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Uno de los productos más versátiles que tienes en la despensa es el bicarbonato de sodio. Es útil y práctico para muchas cosas, desde hornear productos de panadería y repostería hasta colocarlo en el refrigerador para absorber los olores. Sin embargo, si nunca lo has incorporado en tu rutina de cuidado de la piel, quizás te estés perdiendo sus beneficios. Puedes usarlo para preparar un exfoliante, una mascarilla iluminadora o un tratamiento contra los molestos brotes de acné. Para obtener los mayores beneficios para tu piel, solo necesitas saber cuáles son los ingredientes adecuados con los que debes mezclar el bicarbonato.

Método 1
Método 1 de 3:

Exfoliar con bicarbonato de sodio

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  1. Coloca en la palma de tu mano 1 cucharadita de bicarbonato. Agrégale 1 cucharada de miel orgánica y mezcla ambos ingredientes con los dedos para crear una pasta. [1]
    • La miel posee propiedades antifúngicas y antibacterianas, así que los exfoliantes faciales que la contienen son ideales para tratar la piel propensa al acné.
    • Asimismo, la miel posee propiedades humectantes, por lo que el exfoliante también es adecuado para la piel normal a seca.
    • Si no tienes miel a la mano, puedes usar 1 ½ cucharaditas de agua en su lugar.
  2. Después de combinar el bicarbonato y la miel, usa los dedos para masajear la mezcla en tu rostro con cuidado. Frota el exfoliante con movimientos circulares para desprender la piel muerta. Deja reposar la mezcla en la piel durante 1 minuto. [2]
    • No frotes el exfoliante con mucha fuerza sobre la piel porque esto podría enrojecerla e irritarla.
  3. Después de que la mezcla de bicarbonato haya reposado durante un minuto, enjuágate la piel con agua tibia. Asegúrate de enjuagarte bien para que no quede ningún residuo. [3]
    • Si tienes dificultades para enjuagarte el rostro, puedes quitar el exfoliante con un paño de microfibra húmedo.
    • Después de enjuagar el exfoliante, aplícate el tónico, suero o humectante que siempre usas como tratamiento para la piel. Esta absorberá con mayor facilidad los productos porque el exfoliante ha eliminado las células muertas de la piel del rostro.
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Método 2
Método 2 de 3:

Darle brillo a la piel con una mascarilla de bicarbonato de sodio

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  1. En un tazón pequeño, mezcla 1 o 2 cucharadas de bicarbonato, el jugo de ½ limón y 1 cucharadita de miel. Revuelve bien para asegurarte de incorporar por completo los ingredientes.
    • La mascarilla debe tener una consistencia pastosa. Incorpora primero 1 cucharada de bicarbonato de sodio y agrega más únicamente si la mezcla está muy líquida.
    • Será mejor si usas jugo de limón fresco, pero puedes sustituirlo por jugo envasado si lo tienes en el refrigerador. En este caso, agrégale 1 cucharadita de jugo a la mezcla.
  2. Cuando hayas creado una pasta con los ingredientes, aplícate la mascarilla en el rostro con cuidado. Masajéala en la piel con movimientos circulares y deja que repose de 5 a 15 minutos.
    • Antes de aplicarte la mascarilla, asegúrate de tener la piel limpia.
    • Es normal que la mascarilla te provoque un poco de hormigueo y tensión. Sin embargo, si sientes que te quema la piel, retírala de inmediato.
  3. Después de que la mascarilla haya reposado en la piel durante varios minutos, humedece con agua tibia un paño limpio. Frótalo con suavidad en todo el rostro para retirar por completo la mascarilla.
    • Haz movimientos circulares con el paño a medida que retiras la mascarilla.
  4. Después de quitar la mascarilla con el paño, aplícate agua fría en el rostro para enjuagarlo una última vez. Luego, aplícate la crema humectante que prefieras para volver a hidratar y suavizar la piel.
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Método 3
Método 3 de 3:

Tratar el acné con bicarbonato de sodio

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  1. Coloca una cucharadita de bicarbonato en un tazón pequeño. Agrégale lentamente un poquito de agua destilada; usa únicamente la cantidad suficiente para formar una pasta. Revuelve con cuidado la mezcla con la ayuda de una cuchara. [4]
    • Si le agregaste demasiada agua a la mezcla por error y queda muy líquida, agrégale un poco más de bicarbonato al tazón hasta que tenga una consistencia pastosa.
  2. Después de preparar la pasta de bicarbonato, aplícala en las áreas donde tengas acné. No debes extenderla en todo el rostro porque podría resecarte la piel, así que aplícala únicamente en los granitos. Deja reposar la pasta en la piel durante 15 minutos o hasta que se haya secado por completo. [5]
    • Asegúrate de tener las manos limpias cuando te apliques la pasta en el rostro.
  3. Cuando se haya secado por completo, enjuágala con agua tibia. Quizás debas usar un paño húmedo para retirar la pasta en su totalidad, pero no lo frotes con mucha fuerza porque podrías irritarte la piel. Sécate el rostro con palmaditas con una toalla limpia. [6]
    • Después de retirar la mascarilla, es recomendable que te apliques una crema humectante que no contenga aceite.
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Consejos

  • El bicarbonato tiene un pH alto, por lo que es una sustancia muy alcalina. Por este motivo, puede alterar el manto ácido de la piel. Es recomendable que consultes con tu dermatólogo o esteticista para determinar si el bicarbonato de sodio es la mejor opción para tu piel.
  • Puesto que el bicarbonato podría resecar la piel, será mejor que no uses estos tratamientos para el cuidado de la piel más de una o dos veces por semana.
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Cosas que necesitarás

Exfoliante de bicarbonato

  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharada de miel orgánica
  • agua

Mascarilla de bicarbonato

  • un tazón pequeño
  • una cuchara
  • 1 o 2 cucharadas de bicarbonato de sodio
  • el jugo de ½ limón
  • 1 cucharadita de miel
  • un paño
  • agua
  • crema humectante

Tratamiento de bicarbonato contra el acné

  • un tazón
  • una cuchara
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • agua

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