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Si quieres hacer jabón casero desde cero, la soda cáustica es esencial para desencadenar una reacción química que permita obtener el producto terminado. Sin embargo, la desventaja es que, al ser una sustancia corrosiva, podría causar quemaduras, cicatrices y otras lesiones si no se toman las precauciones adecuadas. Afortunadamente, aquellos que son principiantes aún tienen la posibilidad de usarlo de manera efectiva y segura. Además, usar diferentes moldes te ayudará a crear barras de jabón temáticas perfectamente alineadas con tus gustos.

Ingredientes

  • ⅔ de taza (160 ml) de aceite de coco
  • ⅔ de taza (160 ml) de aceite de oliva
  • ⅔ de taza (160 ml) de un aceite a elección
  • ¼ de taza (60 ml) de soda cáustica (también llamada hidróxido de sodio al 100 %)
  • ¾ de taza (180 ml) de agua destilada
Parte 1
Parte 1 de 4:

Reunir el equipamiento

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  1. No uses equipamientos que luego usarás para cocinar. En cambio, usa recipientes y accesorios hechos de acero inoxidable, vidrio templado y esmaltado. No uses recipientes de cobre o aluminio, ya que se produciría una reacción negativa con la soda cáustica. Además, algunos tipos de plástico se derriten al entrar en contacto con la soda cáustica. [1]
    • Usa cucharas destinadas solo para la preparación de jabón y que sean de silicona o plástico de estireno. [2]
  2. Puedes escoger entre una gran variedad de moldes para jabón en la tienda de artesanías o usar bandejas de hornear de silicona. La silicona es la mejor opción, dado que podrás desmoldar los jabones con una mayor facilidad.
  3. Además de los ingredientes necesarios para preparar el jabón, asegúrate de contar con un tarro o una jarra de 500 ml o 1 litro (una pinta y un cuarto de galón), un termómetro de acero inoxidable que pueda leer una temperatura entre 30 y 90 °C (90 a 200 °F), un periódico y una toalla vieja. [3]
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Escoger los aditivos

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  1. Asegúrate de contar con hierbas secas para preparar el jabón. Algunas opciones populares incluyen a la lavanda, la manzanilla, la citronela o el musgo de roble. Asegúrate de saber quién usará el jabón, dado que algunas personas podrían ser más sensibles e incluso alérgicas a ciertas hierbas. Cada tanda de jabón precisa aproximadamente 1/4 de taza de hierbas secas. [4]
  2. Si bien los aceites esenciales provienen de las raíces, los tallos, las flores y las semillas de las plantas, su aroma se puede producir de manera artificial. Tendrás que usar entre 15 y 20 gotas (o una cucharada) para una tanda de este tamaño.
  3. El polvo de cacao y canela crea un jabón de color marrón, el polvo de clorofila brinda un color verde, la cúrcuma proporciona un color amarillo y la remolacha permite que el jabón tenga un color anaranjado. El colorante de alimentos no se adhiere bien al jabón, por lo que es mejor escoger colores naturales. [5]
    • Ten en cuenta que los colores pueden cambiar durante el proceso, como el polvo de remolacha magenta que puede tomar un color naranja amarillento.
  4. Escoge los materiales en función de sus propiedades curativas. Por ejemplo, se cree que la esencia de limón promueve la concentración al mismo tiempo que calma y ayuda a aclarar a una persona que siente enojo, ansiedad o desgaste. Mezcla y combina los ingredientes para obtener el efecto deseado. [6]
    • Se cree que la lavanda ayuda a aliviar el estrés emocional, mientras que el romero proporciona energía, mejora la memoria y combate el cansancio, las cefaleas y la fatiga mental. La canela promueve la concentración y el enfoque, mientras que la menta proporciona energía e incrementa la concentración. [7]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Preparar el jabón

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  1. Usa un periódico para cubrir el trabajo. Antes de trabajar con la soda cáustica, asegúrate de contar con accesorios de protección, incluyendo a los guantes y la protección para los ojos. Toma 1/4 de taza de soda cáustica y mide el agua con el tarro de un litro (o un cuarto de galón). Vierte lentamente la soda cáustica en el agua, revolviendo a medida que avanzas. Evita inhalar los vapores al usar una máscara o alejarte. Revuelve hasta que el líquido se haya vuelto transparente. Deja reposar. [8]
    • Asegúrate de usar agua fría. Si tienes tiempo y dinero, puedes usar agua destilada. La mayoría de las farmacias y los supermercados cuentan con agua destilada.
    • Puedes comprar la soda cáustica en una farmacia, una tienda de artesanías o en internet.
  2. Mezcla los aceites en la jarra de 500 ml (1 pinta). Calienta la pinta durante un minuto en el microondas o vierte los aceites en una cacerola con agua y caliéntala sobre una hornalla. Asegúrate de que alcancen una temperatura de 50 °C (120 °F). [9]
    • Si quieres preparar una barra leve a dura, usa aceite de oliva o coco para que haga mucha espuma. También puedes usar aceite de almendra, de semilla de uva, de girasol o de alazor para obtener efectos similares.
  3. Verifica la temperatura de la soda cáustica. Espera a que la soda cáustica y los aceites se enfríen hasta alcanzar una temperatura de 35 a 40 °C (95 a 105 °F). Asegúrate de que los ingredientes no se enfríen demasiado. De lo contrario, el jabón se hará demasiado rápido y podría ponerse áspero y romperse fácilmente. Una vez que la soda cáustica y los aceites alcancen la temperatura correcta, vierte los aceites en un recipiente para mezclar y vierte lentamente la soda cáustica a mano durante cinco minutos. [10]
    • También puedes usar una batidora de inmersión para asegurarte de que los ingredientes se integren por completo. Una vez que el jabón esté espeso y tenga un color claro similar al budín de vainilla (llamado el momento de los trazos), estará listo para agregar las hierbas y los aceites esenciales. [11]
  4. Mezcla bien y vierte la preparación en moldes de jabón o bandejas de silicona. Cúbrelos con una envoltura de plástico y una toalla vieja, lo que permite que el calor residual mantenga la preparación caliente y comience el proceso de saponificación. [12]
    • La saponificación es el proceso que permite que los ingredientes se conviertan en jabón.
  5. Permite que el jabón repose durante 24 horas. Si aún se ve suave o cálido, déjalo reposar durante otras 12 a 24 horas. Una vez frío y firme, colócalo en una hoja de papel pergamino o en una parrilla de horno. Déjalo curar durante aproximadamente un mes. Gira cada barra de jabón al menos una vez a la semana para asegurarte de que se airee de manera uniforme. [13]
    • Si usas un molde para pan, corta en forma de barras antes del período de un mes.
  6. Una vez curado, envuelve el jabón con papel encerado o colócalo en un recipiente hermético, dado que el jabón casero libera glicerina, que absorbe la humedad del aire. Dicha humedad puede atraer suciedad y polvo, por lo que es importante que lo mantengas cubierto para que se conserve limpio y puro. [14]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Realizar una limpieza correcta

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  1. Neutraliza la soda cáustica con vinagre antes de lavar las herramientas. Permite que el equipamiento repose durante varios días, dado que la soda cáustica residual podría quemarte las manos, y la oleosidad es difícil de quitar al estar fresca. De esta forma, los residuos se convertirán en jabón, que se puede eliminar al enjuagar con agua caliente. [15]
  2. Protégete las manos, dado que la mezcla de jabón puede irritar la piel incluso después de que el proceso de saponificación esté casi completo. Las gafas protectoras y los delantales también son importantes para proteger los ojos y evitar arruinar la ropa. [16]
  3. Raspa cualquier residuo con una espátula y usa algunas toallas de papel para limpiar los recipientes y utensilios. Eliminar todos los restos de jabón antes de proceder con el lavado reduce las posibilidades de que los aceites o la soda cáustica dañen las tuberías o el tanque séptico. [17]
  4. Coloca todos los recipientes, tazones y utensilios en el fregadero una vez que se haya eliminado el exceso de jabón. Luego, pon todo en remojo en agua caliente y detergente. Usa un detergente especial para quitar la grasa y una esponja especial para los utensilios. [18]
  5. El detergente desengrasante y el agua muy caliente ayudan a evitar la obstrucción o dejar residuos grasientos en los recipientes y utensilios. El jabón casero es suave para las manos, así que no tengas miedo de tocar los residuos. [19]
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Consejos

  • Si bien la soda cáustica es peligrosa para trabajar, después de reaccionar con los aceites en el jabón (a través del proceso llamado saponificación), no habrá restos de soda cáustica en el producto final. [20]
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Advertencias

  • El agua y la soda cáustica se calientan rápido y crean vapores durante 30 segundos. Si inhalas estos vapores, podrías ahogarte o tener una sensación de ahogamiento en la garganta. Si bien no será permanente, es importante evitar la inhalación al usar una máscara y trabajar en un área bien ventilada.
  • La soda “come” la tela y quema la piel. Cuando uses cualquier cantidad, protégete con guantes, gafas y máscaras.
  • Usa guantes para protegerte las manos.
  • Agrega la soda cáustica al agua, revolviendo gradualmente, y no al revés. Si no revuelves y dejas que la soda cáustica se acumule en el fondo del recipiente, puede recalentarse y explotar repentinamente. [21]
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Cosas que necesitarás

  • 1/4 de taza de agua
  • hierbas secas y pulverizadas
  • aceites esenciales
  • 2 recipientes grandes para mezclar
  • cuchara de madera
  • plato de vidrio
  • molde para hacer jabón
  • tarro o jarra de 500 ml o 1 litro (una pinta y un cuarto de galón)
  • termómetro de acero inoxidable que pueda leer una temperatura entre 30 y 90 °C (90 a 200 °F)
  • periódico
  • toalla vieja

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