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El cuidado del cabello suele ser desafiante, sobre todo si no dispones de mucho tiempo, pero si lo mantienes saludable y con estilo, te ayudará a tener mayor seguridad y atracción. Crear una rutina para cuidar del cabello es muy fácil e implica mantener la salud del cabello y aplicarte productos que sean beneficiosos. Afortunadamente, no debes atenderlo todos los días, ya que muchas cosas de la rutina pueden hacerse únicamente una o dos veces cada semana.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Desarrollar una rutina

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  1. El cabello de cada persona es distinto y, por lo general, debe tratarse y cuidarse de distintas formas. Para cuidarlo de la mejor forma posible, debes conocer el tipo de cabello que tienes. No uses ningún producto durante algunos unos días y observa las tendencias de tu cabello. Podrás descubrir si tu cabello es:
      • grasoso;
      • seco;
      • normal;
      • ondulado;
      • liso;
      • rizado;
      • grueso;
      • delgado.
    • Después de descubrir el tipo de cabello que tengas, trátalo como corresponda. Es probable que tu cabello reaccione de forma distinta que el cabello de otra persona con ciertos productos y tratamientos.
  2. Muchas personas creen que deben lavarlo todos los días, pero la verdad es que la mayoría de los tipos de cabello únicamente deben lavarse cada dos días o unas cuantas veces por semana. Según el tipo, puedes lavarlo cuando esté sucio y no solo por costumbre. [1]
    • Si tienes el cabello seco, solo debes lavarlo cada tres días.
    • Si es más grasoso, procura lavarlo cada dos días, pero si luce muy grasoso después de un día, puedes lavarlo a diario.
    • Si tu cabello es normal (ni muy seco ni muy grasoso), debes lavarlo cada dos o tres días.
    • No existe una fórmula perfecta para saber la cantidad de veces que debes lavarte el cabello. Simplemente, debes vigilarlo y lavarlo cuando sientas que empieza a ensuciarse. Si lo lavas en exceso, los aceites naturales no podrán restaurarlo, lo cual podría dañarlo.
  3. El agua caliente puede quitarle los aceites que lo protegen y que funcionan como acondicionadores naturales. Si te lavas el cabello con agua tibia, evitarás que pierda su brillo natural y que luzca opaco. [2]
  4. Después de ducharte, es posible que sientas la tentación de pasarte un cepillo, ya que este puede eliminar los enredos rápidamente. Sin embargo, la mejor forma de eliminar los nudos después de ducharte es con un peine de dientes anchos. Los cepillos suelen engancharse y tirar del cabello, lo cual hace que se rompa y se dañe, así que será mejor que uses un peine, y empieces peinando las puntas y vayas subiendo poco a poco. [3]
  5. Los secadores secan el cabello de forma rápida, pero el calor puede dañar los folículos pilosos y hacer que el cabello se dañe y se seque. Cuando puedas, deja secar tu cabello al aire, pero si es necesario usar el secador, usa uno que tenga una temperatura más fría. [4]
  6. Las puntas suelen abrirse y, si pasas mucho tiempo sin cortarte el cabello, es posible que luzca dañado y poco saludable. Recórtate el cabello aproximadamente cada tres meses y si las puntas tienen una mayor tendencia a abrirse, recórtalo cada seis semanas. [5]
    • Si tienes dificultades para ir al salón con frecuencia o es muy costoso, recórtate el cabello por tu cuenta. Invierte en unas tijeras específicas para el cabello y usa un espejo con el que puedas ver la parte de atrás de la cabeza. Será más fácil recortarlo cuando esté mojado o liso para que las puntas queden uniformes.
  7. Puesto que el cabello ya tiene aceites naturales, al igual que las manos, si lo tocas o lo alejas de tu rostro constantemente, esos aceites podrían aumentar y hacer que luzca grasoso. Para evitarlo, la mejor opción es hacerte un corte manejable y que no te cause molestias durante el día.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Darle protección adicional al cabello

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  1. Los tintes contienen muchos químicos que pueden dañar el cabello y, si se usan con mucha frecuencia, reparar el daño es casi imposible. Quédate con tu color natural si puedes, pero si debes teñirte el cabello, no lo hagas con frecuencia y procura modificar tu color natural solo tres tonos. [6]
  2. Sorprendentemente, el sol puede dañar el cabello de la misma forma que daña la piel. El sol puede resecar el cabello, sobre todo si está teñido, así que cuando estés en el exterior durante mucho tiempo, cúbrete con un sombrero o aplícate un spray para el cabello que tenga un FPS. [7]
  3. Cuando tienes prisa, siempre será conveniente hacerte una cola de caballo o una trenza, pero ten cuidado de no apretar mucho el cabello, porque podría dañarse y romperse. Puedes usar estos peinados, pero evita hacerlos todos los días y deja el cabello suelto durante la noche. [8]
  4. Puedes comprar muchos productos distintos para mejorar la calidad del cabello, pero algunos de los mejores remedios se encuentran en la cocina:
    • Aceite de oliva: el aceite de oliva tibio humectará el cabello seco. Aplícalo y déjalo reposar durante 45 minutos; luego, lávate el cabello con champú y enjuaga.
    • Té: el té sin azúcar puede darle brillo al cabello y realzar el color natural. Enjuágate el cabello con un té, según tu color natural (té negro para el cabello oscuro y té de manzanilla para el cabello rubio) después de enjuagar el champú cuando te duches. [9]
    • Aceite de coco: este es un acondicionador natural. Calienta un poco de aceite de coco y aplícalo en el cabello. Luego, déjalo reposar durante treinta minutos. Enjuágalo con champú. [10]
    • Miel: es un humectante natural y puede fortalecer los folículos. Mezcla partes iguales de miel y champú, y enjuaga el cabello. [11]
  5. Esto podría parecer evidente, pero para tener el cabello saludable, debes tener el cuerpo saludable, lo cual significa comer bien e ingerir los nutrientes correctos. Puesto que el cabello es una parte del cuerpo, necesita ciertos nutrientes para crecer fuerte. Algunos de los nutrientes para mejorar el cabello son los siguientes: [12]
      • ácidos grasos esenciales: aceite de linaza, salmón, atún, nueces y almendras
      • vitamina B6: bananas, papas y espinacas
      • proteína: pescado, pollo, huevos y productos de soya
      • ácido fólico: frutas y vegetales frescos, sobre todo las frutas cítricas y los tomates, además de granos enteros, frijoles y lentejas
    • El estrés y el cigarrillo también pueden dañar el cabello, ya que hacen que pierda su brillo y tienda a romperse, así que evítalos lo más que puedas. [13]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Cuidar el cabello con productos

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  1. Existe una gran variedad de champús para los distintos tipos de cabello y pueden ser muy baratos o muy costosos. Aunque debes evitar los champús muy baratos, es posible que los champús de salón tampoco te aporten ningún beneficio adicional. Enfócate más en elegir un champú adecuado para tu tipo de cabello (ya sea que esté dañado y reseco o sea grasoso). [14]
  2. Quizás parezca evidente, pero es importante que uses un acondicionador, ya que humectará el cabello y restaurará los aceites naturales que necesitas. No te apliques el acondicionador en las raíces porque el cabello podría quedar muy grasoso.
    • Elige también un acondicionador según tu tipo de cabello. Si tienes el cabello reseco, quizás necesites un acondicionador hidratante, y si tienes el cabello grasoso, es posible que necesites un acondicionador ligero.
  3. No todos podemos evitar el uso de las herramientas para siempre, pero sí podemos mantener la salud del cabello en la medida de lo posible cuando se usa calor. Antes de secarte, rizarte o alisarte el cabello, aplícate siempre un suero o un aerosol para proteger el cabello del calor. Puedes encontrar muchas marcas distintas en cualquier supermercado o farmacia. [15]
  4. Junto con el acondicionador habitual, es recomendable que te apliques un acondicionador profundo al menos una vez por semana para reparar los daños. Puedes encontrar algunas mascarillas populares de las marcas Neutrogena, Alterna Ten, Aussie y Fekkai. [16]
  5. El cabello grueso y con mucho volumen suele lucir elegante, pero desafortunadamente, no todas las personas tienen ese tipo de cabello. Los productos para dar volumen son excelentes porque crean esa apariencia, aunque el cabello sea muy delgado. Voltea la cabeza hacia abajo y rocía el producto en las raíces y en el resto del cabello. Luego, dale volumen con el secador o elévalo con las manos.
  6. Si quieres mantener el cabello muy saludable, no debes lavarlo con mucha frecuencia, pero quizás sientas que luce muy sucio. Los champús secos son productos excelentes que te permiten cubrir con facilidad cualquier suciedad o grasa y hacen que el cabello luzca fresco. Solo debes rociar el champú seco en las raíces, extenderlo de manera uniforme con los dedos y luego pasarte un cepillo para darle al cabello una apariencia más natural. [17]
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