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Las estufas de leña son una alternativa rentable para calentar el hogar. Sin embargo, algunas personas encuentran difícil mantenerlas ardiendo durante toda la noche, lo que resulta en algo humeante que no produce calor. Para mantener el fuego ardiendo durante la noche, es importante preparar la estufa con las brasas y los leños en la posición correcta para generar un fuego de larga duración.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Preparar la parte delantera de la estufa

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  1. Ponte un par de guantes resistentes al calor y usa una pala de chimenea para recoger toda la ceniza blanca de la parte delantera de la estufa. Echa la ceniza en una caja o una bolsa que puedas botar sin problemas. Ten cuidado al momento de recoger la ceniza, ya que puede resultar un desastre. [1]
    • Si el fuego sigue ardiendo, no trates de sacar la ceniza de ningún otro lugar de la estufa. La ceniza en medio del fuego puede estar muy caliente, y hacer que la caja o la bolsa se quemen.
  2. Toma un rastrillo para chimeneas de mango largo y mételo en la estufa. Coloca el rastrillo en el fondo de la estufa y tira de él hacia ti para mover las brasas hacia el frente de la estufa. Las brasas deben quedar en forma de un rectángulo que ocupe aproximadamente la mitad de la estufa. [2]
    • Procura mantener las brasas lo más cerca posible de la puerta, dejando un espacio libre en la parte trasera de la estufa para una nueva carga de leños.
    • Ten cuidado para no sacar las brasas por completo de la estufa y que caigan al suelo. Si esto ocurre, usa unos guantes resistentes al calor para recoger la brasa y colocarla de nuevo en la estufa.
  3. Si la estufa ha estado encendida durante mucho tiempo, puede que tengas que volver a encenderla. Coloca los leños y luego, unos 4 o 5 trozos de periódico arrugado sobre las brasas para encenderlas, lo que reiniciará el fuego encendiendo las brasas. [3]
    • Ten en cuenta que, si las brasas aún están calientes en algunos lugares, el periódico puede prenderse en llamas más rápido de lo previsto.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Posicionar y encender los leños

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  1. Estos tipos de madera tienden a quemarse lentamente, por lo que son el mejor tipo de leño para los fuegos durante toda la noche. Asegúrate de que el leño grande quepa en la estufa de forma horizontal. Si es necesario, corta trozos grandes de madera por la mitad para crear los trozos más pequeños para el fuego. [4]
    • Si no tienes roble, nogal o pino a tu disposición, puedes usar cualquier tipo de madera. Sin embargo, tendrás que usar 2 trozos grandes, y 4 o 5 pequeños para que la carga se mantenga ardiendo durante toda la noche.
  2. Busca trozos de madera que se vean con un color uniforme y se sientan secos cuando toques la corteza y las puntas de los mismos. Evita usar madera que tenga manchas verdes. Si quieres asegurarte de que la madera esté lo suficientemente seca, usa un higrómetro para comprobar que el nivel de humedad esté por debajo del 20 %. [5]
    • Si no tienes acceso a tu propia leña, puedes comprar leños secos para chimeneas en una tienda de mejoras para el hogar o un centro de jardinería de tu localidad.
  3. Posiciona el leño más grande primero, ayudándote con una pala, un rastrillo o un palo para asegurar que quede de forma horizontal. Empújalo hacia el fondo de la estufa, lo más lejos de las brasas que puedas. Procura que esté lo más plano posible. [6]
    • Esto es para garantizar que el trozo de madera más grande arda de último, logrando que el fuego tenga combustible durante toda la noche.
  4. Utiliza las herramientas de chimenea para agregar con cuidado el resto de la madera en la estufa. Asegúrate de que al menos uno de los leños pequeños esté en contacto con las brasas. Además, asegúrate de que el leño grande esté cubierto por arriba y por el frente con los leños más pequeños para mantenerlo aislado del calor. [7]
    • No trates de colocar ningún trozo de madera pequeño detrás del leño, ya que esto puede hacer que se encienda antes de tiempo.
    • Procura que los leños estén lo más apretado posible en la estufa para aislar al leño más grande.
    • Posicionar los leños de esta forma puede lograr un fuego que dure de 6 a 8 horas, dependiendo del modelo de la estufa y el tipo de madera que uses.
  5. Si tuviste que colocarle periódico o astillas a la estufa porque las brasas se apagaron, enciende el papel con un encendedor. Cierra la puerta mientras el papel se quema y fíjate si las brasas comienzan a volverse rojas. [8]
    • Si las brasas comienzan a arder, agrega otros 4 o 5 trozos de papel, y enciéndelos para agregarle más calor a la estufa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantener el fuego durante la noche de forma segura

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  1. Acciona la palanca de la estufa que controla las entradas de aire para dejarla completamente abiertas. Esto permitirá la entrada de oxígeno al interior de la estufa, lo que ayudará al fuego a encenderse y lograr que dure toda la noche. [9]
    • No dejes la estufa sin supervisión mientras tenga las entradas de aire abiertas. Quédate en el lugar para fijarte si las brasas no se consumen demasiado rápido.
  2. Luego de que las brasas tengan unos 15 minutos ardiendo, fíjate en los trozos de madera al fondo de la estufa. Estos deberán tener una capa gruesa negra alrededor de la corteza. Luego, comienza a cerrar las entradas de aire poco a poco hasta cerrarla casi por completo. [10]
    • Dejar la entrada de aire un poco abierta controlará la velocidad con la que se consumirá el fuego durante la noche ya que limitará la cantidad de oxígeno en el interior de la estufa.
    • No cierres las entradas por completo. Esto puede sofocar el fuego y extinguirlo durante la noche, ya que se acabará el oxígeno.
  3. Cuando te despiertes en la mañana, usa la pala de chimenea para recoger y desechar las cenizas de la leña quemada durante la noche. Esto dejará lista la estufa para volver a encender un fuego de forma segura durante el día o en la siguiente noche. [11]
    • Elimina las cenizas incluso si no vas a volver a utilizar la estufa, para evitar que se vuelva a encender.
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Consejos

  • Si planeas encender la estufa a leña durante la noche con frecuencia, considera la posibilidad de conseguir leños de roble, nogal o pino.
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Advertencias

  • No olvides usar unos guantes resistentes al fuego cuando le agregues leña a la estufa. Tocar las brasas, los leños o incluso los lados de la estufa puede causarte quemaduras graves.
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