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El bonsái requiere que lo poden de forma regular para mantener su tamaño y darle la forma deseada. Existen 2 tipos de poda: la poda de mantenimiento, que sirve para mantener el árbol pequeño y favorecer el crecimiento de nuevos brotes, y la poda estructural o de estilo, que moldea el árbol y destaca sus cualidades estéticas. No importa si quieres podar el bonsái para fines de mantenimiento o estilo ni el tipo de bonsái que poseas, para empezar, solo necesitas un ojo crítico y un cortador de ramas o cortador cóncavo.

Método 1
Método 1 de 3:

Podar para mantenimiento

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  1. Busca la maleza que crece en la bandeja de bonsái y las ramitas u hojas muertas en el árbol. Arranca con cuidado la maleza, asegurándote de no maltratar las raíces del bonsái. Saca las ramitas u hojas muertas y tíralas. [1]
  2. Las ramas cruzadas se rozan unas con otras y dejan heridas que permiten la presencia de plagas o enfermedades en el leño. Debes quitar las ramitas o ramas rotas para permitir que el árbol concentre sus energías en el desarrollo de nuevos brotes. Con la ayuda de un cortador de ramas, corta las ramas cruzadas y rotas justo por encima del punto donde sobresalen del tronco. [2]
  3. Los nudos son las partes del tallo desde donde nacen las hojas. Cuando una ramita presente 6 a 8 nudos, córtala de modo que tenga solo 3 o 4 nudos. Realiza un corte limpio justo por encima de los nudos restantes con un cortador de ramas o cortador cóncavo. Así evitarás que el árbol crezca mucho y promoverás el crecimiento de nuevos brotes. [3]
  4. Aunque puedes podar el bonsái todo el año, la mayor parte de la poda debe realizarse cuando el árbol esté en su periodo de crecimiento activo: entre la primavera y el verano. Esto puede ser de marzo a setiembre, según la zona donde vivas. [4]
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Método 2
Método 2 de 3:

Realizar la poda estructural y de estilo

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  1. Si no quieres dañar mucho el bonsái o entorpecer su crecimiento, solo debes podarlo para darle estructura y estilo durante su periodo de inactividad: normalmente durante los meses de invierno de noviembre a febrero. [5]
  2. Puedes cortar las ramas grandes que sobresalen del bonsái, así como las ramas con torceduras o curvas no naturales o aquellas que son desagradables a la vista. Corta cada rama justo por encima de un nudo, en una parte que le dé al árbol un aspecto equilibrado. Haz un corte limpio con un cortador de ramas. [6]
  3. Corta las ramas o ramitas en la parte superior del bonsái para permitir que la luz entre por la copa y alcance las ramas más bajas, además de moldear la copa al tamaño deseado. Corta el exceso de ramas y brotes con un cortador de ramas, de modo que la copa quede redondeada y equilibrada. [7]
  4. Estos son brotes pequeños que pueden surgir en la base del tronco o en las ramas del árbol. Puedes arrancarlos con los dedos para mantener el equilibrio y la estética del bonsái. Quita los chupones que consideres que le restan valor al atractivo general del bonsái. [8]
  5. Si deseas crear una forma más compacta, utiliza los dedos para sacar por completo las agujas de las zonas muy grandes o muy llenas. Tuércelas para retirarlas de las ramitas. Deja 3 agujas en cada rama y quita el resto con toda libertad. Así promoverás el crecimiento de más ramas en el árbol. [9]
  6. La defoliación sirve para eliminar las hojas largas y viejas y fomentar el crecimiento de hojas más pequeñas y más agradables a la vista. Corta cada hoja en la base, dejando solo el tallo. En su lugar crecerán hojas nuevas más pequeñas. Se trata de una técnica riesgosa, puesto que si realizas la defoliación durante el momento incorrecto del año, es posible que el árbol nunca se recupere. [10]
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Método 3
Método 3 de 3:

Cuidar del bonsái después de la poda

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  1. Para evitar la pérdida excesiva de savia y favorecer la cicatrización de los cortes, aplica pasta selladora para bonsái en las heridas. Exprime una cantidad pequeña de pasta en un dedo de tu mano enguantada y esparce una capa ligera sobre cada corte. [11]
    • La pasta selladora para bonsái está disponible en los centros de jardinería y en Internet.
  2. Es esencial regarlo a profundidad después de podarlo para promover el crecimiento de nuevos brotes. Satura por completo la tierra la primera vez que riegues el árbol después de la poda. [12]
  3. Solo debes regarlo a fondo justo después de podarlo. Luego, riega el árbol ligeramente todos los días. Trata de mantener la tierra húmeda, no empapada. Saturar demasiado la tierra puede causar la pudrición de las raíces, así que ten cuidado de no regar en exceso. [13]
  4. Elige un fertilizante específico para el bonsái, por ejemplo, uno de proporción 7-7-7. Utiliza un producto líquido para los bonsáis pequeños y uno granulado para los bonsáis grandes. Diluye el fertilizante a la mitad de su concentración o utiliza la mitad de lo indicado en el paquete. [14]
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Consejos

  • Utiliza herramientas de podar específicas para los bonsáis (como los cortadores cóncavos y las sierras estilo japonés) para facilitarte el trabajo.
  • Si es posible, haz una poda manual a pequeña escala.
  • Desinfecta las herramientas de podar antes y después de utilizarlas para evitar propagar enfermedades y plagas.
  • Revisa el bonsái para ver si hay plagas o enfermedades durante la poda. Si observas una rama infestada, pódala y tírala.
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