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A muchos escritores les resulta difícil comenzar un cuento intrigante, por lo general, debido a que no tienen la seguridad de que sea lo suficientemente tenso o descriptivo. Otros tienen dificultades para avanzar la historia después de una primera línea intrigante. Aprender a crear suspenso en la primera oración y trasladar esa tensión en todo el primer párrafo puede ayudar a poner en marcha la historia y atrapar el interés del lector desde el principio.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Escribir una línea de apertura intrigante

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  1. Si quieres escribir una línea de apertura intrigante, es importante que tengas una buena idea de lo que quieres que logre. Una línea de apertura puede tener varias funciones, y hay muchas formas de escribir una línea introductoria. Lo que escojas dependerá de lo que quieras construir. [1]
    • Una línea de apertura puede transmitir un hecho o una serie de hechos relacionados que revelen algo importante. Si el objetivo de la historia es ser intrigante, los hechos transmitidos deben intrigar y emocionar al lector.
    • Una línea de apertura fáctica que crea suspenso puede detallar algún hecho reciente o una serie de hechos a punto de desarrollarse. Por ejemplo, puedes escribir algo así como "Había un solo camino al cañón, y estaba claro que no nos permitirían pasar por allí".
    • Una línea de apertura también puede establecer el tono de la historia próxima. Prueba con algo inquietante y emocionante como "La luna estaba de color rojo sangre, pero, nuevamente, he visto sangre en cada lugar que he mirado estos días".
    • Considera la posibilidad de usar la línea de apertura como marco para la historia. Seguramente hayas escuchado la línea clásica "Era una noche oscura y tormentosa", pero procura hacer una apertura única.
  2. Piensa en comenzar la historia justo en el medio de algo caótico, emocionante o aterrador. Esta técnica se llama "en medias res" (que, en latín, significa "hacia la mitad de las cosas"). Comenzar una historia hacia la mitad de las cosas llama inmediatamente la atención del lector porque lo coloca en la acción en vez de llevarlo de a poco. Si se ejecuta bien, el lector se preguntará desde la primera línea quiénes son esos personajes, por qué están en esa situación y qué les ocurrirá.
    • También puedes usar la línea de apertura para llevar al lector a un mundo que le cause ansiedad o curiosidad. Esto puede crear suspenso, dado que querrá saber más sobre este lugar y sus habitantes.
    • Una línea de apertura puede establecer algo de misterio a explorar y desentrañar durante el resto de la historia. Esto crea tensión y podría darle a la historia una sensación de fatalidad inminente (dependiendo del misterio).
  3. Una forma de aumentar el suspenso en la oración de apertura es entrecortarla y fragmentarla. Esto último implica romper el flujo narrativo de una oración normal, lo que puede transmitir agotamiento, miedo, ira, urgencia y otras emociones que atrapan la atención del lector. [2]
    • Procura que la línea de apertura fragmentada sea lo más intrigante posible. Puedes escribir algo como "Hace frío afuera. Aún no se siente el calor. El clima no ha mejorado. Aún estamos aquí. Esperando".
    • Nota cuánta tensión se crea en vez de simplemente decir "Hacía frío afuera y aún esperábamos sin que se sienta nada de calor".
    • Juega con distintas fragmentaciones hasta tener una línea que realmente cause escalofríos.
  4. La acción significativa involucra directamente a los personajes principales implicados en esa acción. No pierdas el tiempo describiendo el escenario o la belleza de un momento en la línea de apertura. Si quieres que la apertura sea intrigante, tendrás que crear tensión, y la acción significativa es una gran forma de lograrlo. [3]
    • No es necesario que haya acción en la introducción, pero, si lo haces, haz que tenga importancia para el lector.
    • Una apertura sin acción significativa podría ser algo así como "Las nubes se desplazaban sin dirección en el cielo, y, cada cierto tiempo, pasaban por el sol".
    • Una apertura con acción significativa podría ser algo así como "Entrecerré los ojos, apreté el gatillo y fallé al objetivo. Hora de encontrar una mejor posición. Me arrastré como una lombriz en la ardiente arena caliente".
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Crear un primer párrafo intrigante

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  1. Una de las mejores formas de construir tensión y suspenso desde el principio es crear personajes con los que el lector pueda identificarse. Si al lector le importa un personaje, le interesará lo que le ocurra, lo que puede crear suspenso de forma natural a medida que el conflicto se desarrolla en función del mismo. [4]
    • Haz que los personajes sean realistas y creíbles. Asígnales cualidades humanas y, tal vez más importante aún, haz que sean imperfectos de algún modo. Por ejemplo, tu personaje podría ser perfeccionista y, a la vez, muy torpe.
    • Nadie es perfecto en la vida real. Cuando el lector se encuentre con un personaje con fallas con las que pueda identificarse, probablemente sienta interés por dicho personaje y le interese su bienestar.
    • Planifica a los personajes con la cantidad suficiente de detalles para que todo encaje bien. Sin embargo, incluso las cosas que no se establecen directamente en la historia influyen en la forma en que escribes sobre sus modales, reacciones, etc.
  2. El conflicto es lo que impulsa la trama de la historia. No es necesario que se presente claramente para el lector en las primeras oraciones, pero, para el final del párrafo de apertura, es importante que tenga una idea de lo que está en juego y lo que está por venir. [5]
    • Las historias más intrigantes dependen de algún tipo de dificultad, ya sea física, emocional o mental, o espiritual.
    • El protagonista podría luchar contra sí mismo, contra el antagonista (si es humano) o contra la sociedad, la tecnología o la naturaleza. También podría luchar contra ideas o creencias y Dios, dioses o diosas, como sentir ira con Dios por la pérdida de un ser querido.
    • Puedes establecer un conflicto grande que se extiende en toda la historia, y uno o dos más pequeños (pero relevantes) que condimenten las páginas individuales para construir más tensión en el camino. [6]
  3. Puedes crear tensión alrededor del conflicto si lo incluyes en contradicción con el escenario. Por ejemplo, si comienzas con un escenario muy pacífico y tranquilo, y luego introduces algún tipo de violencia inesperada, crearás tensión y suspenso de inmediato. [7]
    • Piensa en el escenario donde menos esperarías que se desarrolle el conflicto de la historia.
    • Establece ese escenario, pero sugiere que algo oscuro o premonitorio está por ocurrir.
    • Por otro lado, en vez de insinuar algo premonitorio, puedes hacer que el conflicto explote de la nada. De todas formas, es importante que tenga sentido para los lectores, por supuesto.
  4. El hecho de que una situación estresante o negativa empeore es una excelente forma de agregar suspenso a la historia. Mientras trabajas en el párrafo de apertura, pregúntate qué podría empeorar las cosas para el personaje. [8]
    • Escribe el escenario para que el conflicto comience a desarrollarse en el lugar más incómodo o inapropiado posible.
    • Crea malentendidos donde un personaje infiera algo sobre una cosa, lo que puede crear tensión con un amigo o familiar.
    • Ten en cuenta las cosas importantes en todo momento. ¿Qué es lo que el personaje principal puede perder a medida que el conflicto se desarrolla?
    • Asegúrate de que haya intereses claros y dificultades para el protagonista y el antagonista (si este último es otra persona). [9]
    • Procura tener algo que parezca bueno, pero que en verdad sea malo, o viceversa.
    • Por ejemplo, un personaje podría perder su reloj, pero podría conocer a alguien mientras lo busca, lo que podría parecer un buen final para una situación negativa, hasta que el personaje descubre que se trata de alguien peligroso para conocer.
  5. No pases por alto la importancia del detalle y la información sensorial. Si incorporas esta última, es más probable que los lectores tengan una reacción visceral real ante el conflicto y los hechos que se desarrollan en la página. [10]
    • Nada hace que el suspenso cobre vida como ser capaz de ver, escuchar, oler o sentir la fuente de tensión.
    • Quizás te resulte más fácil trabajar en los detalles sensoriales después de terminar el primer borrador de la escena. Para ese entonces, sabrás cómo se estructura el párrafo, y te resultará más sencillo introducir información sensorial según sea necesario para darle vida a la escena.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Darle ritmo a la historia después de la apertura

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  1. Quizás te veas tentado a construir más y más suspenso en un párrafo de apertura cada vez mayor. Sin embargo, es un movimiento arriesgado, dado que una apertura muy larga puede hacer que el lector pierda el interés. [11]
    • Limita la apertura a los elementos esenciales y usa la menor cantidad de palabras posible para describir el contexto, el tono y el conflicto.
    • El objetivo es atrapar el interés del lector en la apertura, y esta debe establecer los elementos necesarios, pero luego es hora de seguir adelante.
    • El escenario de apertura debe introducir a los lectores al mundo de la historia, establecer cuál es la fuente de tensión y presentar a los personajes que intentarán resolver el problema en cuestión.
  2. No hay nada más frustrante que un párrafo de apertura sorprendente que luego cambia de orientación y jamás regresa a la energía, la voz y el suspenso de la introducción. Casi se siente como si estuviese escrito por dos escritores, y puede hacer que los lectores pierdan rápidamente el interés. [12]
    • La apertura debe crear suspenso y tensión, pero el tono, la voz y el estilo de la misma deben ser constantes en el resto de la historia.
    • Sé consistente. Si cualquier aspecto del cuento narrativo cambia después de la apertura, el lector podría sentir confusión o frustración, dado que las cosas no serán como lo esperaba.
  3. Recuerda que debes controlarte a medida que la historia se desarrolla. La apertura debe ser intrigante y atrapar la atención del lector. Sin embargo, no muestres todas las cartas, por así decirlo, a la vez. [13]
    • Atrapa la atención del lector, y luego retrocede un poco.
    • No retrocedas demasiado, dado que el lector podría pensar que la historia no es tan interesante como la apertura. El objetivo es que siga queriendo leer más.
    • Pregúntate "¿Es crucial para el suspenso que quiero crear en el párrafo de apertura?". De no ser así, inclúyelo más adelante.
  4. Por supuesto, debes escribir la historia que quieres escribir, pero recuerda que algunos lectores podrían ofenderse o molestarse con más facilidad que otros. Si se siente ofendido desde las líneas de apertura de la historia, es muy probable que no siga leyendo. [14]
    • Algunos elementos de una historia que pueden hacer que algunos lectores se sonrojen (como escenas de sexo, violencia o palabras vulgares) son perdonables si surgen más adelante en la historia.
    • Los lectores podrían sentirse alienados o repugnados al leer algo ácido como esto al principio. Está bien si la historia requiere estos elementos, pero no los arrojes en el rostro del lector desde la primera página.
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Consejos

  • Usa el efecto zoom en la historia. Comienza con algo grande, como el contexto, y haz zum en algo pequeño, como la expresión en el rostro del personaje. También puedes hacerlo a la inversa al comenzar con un detalle pequeño (pero importante) y luego hacer un paneo hacia la imagen más general y todo lo que implica.
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Advertencias

  • Preocúpate por la revisión y edición una vez que termines de escribir toda la historia. Mezclar las cosas o volver a escribir partes en la introducción antes de terminar el resto de la historia podría desanimarte a redactar esa historia.
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Cosas que necesitarás

  • papel
  • bolígrafo o lápiz
  • computadora (opcional)

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