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Algo bueno en exceso puede volverse algo malo. Esto es cierto en muchos aspectos de la vida y la exfoliación es un buen ejemplo de ello. Si tienes piel sensible, probablemente ya sepas que es necesario ser cuidadoso al exfoliarte, pero los movimientos suaves son importantes incluso si tienes piel normal o grasosa. Elige productos suaves, sean naturales o comerciales, y sigue una rutina de exfoliación inteligente para eliminar la piel muerta sin dañar lo que está saludable.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Utilizar exfoliantes naturales

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  1. Utilizar un paño húmedo es una de las formas más suaves de exfoliar la piel. Simplemente humedece un paño de toalla con agua tibia, exprime el exceso y exfolia las áreas deseadas de tu piel con movimientos circulares. [1]
    • Si tu piel es muy sensible o reseca, o está dañada, quizá sea mejor que cambies el paño por una esponja konjac. Estas están hechas de fibras naturales de la planta de konjac. Las esponjas son suaves y ligeramente elásticas, y la textura es más fina que la de una esponja vegetal o una toallita. Suaviza la esponja con agua tibia por cinco minutos, exprime el exceso y hazte masajes en la piel con movimientos circulares. [2]
  2. Muchas frutas contienen ácidos naturales que pueden eliminar la piel muerta suavemente. Para hacer que tu limpiador sea incluso más suave, añádele frutas ligeramente ácidas, como la papaya y la fresa, y evita los cítricos más fuertes, como el limón y la lima. También es buena idea diluir las frutas en una base de aceite, agua o yogur para proteger tu piel del ácido. [3]
    • Por ejemplo, intenta mezclar 1 cucharada (15 ml) de yogur griego sin descremar, 1 cucharadita (5 ml) de puré de papaya, 1 cucharadita (5 ml) de puré de fresa, 1 cucharadita (5 ml) de miel cruda y 2 cucharaditas (10 ml) de azúcar granulada. Aplica la máscara a tu piel y déjala reposar alrededor de 10 minutos antes de enjuagarte cuidadosamente con agua tibia. [4]
    • Nunca te dejes una máscara de fruta por más de 10 minutos. Si la máscara empieza a arder, enjuágate antes de completar ese lapso de tiempo.
  3. Los exfoliantes a base de azúcar son más suaves que los que son a base de sal, por lo que es seguro usarlos en piel sensible o reseca. Las partículas de azúcar funcionan como exfoliantes mecánicos y contienen ácido glicólico, que actúa como un exfoliante químico suave.
    • Mezcla 2 cucharadas (30 ml) de aceite de almendra o de albaricoque con 1 taza (250 ml) de azúcar rubia. Si deseas, añade 5 a 6 gotas de aceite esencial. Frota la piel muerta suavemente con tu exfoliante de azúcar y enjuágate con agua tibia. Conserva el resto en un contenedor hermético y utilízalo solo durante 1 mes. [5]
  4. Por lo general, la avena es segura para la piel sensible y funciona como un exfoliante mecánico. Muele un puñado de avena de grano entero en un procesador de alimentos hasta que quede como polvo fino. Añade agua, solo 1 cucharada (15 ml) por vez, hasta que se forme una pasta espesa. Luego, utiliza la pasta para exfoliarte. [6]
    • Dado que la avena absorbe el aceite, también puede servir como limpiador facial.
  5. [7] En un plato, mezcla 1 cucharada (15 ml) de bicarbonato y unas gotas de agua para crear una pasta. Aplícala a la piel húmeda y frótala de 2 a 3 minutos. Luego, enjuágate con agua tibia. [8]
    • Si deseas, puedes añadir el líquido de una cápsula de vitamina E en gel para incrementar las propiedades curativas del producto. [9]
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Elegir exfoliantes comerciales suaves

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  1. Quizá parezca contradictorio, pero los exfoliantes comerciales que contienen ácidos suelen ser los más suaves. Es más, algunos pueden ser más suaves que los exfoliantes que contienen gránulos grandes y ásperos. Busca productos faciales como limpiadores exfoliantes, tonificantes o sueros que contengan ácido glicólico, alfa hidroxiácidos (AHA) o beta hidroxiácidos (BHA). [10]
    • Si necesitas una opción más suave, elige un producto que contenga AHA, ya que estos evitan la pérdida de humectación de forma más efectiva que el ácido glicólico. Los BHA, como por ejemplo el ácido salicílico, son buenas opciones si tienes piel sensible y sufres de acné frecuentemente. [11]
  2. Muchos exfoliantes caseros necesitan el ácido de la fruta para funcionar. Incluso algunos productos comerciales contienen los mismos ingredientes naturales. Por lo general, las frutas ligeramente ácidas, como la papaya y la fresa, son menos dañinas que otros cítricos fuertes. [12]
  3. Estos se integran con las células de piel sueltas y las separan del resto. Aplica el gel trasparente a tu piel y déjalo ahí por varios segundos. Mientras reposa, se tornará de un color blanco mientras se integra con las células de piel muerta hasta secarse y convertirse en partículas. Para terminar, enjuaga los residuos con agua tibia. [13]
    • Las partículas se ven similares a los residuos que se forman al usar un borrador de lápiz sobre el papel. Por ello, se les suele llamar exfoliantes “borrador”.
  4. Muchos de los exfoliantes que contienen gránulos son los productos comerciales más fuertes. Sin embargo, si prefieres este tipo de exfoliante, será mejor que elijas uno que tenga gránulos de jojoba. [14] Estos son más pequeños y casi completamente redondos, por lo que suelen ser más suaves que otros productos.
    • Ten en cuenta que, cuando se trata de un exfoliante con microgránulos, “natural” no es necesariamente equivalente a “suave”. Algunos productos requieren de los efectos de las cáscaras de nueces, semillas, bambú y arroz. [15] Si bien estos elementos pueden ser más suaves que los microgránulos de plástico, suelen ser más abrasivos que los productos ligeramente ácidos. Si lo que deseas es un exfoliante mecánico de microgránulos, los gránulos de jojoba son la mejor opción.
  5. Otra manera de exfoliar tu piel es utilizar un limpiador facial o un humectante que contenga ácido o partículas exfoliantes. Si eliges alguno de estos productos, quizá el proceso de exfoliación sea menos fuerte para tu piel, pero recuerda que no debes utilizar otros exfoliantes posteriormente.
    • Si eliges un limpiador facial exfoliante, considera utilizar uno que haga espuma en lugar de uno en gel. Dado que su textura es más ligera que los de gel, por lo general los productos exfoliantes que contienen son más pequeños y menos abrasivos. [16]
    • Si eliges un humectante exfoliante, busca uno que se venda como “crema reparadora”. Los agentes humectantes de este tipo de productos suelen ser lo suficientemente buenos como para evitar la resequedad, pero también contienen exfoliantes químicos o mecánicos que eliminan la piel áspera suavemente. [17]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Seguir una rutina de exfoliación saludable

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  1. Hacerlo con demasiada frecuencia puede irritar tu piel y dejarla incluso más dañada, reseca y escamosa. [18] Si no sabes cuán sensible o dañada está tu piel, intenta exfoliarte solo una vez por semana. [19]
    • Si tu piel necesita un poco más de cuidado luego de varias semanas, considera aumentar los días de exfoliación a dos, pero no excedas los tres días por semana. Si tu piel empieza a verse roja o irritada, disminuye los días inmediatamente.
    • Sin importar cuán seguido te exfolies, siempre hazlo por la noche para darle a tu piel tiempo de sanarse y rejuvenecer mientras duermes. Además, los rayos UV del sol pueden dañar mucho la piel exfoliada.
  2. Evita utilizar agua caliente, ya que esta puede resecar e irritar tu piel incluso más. Además, los limpiadores fuertes pueden empeorar la salud de tu piel. Es mejor utilizar solo agua tibia y limpiadores suaves, sobre todo si piensas exfoliarte.
    • Si exfolias tu cuerpo, mantén tus duchas cortas. Procura que duren menos de 10 minutos para evitar la exposición prolongada de tu piel al agua caliente. Asimismo, es mejor lavarte el rostro luego de tomar una ducha en lugar de hacerlo durante ella. [20]
    • Utiliza limpiadores distintos para tu cuerpo y rostro. Si tienes piel sensible o reseca, considera buscar un producto diseñado específicamente para tu tipo de piel (con una fórmula “para piel sensible” o “humectante”), sobre todo si vas a usarlo antes de exfoliarte.
  3. Si bien no es completamente necesario para la piel grasosa o normal, de todos modos, considera frotar una capa delgada de aceite facial en tu piel antes de utilizar el exfoliante. El aceite funcionará como una barrera entre tu piel y el producto, de tal manera que no sea tan fuerte. [21]
    • Esto puede ser bastante útil si tienes piel sensible o vasos capilares débiles (los vasos sanguíneos delgados que se encuentran directamente bajo la piel).
    • Busca un aceite facial diseñado para tu tipo de piel (reseca, normal o grasosa) para obtener un mejor resultado. Si bien existen distintas opciones, las más populares son el aceite de semillas, de jojoba y de caléndula. [22]
  4. Si bien puede haber piel muerta en todo tu cuerpo, las áreas que necesitan exfoliación con mayor urgencia son aquellas que se sienten resecas o se ven escamosas u opacas. Préstales mucha atención cuando te exfolies, trabajando las áreas suaves y radiantes con menor frecuencia (si es que lo haces). [23]
    • Si no sabes cuáles áreas necesitan exfoliación, sal de casa en un día soleado y lleva un espejo contigo. Examina tu piel y determina qué partes se ven opacas.
    • Por lo general, debes concentrarte en exfoliar tu rostro, codos, rodillas y pies.
    • Examina tu piel cada cierto tiempo. Si un área de tu piel que solía ser saludable empieza a verse opaca, inclúyela en tu rutina de exfoliación. Si el problema no persiste la siguiente semana, puedes volver a tu rutina anterior hasta que dicha área necesite atención nuevamente.
  5. Sin importar qué tipo de exfoliante utilices, tendrás que aplicar presión ligera y hacer movimientos circulares hacia arriba. [24]
    • Las partículas o los químicos que contiene el exfoliante deben hacer el trabajo por ti. Básicamente, solo debes mover el exfoliante sobre tu rostro sin necesidad de frotarlo contra la piel.
  6. Inmediatamente después de exfoliarte, enjuaga tu piel y sécala dando pequeños toques con una toalla suave. Aplica una loción, crema o suero hidratante a la piel exfoliada para completar tu rutina de belleza nocturna. De esta manera, rehidratarás tu piel y reducirás el riesgo de que se irrite. [25]
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