y observa si hay algún crecimiento vertical alto que no tenga muchas hojas. Usa un par de tijeras de jardinería para eliminar los 7,5 cm (3 pulgadas) superiores, justo por debajo de uno de los nudos en donde se conecten las hojas. Haz un corte en un ángulo de 45°, para que la planta no empiece a podrirse en el tallo. [8]
    • Podarla no solo la mantiene en un tamaño adecuado, sino que también ayuda a fomentar el crecimiento de hojas sanas en los tallos que dejes unidos.
    • Si notas algún tallo marchito, roto o débil, también extráelo para que la planta pueda dirigir su energía a desarrollar las hojas saludables.
  4. Lleva la planta a una nueva maceta cada año a fin de fomentar un crecimiento saludable. Las plantas de hojas de curry crecen de forma continua hasta el tamaño de su recipiente, por lo que tendrás que cambiarlas de maceta cada año. Sujeta la base del tallo y extráelo de la maceta con cuidado. Busca una maceta que tenga el doble de ancho que el cepellón de la planta y llénala a la mitad con una mezcla de cultivo compuesta por un 60 % de tierra de maceta y un 40 % de abono orgánico. Elimina los cúmulos de tierra alrededor de las raíces y coloca la planta en su nueva maceta. Agrégale tierra a su alrededor y riégala bien para que no sufra un choque.
    • Usa guantes de jardinería mientras trabajes con la planta, por si tienes una reacción alérgica a la salvia.
    • Si la planta está atorada en la maceta, usa una pala o una espátula alrededor del borde de esta última para soltarla.

    Advertencia: no uses una maceta muy grande de inmediato, ya que la planta dedicará la mayoría de su energía al desarrollo de las raíces.

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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cosechar las hojas

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  1. Las plantas de hojas de curry nuevas no tienen suficientes hojas como para cosecharlas y seguir creciendo cuando son jóvenes, por lo que debes esperar a que tengan como mínimo un año. Si la planta sigue delgada o solo tiene algunos tallos con hojas después de un año, deja que siga creciendo hasta que se desarrolle por completo. [9]
    • Si la has plantado a partir de un esqueje, podría estar lo suficientemente desarrollada como para cosechar algunas hojas luego de unos meses.
  2. No tires de las propias hojas, ya que dejarás muchos brotes vacíos en la planta. En lugar de ello, identifica el punto en el que el tallo largo que conecta varias hojas se une al cuerpo principal de la planta. Sujeta el tallo de su base y tira de él de forma suave para recolectar todas las hojas unidas a él. [10]
    • Solo cosecha lo que necesites de inmediato, para que la planta pueda seguir creciendo.
    • Puedes cosechar hasta el 30 % de las hojas de la planta. Si cosechas más, quizás la planta no crezca muy bien al año siguiente.
  3. Calienta el aceite vegetal en una sartén a fuego medio, de modo que empiece a burbujear. Coloca las hojas frescas en el aceite y deja que se frían por 1 o 2 minutos para mejorar su sabor. Agrega las hojas a tu plato y cocínalas hasta que queden un poco crujientes. [11]
    • Usa las hojas en platos como el curry indio, la masala y el arroz de coco .
    • A diferencia de las hojas de laurel, puedes dejar las hojas de curry en el plato y comerlas cuando terminen de cocinarse.

    Consejo: las hojas de curry tienen un sabor diferente al del curry en polvo, así que no las uses para reemplazarlo.

  4. Coloca las hojas dentro de una bolsa plástica resellable y presiónala lo más que puedas para expulsar el aire antes de sellarla. Usa un marcador para escribir la fecha, así sabrás cuándo las has congelado. Deja las hojas en la congeladora y mantenlas allí hasta por un mes, de modo que puedas usarlas más adelante. [12]
    • Cuando quieras usar las hojas congeladas, colócalas directamente en una sartén con aceite vegetal para calentarlas.
  5. Sécalas si quieres agregárselas a tus comidas más adelante. Si tienes muchas hojas y no puedes usarlas todas de inmediato, colócalas planas sobre una bandeja para hornear y precalienta el horno a la temperatura más baja disponible. Deja que las hierbas se cocinen por 30 minutos antes de darles la vuelta con un par de tenazas. Déjalas en el horno por otra hora para secarlas. Una vez que se sequen, desmenuza las hojas, échalas a un frasco y ciérralo con firmeza. [13]
    • Las hojas de curry secas no tienen un sabor tan fuerte como las frescas, así que agrégale más a tu receta hasta que estés satisfecho con el sabor.
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Consejos

  • Las plantas de hojas de curry pueden crecer hasta una altura de 1,5 m (5 pies), pero puedes controlar su tamaño al podarlas y recortarlas con frecuencia.
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Cosas que necesitarás

  • macetas
  • tierra de maceta
  • abono orgánico
  • semillas de planta de hojas de curry
  • regadera
  • tijeras de jardinería
  • guantes de jardinería
  • sartén
  • aceite vegetal
  • bolsas de plástico resellables
  • congeladora
  • bandeja de horno
  • horno
  • tenazas
  • frasco sellable

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