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Las piedras en las amígdalas, también conocidas como tonsilolitos, son pequeños bultos de material calcificado que se forman en la parte posterior de la garganta cuando las bacterias, la mucosidad y las células muertas quedan atrapadas y alojadas en las amígdalas. Si se dejan sin tratar, las piedras en las amígdalas pueden causar mal aliento, dolor de garganta, dolor de oído y dificultad para tragar. Puedes prevenir las piedras en las amígdalas practicando hábitos saludables de higiene oral, bebiendo abundante agua, comiendo alimentos saludables o, en casos persistentes, sometiéndote a una cirugía de extirpación de amígdalas (amigdalectomía).

Método 1
Método 1 de 3:

Practicar hábitos saludables de higiene oral

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  1. No mantener una buena higiene oral es una causa primaria de piedras en las amígdalas. Cepillarte los dientes en las mañanas, antes de acostarte y después de cada comida es la base de los hábitos saludables de higiene oral y es el primer paso para prevenir las piedras en las amígdalas. Esta medida ayudará a eliminar las partículas de comida y las bacterias que se puedan acumular en los rincones y en las grietas de las amígdalas. [1]
    • Recuerda cepillarte también la lengua, ya que puede albergar bacterias, mucosidad y residuos de comida que pueden pasar desapercibidos.
  2. Usar hilo dental diariamente puede prevenir las piedras en las amígdalas eliminando la acumulación de sarro y de placa. Las piedras en las amígdalas son similares en composición y en estructura a las biopelículas que se forman entre los dientes. Además, ambas pueden producir mal aliento prolongado. [2] Así que, si tratas de prevenir las piedras en las amígdalas para lidiar con el mal aliento, es importante que elimines esa misma materia biológica en el lugar en que se forme en tu boca.
  3. Los enjuagues bucales que contienen alcohol pueden conducir a la boca seca, lo cual incrementa el riesgo de acumulación de bacterias y de piedras en las amígdalas. Opta por una marca que no tenga alcohol y úsala al menos una vez al día. De manera alternativa, haz gárgaras con un enjuague de sal y agua caliente. [3]
    • Hacer gárgaras con agua salada también puede aliviar cualquier malestar causado por la amigdalitis o la infección de las amígdalas, que puede acompañar a las piedras en las amígdalas. [4]
  4. Si notas piedras en las amígdalas en formación, quítalas para evitar que se vuelvan fuentes de un malestar mayor, de mal aliento o de alguna infección. Humedece ambos extremos de un bastoncillo de algodón y masajea suavemente tus amígdalas para liberar las piedras. Haz gárgaras posteriormente para eliminar cualquier partícula restante. [5]
    • Si tienes un irrigador de agua oral de baja presión, puedes usarlo semanalmente para lavar cualquier partícula que quede atrapada en los pliegues de tus amígdalas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Controlar tu dieta y tu salud general

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  1. Asegúrate de tomar la cantidad recomendada de agua, que es aproximadamente 13 vasos al día para los hombres y 9 para las mujeres. [6] Bebe abundantes líquidos a lo largo del día para ayudar a enjuagar las bacterias y a prevenir la boca seca, las cuales pueden contribuir a la formación de piedras en las amígdalas.
    • Reemplaza las gaseosas, las bebidas deportivas, las bebidas energéticas y los jugos de fruta por agua, ya que el azúcar puede aumentar la acumulación de bacterias.
    • El alcohol deshidrata y causa la boca seca, así que limita tu consumo de alcohol y asegúrate de cepillarte bien después de beber, especialmente si las piedras en las amígdalas son un problema recurrente.
  2. Considera limitar tu ingesta de azúcar y de productos lácteos. Consumir demasiados alimentos azucarados aumenta la acumulación de sarro, de placa y de bacterias. Los productos lácteos también promueven el crecimiento bacteriano oral, así que asegúrate de dar a tus dientes una buena cepillada después de tomar leche o de consumir cualquier otro producto lácteo.
  3. Las alergias nasales, los catarros y los goteos posnasales pueden hacer que se acumule la mucosidad en la parte posterior de la garganta. La mucosidad aumenta tu exposición a las bacterias orales y contribuye al desarrollo de piedras en las amígdalas. Si experimentas frecuentemente problemas con alergias nasales, trata de reducir tu exposición al polen cerrando las ventanas y pasando más tiempo en espacios interiores durante la temporada de alergias. Además, mantén el aire húmedo en tu casa usando un humidificador. [7]
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Método 3
Método 3 de 3:

Consultar con un doctor

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  1. Un chequeo y una limpieza de rutina del dentista es una parte esencial de una buena higiene oral. Limpiar profesionalmente los dientes y las encías, eliminar la acumulación de sarro y de placa y tratar la enfermedad periodontal o de encías, ayudará a reducir el riesgo de piedras en las amígdalas. Además, puedes consultar con un dentista si las piedras son un problema recurrente y las opciones de tratamiento en casa no han servido. [8]
    • Dependiendo de tu salud oral, es probable que necesites visitar al dentista más de una vez al año. Este puede recomendar que vayas dos o más veces al año.
  2. Si tienes problemas para controlar las alergias por tu cuenta o te enfermas frecuentemente, trabaja con el doctor. Este puede prescribir medicamentos que te ayuden a controlar mejor los problemas con la mucosidad, con las alergias nasales y con las infecciones frecuentes. [9] También puedes hacerte una prueba de alergias para determinar qué alérgenos específicos debes evitar.
  3. Algunas amígdalas son más propensas a desarrollar piedras debido a su forma y a su posición. Si las piedras y la amigdalitis son problemas recurrentes que interfieren con tu vida diaria, es probable que debas considerar la posibilidad de una amigdalectomía o la extirpación quirúrgica de las amígdalas. El doctor o el dentista puede realizar un examen y determinar si la amigdalectomía prevendrá el desarrollo de piedras en las amígdalas tomando como base el estado de tu salud oral. [10]
    • Se cree que las amígdalas son parte del sistema inmunitario, ya que están hechas de células especiales que previenen y combaten las infecciones. Algunas personas creen que su extirpación puede afectar al sistema inmunitario, pero los estudios no respaldan esta conjetura. [11]
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Consejos

  • Consulta con un dentista y con un doctor antes de tomar cualquier medicamento o probar un remedio casero en el intento de prevenir las piedras en las amígdalas.
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