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El peinado afro es usado por los descendientes africanos y es conocido por su volumen y textura muy rizada. Es una manera deliciosa y natural de llevar el cabello rizado, pero puede fácilmente secarse, dañarse y encresparse si no se trata adecuadamente. La clave para mantener el cabello afro fuerte y sano es usar los productos correctos y seguir pasos para evitar que se deshidrate y quiebre. Con las medidas protectoras apropiadas, tu cabello afro podrá tener todo el grosor y elasticidad sin nada de cabello quebradizo.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Lavar y humectar el cabello afro

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  1. Escoge productos humectantes con aceites nutritivos cuando te laves y trates el cabello afro. La mayoría de los champús contienen ingredientes químicos diseñados para eliminar el exceso de aceite y suciedad, pero como el cabello muy rizado tiende a faltarle humectación, estas fórmulas pueden resecarlo y volverlo quebradizo. Lo mejor que puedes hacer es encontrar un limpiador humectante con aceites botánicos provenientes de frutas y otras fuentes naturales, como aceite de aguacate, aceite de coco o aceite de almendras, y complementarlo con un acondicionador profundo que también sirve para añadir humectación a tu cabello. [1]
    • Los aceites como el de coco, aguacate, jojoba, ricino y oliva nutren profundamente el cabello y por lo general se encuentran en las listas de los mejores productos para el cabello afro. Deben representar la mayor parte de tu arsenal de tratamiento capilar. [2]
    • Lávate el cabello con champú formando bastante espuma y enjuagándote por completo. Cuando te laves con acondicionador, deja que repose en tu cabello 5 a 8 minutos para dejar que penetre en las raíces. Enjuágatelo todo o deja un poco de acondicionador en el cabello para que lo cubra y lo proteja.
  2. El cabello afro rápidamente pierde su humectación natural, haciendo que la humectación adicional sea una parte clave de tu rutina del cuidado del cabello. En vez de solo lavarte el cabello con champú y acondicionador, frota un poco de crema o aceite humectante especial en tu cabello después de terminar de ducharte. Estos productos están elaborados para usarlos sin enjuague. Por lo tanto, en vez de enjuagarte después de aplicártelos, debes dejar que se absorban en tu cabello para reponer la humectación perdida. Algunos de los mejores aceites para este propósito son el aceite de argán, de jojoba y de semillas de uvas, pues también tienen componentes biológicos que fortalecen el cabello. [3]
    • Además de las cremas y aceites normales, muchos productos capilares, como las mascarillas, pomadas y acondicionadores sin enjuague, también contienen los componentes que buscas y podrían ayudarte a peinarte el cabello.
    • Aplícate los humectantes un poco a la vez. Si usas demasiado, puedes saturar tus rizos y hacer que se vean mojados y caídos.
  3. Reduce la cantidad de veces que te laves el cabello a la semana a 3 o 4, en vez de todos los días. Debido a la manera en que limpian el cabello, incluso los champús humectantes con aceites beneficiosos pueden quitarle al cabello su humectación natural. Solo enjuágatelo por completo un par de veces por semana durante tu ducha diaria y evita depender de productos que le quitan a tu cabello sus aceites naturales. [4]
    • Aun así puedes usar acondicionador entre cada ducha con champú o podrías usar humectantes especiales después de bañarte.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Proteger el cabello del daño

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  1. Cambia tu gruesa funda de algodón por una de raso suave, o alguna tela no absorbente con una gran cantidad de hilos. Las telas ásperas no solo pueden dañarte el cabello con la fricción mientras duermes, sino que en realidad pueden absorber una enorme cantidad de los aceites en el cabello, dejándolo con una sensación similar al algodón a la mañana siguiente.
    • Las fundas de almohada de raso no absorben tanto aceite del cabello y se pueden lavar en la lavadora en la mayoría de los casos, convirtiéndose en el producto ideal para los que buscan una solución para dormir menos perturbadora.
    • Las telas con muchos hilos suelen usar hilos más delgados fuertemente apretados, convirtiéndose en menos absorbentes.
  2. Ponte un sombrero o un pañuelo si es probable que llueva. El clima puede ser perjudicial para el cabello si hay demasiada exposición directa: el viento azota, el calor quema y la lluvia desplaza la humectación, haciendo que el cabello se encrespe y vuelva rebelde. Si sabes que tienes que estar afuera, asegúrate de llevar una capa protectora para tu cabello. [5] [6]
    • Deja un pañuelo o turbante en tu auto o bolso para que tengas uno a la mano en caso de que el clima se vuelva inclemente. Si te quedas atrapado sin ninguna prenda para la cabeza, lleva un paraguas, ponte tu capucha o busca una acera cubierta.
  3. Ten cuidado cuando te laves y cepilles el cabello. Los cepillos y los peines son fuertes para el cabello debido a sus dientes duros, pero incluso lavarte el cabello muy fuerte o usar agua demasiado caliente puede causarle tensión al cabello, lo cual se acumulará a la larga. Lávate el cabello con agua tibia y desenrédate una vez que esté limpio, humectado y suave.
    • Hay cepillos con dientes más anchos y suaves disponibles y pueden hacer que el hecho de desenredar el cabello sea menos dañino (y doloroso). [7]
    • Incluso recogerte el cabello usando ganchos con cierres metálicos puede desgastar la capa externa de tu cabello. Una mejor opción es encontrar cintas de nailon (hechas de material de panti) que se puedan estirar bastante. [8]
  4. El calor es una de las peores cosas para el cabello rizado y, junto con la lluvia, es uno de los que más probablemente cause frizz como salvaje. Si decides secarte el cabello con la secadora, planchártelo o rizártelo de vez en cuando, asegúrate de hacerlo con moderación. Como ya es naturalmente seco, el cabello afro es propenso a adquirir una textura quebradiza y áspera cuando se daña con el calor. Una vez que llega a este punto, no hay mucho que puedas hacer para restaurar su fuerza anterior. [9]
    • Si tu cabello se daña mucho, en la mayoría de los salones de belleza puedes usar un tratamiento de acondicionamiento profundo que restaura la elasticidad vital del cabello seco y desaliñado.
  5. Una manera de fijar la humectación de la noche a la mañana es trenzándote el cabello antes de ir a dormir. Al sujetarte el cabello con trenzas, las mechas estarán más cerca unas de otras, compartiendo su humectación y evitando que se suelten y froten contra la almohada. Solo hazte algunas trenzas (no demasiado apretadas) en la noche y no tendrás que preocuparte por el roce con la almohada ni por la pérdida de aceites naturales de tu cabello mientras duermas. [10]
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Mantener el cabello sano

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  1. Las puntas abiertas son el síntoma más evidente del daño, y si las ignoras pueden seguir abriéndose y destruyendo la salud de tu cabello. Revisa tu cabello para ver si tienes puntas abiertas cada dos semanas y haz que el peluquero las corte o puedes hacerlo tú solo. Asegúrate de darle también a tu cabello una prueba de vez en cuando pasando los dedos por algunos mechones. Esto puede indicarte si hay cabellos quebrados a lo largo de la mecha.
    • Asegúrate de cortar las puntas abiertas más allá del punto de la apertura; de lo contrario, se seguirá rompiendo.
    • Aunque no tengas punta abiertas, el cabello que se siente duro cuando pasas los dedos puede correr el riesgo de debilitarse.
  2. Sigue una dieta equilibrada llena de proteínas, fibras y buenas grasas. Muchas de las vitaminas que podrías usar para mantener el cabello sano son las mismas que se encuentran en los alimentos. Los alimentos no procesados como el salmón, los frutos secos, las aceitunas, las verduras verdes y los granos enteros pueden darle a tu cuerpo la mejora nutritiva que necesita para mantener el cabello, la piel y las uñas sanas. [11]
    • El término “buenas grasas” normalmente se refiere a las grasas monoinsaturadas (el tipo que se encuentra en los aguacates, las almendras, el aceite de oliva, el chocolate amargo y otros alimentos que podrías ver en la etiqueta de la botella del champú).
    • Se ha demostrado que el consumo excesivo de azúcar y alcohol es malo para la piel y el cabello. [12]
  3. Tu cuerpo cura sus tejidos mientras descansas. Por lo tanto, asegúrate de dormir lo suficiente. Las personas que sufren de falta de horas de sueño a menudo tienen caída de cabello, pues el cabello y el folículo piloso se vuelven cada vez más débiles debido al estrés físico. Para la mayoría de las personas, lo óptimo es dormir 6 a 8 horas cada noche. No solo te sentirás mejor al estar mejor descansado, sino que también tu cabello aprovechará los beneficios de tu reposo al retener su fuerza y brillo. [13]
    • Complementa tu descanso nocturno con pequeñas siestas a lo largo del día si es necesario.
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Consejos

  • Siempre usa productos diseñados para el cabello natural, en especial aquellos con aceites hidratantes.
  • El cabello de cada persona es un poco diferente. Experimenta con diferentes humectantes para encontrar el que más te convenga.
  • Usa un peine de púas o de dientes anchos después de usar acondicionador para darle volumen al cabello afro.
  • Si no sabes muy bien cuál es la mejor manera de cortarte las puntas para tener un cabello sano y con estilo, consulta con un peluquero que se especialice en peinados naturales.
  • Desenrédate el cabello una vez por semana. Con un peine de dientes anchos, un acondicionador o un desenredador en el cabello mojado, evitarás que se quiebre. No te cortes los nudos, solo trata de deshacerlos.
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Advertencias

  • Siempre lávate y huméctate el cabello de inmediato después de nadar en el mar o en piscinas con cloro.
  • Evita los enjuagues y tratamientos químicos a toda costa. Son sumamente abrasivos y causarán estragos incluso en el cabello más sano.
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