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Para tener un jardín con un césped hermoso no es necesario inundarlo de químicos. El riego, la poda y la fertilización cuidadosos pueden ayudar a crear un césped saludable capaz de resistir enfermedades, maleza y sequías por sí mismo. Y si de todos modos enfrentas estos problemas, por lo general adaptar el suelo o tus hábitos de jardinería puede ser el camino a la recuperación.

Método 1
Método 1 de 3:

Cuidar el nuevo césped

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  1. Si aún no has colocado el césped, puedes revisar la guía detallada que ofrecemos o esta lista de verificación básica para empezar el proceso:
    • Retira el césped anterior y la maleza con una azada o un cortador de césped. No emplees herbicidas.
    • Aplana el suelo de modo que se incline solo 1 o 2 % en dirección opuesta a cualquier construcción. [1]
    • De ser necesario, mejora el suelo . Luego, utiliza un rastrillo cuidadosamente para aplicar un fertilizante arrancador.
    • Riega el suelo y permite que se deposite por una semana. [2]
    • Puedes llenar la mitad de un rodillo de jardín con agua y pasarlo sobre el suelo con cuidado.
  2. Tómate el tiempo que necesites para elegir la especie de césped que quieres. Su mantenimiento será mucho más sencillo si eliges uno que se adecúe al clima, al tipo de suelo y a los patrones de uso. Busca información sobre especies específicas; no te conformes con buscar césped “de temporada fría” o “de temporada caliente”.
    • Asimismo, deberás elegir entre semillas y tepes (césped en pedazos). Las semillas son menos costosas y más fáciles de plantar, pero pueden demorar meses en crecer. Si quieres tener pasto más pronto y estás dispuesto a invertir tu tiempo y esfuerzo, los tepes son la mejor opción.
    • Los tepes deben estar húmedos, sin áreas secas o agrietadas.
  3. . Divide el terreno en secciones a fin de que el proceso sea más manejable. Sigue estas instrucciones:
    • Para plantar semillas: con un esparcidor de semillas, camina en filas paralelas para sembrar la mitad del total. Siembra la otra mitad de las semillas en filas perpendiculares a las primeras. Con cuidado, rastrilla aproximadamente 3 mm (1/8 de pulgada) de tierra sobre las semillas. [3]
    • Para colocar tepes: coloca los tepes en filas escalonadas, como si estuvieras colocando ladrillos. Con una navaja multiusos, recorta los bordes para que encajen.
  4. Sigue estas pautas para mantenerlo saludable:
    • Semillas: riégalas justo después de sembrarlas, pero ten cuidado de que no se las lleve el agua. Vuelve a regarlas cada dos días hasta que empiecen a aparecer las briznas. Esto tomará entre 10 y 14 días desde el momento en que las siembres.
    • Tepes: riégalos abundantemente, hasta que la tierra que está debajo se humedezca, durante 10 días temprano por la mañana.
  5. Evita caminar sobre el nuevo césped durante las primeras semanas posteriores a la colocación. Sé bastante cuidadoso durante el primer mes. Las semillas demoran más en asentarse. No pises la tierra hasta que aparezcan las briznas y una vez que lo hagan, utilízalo lo menos posible por los siguientes seis meses.
    • Una vez que el césped de semillas alcance entre 5 y 7,5 cm (2 y 3 pulgadas) de altura, pásale un rodillo de jardín vacío.
    • No podes tu césped de semillas hasta que alcance entre 7,5 y 10 cm (3 y 4 pulgadas) de alto. Una vez que esto suceda, no podes más de 1,25 cm (1/2 pulgada) cada cierto tiempo hasta que tu esté saludable y bien asentado. [4]
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Método 2
Método 2 de 3:

Dar mantenimiento a un césped asentado

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  1. Las raíces profundas son lo que mantiene al césped saludable y frondoso. Para promover el crecimiento de las raíces, riega el césped abundantemente y luego permite que los 5 cm (2 pulgadas) superiores de la tierra se sequen antes de volverla a regar. La cantidad exacta de agua semanal depende del tipo de césped y del clima. Como regla general, puedes emplear entre 2,5 y 3,25 cm (1 y 1,15 pulgadas) de agua por semana durante la época de crecimiento. Aumenta la cantidad a 5 cm (2 pulgadas) cuando el clima sea cálido y seco. [5] [6]
    • Riega el césped tarde durante la noche o temprano por la mañana para reducir la pérdida de agua por evaporación.
    • Para calcular la cantidad de agua que un irrigador emplea en centímetros (o pulgadas), coloca contenedores abiertos en distintas partes del jardín. Enciende los irrigadores durante 20 minutos y mide la profundidad del agua en cada contenedor. Multiplica la profundidad promedio por 3 para calcular la cantidad que se emplearía por hora.
  2. . Muchas especies de césped sobreviven veranos cálidos y secos volviéndose inactivos. Cuando esto sucede, las hojas se tornan marrones, pero las partes que se encuentran bajo tierra permanecen vivas por meses. Si tu césped se marchita y se vuelve marrón sin importar cuánto lo riegues, permitir que se vuelva inactivo puede ser una opción más saludable que tener que rescatarlo de la ruina constantemente.
    • La mayoría de céspedes inactivos no requieren riego. Si el suelo está extremadamente seco o si la especie de césped no resiste el clima cálido, proporciónale entre 6 y 12 mm (0,25 y 0,5 pulgadas) de agua cada 2 a 4 semanas. [7]
  3. Por lo general, esta se encuentra entre 8,9 y 10,2 cm (3,5 y 4 pulgadas) de altura. Cuando el césped es alto crea una sombra en el terreno, lo que bloquea los brotes de maleza y promueve el desarrollo de microbios beneficiosos. Asimismo, permitir que el césped sea alto facilita que este se concentre en el crecimiento de las raíces, lo que a su vez incremente la resistencia a las enfermedades. Deja los restos del césped en su lugar luego de podarlo a fin de devolverle los nutrientes al suelo.
    • Nunca podes el césped si está húmedo. Podría ocurrir un accidente debido a que está resbaloso. Asimismo, algunas podadoras no son tan eficientes en esta situación.
    • Afila las cuchillas de la podadora luego de cada 10 horas de uso, o en caso de que el césped recién podado se vea disparejo y con puntas marrones.
    • Si detestas cómo se ve el césped alto, puedes reducir la altura hasta 5 cm (2 pulgadas). Algunas especies de césped pueden manejar este tamaño mejor que otros, pero todos prefieren un largo de 7,5 cm (3 pulgadas) o mayor.
    • Nunca cortes más de 1/3 de la altura total del césped. Durante la primavera, es posible que debas cortar algunos tipos de césped cada 2 o 3 días para mantener el largo correcto.
  4. Los tres números que aparecen en la bolsa de fertilizante indican el porcentaje de nitrógeno, fósforo y potasio, en ese orden. El nitrógeno es el elemento más importante para tu jardín y debe ser mayor que los otros dos (la proporción ideal es 3:1:2). [8] Evita números mayores a 10, ya que este producto podría quemar el césped fácilmente.
    • Lo ideal es conseguir una mezcla compuesta por entre 30 y 50 % de fertilizante de liberación lenta y entre 70 y 50 % de fertilizante de liberación rápida. De esta manera, le proporcionarás un estímulo instantáneo mientras añades nutrientes lentamente en el transcurso de las siguientes semanas.
    • Los fertilizantes orgánicos son mejores que los sintéticos, ya que también mejoran el suelo.
  5. Fertiliza tu césped . Si no tienes un esparcidor de fertilizante, puedes alquilar uno de una compañía de alquiler de herramientas. Un esparcidor de descarga es más útil para jardines pequeños. Un esparcidor a voleo (rotatorio) te ayudará a ahorrar tiempo al fertilizar jardines grandes, pero debes mantenerlo alejado de los bordes del césped, de las fuentes de agua y de jardines de vegetales y de flores para evitar la contaminación. [9] Sigue las instrucciones del esparcidor y de la bolsa de fertilizante que señalan que debes aplicar 453,5 g (1 libra) de nitrógeno por cada 92,9 metros cuadrados (1000 pies cuadrados) de césped (aproximadamente 0,5 kg/100 m 2 ). Hazlo una vez al año, de preferencia a fines de otoño, cuando el clima fresco promueve el crecimiento de las raíces en lugar del largo de las hojas.
    • Para evitar franjas de colores disparejos, selecciona la opción del esparcidor a la mitad de lo recomendado y recorre el césped dos veces, primero en de forma vertical y luego horizontal.
    • Si quieres tener el césped perfecto, puedes fertilizarlo entre 3 y 4 veces durante las épocas de crecimiento. Ten en cuenta que si empleas esta estrategia, podrías quemar el césped fácilmente o causar un crecimiento rápido excesivo. Para obtener mejores resultados, comunícate con el anexo de una universidad local que te pueda proporcionar consejos específicos según el clima.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA

    Scott Johnson

    Consultor de diseño y paisajismo
    Scott Johnson es el propietario y consultor principal de diseño en Concrete Creations, Inc., una galardonada empresa de diseño y paisajismo en el área metropolitana de San Diego, California. Tiene más de 30 años de experiencia en la industria de la construcción de piscinas y jardines, y se especializa en proyectos de construcción de entornos al aire libre de grades propiedades. Su trabajo ha aparecido en la revista San Diego Home & Garden Magazine y en Pool Kings TV Show. Obtuvo una licenciatura en administración de la construcción con énfasis en arquitectura y diseño CAD de la Universidad del Norte de Arizona.
    Scott Johnson
    Consultor de diseño y paisajismo

    Nuestro experto señala: Para mantener un césped saludable, asegúrate de regarlo con al menos 3 cm de agua cada 3 días, de podarlo cada semana y de fertilizarlo cada 8 semanas durante la temporada de crecimiento. También revisa tu sistema de rociadores para asegurarte de que el agua se distribuya uniformemente por todo el césped.

  6. Airea tu jardín en otoño o primavera . Retira tapones de tierra empleando un aireador de césped con púas de 1,25 cm (1/2 pulgada) de diámetro una vez al año. Estos deben tener una profundidad de 7,5 cm (3 pulgadas). Al finalizar, debes tener alrededor de 88 por cada metro cuadrado (8 por cada pie cuadrado). [10] De esta manera, el suelo puede combatir la compactación, las enfermedades y la acumulación de paja.
    • Realiza el proceso de aireación mientras el suelo está relativamente seco, con suficiente humedad como para permitir que las púas penetren.
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Método 3
Método 3 de 3:

Identificar y resolver los problemas de un césped enfermo

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  1. Si el agua fluye sobre el césped, es probable que el suelo sea arcilloso o que el jardín se encuentre en una pendiente empinada. En ese caso, deberás regarlo con la mitad de la cantidad habitual de agua, esperar una hora a que se drene y luego regarlo con la otra mitad. Aplica este método en las áreas donde identifiques este problema.
    • Los suelos ricos en arcilla requieren un riego mucho más profundo y menos frecuente que un suelo normal.
    • Airear el jardín puede ser útil si el suelo parece estar denso y compacto.
  2. Si notas que el césped se está marchitando, es decir, se torna un poco gris, morado o azul, o que las huellas se marcan en la superficie, quiere decir que se encuentra relativamente seco. En este caso, debes incrementar la cantidad de agua que utilizas en cada riego.
    • El césped seco también puede ser el resultado de un suelo arenoso, el cual se drena demasiado rápido como para absorber el agua. En este caso, debes regar las áreas arenosas con mayor frecuencia y con una cantidad de agua menor a lo normal.
  3. Cuando sea posible, combate la maleza sin utilizar productos químicos para evitar la contaminación o el daño a las plantas cercanas. Saca las hierbas malas manualmente cada vez que veas alguna. Si tienes un problema serio de maleza, identifica la especie particular y pide consejo a algún jardinero o al anexo de una universidad de tu localidad. La mayoría de hierbas malas pueden combatirse simplemente realizando cambios básicos a tus hábitos de mantenimiento, como mantener el césped alto al podarlo o cambiar el horario de riego. [11]
    • Si decides utilizar un herbicida, asegúrate de seguir las instrucciones de la etiqueta con precisión. Si sigues los consejos para deshacerte de tipos de maleza específicos obtendrás los mejores resultados. Cuando busques un herbicida para un problema de maleza, elije uno posemergente. Los herbicidas selectivos matan especies específicas de maleza, mientras que los no selectivos también matan el resto del césped, por lo que deben aplicarse con gran precisión.
    • Si utilizas un esparcidor de semillas o algún otro equipo para esparcir herbicidas, ten en cuenta que podrían quedar restos del producto en el equipo y estos, a su vez, podrían esparcirse a otras áreas del jardín. [12]
  4. Si hay gusanos de jardín, escarabajos u otras pestes comiéndose tu césped, por lo general la mejor solución es cambiar tus hábitos de mantenimiento. El anexo de alguna universidad local podría ayudarte a combatir las pestes comunes en tu localidad, así como indicarte cuáles son las pestes que realmente dañan tu césped. Los pesticidas e insecticidas deben emplearse solo como último recurso, ya que pueden matar los microbios y gusanos que son beneficiosos para el suelo. En caso de que decidas utilizarlos, sigue las instrucciones de la etiqueta al pie de la letra.
    • Los pesticidas también pueden ser peligrosos para quien los aplique. Por ello, debes utilizar equipo de protección según se indique en la etiqueta. Luego de aplicar el producto, lava tanto tu piel como la ropa que vestías al hacerlo antes de comer, beber o fumar. [13]
  5. Si permites que la paja, esa capa esponjosa de color marrón que cubre el suelo, alcance más de 1,25 cm (0,5 pulgadas) de espesor, esta puede causar problemas. Alquila una máquina especial para separarla y luego déjala sobre el suelo para que se descomponga. Una vez que haya desaparecido, dale mantenimiento al césped con un poco de tierra, pero asegúrate de que sea el mismo tipo de suelo sobre el cual se plantó. [14]
    • Retira la paja únicamente al inicio del otoño o en los primeros días de la primavera. No lo hagas si tiene menos de 1,25 cm (0,5 pulgadas) de espesor.
    • La acumulación de paja también puede ser causada por el mal drenaje. Airear el suelo de la manera que se indica anteriormente puede ayudar a solucionar este problema. [15]
    • Contrario a lo que se suele pensar, los restos de césped podado no contribuyen a la aparición de paja.
  6. En muchas áreas, como por ejemplo en gran parte del este y medio oeste de Estados Unidos, el suelo es muy ácido y requiere una ligera cantidad de carbonato cálcico en forma de pellets. Una opción más precisa sería realizarle una prueba al suelo y ajustar el pH hasta que se encuentre entre 6,0 y 7,0. El kit de prueba del suelo también podría indicar deficiencias en ciertos nutrientes, como bajas cantidades de fósforo o hierro, lo cual se puede ajustar utilizando un fertilizante diferente o mediante productos aditivos para el suelo.
    • Puedes añadir la cal o calcio en cualquier momento del año.
    • Si el suelo es demasiado alcalino, reduce el nivel del pH con productos de jardinería a base de azufre.
  7. Los hábitos señalados anteriormente pueden ayudar a que tu césped resista las enfermedades. Si ves que el jardín está decolorado u observas alguna otra señal de enfermedad, intenta identificar la enfermedad específica y pídele consejos sobre las enfermedades del césped particulares del área donde vives a un experto de tu localidad. Existen unos cuantos pasos que puedes seguir para combatir la mayoría de enfermedades:
    • Evita regar el césped en exceso. Este nunca debe estar completamente empapado ni quedar empozado.
    • Sacude las gotas de rocío del césped con una manguera rociadora o simplemente arrástrala sobre el este. El líquido que parece “rocío” en realidad podría ser agua azucarada que ha brotado de la planta, lo que a su vez podría atraer y alimentar microbios. [16]
  8. Si observas que el césped se ve dañado, reduce el tránsito peatonal y vehicular hasta que vuelva a estar saludable. Esto también se aplica en el caso de que ocurran heladas, las cuales hacen que el césped esté particularmente vulnerable.
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Consejos

  • En lugar de rastrillar las hojas durante el otoño, aplástalas con la podadora. Al igual que con los restos de césped podado, estas se incorporarán al suelo y se convertirán en abono.
  • Una podadora para mantillo funciona mejor. Esta no expulsa los restos de césped por un lado sino que los retiene en la base, donde son cortados en pedazos más finos hasta que se pegan al césped podado y desaparecen.
  • La cal en forma de pellets es más costosa pero también es más sencilla de aplicar.
  • Durante la primavera, coloca un producto para prevenir la aparición de garranchuelos sin fertilizante.
  • Rastrilla el césped muerto. No utilices una pala ni bajes el nivel de las cuchillas de la podadora, ya que esto corta las raíces buenas.
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Advertencias

  • No riegues, fertilices ni podes un césped si ha dejado de crecer.
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