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Maltear es el proceso de germinar de forma parcial el grano y luego secarlo para conservar sus enzimas. Para maltear tu propio maíz, primero deberás poner en infusión los granos y germinarlos antes de secarlos, hornearlos y limpiarlos. Si utilizas las herramientas adecuadas y sigues un horario, podrás convertir el maíz en malta para utilizarla en la elaboración de productos horneados y cerveza.

Parte 1
Parte 1 de 4:

Poner el maíz en infusión

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  1. Cada agujero debe ser más pequeño que el tamaño de un grano de maíz. [1]
  2. Retira la tapa de la urna de modo que puedas colocar el balde en el interior. No hay problema si parte del balde sobresale de la parte superior de la urna. [2]
  3. Los granos de maíz no deben alcanzar la parte superior del balde, ya que se expandirán durante el proceso de infusión. [3]
  4. Necesitas los 2,5 cm (1 pulgada) de agua adicionales porque el maíz absorberá gran parte del agua durante el proceso de infusión. [4]
  5. El agua debe mantenerse a esta temperatura durante todo el proceso de infusión. [5]
  6. Vuelve a revisarlo al cabo de 9 horas y levanta el balde de maíz de la urna. Deja que el agua del balde se drene en la urna a través de los agujeros perforados. [6]
  7. El periodo de reposo, llamado "reposo de aire", ayudará a eliminar el CO2 y alentará al maíz a absorber más agua durante el proceso de infusión. Cuando haya terminado de reposar, vuelve a colocarlo en la urna de modo que se llene con agua. [7]
  8. El horario de infusión debe ser como el siguiente:
    • Primera infusión: 9 horas
    • Primer reposo de aire: 3 horas
    • Segunda infusión: 9 horas
    • Segundo reposo de aire: 3 horas
    • Tercera infusión: 9 horas
    • Tercer reposo de aire: 3 horas
    • Cuarta infusión: 9 horas
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Germinar el maíz

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  1. Deja que el agua vuelva a drenarse en la urna de modo que solo quede el maíz en el balde.
  2. Puedes hacer tú mismo una bandeja de madera o comprar una de aluminio en la tienda. Los lados de la bandeja deben ser lo bastante altos para contener todo el maíz. [8]
  3. La temperatura debe estar entre 22 y 28 °C (72 y 82 °F) durante la germinación del maíz. [9]
    • Si el termómetro indica una temperatura muy alta, traslada la bandeja a una zona más fresca y oscura.
    • Si el termómetro indica una temperatura muy baja, coloca un calentador portátil o un ventilador de calor pequeño que te permita ajustar la temperatura cerca de la bandeja. Revisa el termómetro de forma regular para asegurarte de que la bandeja no se caliente en exceso. [10]
  4. Esto mantendrá el grano húmedo y evitará la acumulación de calor que ocurre de forma natural durante la germinación. [11]
  5. Los brotes son las partes largas y semejantes a raíces que emergen durante la germinación.
    • Puedes empezar el proceso de secado una vez que del 70 al 80 % del maíz presente brotes que tengan el doble de longitud que los granos. [12]
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Secar y hornear el maíz

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  1. Pon el deshidratador de alimentos entre 38 y 52 °C (100 y 125 °F) y deja que el maíz se seque dentro. [13]
  2. El maíz debe tener un 10 % de humedad antes de aumentar la temperatura del deshidratador de alimentos. Sabrás que el maíz ha alcanzado un 10 % de humedad cuando pese 15 g (1/2 onza) menos por cada 500 g (1 libra) que antes de empezar el proceso de malteado. [14]
  3. Súbela a 60 a 71 °C (140 a 160 °F). El maíz terminará de secarse cuando tenga entre 3 y 6 % de contenido de humedad o cuando haya perdido 90 g (3 onzas) por cada 500 g (1 libra) de su peso original. Todo el proceso de secado puede tardar de 6 a 8 horas. [15]
  4. Pon el horno entre 80 y 85 °C (176 y 185 °F). Al cabo de 4 horas, el maíz habrá terminado de hornearse y maltearse. [16]
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Limpiar la malta

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  1. Ata la funda de modo que no se escape nada de la malta. [17]
  2. Enciende la secadora a la temperatura más fría de modo que no calientes la malta. Esto permitirá que la malta elimine las raíces y los brotes de maíz de sabor amargo. [18]
  3. Puedes hacerlo a mano o puedes utilizar un tamiz para separarlos con más facilidad. La malta parecerá granos de maíz pequeños y secos. [19]
  4. Esto evitará que el oxígeno y la humedad dañen la malte con el paso del tiempo. La malta almacenada de forma adecuada se mantiene en buenas condiciones hasta por 1 año. [20]
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Cosas que necesitarás

  • un balde de plástico de 20 litros (5 galones)
  • una urna
  • un taladro
  • un deshidratador de alimentos
  • una bandeja
  • una balanza
  • una funda de almohada
  • un tamiz
  • un termómetro

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