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El regalo perfecto para el anfitrión o la anfitriona te garantizará que te vuelvan a invitar
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Las cenas son un poco distintas a las comidas a la canasta, pues por lo general no se espera que lleves algún plato. No obstante, es cortés llevar una pequeña muestra de tu agradecimiento (incluso si la invitación dice que no lo hagas) para agradecerle a tu anfitrión por todo el esfuerzo hecho para cocinar, entretener y limpiar al final. Opta por algo humilde pero considerado, y no demasiado llamativo. Es más fácil de lo que parece y lo hemos hecho todavía más sencillo al recopilar una guía práctica sobre qué llevar, qué dejar y la etiqueta general a la hora de cenar. Así que ponte esa corbata o vestido bonito, porque estás cordialmente invitado/a.

Cosas que deberías saber

  • El vino o las bebidas no alcohólicas de alta gama, tales como café o té, son regalos excelentes adecuados e incluso esperados en prácticamente cualquier cena.
  • Preguntarle al anfitrión si necesita que lleves algo para llenar los espacios vacíos es un gesto considerado que garantiza que llevarás algo que será apreciado.
  • Evita los artículos con aromas tales como flores o velas aromáticas (los cuales no son del agrado de todos) y no lleves tu propio plato, lo cual desviará la atención de los platos del anfitrión.
  • Llega 15 minutos tarde, satisfaz las necesidades del anfitrión y ofrécete a ayudar a fin de asegurarte la invitación a la próxima cena.
Método 1
Método 1 de 3:

Qué llevar

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  1. Por supuesto, es un clásico, pero también es infalible. Si conoces los gustos del anfitrión, opta por un vino de calidad media o superior que sepas que le agradará. Si no sabes a ciencia cierta cómo elegir un vino como regalo, lleva uno espumoso. Son versátiles y sencillos de disfrutar por casi todos, independientemente de sus preferencias.
    • Coloca el vino en una bolsa de regalo para sugerirle a tu anfitrión la opción de servirlo en la fiesta o guardarlo para otra oportunidad. Tal vez ya tenga una lista de bebidas para la cena.
  2. Estas bebidas son perfectas para cuando no sabes si tu anfitrión bebe alcohol o preferiría disfrutar de un licor. Estas bebidas son discretas, pero igualmente algo que tu anfitrión disfrutará al finalizar la fiesta. [1] Opta por una mezcla de café local o un té artesanal sin cafeína para ir a lo seguro.
    • También ten en cuenta otras bebidas especiales tales como cócteles o chocolates calientes elegantes.
  3. Es indiscutible que a tu anfitrión le gusta cocinar (de lo contrario, no organizaría una cena). Un aceite de alta calidad es el regalo perfecto para su oficio culinario. Esta es una forma excelente de reconocer sus habilidades culinarias, así como un gran regalo para que lo pruebe en comidas futuras. [2]
    • No es necesario que gastes mucho dinero; un aceite de oliva con una etiqueta elegante o poco común será suficiente y te permitirá ahorrar dinero.
  4. Si bien no deberías llevar un plato entero, algo pequeño que el anfitrión pueda sacar (o guardar para más tarde) será una excelente oferta personal y discreta. Considera la posibilidad de llevar una barra de pan especial, mini muffins, galletas pequeñas o chocolates hechos a mano. Si quieres darle un toque especial, incluye el plato para servir en el regalo.
  5. Todos los cocineros necesitan especias, pero puede ser complicado comprarlas tú mismo. Como si fuera poco, no siempre quedan bonitas y somos propensos a ocultarlas en un armario. Resuelve dos problemas al mismo tiempo regalándole a tu anfitrión un kit elegante de especias hecho de bambú para una encimera.
    • Las sales especiales, tales como las sales para asado o infusión, también son regalos fabulosos para cualquier cocinero casero.
  6. ¿Buscas algo dulce, pero no tan intenso como una caja de bombones o un postre elegante? Básicamente, una miel especial exuda sofisticación, y una mermelada artesanal poco común es el regalo más agradable. Si quieres obtener puntos adicionales, combínalas con una deliciosa cucharada de miel o un sofisticado esparcidor de mermelada.
  7. Hay más tipos de regalos que solo las opciones comestibles, y cualquiera puede apreciar un bol para servir, un jarrón, una jarra o un soporte para utensilios. Son cosas que no solemos pensar en comprar nosotros mismos, y son muy bien recibidos como regalo. ¡También es útil que pertenezcan a la temática!
  8. ¿A tu anfitrión le fascina la arquitectura? ¿Es fanático de las películas fantásticas? Si puedes pensarlo, existe un libro de mesa sobre eso. ¿Y a quién no le encanta hojear un voluminoso tomo lleno de fotos? Es como un libro ilustrado para adultos.
  9. Las velas pueden ser un regalo incierto, ya que muchos aromas simplemente no encajan con las personas en particular. No obstante, una vela sin aroma es la muestra perfecta, inofensiva pero significativa de mostrar tu agradecimiento. También considera las velas votivas o los candelabros. [3]
    • Consigue una vela aromática si sabes que al anfitrión le encanta dicho aroma. Solo no esperes que la enciendan en la fiesta por respeto a los demás invitados.
  10. Tu anfitrión podría no haber cubierto todas las bases, y el mejor regalo es algo que te haya pedido específicamente. La mejor parte es que también le das el gesto además del objeto; dile “Me encargaré de cualquier cosa que necesites”. [4]
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Método 2
Método 2 de 3:

Qué no llevar

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  1. A menos que esté específicamente detallado en la invitación, nunca lleves tu propia comida. Este es un momento para demostrar las habilidades culinarias de tu anfitrión, y tu papel como invitado es disfrutar y elogiar la comida servida, no desviar los cumplidos lejos de tu anfitrión. Disfruta ese guisado más tarde en casa o empieza planificando tu propia fiesta para mostrar tus platos exclusivos. [5]
    • Las golosinas o postres pequeños pueden ser lo más común, pero asegúrate de preguntarle primero al anfitrión.
  2. Las flores son algo complicado como regalo, ya que nunca se sabe qué tipo de alergias puedan surgir durante una reunión. Y no solo se trata de alergias; los simbolismos y significados culturales negativos e inesperados pueden eludir incluso a los floristas más expertos, y nunca se sabe cómo podría reaccionar tu anfitrión. [6]
  3. Quizás no lo quieras decir así, pero llegar con una obra de arte o un centro de mesa puede sugerir que no te agrada la decoración de tu anfitrión. ¡Y es verdad! Demuéstrale tu aprecio evitando artículos de decoración más permanente. [7] No obstante, los artículos pequeños y de temporada tales como adornos (si el anfitrión es una celebridad que tiene un árbol) o coronas sintéticas, son regalos encantadores y festivos.
  4. “Costoso” es relativo, pero ten en cuenta los medios de tu anfitrión y busca un regalo reflexivo sin ser extravagante. Un anfitrión que recibe un regalo demasiado costoso (joyas, aparatos electrónicos, boletos para eventos exclusivos, etc.) podría sentirse incómodo o en deuda, lo cual aumenta el riesgo de arruinar el ambiente de la noche.
  5. Tu anfitrión debe saber con exactitud cuántas personas asistirán de antemano a fin de preparar suficiente comida para todos. Asimismo, también está organizando un ambiente social particular. Un invitado no anunciado podría alterar el ambiente e incluso abarrotar la mesa. Contrata a una niñera y dile a tu amigo que tendrá que hacer otros planes. [8]
    • Los acompañantes están completamente bien si la invitación lo señala en específico. En caso contrario, limita tus invitados adicionales a tu pareja o a un amigo inseparable, y pídele permiso con anticipación al anfitrión para llevarlos.
  6. Está bien, puedes llevarlo a la fiesta; necesitas mantener el contacto con la niñera o revisar el horario del bus, es comprensible. No obstante, no lo dejes en la mesa; enfoca tu atención en tus amigos. [9] Estás allí para disfrutar de una buena compañía y de una buena conversación… en persona. No en las redes sociales. Si es necesario, déjalo en tu bolsillo en modo vibración y ve al baño para revisar si te llega un mensaje de texto de emergencia.
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Método 3
Método 3 de 3:

Etiqueta para una cena

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  1. Es verdad, la invitación decía 7:30 p. m., pero lo más probable es que tu anfitrión aún no haya terminado de hacer el asado o que todavía esté dando los toques finales a la decoración de la mesa. Además, no querrás ser el primero en llegar y quedarte dando vueltas torpemente en la cocina o el comedor mientras el anfitrión está ocupado. Mira la hora que indica la invitación, táchala y agrega 15 minutos. [10]
    • Definitivamente, evita llegar temprano, pero tampoco te esfuerces en llegar demasiado tarde. Treinta minutos después de la hora de llegada indicada es aproximadamente el retraso máximo.
  2. Tal vez el anfitrión quiera que todos finjan que están en un canal vienés. Tal vez la anfitriona quiera que pruebes el siguiente plato con los ojos vendados o cubriéndote la nariz (¿algo sobre sentidos y sabor? Por supuesto, lo que sea). Síguele la corriente. La fiesta dura 4 o 5 horas como máximo y pronto te irás, de todas formas. ¿El mejor de los casos? Tal vez te diviertas. [11]
  3. No necesitas comer nada que pueda desencadenar tus alergias letales, pero evita armar un escándalo o hacer un anuncio público dramático indicando que no puedes o no quieres comer nada. Cuando el plato pase frente a ti, pásalo cortésmente a la siguiente persona y explícale más tarde al anfitrión que no significa que no quisiste comerlo, sino que no pudiste. [12]
    • Si la invitación incluye un menú que no puedes comer, declínala cortésmente , o explícale tus necesidades al anfitrión, pero no esperes que haga un esfuerzo por adaptarse a un solo invitado.
  4. Si eres relativamente un extraño, actúa con cortesía, pero con entusiasmo y curiosidad con respecto a la vida del anfitrión. Si se trata de un amigo cercano o un familiar, evita excluir a otros invitados con bromas internas o referencias desconocidas. Y, sin importar la relación que tengan, siempre llévale un regalo.
    • Tu regalo puede ser algo más personalizado si tienes una relación cercana con el anfitrión: libros que creerías que le gustaría, algo que haya mencionado que siempre quiso en reuniones anteriores, etc.
    • Si plenas un regalo para un anfitrión no tan familiar, opta por uno general y discreto: vinos, ingredientes especiales, dulces pequeños, etc.
  5. Tu anfitrión ya ha hecho todo lo posible para organizar la fiesta y ofrecer tu ayuda como voluntario es una enorme cortesía que se aprecia. No necesitas ensuciarte las manos en el fregadero, pero una vez que termine la cena y los invitados pasen a la habitación contigua, quédate para ayudar a recoger los platos y cubiertos. [13]
    • Asimismo, si quieres organizar una cena, empieza con un presupuesto total que quieras dedicar para todo.
    • Haz una lista de los proveedores que quieres contratar, tales como el lugar, el proveedor de catering, el florista y los músicos.
    • A continuación, elabora un presupuesto para cada categoría. Cuando hables con los proveedores, averigua si se ajustan a tu presupuesto para esa categoría. Si te cobran más que eso, puedes elegir si deseas continuar con ellos o cambiar de proveedor.
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Consejos

  • Si tienes dudas sobre un regalo, pregúntale de antemano al anfitrión cuáles son sus preferencias. El regalo no necesita ser una sorpresa y más vale prevenir que lamentar.
  • Cada anfitrión tiene ideas distintas de etiqueta, incluyendo lo que hace que un regalo sea aceptable. Probablemente conozcas mejor que nosotros a tu anfitrión, así que recurre a tu propio criterio personal en esos casos.
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