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Las amapolas son flores versátiles y sensacionales que tienen diversas variedades, desde las grandes amapolas orientales, que llegan a 120 cm (4 pies) de altura hasta las amapolas alpinas más recatadas, que llegan a los 25 cm (10 pulgadas). Estas son plantas duras y pueden crecer en cualquier tierra con buen drenaje, pero nuestros consejos te enseñarán a sembrarlas para que puedas tener un huerto floreciente y saludable. Cuando tengas amapolas con flores, de seguro tendrás semillas suficientes para plantar más año tras año.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Plantar las semillas

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  1. Las semillas de amapola necesitan estar expuestas a temperaturas frescas o frías antes de que puedan germinar. Siempre y cuando las temperaturas de invierno de tu área no sean menores a -18 °C (0 °F), podrás plantar las semillas en otoño, antes de la primera helada. Para clima más fríos o si te resulta práctico, planta las semillas de amapola en la primavera, apenas se descongele la tierra.
    • Las temperaturas que permiten plantarlas en otoño corresponden a la zona de rusticidad 7 o superiores de los EE.UU. [1]
    • Si las temperaturas de invierno de tu área son menores a los -30 °C (-20 °F), podrías plantar la amapola Islandia, pues es muy resistente al frío.
  2. Si divides las semillas de amapola en grupos y plantas cada grupo con una semana o dos de diferencia, tu jardín tendrá flores coloridas por un periodo de tiempo más largo. Podrías plantar la mitad de las semillas en otoño y la otra mitad en primavera para que veas qué grupo se adapta al clima en donde vives y cuál es la mejor variedad de amapola.
  3. Por lo general, las amapolas crecen mejor cuando reciben como mínimo 6 horas diarias de luz solar. Sin embargo, si vives en una zona con un clima caliente, escoge un lugar en donde las amapolas estén protegidas durante las horas de la tarde de mayor calor.
    • Las amapolas moradas mantendrán un color más vivo y vistoso bajo la sombra parcial que a pleno sol. [2]
  4. Será de vital importancia que la tierra tenga un drenaje excelente, porque las amapolas se pudrirán en tierra empapada. Sobre todo durante el invierno, cuando la tierra se moja o se congela. Para hacer la prueba, cava un hoyo de 10 cm (4 pulgadas) de profundidad. Llena el hoyo con agua y deja que se absorba por completo, luego llénalo una segunda vez. Toma el tiempo de cuánto demora en volverse a drenar: como máximo no deberá demorar más de 4 horas, aunque lo ideal sería menos tiempo. [3]
  5. Si no puedes encontrar un buen lugar en tu jardín que drene bien, prueba mezclar la parte superior de la tierra con 5 cm (2 pulgadas) de composta o construye una huerta elevada . Las amapolas perennes, las cuales viven más de un año, podrían necesitar composta o tierra para jardín para crecer aunque la tierra drene correctamente. [4]
  6. Con una pala o monocultor, suelta la tierra compacta a una profundidad de 20 cm (8 pulgadas). Las semillas de amapola desarrollan una raíz primaria larga recta para recoger agua, así que si la tierra es demasiado dura, esta raíz importante no podrá traspasar. [5]
  7. Echa las semillas en un recipiente pequeño como un envase de pastillas o para pimienta. Agrega un poco de arena, aproximadamente dos veces más del volumen de las semillas de amapolas y revuélvelas o sacúdelas. Las semillas de amapola son pequeñas y podrían pegarse al sembrase. La arena ayudará a separarlas y será más fácil plantarlas de manera uniforme.
  8. Espárcelas directamente sobre la tierra, luego cúbrelas con una capa fina de tierra. No las entierres, sino el exceso de tierra bloqueará la luz solar y evitará que las semillas pequeñas germinen.
    • Evita plantar las semillas en grupos, sino afectará su crecimiento. Si vas a plantar amapolas en un área grande, toma manojos de la mezcla de semillas y arena y espárcelos caminando a través del jardín o campo.
  9. Hazlo con una regadera o atomizador, no una manguera de chorro fuerte, para que no ahogues estas semillitas. Procura que la tierra esté ligeramente húmeda apenas empiece el clima suave de la primavera. Dependiendo de la variedad de amapola que hayas sembrado, germinará entre 10 a 30 días.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Cuidar las plantas de amapola

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  1. Las plantas de amapola podrían pudrirse y morir si la tierra está empapada, así que solo riégalas cuando sientas que la tierra esté seca al introducir un dedo. Normalmente, solo tendrás que regarlas una vez después de ciertos días. Si el clima es caliente o las amapolas se tornan de color marrón, aumenta la cantidad de agua con cada sesión de riego.
    • Evita regar las plantas al principio de la tarde, sobre todo si hace calor. El agua caliente podría quemar las hojas y podría evaporarse antes de que lo puedan absorber.
  2. Si bien te recomendamos sacar la maleza que compita con tus amapolas apenas las veas, podrías arrancarlas por accidente o confundirlas por plantas indeseables debido a su tamaño pequeño. Para que la maleza no pueda crecer, esparce de 6 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) de mantillo orgánico alrededor de las plantas. El mantillo de virutas de corteza se verá atractivo y mantendrá la tierra húmeda.
  3. Cuando las plantas tengan de 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de alto, corta las plantas más pequeñas o débiles a la altura de la base con tijeras de jardinería. Las plantas que queden deberán estar a 15 cm (6 pulgadas) entre sí para que puedan crecen y florecer saludablemente.
    • No arranques las plantas, sino podrías alterar el sistema de raíces de las amapola circundantes.
    • Separar las plantas así también hará que sean menos susceptibles a los ataques de moho o plagas, gracias a la buena circulación del aire y a que habrá menos probabilidades de que los problemas se traspasen de planta a planta.
  4. Las amapolas podrían parecer delgadas y débiles, pero en realidad son plantas bastante resistentes y son capaces de crecer solar. Si quieres acelerar su crecimiento o si tu tierra es pobre en nutrientes, tendrías que echar fertilizante cuando las demás plantas alcancen como mínimo 13 cm (5 pulgadas) de altura; de preferencia 26 cm (10 pulgadas) para las especies más altas. Echa un fertilizante que tenga un pH neutro y poca concentración de nitrógeno; aplícalo como lo indique el envase. [6]
    • Los fertilizantes muestran la proporción de nitrógeno, fósforo y potasio usando tres números. Un fertilizante bajo en nitrógeno tendrá primero un número menor, por ejemplo, 2-5-5.
  5. Sacar las flores marchitas en el punto donde se unen con el tallo hará que la planta siga floreciendo durante el verano. Si no lo haces, las plantas se amarillearán y se marchitarán, pero después de varias semanas expulsarán sus semillas naturalmente y quizá produzcan nuevas plantas el próximo año. [7]
    • Ten presente que no deberás cortar las hojas marchitas de las plantas perennes si quieres que sigan estando saludables y florezcan nuevamente el próximo año. [8] Deja que las hojas mueran naturalmente, pero si quieres que tu jardín se siga viendo colorido, esconde su color marrón con variedades cuyas flores duren más tiempo.
  6. Si te gustaría tener un nuevo cultivo de semillas de amapola, corta las vainas en forma de bulbo cuando estén en posición vertical y se sientan como tiza. Sécalas a la luz del sol, ábrelas y pásalas por un colador para quedarte con las semillas de amapola. [9] Como cada planta produce cientos de semillas, procura que tu colección contenga solamente las de las plantas más saludables y vistosas.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Trasplantar las plantas de amapola

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  1. El trasplante te permitirá colocar las amapolas de manera más precisa, en vez de tener que esparcirlas por el jardín y esperar a ver cuáles maduran. Sin embargo, como su única raíz primaria es frágil, las amapolas mueren fácilmente durante este proceso, sobre todo las plantas adultas grandes. En lo posible, solo trasplántalas mientras sean plántulas jóvenes de 7,5 cm (3 pulgadas) de alto y deja las plantas adultas en su envase actual.
    • Si no te queda otra que trasplantar una planta perenne adulta, procura hacerlo a fines del verano, después del periodo de crecimiento más activo pero antes de que empiece a dar semilla. [10]
  2. Las amapolas necesitan tener tierra suelta que drene bien y estar expuestas como mínimo a 6 horas diarias de luz solar. Si es necesario, mejora la tierra agregándole composta o estiércol.
    • Para más detalles, lee la sección sobre cómo plantar las semillas.
  3. Las amapolas son sumamente frágiles después de trasplantadas y será muy probable que mueran si están expuestas a más luz solar. Trasplántalas durante las primeras horas de la noche cuando te sea posible para que tengan toda una noche de oscuridad y puedan adaptase a su nueva ubicación. [11]
  4. Las amapolas podrían demorarse un poco en adaptarse a su nuevo hogar antes de que las raíces empiecen a absorber más agua. Asegúrate de que al menos tengan un poco de agua, para hacerlo tendrás que regarlas una hora o más antes de trasplantarlas. [12]
  5. En el caso de que hayas sembrado la plántula en un recipiente pequeño, haz el hoyo más grande que ese recipiente, sino tendrías que calcular su tamaño o arrancar alguna plántula que no quieras cultivar para examinar su tamaño.
  6. Si vas a trasplantar de un recipiente que tenga varias plántulas, con cuidado reúne la tierra alrededor de una plántula central y separa las demás plántulas de la tierra o muévelas al borde de la maceta. Para minimizar el daño, no deberás manipular directamente la plántula central.
  7. Procura enterrarla a la misma profundidad en la que estaba antes. Muévela con la mayor delicadeza posible para no dañar las raíces. Aplasta un poco la tierra a su alrededor. Riégala para mantener la tierra firme y luego cuídala como lo harías con cualquier otra planta de amapola.
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Consejos

  • Si plantas amapolas en macetas, saca las plántulas jóvenes de modo que quede una por maceta cuando alcance 2,5 cm (1 pulgada) de altura. Si tienes pensado traspasarlas a tu jardín en el futuro, usa una maceta biodegradable que se pueda plantar directamente en la tierra, porque las amapolas no sobrellevan bien el trasplante.
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Advertencias

  • Si tu planta de amapola ha comenzado a desarrollar moho, tendrás que tratarla con un fungicida de jardinería, pero la planta tendrá pocas probabilidades de sobrevivir. Mantenlas separadas y no las riegues tanto para evitar crear un ambiente en donde el moho pueda crecer más.
  • Las babosas podrían amenazar la vida de las plántulas de amapola. Protégelas poniendo tazas de plástico transparentes y desechables a modo de mini invernaderos hasta que las plantas superen su tamaño. Haz algunos agujeros cerca de la parte superior de las tazas puestas al revés y fíjalas en su lugar con una piedra.
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Cosas que necesitarás

  • Estiércol o composta
  • Semillas de amapola
  • Envase de pastillas o cualquier envase pequeño
  • Arena
  • Palo o azada
  • Manguera con boquilla atomizadora o regadera
  • Fertilizante multiuso en gránulos o líquido
  • Mantillo orgánico

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