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El aire seco puede causar varios problemas. Puede hacerte toser, secar tus conductos nasales, secar tu piel, secar los artefactos de madera de tu casa, y ser simplemente incómodo. [1] No obstante, hay varias maneras fáciles de añadir humedad a una habitación, ya sea el dormitorio, la oficina o cualquier otro lugar donde pases el tiempo. Cuando es posible, un humidificador es la solución más simple. Sin embargo, si no puedes usar un humidificador, hay un montón de otras opciones que pueden ayudarte a mantener el aire seco afuera y añadir humedad al entorno.

Método 1
Método 1 de 3:

Usar un humidificador

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  1. Existen varios humidificadores disponibles. Para humedecer una habitación, lo más importante es conseguir uno que tenga la capacidad adecuada para la habitación en la que lo quieres instalar. Revisa la caja para comprobar la capacidad en pies cuadrados o metros cuadrados del humidificador. Invierte en el modelo que más se aproxime al tamaño de la habitación. [2]
    • El tamaño de un humidificador puede no coincidir exactamente con el de la habitación, pero querrás comprar el tamaño más cercano posible. Por ejemplo, si la habitación tiene 46 m² (500 ft²), opta por un humidificador que cubra hasta 56 m² (600 ft²). Escoger uno demasiado pequeño podría dejar la habitación demasiado seca. [3]
    • En general, un humidificador compacto o de mesa funcionará en la mayoría de los dormitorios, mientras que un humidificador de torre funcionará en una oficina, sala de estar u otros espacios compartidos.
  2. Cada humidificador tiene direcciones ligeramente diferentes para su montaje, así que primero echa un vistazo al manual del modelo. Normalmente, tendrás que conectar el tanque a la base, agregar el filtro y añadir cualquier componente adicional como ruedas. [4]
    • Usualmente no necesitarás ninguna herramienta para montar el humidificador, pero esto podría variar de un modelo a otro.
  3. Una vez montado el humidificador, deberás llenar el tanque antes de encenderlo. Llénalo con agua limpia y fresca hasta la línea de llenado designada. Luego enciende la unidad y ajústala al nivel de humedad que desees. [5]
    • Algunas personas optan por usar agua destilada o desmineralizada en su humidificador, para ayudar a mantenerlo más limpio por más tiempo.
  4. La frecuencia exacta con la que debes limpiar el humidificador depende de varias cosas, incluyendo el tamaño de la unidad y la frecuencia con la que lo utilizas. Revisa las recomendaciones del fabricante con respecto a la limpieza. Lava con frecuencia el tanque con jabón y agua tibia, y cambia el filtro tanto como se recomiende en las instrucciones del modelo. [6]
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Método 2
Método 2 de 3:

Eliminar las causas del aire seco

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  1. Calentar la habitación cuando hace frío elimina la humedad del aire. Baja la calefacción por tres o cinco grados, y ponte capas de suéteres y mantas, para ayudar a conservar un poco de la humedad natural del aire. [7]
  2. Las fugas alrededor de las puertas y ventanas pueden sacar tanto el aire caliente como la humedad de la casa. Calafatea las ventanas , o añade burletes alrededor de las ventanas y puertas para sellar las fugas. [8]
    • Los burletes suelen tener un soporte adhesivo y pueden colocarse fácilmente presionando alrededor de los marcos de puertas y ventanas.
  3. Tanto la secadora como el horno secan el aire de la habitación que los rodea. También lo hacen los aparatos como los calentadores ambientales. Echa un vistazo a la habitación y mira si hay algún aparato calefactor que pueda succionar la humedad. Si los encuentras, intenta usarlos menos. [9]
    • Si el problema es el horno, considera intentar algo como planificar con anticipación la preparación de la comida, de modo que solo tengas que usarlo una o dos veces a la semana.
    • Si el problema es una secadora, intenta secar la ropa al aire libre o en una secadora sin calefacción.
    • Evita usar pequeños utensilios de belleza, como secadoras de pelo y planchas, en la habitación que intentes humedecer.
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Método 3
Método 3 de 3:

Añadir elementos de humidificación

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  1. Cuando cocines, intenta hacer platillos que usen agua hirviendo. La pasta, el arroz y las patatas son buenas opciones. Cuando hiervas agua, parte de ella se evaporará en el aire, añadiendo humedad a los alrededores. [10]
  2. Si tu habitación está pegada o cerca del baño, intenta dejar la puerta abierta cuando te duches. El vapor de la ducha se filtrará por toda la habitación y añadirá un poco de agua al aire seco. [11]
  3. Añadir tazones de agua alrededor de una habitación funciona como humidificador, pero a una velocidad más lenta. Coloca unos cuantos cuencos de agua alrededor del perímetro de la habitación que quieras humedecer y déjalos ahí para permitir que la humedad se evapore en el aire. [12]
    • Si tienes un radiador, podrías colocar un tazón, de cerámica o de vidrio, con agua encima, para calentar el agua y acelerar el proceso de evaporación. Colocar los tazones directamente a la luz del sol también puede ayudar.
  4. Las plantas liberan humedad a través de un proceso llamado transpiración, que puede ayudar a devolver algo de humedad a la habitación. [13] Los helecho domésticos, se recomiendan en particular por sus propiedades humectantes y purificadoras del aire. Planta algunas plantas de interior y mantenlas agrupadas en la habitación para obtener el mayor beneficio. [14]
  5. Usa un rociador para humedecer las cortinas con agua fresca. Luego abre las cortinas lo suficiente como para que la luz pase. La luz del sol ayudará a evaporar el agua, lo cual añadirá humedad al área alrededor de las ventanas y a la habitación. [15]
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