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La mayoría de padres acumula mucha ropa de bebé debido a que los hijos crecen demasiado rápido. Aunque muchas personas eligen vender la ropa que ya no les queda a sus hijos, existen otros que prefieren guardar la ropa para sus futuros hijos o, inclusive, para sus nietos. Sin embargo, si la ropa de bebé no se guarda adecuadamente, podría dañarse y es posible que ya no se pueda usar cuando la necesites.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Elige un contenedor para almacenar la ropa

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  1. La mayoría de gente prefiere guardar la ropa de bebé en una caja de cartón, ya que es fácil de etiquetar, de apilar y de movilizar. Sin embargo, no hay seguridad de que la ropa estará en perfectas condiciones al sacarla.
    • Las cajas de cartón tienen que colocarse en un lugar seco con poca humedad, para que la ropa no se deteriore por la humedad ni se forme moho, ya que este podría dañarla.
    • No se recomienda forrar el interior de la caja de cartón o de la tina con bolsas plásticas porque estas también podrían retener humedad, la cual, con el tiempo, hará que se forme moho.
  2. Al igual que las cajas de cartón, las tinas de plástico (con tapas) son una buena opción para guardar ropa de bebé, ya que son compactas y fáciles de transportar. Algunas cosas que debes recordar al usar tinas de plástico son:
    • La tina de plástico tiene que mantenerse lejos de la luz del sol porque los rayos solares pueden hacer que las partes expuestas de la ropa se decoloren con el tiempo.
    • Aunque las tinas de plástico mantienen el aire y el polvo en el exterior, pueden acumular humedad. Por lo tanto, es importante que la ropa de bebé esté bien seca antes de guardarla.
  3. Si hay algunos cajones que no uses, puedes guardar allí la ropa del bebé. Lamentablemente, la mayoría no tiene mucho espacio en sus cómodas y aquellos que sí, pueden tenerlo en distintas habitaciones, lo cual hará difícil organizar la ropa.
  4. Colgar la ropa de tu bebé de todo un año puede ocupar mucho espacio porque es muy pequeña y los colgadores son bastante gruesos. Este método solo debe usarse para guardar algunas prendas que no podrían guardarse estiradas en un cajón o en una caja.
  5. Las bolsas de plástico son prácticas para guardar ropa de bebé, en especial cuando quieres envasar el vacío. La ropa envasada al vacío está bien protegida del polvo y del moho, y ocupa menos espacio que las cajas. Sin embargo, podría estar muy arrugada cuando la saques.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Prepara la ropa para guardarla

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  1. Revisa todas las prendas del bebé antes de empacarlas y deshazte de las que estén deterioradas o manchadas. Solo debes guardar ropa que esté bien conservada.
  2. Guardar ropa que no esté bien limpia es garantizar un desastre. La ropa sucia de bebé, en especial la que tiene restos de comida encima, podría atraer una diversidad de bichos que podrían comerse el material, hacer nidos en ella o dejar manchas por todos lados.
    • Si guardas la ropa en la cochera, en un almacén o en un ático donde no va mucha gente, los ratones, las ratas y otras alimañas grandes podrían venir para comerse a los bichos o a la comida que está en la ropa.
    • Además, cualquier tipo de suciedad en la ropa podría dejar manchas con el tiempo.
  3. Toda la ropa de bebé debe lavarse y secarse siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Si no tiene etiqueta, entonces podría ser seguro lavarla y secarla junto con otras prendas hechas del mismo tipo de material.
  4. Planchar la ropa antes de guardarla es opcional, porque es probable que se arrugue con el tiempo de todos modos (inclusive si la cuelgas en una bolsa protectora). También hay algunas alimañas que podrían sentirse atraídas por la esencia del almidón en polvo que se usa para planchar la ropa de bebé.
  5. Con el tiempo, los botones de metal se oxidan y dejan manchas. Por lo tanto, debes sacarlos y guardarlos en una caja aparte. Mantén esta caja en un lugar seguro, de modo que puedas volver a poner los botones más adelante.
  6. Es recomendable separar la ropa en distintas categorías para que puedas encontrarla con facilidad en el futuro. Puedes clasificarla según su tamaño (0-6 meses, 6-12 meses, etc.) o según la temporada (ropa de verano y de invierno).
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantén la ropa limpia y ordenada

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  1. Aunque podrías almacenar más ropa en un contenedor si la doblas, es mejor si la colocas estirada, de modo que se almacene con la mínima cantidad de dobleces. Esto es muy importante, ya que la presión de las prendas dobladas apiladas podría generar arrugas con el tiempo, las cuales serán muy difíciles de quitar.
  2. Si tienes que doblar la ropa para que entre en el contenedor, trata de hacerlo en lugares donde las arrugas no se noten tanto.
    • Los vestidos o los tops de cualquier tipo se pueden doblar a la altura de los hombros, donde se cosen las mangas, o en la línea de la cintura.
    • Los pantalones deben doblarse a lo largo. Los pantalones de vestir debes doblarse en las costuras porque generalmente allí es donde se arrugan.
    • Si fuese posible, no la dobles en lugares donde habrá mucha presión, como en las rodillas, porque podrían deteriorarse más rápido.
  3. Para ayudar a mantener lejos a las pestes, insectos y alimañas de la ropa guardada, puedes poner unas cuantas bolitas de naftalina o pedazos especiales de cedro junto con la ropa. Ambos emanan un olor que repele a la mayoría de pestes.
    • Cuando coloques estos repelentes de pestes en la caja de cartón o tina de plástico, es importante que te asegures de que no estén en contacto con la ropa porque podrían terminar manchándola.
    • Es mejor cubrir las prendas con una toalla vieja y colocar el repelente encima, de modo que no llegue a tocar la ropa.
  4. El lugar donde guardas la ropa de bebé tiene que ser oscuro y seco, para que las prendas no se dañen por culpa de la humedad ni de la luz. La humedad puede originar la formación de moho y la luz puede hacer que la ropa se decolore.
    • Evita los lugares con diferencias extremas de temperatura, como los áticos o las cocheras.
    • Es mejor elegir una habitación interior, lejos de los ductos de calor o de las paredes exteriores, para evitar daños en la ropa. Por ejemplo, debajo de la cama o encima del armario.
  5. Aunque hayas tomado todas las medidas de seguridad ya mencionadas para asegurarte de que la ropa esté en buenas condiciones cuando la saques, es posible que alguna circunstancia peculiar termine arruinándola. Por lo tanto, es muy importante que revises la condición de la ropa guardada de vez en cuando.
    • Es difícil determinar cada cuánto tiempo debes revisar la ropa guardada, pero la mayoría de problemas aparecen en los primeros meses.
    • Después de ese tiempo, puedes revisar las prendas cada seis meses.
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