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Ponerse curitas limpias (o también llamados, vendajes adhesivos) es una parte importante del cuidado higiénico de las heridas que se producen por las raspaduras y cortes menores. Sin embargo, sacar una curita no siempre es un proceso placentero, pero no por ello debes dejarlas de lado a fin de evitar el dolor de sacar uno. En vez de eso, trata uno de los varios métodos para lograr retirar la curita sea menos doloroso (o incluso que no haya dolor).

Método 1
Método 1 de 2:

Debilitar la curita

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  1. Probablemente hayas tenido la mala suerte de toparte con alguna curita usada flotando en la canaleta de una piscina pública. Por esta razón, debes saber que la exposición al agua debilita la adhesión de la curita a la piel.
    • No es necesario que vayas hasta una piscina pública. Remoja un poco la curita en la bañera y luego trata de sacarla. Una ducha relajada también podría funcionar.
    • Asimismo, puedes aplicar simplemente una compresa húmeda (por ejemplo, un trapo limpio humedecido en agua caliente) a la curita y esperar a que se empape. [1]
  2. Las personas confían en distintos productos (por ejemplo, en aceite de oliva, vaselina, champú o aceite para bebés, por mencionar solo algunos); no obstante, el proceso es similar de manera independiente. Prueba distintas variaciones y determina cuál funciona mejor para tu familia y para ti.
    • Utiliza una bola de algodón, hisopo de algodón o simplemente tu dedo para masajear el producto en las partes adhesivas del vendaje. Masajea ahí y empapa esas partes.
    • Despega una esquina de la curita para ver si el adhesivo se ha debilitado. Si no es así, sigue empapando con el aceite o jabón.
    • Si es así, despega el resto de la curita mediante un movimiento rápido. Utiliza tu otra mano para presionar con cuidado la piel circundante si es necesario.
    • Un consejo para cuando saques curitas a los niños es agregar colorante de alimentos al aceite para bebés para que así “pintes” la mezcla que vas a poner en el vendaje con los hisopos de algodón. Haz que sea una experiencia divertida en vez de que sea angustiante. [2]
  3. En vez de arrancar de un tirón y rápidamente una curita que está muy adherida, debilítala como se mencionó en el último paso: despega una esquina y luego aplica una loción hidratante al punto de contacto entre la piel y el vendaje a medida que sigues jalándolo lentamente. [3]
  4. Utiliza la misma técnica que se menciona arriba; sin embargo, utiliza alcohol o, si tienes apuro, alcohol para beber (por ejemplo, vodka). El adhesivo debe disolverse de manera lenta pero segura y podrás frotar todo adhesivo que permanezca en la piel con un hisopo o bola de algodón.
    • Un artículo antiguo (de 1923) del Journal of the American Medical Association (Revista de la Asociación Médica Estadounidense) resalta las virtudes del uso de acetato de etilo (que se encuentra en los quitaesmaltes) para sacar los vendajes, aunque advierte de su “olor bastante penetrante” que afortunadamente se disipa rápido. [4]
    • También existen productos para retirar adhesivos que se venden como artículos que son justamente para sacar vendajes. Visita tiendas de suministros quirúrgicos o médicos si no están disponibles en tu farmacia. [5]
  5. Algunas personas deciden esencialmente derretir el adhesivo con un secador de pelo para así aflojar un vendaje. Programa el secador a alta potencia, pásalo por el vendaje por 10 a 15 segundos y luego revísalo para ver si se aflojó. [6]
    • ¿Puedes intentarlo? Sí, pero probablemente solo cambies el dolor de remover el vendaje por el dolor de sentir un aire muy caliente en tu piel. No es probable que te quemes, pero sentirás dolor. Asimismo, hay probabilidades de que este método en particular no sea el mejor para intentarlo con niños.
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Método 2
Método 2 de 2:

Colocar curitas de manera adecuada

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  1. Una de esas pizcas de sabiduría “antigua” que todavía circula hoy en día es la idea de que es mejor limpiar un corte pequeño y dejar que “se ventile” para que se forme una costra. Sin embargo, esto es falso, así como también lo es poner mantequilla en una quemadura o inclinar la cabeza hacia atrás durante una hemorragia nasal.
    • Las heridas pequeñas en realidad se curan mejor en un entorno húmedo ya que así los vasos sanguíneos se regeneran más rápido y las células que causan inflamación se multiplican más lentamente. Por lo tanto, evitar la formación de costras en realidad ayuda al proceso de curación. [7]
    • Puede no ser una sorpresa que la empresa que está detrás de las curitas promueve cubrir los cortes y raspaduras en vez de dejar que se ventilen; no obstante, ellos tienen la ciencia de su lado. [8]
  2. Algunas veces la peor parte de sacar un vendaje no es el adhesivo pegajoso, sino la formación de costra o acumulación de sangre seca que sale con el vendaje y que vuelve a abrir la herida. La preparación adecuada puede hacer que esto sea menos probable. [9]
    • Detén la hemorragia de una raspadura o corte pequeño aplicando presión con una gasa, un papel toalla, un paño limpio, etc. Pon presión leve por hasta 15 minutos o hasta que se haya detenido el sangrado.
    • Obtén ayuda médica para una herida o corte grande, para una herida muy sucia o para una herida que no deja de sangrar.
    • Enjuaga la zona con agua limpia y limpia con cuidado la herida usando agua y jabón. Enjuágala de nuevo y sécala mediante palmadas suaves con un paño limpio, etc. No utilices peróxido de hidrógeno o alguno de esos productos antiguos para limpiar heridas que tu abuelo usaba. Solo usa agua y jabón.
  3. Los ungüentos antibióticos han mostrado poca evidencia de ser útiles para curar a las heridas de manera más rápida; sin embargo, sí ayudan a mantener húmeda la herida y así hacer que sea menos probable que la curita se pegue al tratar de sacarla. [10]
    • Dicho esto, las vaselinas antiguas simples te brindarán el mismo beneficio humectante o lubricante. [11]
    • Aplica solo una cantidad pequeña sobre la herida en sí para que el vendaje se pegue en el punto en el que debe hacerlo.
  4. [12] Elige una curita que sea lo suficientemente grande de modo que la almohadilla (la parte que no es pegajosa) cubra toda la herida con un espacio pequeño de sobra. Trata de no tocar la almohadilla cuando coloques la curita para así reducir las posibilidades de infección.
    • Especialmente cuando se trate de envolver una curita en un dedo (o una curita más grande en un brazo o pierna), deberás apretarla lo suficientemente como para que permanezca en su lugar y así evitar que haya un espacio entre la almohadilla y la herida; sin embargo, no debe estar muy apretada al punto de que dificulte el flujo sanguíneo. Si sientes hormigueo en tu dedo o si se pone morado, entonces está muy apretada.
    • Coloca un nuevo vendaje si el antiguo se llena de agua o se ensucia.
  5. Si tienes que ponerte un vendaje en una zona donde tienes muchos vellos (por ejemplo, si es en un hombre, en los brazos, piernas o incluso en el pecho o espalda), es posible que desees primero sacarte los vellos para así evitar el dolor que provocará la curita al estar pegada y luego sacarla.
    • Utiliza agua tibia y una máquina de afeitar limpia y nueva. No te afeites sobre la misma herida.
    • A menos que desees tener manchas irregulares sin vellos junto a las pequeñas cicatrices, probablemente debas probar los otros procedimientos para sacar curitas que se tratan en este artículo antes de recurrir a este paso.
  6. Sacar una curita es una molestia: anualmente casi 1.5 millones de personas en los Estados Unidos (en su mayoría niños y ancianos que tienen piel sensible) sufren cicatrices o irritación al sacarse una curita. No obstante, se están desarrollando nuevas curitas que permitirán una capa de “liberación rápida”, la cual iría entre la tira que va en la parte de atrás de la curita y el adhesivo soluble. [13]
    • Por lo tanto, quizás muy pronto sacarse curitas teniendo dolor sea una cosa del pasado.
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