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La malabsorción puede provocar desnutrición y fatiga debido a que el organismo no asimila los nutrientes adecuados de los alimentos que consumes, como las vitaminas, las grasas, los azúcares o las proteínas. Sus causas son diversas y el tratamiento depende de cuáles sean estas, así que será necesario desarrollar un plan de tratamiento con el doctor. Por lo general, será útil llevar una alimentación rica en calorías, tomar suplementos y evitar los alimentos problemáticos. Además, el doctor te prescribirá un medicamento para tratar la causa de fondo de la malabsorción.

Método 1
Método 1 de 3:

Mejorar tu alimentación

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  1. Necesitas consumir más alimentos para satisfacer tus necesidades nutricionales, puesto que el organismo no está absorbiendo todo lo que comes. Consulta con tu doctor o nutricionista para fijar un objetivo de calorías diarias. Luego, come suficiente comida para recibir las calorías que necesitas. [1]
    • Si tienes un peso saludable o exceso de peso, el doctor te dará un objetivo de calorías moderadamente más alto. Sin embargo, podría ser necesario llevar una alimentación muy rica en calorías si estás perdiendo peso de forma constante o si ya tienes un peso inferior al normal.
    • Los objetivos de calorías pueden variar a lo largo del tratamiento.

    ¿Lo sabías? Cuando sufres de malabsorción, puedes bajar de peso aunque comas mucha comida. La razón de esto es que el organismo no puede absorber los nutrientes de los alimentos y en vez de eso, produce más desechos, como la diarrea.

  2. La ingesta de comidas más pequeñas permite que el organismo reciba más nutrientes en general. Programa al menos 6 comidas pequeñas cada 2 o 3 horas durante el día. En las comidas, consume la mitad de lo que sueles comer en una comida normal. [2]
    • Así le ayudarás al organismo a absorber más nutrientes, puesto que tendrá más oportunidades de recibir nutrientes.
  3. Tu alimentación debe aportar suficientes proteínas, grasas, carbohidratos y vitaminas para nutrir tu organismo. En concreto, necesitas suficiente ácido fólico, vitamina B12 y hierro para mantenerte saludable. El nutricionista puede diseñar una alimentación que atienda tus necesidades únicas y se adapte a tus preferencias alimentarias. Pídele a tu doctor que te recomiende un nutricionista o busca uno en Internet. [3]
    • Es posible que tu seguro cubra las citas con el nutricionista, así que verifica tus beneficios.
  4. Si tienes un episodio digestivo, lo más probable es que no puedas ingerir suficiente comida para nutrir tu organismo. Por ejemplo, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) puede limitar cuánto puedes comer. Cuando esto ocurra, toma un suplemento nutricional líquido para evitar la desnutrición. [4]
    • Pídele al doctor que te recomiende un suplemento líquido que sea conveniente para ti.
    • Por ejemplo, puedes tomar Peptamen o Pedialyte, que por lo general están disponibles en las farmacias. Como alternativa, el doctor puede prescribirte un suplemento.
  5. Algunas enfermedades causantes de la malabsorción también provocan inflamación, lo que empeora los síntomas. Consumir más ácidos grasos omega 3 reduce naturalmente la inflamación de modo que puedas comer más y absorber más nutrientes. Consulta con tu doctor para verificar que sea seguro comer más omega 3. [5]
    • Algunas buenas fuentes de ácidos grasos omega 3 son el pescado, los aceites vegetales, los frutos secos, las verduras de hoja verde y las semillas de linaza. Si no te gusta consumir dichos alimentos, pregúntale al doctor si está bien tomar un suplemento. [6]
  6. Puedes absorber más nutrientes si tomas suplementos multivitamínicos y minerales. Pídele al doctor que te recomiende un suplemento y qué cantidad tomar para atender tus necesidades únicas. Luego, toma tu vitamina o suplemento siguiendo las indicaciones exactas del doctor. [7]
    • Las vitaminas y los suplementos pueden aumentar los niveles nutricionales, pero esto no siempre da resultado. Es posible que el organismo no absorba los nutrientes de los suplementos, sobre todo si tienes dificultades para digerir las grasas.
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Método 2
Método 2 de 3:

Evitar los alimentos problemáticos

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  1. Es probable que haya alimentos que empeoran tu afección. Para detectarlos, escribe todo lo que comes y lo que sientes tras su consumo. Esto te ayudará a determinar qué necesitas eliminar de tu alimentación. [8]
    • Muéstrale tu diario de alimentos al doctor o nutricionista para que pueda ayudarte a elaborar un buen plan de tratamiento para ti basándose en esa información.
  2. Después de identificar los alimentos desencadenantes de tu problema, haz todo lo posible por eliminarlos. Esto te permitirá reducir los problemas digestivos que te dificultan la ingesta de suficientes alimentos para equilibrar la malabsorción. Los desencadenantes comunes son los lácteos, el gluten, la soya, el trigo, los alimentos azucarados y los alimentos ricos en grasas. [9]
    • Según la causa de la malabsorción, evitar los alimentos desencadenantes también puede ayudar a evitar un daño mayor. Por ejemplo, la enfermedad celiaca puede dañar los intestinos si no eliminas el gluten de tu alimentación. Esto significa que evitar los alimentos desencadenantes en realidad puede ayudarte a absorber más nutrientes de lo que absorberías de otra manera.
  3. Si tienes la EII o una afección relacionada, no consumas alimentos o bebidas que puedan empeorar la diarrea durante un episodio. Por lo general, esto incluye las frutas y las verduras frescas, las ciruelas pasas, la cafeína y los alimentos azucarados. Evítalos de forma temporal hasta que termine el episodio. [10]
    • Pregúntale al doctor cuánto tiempo debes cambiar tu alimentación. Las frutas y las verduras son nutritivas e importantes para llevar una alimentación saludable, así que debes volver a comerlas lo más pronto posible.

    Consejo: cuando no tengas un episodio digestivo, mantén una alimentación variada que incluya una diversidad de frutas y verduras frescas.

  4. Cuando tienes la enfermedad celiaca, el gluten provoca inflamación en el tracto digestivo, lo que te impide absorber los nutrientes. Debes evitar el gluten para evitar una mayor inflamación y ayudar al organismo a absorber más nutrientes. Si el doctor te diagnostica con la enfermedad celiaca, elimina el gluten de tu alimentación. [11]
    • El gluten es una proteína de trigo común en el pan, los cereales, las pastas, los productos de panadería y pastelería, las especias, las salsas y los alimentos procesados. Revisa las etiquetas de los alimentos que consumes para asegurarte de que no contengan gluten.
    • Si sigues consumiendo gluten, la inflamación dañará los intestinos.
  5. La lactosa es un azúcar de la leche que está presente en los productos lácteos y es posible que no puedas digerirla por completo. Esto puede provocar una diarrea que impide absorber los nutrientes de forma adecuada, lo que da lugar a la malabsorción. Si el doctor te diagnostica con intolerancia a la lactosa, deja de consumir productos lácteos o elige opciones sin lactosa. [12]
    • Revisa la etiqueta de los productos lácteos para asegurarte de que diga “sin lactosa”. También puedes cambiar a los productos de soya si no te provocan malestar estomacal.
    • Por suerte, la intolerancia a la lactosa no produce daños permanentes. Una vez que dejes de consumir productos lácteos, podrás evitar el malestar digestivo y absorber mejor los nutrientes.
  6. Si el organismo no digiere las grasas de forma adecuada, notarás heces malolientes y de color claro que se adhieren al inodoro. Esto significa que el organismo está dejando pasar las grasas a través de tu sistema digestivo sin digerirlas por completo, lo que te hace perder nutrientes. Cámbiate a una alimentación baja en grasas de modo que el organismo no deje pasar tan rápido la comida a través del sistema digestivo. Esto te ayudará a absorber más nutrientes. [13]
    • Consulta con tu doctor para averiguar si tu organismo no digiere las grasas de forma adecuada. Te sacarán una muestra de heces para asegurarse.
    • Pregúntale al doctor qué cantidad de grasa necesitas consumir a diario para satisfacer tus necesidades nutricionales. No elimines por completo las grasas de tu alimentación.
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Método 3
Método 3 de 3:

Recibir tratamiento médico

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  1. La malabsorción se debe a una enfermedad de fondo, así que necesitarás tratar la causa y controlar los síntomas. Sométete a un diagnóstico adecuado de tu doctor para recibir el tratamiento adecuado. Luego, pregúntale qué tratamientos hay disponibles y decide cuál es el más conveniente para ti. [14]
    • Por lo general, la malabsorción se trata con una combinación de cambios alimenticios y tratamientos médicos. Esto puede incluir medicamentos o apoyo nutricional.
  2. Es posible que experimentes una malabsorción mientras el organismo está combatiendo una infección. Esto es común sobre todo en los niños. Si sospechas que tú o tu hijo tienen una infección, acude al doctor. Él hará un diagnóstico y prescribirá un antibiótico en caso de ser necesario un tratamiento. Administra el medicamento según sus indicaciones. [15]
    • Los antibióticos solo se utilizan para tratar infecciones bacterianas.
  3. Si la comida está pasando muy rápido por el sistema digestivo, el doctor puede prescribirte un medicamento que disminuirá el funcionamiento de los intestinos. Estos medicamentos mantienen la comida en los intestinos por más tiempo de modo que el organismo tenga más tiempo de absorber los nutrientes. Consulta con tu doctor sobre dichos medicamentos si tienes una enfermedad como la EII o el síndrome del intestino corto. [16]
    • Toma tu medicamentos según las indicaciones exactas del doctor.
  4. Tomar suplementos líquidos y vitaminas puede ayudar a nutrirte mejor, pero es posible que esto no dé resultado para ti. Si tienes una gran deficiencia de vitaminas, el doctor puede aplicarte una inyección para aumentar rápidamente tus niveles de vitaminas y minerales. Si las vitaminas y los suplementos orales no te ayudan, habla con él sobre esta opción de tratamiento. [17]
    • Estas inyecciones aumentarán de forma temporal los niveles de nutrientes. Podría ser necesario recibirlas con frecuencia para evitar la desnutrición.
  5. Algunas enfermedades de fondo pueden dañar el páncreas, lo que dificulta la absorción de ciertos nutrientes. Si este es tu caso, el doctor puede prescribirte enzimas pancreáticas que ayudarán al organismo a aumentar la absorción de nutrientes. Pregúntale al doctor si necesitas enzimas pancreáticas y luego tómalas según sus indicaciones. [18]
    • Por ejemplo, la fibrosis quística puede dañar el páncreas.
  6. Los esteroides como la prednisona reducen la inflamación en el organismo, así que pueden tratar o evitar un episodio de EII. Consulta con el doctor para averiguar si los esteroides son un tratamiento adecuado para ti. Luego, tómalos según sus indicaciones. [19]
    • Es posible que el doctor quiera probar otros tratamientos antes de administrarte esteroides.
    • Los esteroides pueden provocar efectos secundarios, incluida la malabsorción de algunos nutrientes, la pérdida de masa ósea y la absorción deficiente de proteínas.
  7. El doctor puede administrarte una fórmula nutricional directamente en la sangre para ayudarte a asimilar los nutrientes que necesitas. Esta fórmula proporciona líquidos, vitaminas, minerales y electrolitos. Este tratamiento se llama nutrición parenteral total. Consulta con el doctor para averiguar si es adecuado para ti. [20]
    • Por lo general, el doctor te administrará este tratamiento si no puedes absorber suficientes nutrientes después de probar otros tratamientos.
  8. El doctor puede insertar una sonda de alimentación en el estómago para administrar una fórmula nutricional directamente en dicho órgano. Este tratamiento se llama nutrición enteral debido a que recibes todos los nutrientes de la fórmula. Pregúntale al doctor si este podría ser el tratamiento más adecuado para ti en caso de que otros tratamientos no den resultado. [21]
    • Aún es posible comer mientras tienes una sonda de alimentación. Pregúntale al doctor si es seguro para ti comer o no.
    • Podrías experimentar molestias durante la inserción o el cambio de la sonda de alimentación, pero por lo general no es doloroso tener una.
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Consejos

  • Además de ciertos procedimientos quirúrgicos y medicamentos, algunas enfermedades también pueden provocar malabsorción de nutrientes. Entre ellas están la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la enfermedad de Crohn, la enfermedad celiaca, el síndrome del intestino corto, la intolerancia a la lactosa, la enfermedad de Whipple, la infección parasitaria, la fibrosis quística, el VIH, el SIDA y la enfermedad hepática crónica. [22]
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Advertencias

  • Busca la ayuda de tu doctor para tratar la malabsorción. No intentes tratarla por tu cuenta, ya que ciertas enfermedades causantes de malabsorción pueden seguir empeorando si no recibes tratamiento médico. [23]
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