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La tos es un reflejo natural que protege los pulmones pues despeja las vías respiratorias de los irritantes pulmonares, como el humo y el moco, con la finalidad de prevenir las infecciones. Una tos ocasional es una señal de que tienes un buen sistema inmunitario, pero una persistente también puede significar la presencia de una enfermedad subyacente o infección, como un resfriado o gripe. La tos prolongada puede causar efectos secundarios desagradables, como dolor en el pecho, cansancio, mareos y pérdida de control de la vejiga. La tos también puede interferir con el sueño, la socialización y el trabajo. [1] Con la ayuda de unos cuantos pasos simples, podrás averiguar algunas formas en las que puedes prevenir y reducir los síntomas de la tos sin la necesidad de un jarabe.

Método 1
Método 1 de 7:

Utilizar remedios caseros

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  1. Las pastillas para la tos contienen ingredientes que suprimen la tos. También son una excelente forma de mantener la humedad de la garganta, lo que ayuda a suprimir aún más una tos. No son medicamentos, sino solo una ayuda para activar las glándulas salivales, lo que le proporcionará una humedad adicional a la parte posterior de la garganta. Las pastillas para la tos son más adecuadas para tratar la tos seca en lugar de la tos húmeda.
    • Compra unas pastillas para la tos que contengan ingredientes como miel, limón, eucalipto y menta a fin de aliviar tus síntomas de la tos.
  2. Coloca una toalla tibia en el cuello o pecho para aliviar la congestión en los pulmones y conductos nasales. Esto aumentará la estimulación, lo que promoverá el drenado del moco que, de otro modo, puede irritar la garganta. Para emplear este método, remoja una pequeña toalla limpia en agua tibia durante 3 a 5 minutos. Exprime el agua y coloca la toalla en tu pecho o cuello durante 5 minutos. Vuelve a humedecer la toalla en agua caliente y repite los pasos adicionales durante unos 20 minutos.
    • No apliques calor durante más de 20 minutos a menos que tu médico te lo haya recomendado.
    • Si no quieres utilizar una toalla, puedes emplear un paquete de gel caliente o una botella de agua a modo de compresa. Asegúrate de que no esté lo suficientemente caliente como para quemarte la piel. Las personas que tienen piel sensible deben tener un cuidado especial con las altas temperaturas.
    • No apliques calor en caso de inflamación o fiebre. En lugar de eso, utiliza una bolsa de hielo. Las personas con mala circulación y diabetes deben tener cuidado al ponerse una compresa tibia. [2]
  3. Si sufres una tos fuerte, puedes reducirla con una ducha o baño con agua tibia durante 5 a 10 minutos al aliviar tu garganta, fomentar el drenado del moco y relajar tus músculos adoloridos. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente o fría, sobre todo si tienes fiebre. Mantener tu cuerpo limpio también puede reducir el riesgo de sufrir más infecciones virales o bacterianas.
    • Los baños con agua tibia también pueden ayudar a los niños y bebés con congestión nasal y dolor de garganta. [3]
  4. Si tienes tos, puedes hacer gárgaras con agua tibia y sal. De esta manera, aliviarás un dolor de garganta y humedecerás tus senos paranasales, lo que permitirá que el moco se drene y evitará el goteo posnasal que puede provocar la tos. Coloca 1/2 cucharadita de sal en 1 vaso de agua tibia destilada o esterilizada y remueve bien hasta que se disuelva. Haz gárgaras con esta solución durante 1 o 2 minutos y luego escúpela. Evita tragártela.
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Método 2
Método 2 de 7:

Utilizar remedios a base de hierbas

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  1. La menta contiene mentol, el cual ayuda a aliviar el dolor de garganta y la tos seca, y actúa como un descongestionante. Puedes encontrar muchos tratamientos distintos con menta, como extractos utilizados en los suplementos nutricionales, pastillas, aceites esenciales y tés de hierbas. Asimismo, puedes utilizar la hierba fresca como saborizante en tus comidas diarias.
    • Puedes beber un té de menta hasta 3 veces al día. El aceite de menta suele utilizarse en la aromaterapia o como masaje, pero nunca debe consumirse por vía oral.
    • No les des menta o mentol a los niños menores de 2 años.
  2. El ajo posee propiedades antivirales y antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en la garganta y los conductos nasales. Además, tiene un alto contenido de antioxidantes, como vitamina B6, vitamina C y manganeso, lo que mejora el sistema inmunitario contra las infecciones. El ajo tiene una enzima sulfúrica conocida como "alicina", la cual ayuda a protegernos de los virus. Es mejor consumirlo crudo para permitir la liberación de la alicina.
    • Para hacerlo más comestible, machaca el ajo en 1 cucharada de miel o aceite de oliva. Si se toma a diario, ayudará a reforzar el sistema inmunitario para reducir la probabilidad de contraer un resfriado, mientras que, si se toma durante un resfriado, acelerará la recuperación.
    • También puedes utilizar de 2 a 4 g de ajo fresco picado para condimentar tus comidas o dorarlo un poco a fuego lento para no eliminar sus compuestos activos.
    • Se ha demostrado que el ajo tiene otros beneficios para la salud, tales como la reducción del colesterol en la sangre y de la presión arterial.
    • Existen muchas otras formas de ajo a tu disposición, como en condimento, polvo y sal. Ten en cuenta que demasiado ajo puede provocar mal aliento y una baja presión arterial, así que limita tu ingesta a solo de 2 a 4 dientes de ajo al día. [6]
  3. La raíz de regaliz posee muchos beneficios medicinales, entre los que se encuentran la capacidad para reducir o eliminar una tos. Existen varias pastillas y sueros de raíz de regaliz que puedes consumir, aunque también puedes consumirla de 1 a 5 g en su forma original. Busca caramelos de regaliz con un ingrediente principal de raíz de regaliz en lugar de que estén saborizados con regaliz o anís.
    • Una alternativa a la forma comestible de regaliz es el té de regaliz. Remoja de 1 a 5 g de palos de regaliz en una taza de aguar hirviendo. Déjalos reposar durante 3 a 5 minutos, luego fíltralos y bebe la solución 1 vez a la semana.
    • No le des el té a un niño por más de un día sin consultar con el médico. Nunca le des té de regaliz a un bebe o niño pequeño. Del mismo modo, también deben evitarlo las personas que sufran de presión arterial alta, hepatitis, o una enfermedad hepática o renal. [7]
  4. La verbena azul funciona como un expectorante para aflojar la flema y el moco en el pecho y la garganta, lo que alivia la congestión y previene la tos. Puedes encontrar esta hierba en forma de suplemento, té y jarabe en la mayoría de las tiendas de nutrición y farmacias. La dosis recomendada para los suplementos de verbena azul es 1 cápsula con una comida y un vaso de agua, por lo menos de 1 a 2 veces al día.
    • Si quieres preparar un té de verbena azul, vierte 1/2 cucharadita en 1 taza de agua hirviendo durante 3 a 5 minutos. Filtra y bebe la solución hasta 2 veces al día.
    • No tomes la verbena azul si ya tomas medicamentos diuréticos o bebes mucha cafeína, pues podrías sufrir una deshidratación.
    • Consulta con tu médico antes de consumir la verbena azul en caso de que estés embarazada, tengas un problema digestivo o tomes otros medicamentos. [8]
  5. Debido a sus propiedades antiinflamatorias y antivirales, el sauco se consume normalmente para tratar las enfermedades respiratorias, el dolor de garganta, la tos y la fiebre. Puedes encontrar el extracto de sauco en forma de pastilla, suplemento nutricional en cápsula o jarabe en la mayoría de las tiendas de nutrición o farmacias.
    • También puedes consumir la flor de sauco seca en forma de té de hierbas. Vierte de 3 a 5 g de flor de sauco seca en 1 taza de agua hirviendo durante 10 a 15 minutos. Bebe la mezcla hasta 3 veces al día.
    • No es recomendable consumir sauco durante un tiempo prolongado. El sauco es un anticoagulante y puede no ser recomendable para las personas que sufren presión arterial baja. Solo bébelo cada 2 o 3 días.
    • No consumas bayas de sauco inmaduras o crudas, puedes podrían ser venenosas.
  6. El eucalipto ayuda a alivia la tos, combatir las infecciones respiratorias y reducir la congestión. Puedes conseguirlo como baños de vapor y pastillas para aliviar el dolor de garganta. También puedes probar los ungüentos tópicos que contengan hojas de eucalipto, los que puedes aplicar en la nariz y el pecho para aliviar la congestión y aflojar la flema. Esto ayudará a evitar que el moco empeore la condición de la garganta.
    • En el caso de los adultos, el eucalipto suele ser seguro para la piel.
    • Utiliza hojas frescas para preparar un té vertiendo de 2 a 4 g de hojas secas en 1 taza de agua caliente durante 10 a 15 minutos. También puedes utilizarlas para preparar una mezcla tibia con la cual hacer gárgaras que te permita aliviar el dolor de garganta.
    • No tomes aceite de eucalipto por vía oral, pues puede ser venenoso.
  7. El olmo contiene mucílago, una sustancia gelatinosa que recubre y alivia la boca, garganta, estómago e intestinos con la finalidad de reducir la tos. Puedes encontrarlo en la mayoría de las tiendas de alimentos saludables en forma de comprimidos, pastillas y extractos en polvo. También puedes preparar una infusión de té vertiendo 1 cucharada de corteza en polvo en 1 taza de agua hirviendo durante 3 a 5 minutos para luego beberla hasta 3 veces al día.
    • No le des el olmo a un niño ni lo utilices durante el embarazo sin consultar previamente con un médico. [9]
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Método 3
Método 3 de 7:

Cambiar tu estilo de vida

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  1. El aire seco puede empeorar los síntomas de un resfriado, dificultar el drenado del moco y provocar la tos. Un humidificador colocado en tu habitación o sala de estar le agregará humedad al aire con la finalidad de despejar tus senos paranasales y aliviar tu garganta. Procura lograr la humedad adecuada al utilizar el humidificador. Ten en cuenta que el aire debe tener entre el 30 a 55 % de humedad.
    • Si la humedad es demasiado alta, pueden surgir moho y ácaros, los cuales son causas comunes de alergias y tos.
    • Si la humedad es demasiado baja, tus ojos pueden resecarse, y la garganta y senos paranasales se irritarían. La manera más sencilla de medir la humedad es con la ayuda de un medidor conocido como higrostato, el cual puedes adquirir en la mayoría de las ferreterías.
    • Es necesario limpiar bien los humidificadores portátiles y centrales, pues tienden a contaminarse con moho y bacterias. [10]
  2. Si no quieres utilizar un humidificador eléctrico, considera la posibilidad de conseguir una planta de interiores. Las plantas pueden regular la humedad interior gracias a un proceso conocido como "transpiración", en donde se libera vapor de agua de las flores, las hojas y los tallos. Las plantas de interiores más adecuadas son las palmas de bambú, el aloe vera, los árboles de hoja perenne chinos, varias especies de filodendro y dracaena, y los higos llorones.
    • Las plantas de interiores también ayudan a limpiar el aire de dióxido de carbono y contaminantes, tales como el formaldehído, el benceno y el tricloroetileno, los cuales pueden irritar la garganta. [11]
    • Asegúrate de no sufrir alergias a ninguna planta que lleves a casa.
  3. Además de los humidificadores, los purificadores de aire pueden limpiar el aire de los alérgenos que provocan la tos. Asimismo, tienen el beneficio adicional de mantener un olor agradable y limpio en tu casa. Un limpiador electrónico es particularmente adecuado para eliminar las partículas de moho y polen del aire al atraparlas en una placa con carga eléctrica.
    • Otro tipo de limpiador, conocido como "ionizador", produce iones cargados eléctricamente que se unen a las partículas del aire y hace que se adhieran a las paredes, los techos y las cortinas. [12]
  4. Dormir puede ser difícil si se tiene una tos crónica. Es importante dormir lo suficiente para que tu cuerpo se recupere por sí solo y puedas deshacerte de la tos. Los estudios revelan que la falta de sueño puede debilitar el sistema inmunitario, aumentar la producción de hormonas del estrés, aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad crónica y reducir la expectativa de vida.
    • Si tienes una tos persistente, recuéstate de lado menos congestionado para respirar con comodidad y permitir que el moco drene. [13] [14]
  5. Si la tos no te permite respirar bien mientras duermes, intenta levantar la cabeza con una almohada para mejorar el flujo de aire y evitar que el moco bloquee los senos paranasales y la garganta. La almohada que utilices debe brindarle apoyo a la curva natural de tu cuello y ser cómoda mientras te ayuda a respirar mejor.
    • Una almohada demasiado alta puede poner tu cuello en una posición que bloquee la garganta y provoque la tos, así como una tensión muscular en la espalda, el cuello y los hombros. [15]
  6. El agua alivia el comportamiento que induce la tos, como la congestión causada por resfriados, el goteo posnasal que puede irritar la garganta, y la garganta seca. Procura beber por lo menos 230 ml (8 oz) de agua cada 2 horas. Para un adulto promedio, la cantidad de agua recomendable es 2 litros. Si tomas bebidas con cafeína, deberás beber 1 litro de agua por cada taza de cafeína.
    • Si no bebes suficiente agua, puedes deshidratarte. La deshidratación puede provocar dolores de cabeza, irritabilidad, mareos, latidos cardiacos irregulares y falta de aliento. Las bebidas deportivas con electrolitos pero sin cafeína ni glucosa también pueden aliviar la deshidratación. [16]
  7. Si tienes tos, resfrío, fiebre o dolor de cabeza, evita entrenar de manera intensa. Si el ejercicio intenso provoca tu tos, además de otros síntomas tales como sibilancias, dolor de pecho y falta de aire, podrías sufrir de broncoconstricción inducida por el ejercicio (BIE). Esto se produce cuando los conductos que transportan el aire hacia tus pulmones y desde ellos se estrechan cuando haces ejercicio, lo que provoca síntomas de asma. Algunas personas que padecen BIE no tienen asma mientras que aquellas que tienen alergias también podrían tener problemas para respirar durante una rutina de ejercicios.
    • Habla con tu médico o con un inmunólogo que te ayude a desarrollar un plan de ejercicios personalizado para tu condición. Evita las temperaturas frías y secas, así como los cambios en la presión atmosférica, pues pueden provocar BIE. [17]
  8. Deja de fumar . Fumar le quita al cuerpo el oxígeno necesario para reparar y crear células. Esto ocurre a causa de un estrechamiento de los vasos sanguíneos que transportan la sangre a los músculos de las piernas y los brazos así como al cerebro. Esto puede provocar muchas enfermedades respiratorias, tos crónica e incluso derrame cerebral. Esta es una de las causas principales de la tos crónica y la bronquitis, también conocida como "tos del fumador".
    • Si tienes tos o dolor de garganta, evita el humo de segunda mano y otros gases peligrosos. Evita fumar, en especial cuando tengas dolor de cabeza o fiebre, pues este hábito puede debilitar el sistema inmunitario y prolongar la condición. Consulta con tu médico acerca de las formas de reducir y dejar de fumar. [18] [19]
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Método 4
Método 4 de 7:

Probar un plan nutricional modificado

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  1. Si tienes tos, bebe té o limonada caliente con miel. De esta manera, podrás aliviar el dolor de garganta y calmar la tos. Mezcla 2 cucharadas de miel con agua caliente o té en la mañana y en la noche, antes de acostarte, para reducir la tos. Puedes conseguir fácilmente en la mayoría de los supermercados y tiendas de alimentos saludables.
    • Nunca le des miel a un niño menor de 1 año, pues corre el riesgo de desarrollar botulismo infantil, una intoxicación alimenticia grave. [20]
  2. Tomar sopa tibia reduce la inflamación de una garganta adolorida y aumenta el movimiento de los fluidos nasales para aliviar la congestión. Esto se aplica especialmente a los casos de tos persistente, resfriado o fiebre. Puedes preparar tu propia sopa o comprar una variedad saludable y baja en sodio en un supermercado local. Caliéntala a una temperatura media y tómala en un tazón de 1 a 3 veces al día hasta que la gravedad de tus síntomas disminuya o estos desaparezcan por completo.
    • Para darle un toque picante que también ayude a aliviar tu tos, agrega pimienta de cayena picada o de una a dos cucharaditas de pimienta de cayena en polvo.
    • También puedes tomar un caldo. Los caldos de pollo y de verduras son los más comunes. Puedes preparar uno por tu cuenta o comprarlo en el supermercado, pero ten cuidado, porque estos últimos pueden tener niveles elevados de sodio. Es mejor que busques las variedades con bajo contenido de sodio.
    • Los niños y bebés deben tomar una sopa blanda, pues esta reduce el riesgo de tener náuseas y vómitos. [21]
  3. Las piñas poseen una gran cantidad de una enzima conocida como "bromelina", la cual se emplea en la medicina para reducir la hinchazón e inflamación de las vías respiratorias con la finalidad de prevenir la acumulación de moco, lo que puede provocar congestión y tos. Comer piña también puede prevenir las infecciones respiratorias que suelen provocar la tos. Come más piña fresca y jugo de piña diariamente para obtener una mayor cantidad de las propiedades útiles de la bromelina.
    • No comas papas o productos de soya junto con la piña. Estos alimentos contienen sustancias que pueden ralentizar las propiedades curativas de la bromelina. [22] [23]
  4. Existen algunos alimentos que pueden ralentizar el proceso curativo del cuerpo, afectar el sistema inmunitario y empeorar la inflamación. Asimismo, podrían causar un reflujo gastroesofágico, lo que puede aumentar la intensidad de la tos.
    • Reduce tu consumo o evita los alimentos que puedan producir una inflamación crónica, como frituras, carne de ternera, jamón, bistec, perros calientes, margarina, manteca, manteca de cerdo, carbohidratos refinados, pan blanco, pastas, rosquillas, refrescos y bebidas energéticas. [24]
  5. Si bien algunos alimentos pueden causar inflamación, hay otros que también pueden reducirla con la finalidad de aliviar el dolor de garganta. Come más frutas, como fresas, cerezas y naranjas. También debes comer alimentos más sustanciosos, como almendras, nueces, salmón, caballa, sardinas, atún y aceite de oliva. Consumir granos enteros como mijo, avena, arroz integral, semillas de lino y quinua también ayudará a reducir la inflamación.
    • También come más verduras, como aceitunas, espinaca, col rizada y brócoli.
    • Las frutas con ácido cítrico pueden provocar reflujo ácido, lo que empeorará el dolor de garganta y la tos. [25]
  6. La pimienta de cayena contiene capsaicina, la cual posee propiedades antivirales, antioxidantes y antiinflamatorias para promover la curación. Esto ayuda a reducir la congestión, tos y fiebre. Las personas alérgicas al látex, el plátano, el kiwi, las castañas y el aguacate también pueden tener alergia a la pimienta de cayena.
    • Las personas que sufren de reflujo gástrico, un bajo nivel de azúcar en sangre o que toman medicamentos anticoagulantes no deben consumir capsaicina.
    • La pimienta de cayena puede provocar náuseas e irritación en la garganta de los niños pequeños y bebés, así que evita dársela.
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Método 5
Método 5 de 7:

Mantener una buena higiene personal

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  1. Una de las formas más rápidas de enfermarte es al interactuar con una persona enferma o salir a un lugar público sin lavarte las manos antes de tocarte la cara. Las bacterias y los virus pueden propagarse con rapidez por medio del contacto directo, de modo que es importante que te laves las manos frecuentemente con agua tibia y jabón. Esto también evitará que propagues tus gérmenes a las demás personas en caso de que tengas una tos.
    • Siempre lleva contigo un gel antiséptico para desinfectarte las manos cada vez que estés en un lugar público o en el trabajo. Recuérdale a tu hijo que no debe tocarse la boca ni los ojos con los dedos, pues los gérmenes suelen propagarse por este medio. [26] [27]
  2. Utiliza un pañuelo cada vez que estornudes o tosas para evitar la propagación de gérmenes en el aire. De esta manera, también evitarás dejar que otras bacterias o virus ingresen en tus pulmones al inhalar. Si no tienes un pañuelo a la mano, estornuda o tose en el interior del codo en lugar de ahuecar las manos sobre tu cara.
  3. Los alérgenos irritan los senos paranasales, lo que produce congestión que puede dar lugar a dificultad para respirar, generar un goteo posnasal y empeorar el dolor de garganta. Las alergias se producen cuando el sistema inmunitario produce anticuerpos para combatir los radicales libres al liberar una sustancia química como la histamina, la cual produce inflamación y síntomas de alergia. El polen de las flores, el polvo y el moho son algunos de los alérgenos más comunes.
    • Otros alérgenos comunes son los gases peligrosos, el humo del cigarrillo, los mariscos, el camarón, el pescado, los huevos, la leche, el maní, el trigo, la soya, las alergias a las mascotas causadas por la muda de piel, las picaduras de insectos, algunos medicamentos, determinadas sustancias que usas o tocas, y sustancias químicas y tintes de telas. [29]
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Método 6
Método 6 de 7:

Recibir atención médica profesional

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  1. Si bien la mayoría de los casos de tos desaparecen al cabo de unas cuantas semanas, algunos pueden ser señales de advertencia de una enfermedad subyacente. Si tú o tu ser querido tienen dolor de garganta, fiebre alta, tos ferina o goteo posnasal, que es una afección similar al moco que pasa por la garganta, es mejor acudir al médico apenas aparezca el primer signo de tos. Todos estos síntomas pueden ser una señal de infección. El médico se encargará de realizar un análisis rápido que consiste en utilizar un instrumento con iluminación para observar tu garganta, oídos y conductos nasales, palpar suavemente tu cuello en busca de ganglios linfáticos inflamados, y escuchar tu respiración con un estetoscopio.
    • Si anteriormente te han diagnosticado alergias, asma, bronquitis, acidez estomacal reflujo gastroesofágico, debes acudir al médico de inmediato. También debes hacerlo en caso de que tomes medicamentos recetados, como inhibidores de la ECA, para tratar una afección cardiaca. La tos puede agravar estas afecciones.
    • Ponte en contacto con tu médico en caso de que tomes inhibidores de la ECA para tratar una condición cardiaca y de pronto comienzas a sufrir una tos persistente. Los inhibidores de la ECA pueden provocar tos, la cual es una señal de intolerancia al medicamento. Si es necesario, tu médico podría darte un medicamento distinto para tu presión arterial.
    • Los fumadores podrían tener tos con más frecuencia y deben acudir al médico en caso de que esta dure más de 3 a 4 semanas.
    • Solicita atención médica inmediata en caso de que tosas sangre o si tu tos interfiere con tu trabajo y actividades cotidianas. [30] [31]
  2. Tu médico podría realizar algunas pruebas para determinar exactamente tu condición, entre las cuales se encuentra una muestra faríngea, que consiste en pasar un hisopo estéril en la parte posterior de tu garganta para conseguir una muestra de secreciones. Luego, se encargará de analizar estas secreciones en el laboratorio para buscar bacterias estreptocócicas, las cuales provocan la faringitis estreptocócica. También revisará si se trata de una infección viral. El procesamiento de esta prueba puede tardar desde unos cuantos minutos hasta 48 horas. [32]
  3. Si tienes síntomas tales como dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos crónica o fiebre, tu médico podría recomendarte una radiografía de tórax, la cual tarda 15 minutos. Esta es una prueba indolora y no invasiva que genera imágenes de la estructura interna de tu pecho, como tu corazón, pulmones y vasos sanguíneos. Si bien una radiografía rutinaria no revela las razones más comunes para una tos, puede servir para detectar la presencia de cáncer pulmonar, neumonía así como otras enfermedades pulmonares.
    • Una radiografía de los senos paranasales puede revelar la presencia de una infección sinusal.
    • Infórmale a tu médico si estás embarazada o podrías estarlo. En general, las mujeres deben evitar totalmente las radiografías durante el embarazo. [33]
  4. Tu médico puede derivarte con un otorrinolaringólogo que se encargue de revisar tu garganta en busca de señales de una infección viral o bacteriana. Asimismo, quizás sea necesario acudir a este especialista en caso de que tu tos se deba a una causa subyacente. El otorrinolaringólogo también puede realizar una endoscopia nasal, la cual es un procedimiento donde se emplea un endoscopio de fibra óptica para observar los senos paranasales en busca de pólipos nasales u otros problemas estructurales.
    • Este procedimiento solo será necesario en caso de que tengas una infección nasal. El otorrinolaringólogo también puede sugerirte que te sometas a una cirugía endoscópica de los senos paranasales en caso de que tu condición lo amerite.
    • Debes contarle a tu médico cualquier otra condición respiratoria que puedas tener. [34]
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Método 7
Método 7 de 7:

Diagnosticar las condiciones subyacentes

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  1. La tos ferina, también conocida como "tos convulsiva", comienza como un resfriado común con la presencia de secreción nasal o congestión, estornudos, tos leve, fiebre y apnea del sueño. Al cabo de 1 a 2 semanas, se produce una tos grave. La tos ferina puede provocar una tos violenta y rápida de manera repetitiva hasta que el aire haya salido de los pulmones y sientas la necesidad de inhalar produciendo un fuerte sonido similar a un alarido. En ocasiones, pueden producirse vómitos.
    • En caso de tener este tipo de tos, debes acudir al médico de inmediato. Es importante que sepas que muchos bebés con tos ferina no tosen en lo absoluto. En lugar de eso, pueden dejar de respirar. Los bebés y niños pequeños menores de 6 años deben recibir atención médica inmediata. [35]
    • Existe una vacuna contra la tos ferina. Asegúrate de vacunar a tus hijos contra esta condición.
  2. Una tos y dolor de garganta también pueden ser síntomas de una infección nasal. Si tu médico sospecha de una infección nasal crónica (también conocida como "sinusitis"), podría solicitar pruebas de imágenes médicas, tales como radiografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM). Otros síntomas comunes de una infección nasal son la fiebre y los dolores de cabeza. Si tienes una fiebre alta o un dolor de cabeza intenso, debes buscar atención médica inmediata.
    • Quizás también sientas presión en la frente, las sienes, las mejilla, la mandíbula, los dientes, detrás de los ojos o en la parte superior de la cabeza. Las infecciones nasales también se presentan junto con congestión nasal, pérdida del olfato, secreción nasal generalmente de color verde amarillento o un goteo posnasal.
    • Las complicaciones raras relacionadas con la sinusitis crónica pueden incluir coágulos de sangre, abscesos, celulitis orbital (la cual produce inflamación alrededor de los ojos), meningitis y osteomielitis (una infección que se propaga a los huesos faciales).
  3. La bronquitis es una inflamación y acumulación de moco en las vías respiratorias de los pulmones. Por lo general, esto puede provocar una tos crónica, así como una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), independientemente de si tienes una bronquitis aguda o crónica. Por lo general, se produce a causa de los virus del resfriado, la exposición al humo de segunda mano o el reflujo gastroesofágico. Si tú o un ser querido tienen dolor de pecho, fiebre, sibilancias, dolor de garganta, cansancio, hinchazón de los pies y una tos crónica con presencia de moco, lo mejor será acudir al médico de inmediato para determinar si se trata de una bronquitis.
    • La mejor manera de evitar una bronquitis es permanecer lejos de los factores contaminantes de aire y del humo de segunda mano, así como prevenir los resfriados. [36] [37]
    • Modificar tu estilo de vida, como al comer adecuadamente, dormir lo suficiente y mantenerte hidratado, así como llevar una buena higiene de manos, podrá ayudarte a protegerte de las enfermedades.
  4. Existen algunos síntomas graves de resfriado que ameritan atención médica. Si tienes una tos con presencia de flema verde o amarillenta, o sangre, fiebre mayor a los 40 °C (104 °F), infección de oído o nasal, secreción nasal, erupciones cutáneas, dificultad para respirar a causa del asma u otro problema respiratorio, es necesario que acudas a un médico o que recibas atención médica de inmediato.
    • Si tienes síntomas graves de un resfriado o gripe, o te han diagnosticado anteriormente alguna enfermedad respiratoria, debes buscar inmediatamente atención médica profesional. Los bebés son especialmente vulnerables al resfriado común, pues aún no han desarrollado inmunidad a las infecciones comunes y generalmente están cerca de otros niños mayores que no siempre podrían lavarse las manos
    • Los primeros síntomas de un resfriado en los bebés son una nariz congestionada o con flujo, secreción nasal, disminución del apetito, irritabilidad, dificultad para dormir o alimentarse, tos, y una fiebre baja. Si tu bebé tiene menos de 2 a 3 meses de edad, debes acudir a un médico apenas notes la enfermedad.
    • Los bebés son propensos a sufrir problemas respiratorios debido a que solo respiran por la nariz. Si se les congestiona la nariz, tendrán problemas para respirar.
    • Acude al médico de inmediato en caso de que tu bebé tenga una temperatura superior a 37,7 °C (100 °F), ojos rojos o secreción ocular, problemas para respirar, una tonalidad azulada alrededor de los labios y la boca, tos con sangre, tos con la fuerza suficiente como para provocar vómitos, y rechazo a amamantar o aceptar líquidos. [38]
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Advertencias

  • Si tienes una enfermedad pulmonar subyacente, como asma o enfisema, acude inmediatamente al médico apenas contraigas un resfriado.
  • Si estás embarazada, existen determinados medicamentos, hierbas y suplementos que podrían ser perjudiciales para tu bebé y que no debes consumir.
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  1. http://www.urmc.rochester.edu/encyclopedia/content.aspx?ContentTypeID=1&ContentID=498
  2. http://www.extension.umn.edu/garden/yard-garden/houseplants/houseplants-help-clean-indoor-air
  3. http://www.urmc.rochester.edu/encyclopedia/content.aspx?ContentTypeID=1&ContentID=498
  4. http://healthysleep.med.harvard.edu/healthy/getting/overcoming/tips
  5. http://healthysleep.med.harvard.edu/healthy/matters/consequences/sleep-and-disease-risk
  6. http://www.urmc.rochester.edu/encyclopedia/content.aspx?ContentTypeID=1&ContentID=4460
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  12. http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/common-cold/in-depth/health-tip/art-20048631
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  16. http://www.health.harvard.edu/staying-healthy/foods-that-fight-inflammation
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  26. http://www.cdc.gov/pertussis/about/signs-symptoms.html
  27. http://www.nhlbi.nih.gov/health/health-topics/topics/brnchi/signs
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