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Limpiar el clóset puede ser abrumador, pero el resultado vale la pena. Después de sacar todas las prendas, puedes evaluar cada una. Luego, puedes decidir si las conservarás, las guardarás, las venderás o las donarás. Después de revisar toda la ropa, puedes organizar el clóset por colores, estilos o temporadas.

Método 1
Método 1 de 2:

Despejar el clóset

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    Saca toda la ropa, los zapatos y los accesorios. Saca todos los artículos del clóset y colócalos en la cama, en la mesa o en el piso. De esta forma, podrás evaluar toda la ropa. Sacar todos los artículos también te ayudará a tomar decisiones más eficaces sobre lo que debes conservar, donar o vender.
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    Establece cuatro pilas. A medida que limpies el clóset, debes separar la ropa en cuatro categorías: lo que conservarás, lo que guardarás, lo que venderás y lo que donarás. Después de probarte y evaluar cada artículo, debes colocarlo en la pila correspondiente. Toma una bolsa de basura para la ropa que donarás, un recipiente de almacenamiento para la ropa que no sea de la temporada actual y una caja para la ropa que venderás.
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    Pruébate todo. Es importante que te pruebes toda la ropa y los accesorios cuando limpies el clóset. De esta forma, podrás decidir de forma consciente si debes conservarlos, donarlos o tratar de venderlos. [1]
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    Coloca las donaciones en una bolsa para basura. Necesitarás una bolsa grande para meter la ropa que decidas donar. Si tienes una bolsa cerca del clóset, podrás llevar a cabo el proceso de limpieza sin ningún problema. Elige una bolsa extra grande o muy resistente si crees que donarás mucha ropa. Cuando decidas donar una prenda, colócala en la bolsa.
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    Coloca en una caja o en una canasta los artículos que venderás. Cuando limpies el clóset, decidirás qué cosas intentarás vender. Busca una caja grande donde puedas colocar esta ropa y accesorios. En la caja podrás colocar la ropa doblada sin que se arrugue. También puedes usar una canasta de lavandería en lugar de la caja.
    • Si doblas bien la ropa, no tendrás que plancharla antes de venderla.
    • Si la venderás por Internet, aprovecha este momento para tomar unas buenas fotos para publicarlas en los anuncios.
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    Guarda la ropa y los accesorios que no sean de la temporada actual. Después de decidir qué conservarás y qué no, puedes separar el clóset en pilas según la temporada. Toma lo que no pertenezca a la temporada actual y guárdalo en un recipiente con tapa, como un recipiente de Rubbermaid o una canasta. Por ejemplo, si limpias el clóset durante el verano, puedes guardar los artículos que no pertenezcan a la temporada como los suéteres, los guantes y las botas de invierno. [2]
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    Evalúa con atención todos los accesorios. Durante la limpieza, debes incluir también los accesorios como los cinturones, las bufandas y los zapatos. Pruébate cada accesorio con un atuendo que combine. Si ya no está a la moda, no te gusta mucho o no te queda, deséchalo.
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Método 2
Método 2 de 2:

Decidir lo que conservarás, donarás o venderás

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    Desecha las prendas que no te queden. Cuando tengas puesta la prenda, analiza si en verdad te queda bien. Debes poder moverte con comodidad y la prenda debe favorecer tu figura. No debes aferrarte a la ropa muy pequeña, muy grande o que no te favorezca. Si no te queda, ¡deséchala! [3]
    • Si decides personalizar una prenda, asegúrate de hacerlo en el transcurso de las dos semanas siguientes. Si no te decides a hacerlo, desecha la prenda.
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    Elimina las prendas que ya no estén de moda. En general, no debes aferrarte a la ropa que ya no esté de moda. Estas prendas ocupan un espacio valioso del clóset. Por ejemplo, si tienes el clóset lleno con jeans de mamá de finales de los 90, quizás deberías donarlos. Entonces podrás usar el espacio para colocar unos jeans que favorezcan tu figura y estén a la moda. [4]
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    Sigue la norma de un año. Si una prenda te queda bien, debes pensar en la última vez que la usaste. Si no recuerdas cuándo fue la última vez que la usaste, deséchala. Si la usaste durante el último año y aún puedes darle un uso, consérvala. [5]
    • Coloca todas las perchas en la misma posición cuando cuelgues la ropa después de limpiar el clóset. Después de usar una prenda, dale la vuelta a la percha. Al final del año, desecha toda la ropa cuyas perchas no hayas volteado.
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    No te aferres a las prendas dañadas. Revísalas con atención para identificar cualquier señal de daño. Mantente atento para detectar las manchas, las roturas y los agujeros. Según el nivel de daño, puedes donar, reciclar o desechar la prenda. Si puedes repararla, planifica hacerlo durante la semana siguiente. [6]
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    Vende la ropa y los accesorios de buena calidad. Puedes vender la ropa que esté en buenas condiciones, que sea de buena calidad y que esté a la moda. Puedes vender por Internet la ropa de gama alta a través de un sitio como eBay, ThredUp o Poshmark. También puedes llevar la ropa a una tienda local de venta a consignación u organizar una venta de garaje. [7]
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    Dona la ropa y los accesorios que no puedas vender. Busca una organización de beneficencia donde acepten donaciones de ropa. Puedes llevar toda la ropa que ya no quieras usar o que no puedas vender. Por ejemplo, puedes llamar a un refugio para mujeres de tu localidad para saber si actualmente reciben donaciones de ropa. [8]
    • No dones ropa dañada ni ropa interior usada.
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    Organiza la ropa y los accesorios que conserves . Ahora podrás organizar la ropa en el clóset. Trata de colgar las prendas en perchas delgadas según su tipo o color. Además, puedes usar algunas soluciones de almacenamiento como estantes para los zapatos, estanterías y recipientes de almacenamiento para que el uso del clóset sea más práctico. [9]
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