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La inflamación después de la cirugía es bastante común y, por lo general, no es motivo de preocupación. Sin embargo, puede causar incomodidad. Prueba distintas técnicas para reducirla. En primer lugar, sigue las instrucciones de tu médico con respecto a los cuidados posteriores, incluyendo contactarlo si tienes preocupaciones relacionadas con la inflamación. También puedes hacer ejercicios posteriores a la cirugía para las piernas y los brazos si el profesional lo aprueba. Además, asegúrate de tomar precauciones para prevenir infecciones, que pueden causar inflamación o empeorar la hinchazón posterior a la cirugía.

Método 1
Método 1 de 3:

Seguir los protocolos básicos de cuidados postoperatorios

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  1. Al estar sentado o recostado, usa cojines para mantener la pierna, el brazo, el pie o la mano por encima del nivel del corazón. Coloca uno o dos cojines en una cama o sofá, y apoya la pierna o el brazo afectados para mantener por encima del nivel del corazón. [1]
    • También puedes elevar las piernas al estar sentado en una silla reclinada. Coloca algunos cojines en el reposapiés para darles apoyo a los pies y las piernas.
    • Si has tenido una cirugía en la mano, mantenla por encima del nivel del corazón, como cerca del hombro mientras estás sentado, caminando o de pie. [2]
  2. Aplica una compresa fría por 10 o 20 minutos cada una o dos horas. Enfriar el lugar de la cirugía reduce la inflamación y proporciona comodidad al adormecer un poco el área. Jamás apliques el hielo directamente en la piel. Cubre la compresa fría con una toalla de tela fina o una toalla de papel, y colócala sobre el área inflamada. Mantén allí por 10 o 20 minutos. Luego, quítala y permite que la piel recupere la temperatura normal antes de volver a enfriarla. [3]
    • Espera al menos una hora antes de volver a enfriar la piel para reducir el riesgo de congelación o daño en el tejido.
    • Si no tienes una compresa fría a mano, una bolsa de vegetales o frijoles congelados también funcionará. Envuélvela en una toalla de papel y aplícala sobre la herida.
    • Asegúrate de poner la compresa fría en el refrigerador cuando termines para que esté lista la próxima vez que tengas que usarla.
  3. Usa medias de compresión para reducir la inflamación en las piernas. Si has tenido una cirugía en la pierna o cadera, quizás notes inflamación en una o ambas piernas. Esto generalmente se considera normal, pero usar medias de compresión puede ayudar a reducir la inflamación y aumentar la comodidad. Empuja las medias hacia arriba y sobre el pie. Luego, súbelas tanto como sea posible. [4]
    • Evita usar medias de compresión sobre una herida por incisión, a menos que esté totalmente curada o tu médico diga que está bien.
    • Las medias de compresión generalmente solo suben hasta la rodilla, pero puedes comprar más largas si lo prefieres.
    • Tu médico quizás te recomiende usar medias de compresión después de la cirugía. De lo contrario, pregúntale si podrían ayudarte. Puedes comprarlas sin receta en línea o en farmacias.
  4. Es importante prestar atención a las señales de infección después de una cirugía y, en algunos casos, la inflamación podría indicar una infección. Llama a tu médico si notas inflamación junto con cualquiera de los siguientes síntomas: [5]
    • enrojecimiento
    • calor alrededor del área inflamada
    • dolor
    • secresión de pus del sitio quirúrgico
    • mal olor proveniente de la herida
    • fiebre o escalofríos

    Advertencia: busca atención médica de inmediato si tienes un inicio repentino de inflamación o la misma es grave. Estas podrían ser señales de un coágulo de sangre. [6]

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Método 2
Método 2 de 3:

Realizar ejercicios para reducir la inflamación

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  1. Si te has sometido a una cirugía en que hacer ejercicio podría ser útil para la recuperación, tu médico probablemente te lo indique. Sin embargo, siempre puedes preguntarle si tienes dudas. Es importante consultar con el profesional para saber si está bien realizar ejercicio después de la cirugía, o preguntar si tienes que esperar un tiempo. [7]
    • Por ejemplo, si te sometes a una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla, tu médico posiblemente te indique que evites ciertos tipos de movimiento, como hacer sentadillas o inclinarte hacia adelante. Sin embargo, es posible que otros ejercicios sean beneficiosos, como elevaciones de tobillos al estar recostado.
  2. Al estar sentado o recostado, levanta el brazo por encima del nivel del corazón y mantenlo allí. Luego, abre y cierra la mano entre 15 y 25 veces mientras sigues manteniendo el brazo en alto. Esto promoverá el drenaje de los ganglios linfáticos y reducirá la inflamación. [8]
    • Una serie consiste en abrir y cerrar la mano entre 15 y 25 veces. Haz dos o tres series, dos veces al día. Puedes mantener el brazo en el aire entre las series para seguir promoviendo el drenaje.
  3. Recuéstate boca arriba en una cama o sofá, y levanta las piernas y los pies sobre cojines para que las piernas estén por encima del nivel del corazón. Flexiona los pies hacia el corazón y apúntalos lejos del cuerpo para hacer una repetición. Repite entre 15 y 25 veces para completar una serie. Luego, rota los tobillos, como si quisieras dibujar un círculo con los dedos del pie. Repite el ejercicio entre 15 y 25 veces para completar una serie. [9]
    • Haz dos o tres series de elevaciones de tobillos y círculos de tobillos con cada pie. Repite dos veces al día para promover el drenaje en las piernas.

    Consejo: es mejor realizar estos ejercicios dentro de los primeros tres a siete días después de la cirugía, pero asegúrate de consultar antes con tu médico.

  4. Tómate las cosas con calma para no exigirte demasiado después de la cirugía. Pregúntale al médico cuándo puedes hacer ciertas cosas, como levantar objetos pesados, ejercitar en el gimnasio y ocuparte de los quehaceres de la casa. El tiempo para retomar tus actividades normales varía dependiendo del tipo de cirugía y la rapidez de tu recuperación. [10]
    • Por ejemplo, tu médico podría permitirte que camines dentro de algunos días después de una cirugía de cadera. Sin embargo, quizás no puedas caminar largas distancias o muy rápido por algunas semanas.
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Método 3
Método 3 de 3:

Prevenir la inflamación

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  1. Tener un corte o una quemadura en la piel te predispone a una infección después de la cirugía, y esto podría causar inflamación. Usa guantes de goma cuando te ocupes de los quehaceres, y un par de guantes de trabajo gruesos cuando te ocupes de otros quehaceres de la casa, como al trabajar en el jardín. Ten cuidado al cortar vegetales o carne en la cocina, y no te pares muy cerca de la estufa cuando cocines para evitar salpicaduras de aceite. [11]
    • Asegúrate de lavarte las manos de forma regular. Es muy importante que lo hagas antes y después de cuidar el sitio quirúrgico, dado que las manos sucias pueden introducir bacterias que pueden causar infección e inflamación.
  2. Ponte bloqueador solar y repelente de insectos cuando salgas. Las quemaduras de sol y las picaduras de insectos incrementan el riesgo de desarrollar infecciones en la piel, lo que puede causar inflamación. Usa un bloqueador solar con FPS 30 o más cada vez que salgas, y ponte un repelente de insectos para protegerte de las picaduras. [12]
    • También puedes usar un sombrero de ala ancha para protegerte el cuero cabelludo y el rostro del sol.
    • Enciende una vela de citronela cerca del lugar donde te sientes afuera para alejar a los mosquitos y otros insectos.
  3. Pinchar la piel con una aguja puede incrementar el riesgo de infección cerca del sitio quirúrgico. Si te has sometido a una cirugía en el brazo, asegúrate de evitar las extracciones de sangre e inyecciones, a menos que sea absolutamente necesario. [13]
    • ¡Ten cuidado al afeitarte! Usa una afeitadora eléctrica en vez de una hoja de afeitar, y no uses cremas depilatorias. [14]

    Consejo: también es útil usar un dedal si tienes que usar aguja e hilo, como para reparar un pantalón.

  4. Esto previene la inflamación, dado que permite que la sangre circule libremente bajo la piel. Durante la recuperación, usa pantalones, faldas, camisetas y ropa interior holgados. [15]
    • La única excepción es si tu médico te indica el uso de medias de compresión. En este caso, una tela médica restrictiva ayuda a reducir la inflamación en vez de promoverla.
  5. Además de que el alcohol y el cigarrillo pueden impedir la curación después de una cirugía, también afectan la circulación, lo que puede contribuir a la inflamación. Intenta dejar de fumar si eres fumador, y reduce la ingesta de alcohol si bebes de manera regular. [16]
    • Ciertos medicamentos también pueden interactuar negativamente con el alcohol, como los antibióticos y analgésicos. Consulta con tu médico o farmacéutico si tienes dudas.
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Consejos

  • Los pacientes generalmente reciben una hoja de cuidados después de la cirugía que detalla lo que pueden y no pueden hacer en los días y las semanas posteriores a la intervención quirúrgica. Si tienes dudas, llama a tu médico para consultarle.
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Advertencias

  • Si tienes preocupaciones con respecto a la inflamación, la mejor estrategia es hablar con tu médico. No esperes para abordar el problema, o podría complicarse.
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