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El vino de sandía es un vino ligero y dulce hecho a base de sandía fermentada. Sabe mejor si lo preparas durante la temporada de producción de sandía, a finales de la primavera y a principios del verano, cuando es más madura y jugosa. El vino se prepara cocinando la fruta y, luego, fermentando y trasegando el jugo. El vino de sandía es muy fácil de preparar en casa si tienes el equipo apropiado. Además, tiene un sabor ligero y refrescante perfecto para las noches cálidas de verano.

Ingredientes

  • 1 sandía grande y madura
  • 450 g (3 libras) de azúcar blanca granulada
  • 1 cucharadita de mezcla ácida
  • 1 cucharadita de nutriente de levadura
  • 1 paquete de levadura para preparar champaña o vino
Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar el jugo de sandía

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  1. Asegúrate de escoger una sandía grande y madura. Para verificar la madurez, dale un golpe a la sandía. Si el golpe suena como un ruido sordo, significa que le falta madurar. Si el golpe hace un ruido casi hueco, la sandía estará madura. [1]
    • Asegúrate de que la sandía tenga un tamaño redondo, regular y pesado. Si la fruta se siente pesada por su tamaño, significa que tiene mucha agua dentro y está madura.
  2. Lava la sandía y, luego, colócala sobre una tabla de picar. Pélala con un cuchillo grande cortando la parte superior y luego la parte inferior. Después, coloca la sandía en la parte superior y corta la parte de abajo para retirar la cáscara. [2]
    • Asegúrate de mantener los dedos fuera del área de la sandía que vayas a cortar. También usa un cuchillo filoso de manera que no tengas que correr el riesgo de tener que usar fuerza excesiva y cortarte accidentalmente con el cuchillo.
    • Después de cortar la cáscara, corta cualquier tira blanca de la sandía hasta que tan solo te quede la parte roja de la fruta.
  3. Después de retirar la cáscara, pica la parte roja de la fruta en pedazos de 3 cm (1 pulgada). Estos pedazos no tienen que ser perfectos ya que tendrás que cocinarlos. Tan solo deben ser relativamente pequeños. [3]
  4. Coloca los pedazos de sandía y los jugos en una olla grande y configura el fuego a medio. Cocinarás la sandía de manera que se vuelva líquida y pueda convertirse en vino. [4]
  5. A medida que la sandía se caliente, debe comenzar a deshacerse. Acelera el proceso machacando la sandía con una cuchara grande y revolviéndola con frecuencia. Detente cuando la mayor parte de la fruta se haya deshecho, aproximadamente media hora, y retira la olla del fuego. [5]
  6. Vierte cuidadosamente 4 litros (14 tazas) de jugo de sandía a través de un colador de malla fina para recoger las semillas de sandía o pedazos grandes de fruta. [6]
    • Si tienes sobras de jugo después de verter 4 litros (14 tazas), puedes servirlo para beberlo enfriado o usarlo en cócteles. Guarda el jugo restante en un recipiente sellado en el refrigerador hasta por tres días.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Preparar el jugo de sandía para la fermentación

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  1. Después de terminar de colar las semillas de sandía, vierte 4 litros (14 tazas) de jugo en una olla grande. Agrega el azúcar granulada a la olla y caliéntala hasta que casi hierva. Revuelve hasta que el azúcar se disuelva. Luego, retira la olla del fuego. [7]
  2. Espera hasta que la sandía y la mezcla de azúcar se enfríen a temperatura ambiente y, luego, agrega la mezcla ácida y el nutriente de levadura. Revuelve la mezcla con un batidor hasta que se disuelva, lo cual puede tomar alrededor de treinta segundos. [8]
  3. Vierte cuidadosamente el jugo de sandía en una damajuana de 4 litros (1 galón) u otro recipiente para fermentación grande. Luego, cubre la parte superior del recipiente con un paño y deja que repose durante 24 horas. [9]
    • Entre los recipientes para fermentación se encuentran los contenedores de plástico herméticos, las damajuanas de vidrio o de plástico, los barriles de acero inoxidable y los tanques. El aspecto más importante de un recipiente para fermentación es la capacidad de sellarse completamente y evitar que ingrese el oxígeno.
    • Antes de usar el recipiente para fermentación y otro equipo de fermentación, desinféctalos en una mezcla de agua y lejía, con una cucharada de lejía por cada 4 litros (1 galón) de agua, durante al menos veinte minutos. [10]
  4. Después de que el jugo haya reposado durante 24 horas, añádele la levadura de champaña rociándola sobre la parte superior. Luego, usa un cierre hermético para sellar el recipiente para fermentación. Deja que el jugo repose durante toda la noche. [11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Trasegar y fermentar el vino

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  1. Después de dejar que el vino repose durante un día, notarás que la superficie del líquido comenzará a burbujear y a formar espuma. Además, las burbujas se acumularán en el cierre hermético. Eso significa que el jugo comenzará a fermentarse y convertirse en vino.
    • Para trasegar el vino, coloca el extremo de una manguera de sifón en el recipiente para fermentación de aproximadamente 3 cm (1 pulgada) desde la parte inferior. Luego, absorbe la manguera para comenzar con el proceso de extracción. Una vez que comiences a hacerlo, el vino comenzará a moverse a través del tubo. Coloca el otro extremo del tubo en el otro recipiente para fermentación y, luego, coloca la tapa cuando todo el vino se haya transferido. [12]
    • Notarás que un poco de sedimento de vino quedará en el primer recipiente de fermentación.
    • Después de que hayas notado las burbujas y la espuma, trasiega el vino en otro recipiente para fermentación de manera que dejes el sedimento. [13]
    • Cierra el recipiente y deja que repose durante dos meses.
  2. Después de tres meses, repite el proceso de trasiego del vino y colócalo en un recipiente de fermentación nuevo. Tapa el vino y déjalo ahí durante dos meses.
  3. Después de dos meses, trasiega el vino nuevamente por tercera vez. Esta vez, deja que el vino repose durante un mes aproximadamente. Después de seis meses de fermentación, el vino lucirá muy transparente. [14]
  4. Después de aproximadamente seis meses, no habrá burbujas en el cierre hermético y el vino lucirá transparente. Eso significa que el proceso de fermentación habrá terminado. Trasiega el vino por última vez, aunque esta vez transfiere el vino en varias botellas desinfectadas. Llena las botellas hasta 3 cm (1 pulgada) debajo de donde estará la parte inferior del corcho. [15]
  5. Después de verter el vino de sandía en las botellas, remoja los corchos en agua destilada tibia durante 20 minutos. Luego, coloca la botella en el encorchador manual. Coloca el corcho en la abertura de la botella. Luego, con un movimiento fluido, insértalo en la botella usando un encorchador. [16]
    • En caso de dudas de cómo usar el encorchador, lee las instrucciones del modelo específico que tengas.
    • Asegúrate de usar corchos que midan 4 cm (1 ¾ de pulgada) de largo.
  6. ¡Una vez que el vino esté encorchado, estará listo para consumir! Si quieres un sabor ligeramente más tenue, puedes guardar el vino en un lugar fresco y oscuro durante seis meses a un año. Otra cosa que puedes hacer es descorchar la botella en una noche cálida de verano y beber el vino refrigerado o a temperatura ambiente. [17]
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Consejos

  • Agrega otra fruta como duraznos o fresas cuando conviertas la sandía en líquido para agregarle otra nota de sabor.
  • Si deseas, haz un examen de gravedad del vino antes y después de su fermentación para que obtengas una lectura apropiada de su nivel de alcohol.
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