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Existen innumerables variedades de pimientos para escoger, desde crujientes y dulces hasta pequeños y picantes. Ya sea que elijas plantar las semillas o comprar plantas ya germinadas, puedes cultivar todas las variedades de pimientos en tu propio jardín. Sigue los pasos indicados a continuación para aprender a preparar tu jardín, plantar los pimientos y darles los cuidados necesarios durante los próximos años.

Método 1
Método 1 de 3:

Preparar tu jardín

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    Escoge una variedad de pimientos. Hay muchos tipos de pimientos disponibles en el mercado, y puedes elegir qué tipo de ellos deseas sembrar de acuerdo a su tamaño, color y el nivel de picor que desees.
    • Los pimentones, también llamados pimientos dulces, son la variedad más suave de pimientos. Los hay de color rojo, anaranjado, amarillo y verde, y suelen ser del tamaño de un puño. Puedes consumirlos crudos o añadirlos a una infinidad de preparaciones distintas.
    • Los pimientos picantes vienen en muchas variedades. El más suave es el pimiento anaheim, pero también existen otras variedades populares como el jalapeño y el serrano. [1]
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    Selecciona un espacio en tu jardín. Escoge un área de tu patio con mucha luz solar y un drenaje apropiado de agua.
    • Los pimientos serán más grandes en áreas con mayor luz solar, pero también puedes cultivarlos en una superficie con algo de sombra. Evita plantar pimientos en superficies con demasiada sombra.
    • Si el suelo es muy rocoso o tiende a inundarse con la lluvia, considera la posibilidad de construir un lecho elevado para plantar tus pimientos.
  3. Los pimientos crecen mucho mejor en suelos con un pH de entre 6,2 y 7,0. Este puede incluso tener un pH un poco más elevado, ya que los pimientos soportan bastante bien las condiciones de un suelo ligeramente alcalino.
    • Este paso no es obligatorio, pero te puede ayudar a determinar cuál es la estrategia más efectiva para mantener el suelo y las plantas saludables.
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    Usa acondicionamientos de suelo para mantener el suelo saludable por más tiempo. Si bien los fertilizantes afectan los nutrientes en el suelo, los acondicionamientos mejoran aspectos de la condición física del suelo, incluyendo su nivel de pH. Si el suelo es típicamente ácido, considera ponerle un poco de cal unos meses antes de plantar, y luego realiza una segunda prueba de pH para asegurarte de estar en el rango deseado. Si el suelo es demasiado alcalino, usa esfagno o azufre de jardín. [2]
  5. Mezcla tu suelo con fertilizante, y quita las rocas y separa las piedras de la tierra.
    • Entre los fertilizantes que puedes utilizar se encuentran la harina de pescado, el abono de aves o los fertilizantes previamente preparados que se hallan comúnmente en las tiendas de jardinería.
    • Retira cualquier tipo de maleza que encuentres para evitar que se enreden con tus pimientos.
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Método 2
Método 2 de 3:

Cultivar pimientos a partir de semillas

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  1. Los distintos tipos de pimientos demoran un lapso diferente en crecer, por lo que es aconsejable que verifiques la especie de pimiento que vas a plantar para conocer sus tiempos. Los pimientos picantes son los que más demora en madurar (unas 12 semanas) mientras que los pimentones tardan unas 8 semanas.
    • Los pimientos no crecen en suelos fríos ni congelados, así es que lo aconsejable es sembrarlos una vez que comience a hacer más calor.
    • Si vas plantar tus pimientos en el exterior, espera al menos un mes desde la última helada para alcanzar la temperatura óptima del suelo. Puedes buscar la última fecha de la helada en tu área en Internet o en un almanaque de agricultor.
    • Escoge una fecha en que creas que la temperatura del suelo es adecuada para plantar tus pimientos, y cuenta hacia atrás 8 a 10 semanas; esa es la fecha adecuada para comenzar con tus semilleros. En el hemisferio norte, la última semana de mayo suele ser un buen momento para plantar pimientos, por lo que puedes comenzar con tus semilleros a comienzos de marzo.
  2. El remojar las semillas ayuda a ablandar la cobertura y acelerar el proceso de germinación. Coloca las semillas en un vaso de agua y déjalas allí por unas 2 a 8 horas, o hasta que se hundan hasta el fondo del vaso.
    • Prepara una taza de té de manzanilla no muy cargado para ayudar a desinfectar las semillas.
    • Mezcla dos cucharaditas de peróxido de hidrógeno con una taza de agua tibia para remojar las semillas en caso de no tener té de manzanilla.
  3. Solo las tendrás allí hasta que estén listas para plantar, así es que no te preocupes por buscar una bandeja muy elegante.
    • Puedes comprar la bandeja en una tienda de jardinería, o hacer una tú mismo utilizando una botella plástica o recipiente de cartón con agujeros en el fondo. [3]
    • Llena el fondo de la bandeja con piedritas o guijarros y luego cúbrelas con tierra de hoja.
    • Planta las semillas justo por debajo de la superficie, separándolas unos 2,5 centímetros (1 pulgada) una de otra. Agrega bastante agua.
  4. Los pimientos necesitan mucha luz solar, pero las semillas no son capaces de obtener suficiente luz a través de las ventanas si las plantas al interior. Puedes usar cualquier tipo de luz (no debe estar caliente), ubicándola lo más cerca posible del semillero.
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    Mueve los brotes a nuevas macetas cuando empiecen a crecer hojas. Una vez que el brote tenga dos pares de hojas verdaderas, trasplántalas de la bandeja a macetas de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) con tierra para macetas. Mantén las plantas bajo luz hasta que crezcan de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) de altura.
    • Las hojas verdaderas son las hojas que ves en las plantas de pimiento de tamaño completo, grandes y puntiagudas, a diferencia de los cotiledones redondeados que brotan primero de los brotes.
  6. Los pimientos son plantas muy delicadas que deben ser expuestas gradualmente al ambiente frío del exterior antes de ser transplantadas.
    • Unas dos semanas antes de transferir tus plantas al exterior, debes exponerlas gradualmente al clima de afuera.
    • Comienza colocando tus brotes afuera por algunas horas al día en un área protegida de la luz solar directa y el viento. Ve extendiendo lentamente el número de horas que las plantas se quedan afuera a medida que van creciendo.
    • Evita dejar los pimientos afuera de la noche a la mañana hasta que hayan terminado de aclimatarse.
  7. Cuando los pimientos tengan dos niveles de hojas, significa que están lo suficientemente grandes para plantarlos afuera. [4]
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Método 3
Método 3 de 3:

Plantar los pimientos

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  1. Coloca las plantas separadas por unos 30 a 45 centímetros (12 a 18 pulgadas) y, de ser necesario, inserta postes para ayudar a que se mantengan erguidas.
    • Este proceso es el mismo para pimientos cultivados a partir de semillas o plantas adquiridas en una tienda.
    • Planta los pimientos a la misma profundidad que estaban en los recipientes, y añade una mínima cantidad de tierra de hoja por encima.
    • Separa las filas por unos 20 a 35 centímetros (10 a 15 pulgadas). [5]
  2. El suelo puede estar seco a veces, pero los pimientos producirán frutos mucho más suculentos si se los riega con regularidad. Dale a la planta suficiente agua para humedecer el suelo hasta las raíces.
  3. Esto permitirá que la planta absorba nutrientes que la ayuden a crecer, y evitará que crezca la maleza.
    • Los restos de paja y pasto cortado son excelentes para abonar las plantas de pimientos.
    • Añade una capa de 5 centímetros (2 pulgadas) de grosor alrededor de cada planta.
  4. Si la maleza crece a través del abono, retírala suavemente para no dañar las raíces de las plantas de pimientos. Las malezas compiten con las plantas por el espacio y los nutrientes del suelo, por lo que siempre es aconsejable quitarlas del área de siembra.
  5. Un crecimiento lento o las hojas con apariencia pálida, son señales de que las plantas necesitan fertilizantes. Utiliza un fertilizante alto en nitrógeno como aceite de pescado o té de compost y espárcerlo por toda el área de siembra. Riega con abundante agua luego de añadir el fertilizante para facilitar la absorción.
  6. Habitualmente, los pimientos tardan unos dos meses en madurar lo suficiente para ser cosechados. Para que la planta vuelva a dar frutos en la temporada, cosecha los pimientos un poco antes de que estén completamente maduros.
    • Cuando tu planta se acerque al final de la temporada de producción, puedes permitir que el fruto madure por más tiempo antes de cosecharlo. Entre más rico en color, más maduro está el fruto.
    • Corta los pimientos por la parte de arriba del tallo. Si halas los pimientos puedes dañar los tallos o las raíces.
    • Si esperas una helada en poco tiempo, asegúrate de recolectar todos los frutos, incluso si aún no han madurado. La helada de seguro dañará cualquier fruto que permanezca en la planta. [6]
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Consejos

  • Si decides comprar plantas germinadas para transplantar, escoge aquellas de color más oscuro y con tallos más largos. Evita comprar aquellas plantas que ya tienen frutos, pues tienden a producir menos cantidad a largo plazo.
  • Puedes colocar un aro de cartón alrededor de la base de cada tallo para proteger a la planta de los gusanos.
  • La rotación de las cosechas y el cultivo de especies resistentes, son las mejores defensas para la mayoría de las enfermedades propias de los pimientos.
  • Coloca una cobertura sobre las plantas más pequeñas para mantener el calor en climas fríos o durante las lluvias.
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Advertencias

  • Las temperaturas por sobre los 32 grados Celsius (90 Fahrenheit) pueden dañar las plantas. Asegúrate de plantas los pimientos en un área donde otras plantas con mayor altura puedan aportarles sombra durante las horas más cálidas del día, de ser posible.
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