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Un gato nuevo puede ser una mascota divertida, cariñosa y juguetona, y mimarla no solo será una forma de relajarte tú, sino también algo que haga disfrutar y relajarse al gato. Cuando tratas por primera vez con un gato nuevo, es importante socializar para que se acostumbre a estar rodeado de humanos, ser mimado y tocado y aprenda que esto es algo agradable, seguro y reconfortante. Y no solo eso, un gato adiestrado adecuadamente se pondrá menos agresivo cuando necesites cortarle las uñas, cepillarle los dientes, peinarle, darle alguna medicación o tocarle cuando necesites cuidarle o mostrarle afecto.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Acariciar a un gato

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  1. Cuando comiences a tomar contacto con tu gato, será mejor que te pongas a su nivel para interactuar con él. Los pájaros de presas son enemigos naturales de los felinos, por lo que los gatos temerán instintivamente cualquier cosa que parezca amenazante y que esté por encima de ellos. [1]
    • Cuando quieras jugar y mimar a tu gato, siéntate en una silla, colcha o en el suelo para parecer menos amenazante. En caso de que no estés cómodo, también podrás tumbarte en el suelo.
    • Es posible usar golosinas o juguetes para llamar su atención, pero intenta que el gato se acerque a ti por sí mismo.
  2. Permite al gato que huela tu mano antes de tocarlo especialmente en caso de que sea tímido, medio salvaje o antisocial. Cuando se acerque mantén tu mano próxima a él y deja que te huela. [2]
    • Siempre que el gato esté tranquilo y no se asuste, acércate despacio, con cuidado y acaríciale.
    • Comienza acariciando las zonas que los gatos utilizan más a menudo para marcar sus aromas. Muchos gatos disfrutan de las caricias en estas zonas, lo que incluye la barbilla, orejas y cola así como las mejillas. [3]
  3. Según el gato se vaya acostumbrando a ti y tus caricias, aprenderás cuáles son los puntos que le gusta que le acaricien. Sin embargo, a muchos gatos les gusta que les froten bajo la barbilla.
    • Cuando tu gato se acerque y huela tu mano, muévela despacio bajo su barbilla y usa la palma de tu mano o los dedos para frotar y acariciar su barbilla y el punto donde se unen la mandíbula y el cráneo.
  4. Después de acariciar un poco su barbilla, mueve lentamente la mano hacia arriba para acariciar las mejillas del gato justo detrás de sus bigotes.
    • En caso de que el gato gire la cabeza y presione su cara contra tu mano, será señal de que disfruta tus caricias.
  5. Aunque a algunos gatos no les gusta que les toquen las orejas, a muchos les gusta que les froten la cabeza en la base de las orejas, detrás y entre ellas además de la zona entre las orejas y los ojos. [4]
    • Mueve lentamente tu mano desde la barbilla a las mejillas y orejas, acariciando y frotando suavemente su cara mientras te mueves por esas zonas.
  6. Los cuartos traseros, que son las nalgas y la zona de la cadera, son uno de los puntos favoritos de los gatos para que los acaricien. Frota suavemente alrededor de la base de la cola. En caso de que se agache sobre sus patas traseras y arquee la espalda ¡será señal de que le gusta! [5]
  7. Coloca tu mano suavemente en la parte superior de su cabeza y ve dando golpecitos suaves desde ahí hasta la cola. A algunos casos no les importa que les acaricien en dirección contraria (desde la cola hacia la cabeza), pero otros lo odian, así que empieza primero yendo de la cabeza hacia la cola.
    • Cuando tu gato se acostumbre a que lo acaricies, podrás frotarle la barbilla, mejillas y alrededor de las orejas, y después lleva tu mano hacia la cola para poder frotarle los cuartos traseros.
  8. Los gatos son criaturas delicados y es posible hacerles daño por accidente siendo demasiado rudo o dejándolos caer. [6] Don’t squeeze the kitten, hold her too tightly, or grab her tail or ears.
    • Cuando le tengas en brazos, coloca una mano detrás de sus patas delanteras y usa la otra para sujetar su espalda.
    • Los niños pequeños deben aprender cómo sujetar suavemente a un gato así como tenerlo en brazos correctamente, y nunca deben tomar a un gato por el cogote.
    • Los niños menores de cinco años no deben tener en brazos a gatos porque no comprenden la diferencia entre tocar suavemente o de forma más fuerte. [7]
  9. Los gatos muestran la angustia, miedo y ansiedad de muchas formas, y en el caso de que vea alguna de ellas, debes dejar de acariciarle y permitirle que se tranquilice. Algunos signos de miedo e ira son:
    • sisear, gruñir y escupir;
    • echar las orejas hacia atrás, a los lados o dejarlas planas contra la cabeza; [8]
    • arquear la espalda;
    • erizar el pelo. [9]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Hacer que tu gato se acostumbre a que lo toquen

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  1. En cuanto tu gato tenga más de cinco días de edad, podrás tenerlo en brazos suavemente y acariciarlo cada día para que se acostumbre a que lo toquen. Esto ayudará a que se vincule a ti y acostumbre al olor de los humanos.
    • Socializar con los gatos y hacer que se acostumbren a que los toquen es lo más importante durante sus primeras siete semanas de vida (a excepción de la primera o segunda semana). [10]
  2. Siempre que sean personas que sepas van a ser agradables y amables, deja que tu gato se acostumbre al mayor número de gente posible dejando a tus amigos y familia que le acaricien. Esta socialización aumentará las probabilidades de que se convierta en un gato adulto cariñoso y amistoso. [11]
  3. A muchos gatos no les gusta que les toquen las garras, pero trabajar esto con tu gato ayudará a que aprenda a disfrutar de las caricias así como hacer que sea mucho más fácil cortarle las uñas.
    • Comienza frotando suavemente el pecho de tu gato entre las dos patas frontales y mueve tu mano lentamente por una de sus patas hasta que toques la garra. Vuelve a su pecho y repite el proceso con su otra pata. Cuando acabes, dale una golosina como premio. [12]
    • Aumenta gradualmente la cantidad de tiempo que pases tocándole las garras hasta que tu gato se acostumbre a que se las toquen. Asegúrate de recompensarle con golosinas.
  4. Empieza por frotar la parte trasera de su cabeza alrededor de las orejas. Después frótale suavemente una de sus orejas con un dedo y vuelve a frotarle la cabeza. Repite el proceso con la otra oreja y recompénsale con una golosina. [13]
    • Cada vez que hagas esto, aumenta gradualmente el tiempo que pases tocando su oreja hasta que no suponga un problema. Cuando logres que se acostumbre a esto, no te olvides de premiarle con golosinas.
  5. Usa un cepillo pequeño o uno diseñado especialmente para gatos. Cepilla su pelo en la dirección que crezca (desde la cabeza a la cola) durante unos minutos cada semana. [14] Con esto no solo conseguirás que se acostumbre a que lo toquen de diferentes maneras, sino que también ayudará a reducir las bolas de pelo y que mude la piel.
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Advertencias

  • La mayoría de los gatos odian que les toquen la tripa porque es una zona vulnerable de sus cuerpos (es donde se encuentran todos los órganos vitales). En caso de que intentes acariciar la tripa de tu gato antes de que tenga confianza contigo, es posible que te arañe o muerda. De hecho, muchos gatos nunca dejan que se les toque la tripa.
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