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La vida es una sola, así que es importante aprovecharla al máximo. Sin embargo, eso no significa que sea fácil. En ocasiones, ser feliz con tu vida requiere un esfuerzo adicional por buscar el lado positivo. Afortundamente, existen muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu perspectiva, más allá de tus circunstancias.

Método 1
Método 1 de 3:

Tener una mentalidad positiva

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  1. Despiértate cada mañana con la actitud de que será un día completamente nuevo. Deja ir todo lo que haya ocurrido el día anterior, y aborda el presente con la idea de que cualquier cosa puede suceder. [1]
    • Una idea útil es poner un recordatorio en tu teléfono o una nota al lado de la cama para poder ver cuando despiertes. Puedes escribir algo así como “¡Sé feliz!” o “¡Es un nuevo día!”. Incluso puede ser algo tan sencillo como una cara sonriente.
  2. La risa puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo, así que busca cualquier oportunidad para reír. Para ello, puedes pasar el tiempo con tus amigos más divertidos, mirar películas o programas de televisión que te causen mucha gracia o seguir grupos de memes en las redes sociales. Si no encuentras nada para reír, simplemente ríe en voz alta. Por más que finjas al principio, probablemente no tardes mucho en notar que las risas son reales. [2]
    • La risa es un gran calmante para el estrés, y es físicamente buena para el cuerpo, en especial para el corazón, los pulmones y los músculos.
  3. Los cuidados personales implican ocuparte de tu cuerpo y mente. Por ejemplo, todos los días, prepara comidas saludables y nutritivas que le proporcionen a tu cuerpo la energía necesaria. Además, ejercita durante 30 minutos varios días a la semana para mantenerte fuerte y saludable. Respeta un cronograma regular y duerme lo suficiente todas las noches. La falta de sueño hará que te resulte difícil sentirte positivo y feliz. [3]
    • Además de vivir un estilo de vida saludable, los cuidados personales pueden incluir relajarte, pasar tiempo con tus amigos, disfrutar tus pasatiempos favoritos, escuchar música o cualquier cosa que te haga sentir que vives la mejor vida posible.
  4. Es normal y natural que dudes de ti mismo en algunos momentos; ¡todas las personas lo hacen! Sin embargo, eso no significa que debas aceptar esos pensamientos negativos. Todos los días, detente y evalúa tus pensamientos acerca de ti mismo. Si son crueles, reformúlalos en pensamientos positivos. [4]
    • Por ejemplo, si enfrentas una situación difícil, en vez de pensar “No puedo hacer esto”, puedes pensar “Me emociona probar algo nuevo”.
    • Si te sientes solo, puedes reemplazar el pensamiento “Nadie me quiere” por algo así como “Esta noche, dedicaré un tiempo para ponerme en contacto con viejos amigos”.
  5. Reserva intencionalmente un momento todos los días para contemplar las cosas por las que sientes agradecimiento en la vida. Puedes reflexionarlas en tu mente, decirlas en voz alta o escribirlas en un diario de gratitud. No hay problema si es algo pequeño; la idea es enfocarte en tener un espíritu de gratitud para que te resulte más sencillo encontrar cosas nuevas por las cuales sentir agradecimiento.
    • Por ejemplo, un día puedes sentir agradecimiento por un gran tazón de pho cuando estás resfriado, y al día siguiente, puedes sentir agradecimiento por la vista hermosa de la ventana de tu habitación.
    • Uno de los beneficios de tener un diario de gratitud es que, si tienes un mal día, puedes tomarlo y leerlo. Ver las cosas que te hacen sonreír te ayudará a iluminar tu espíritu y a recordar que es importante estar atento para descubrir las cosas por las que puedes sentir agradecimiento ese día.
  6. Pasar todo el tiempo en el trabajo o haciendo quehaceres no te ayudará a sentirte realizado. Es por ello que es importante reservar algo de tiempo para las cosas que en verdad amas. De esta forma, te sentirás menos estresado y con un mayor control sobre tu vida. Además, disfrutar tus pasatiempos puede ayudarte a hacer amigos nuevos, y tendrás algo de qué hablar cuando estés con otras personas. [5]
    • Por ejemplo, puedes pasar tiempo escuchando música, leyendo, escribiendo en un diario, practicando un deporte, haciendo artesanías o plantando un jardín.
    • En ocasiones, el cuidado personal simplemente significa reconocer si te sientes abrumado, y saber cuándo es momento de tomarte una pausa.
    • No tengas miedo de probar algo nuevo. Tus intereses pueden cambiar cada dos meses, y eso está bien.
  7. En ocasiones, es fácil dejarse llevar por los pensamientos del pasado o las preocupaciones del futuro. Los ejercicios de consciencia plena ayudan a entrenar al cerebro para estar conectado con lo que sucede a tu alrededor. Estos son algunos ejercicios que puedes probar:
    • Observa algo que puedas percibir con cada uno de los cinco sentidos. Por ejemplo, puedes notar la forma en que sientes los pies sobre la alfombra, el sonido del tráfico afuera, el aroma de una vela encendida, el sabor de una bebida y la vista de una foto en la pared. [6]
    • Cuando comas, hazlo lento y degusta bien cada bocado. Presta atención a los sabores de la comida y cómo se combinan cuando comes distintas partes del plato. Además, nota las texturas de la comida mientras comes.
    • Inhala lento y profundo por la nariz, prestando atención a la forma en que sientes el aire cuando llena tu pecho y abdomen. Luego, exhala lento por la boca, y observa la forma en que tu cuerpo se siente cuando el aire se vacía de los pulmones.
  8. Sin importar cuánto intentes conservar el optimismo, a la larga, probablemente enfrentes algunas dificultades. ¡Eso está bien! No puedes evitar que ocurran, pero puedes controlar tu forma de verlas. Por más que una situación parezca totalmente terrible, busca una pequeña esperanza, por más que solo sea enfocarte en qué tan bien te sentirás cuando todo termine. [7]
    • Esto puede ayudarte a estar más preparado para abordar los problemas con decisión. Si puedes enfrentar desafíos en vez de huir de ellos, generalmente descubrirás que puedes resolverlos mucho más rápido.
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Método 2
Método 2 de 3:

Encontrar tu propósito

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  1. Sentir que vives la vida al máximo puede ser difícil si no sabes cuál es tu propósito. Para determinarlo, tómate un tiempo para pensar bien en cuáles son las cosas importantes para ti en la vida. Luego, usa esas respuestas para determinar si vives de acuerdo a tus valores o si debes realizar cambios para alinearte mejor a ellos. Hazte las siguientes preguntas:
    • ¿Qué dolor quieres reparar en el mundo?
    • ¿Qué cosas te hacen sentir enérgico e iluminado?
    • ¿Por qué cosas te gustaría que te recuerden?
    • ¿Cuál crees que sería una forma muy divertida de pasar el tiempo?
  2. Cuando comiences a descubrir la dirección deseada para tu vida, establece objetivos para alcanzarlos. Pueden ser metas personales o profesionales; lo importante es que sigas hacia adelante trabajando para ser mejor. Esto te ayudará a sentir que trabajas por un propósito, y te sentirás más realizado.
    • Divide los objetivos grandes en pasos más pequeños y alcanzables. Por ejemplo, si no estás en forma y quieres correr una maratón, comienza por establecer el objetivo de caminar 30 minutos todos los días durante una semana. Luego, una vez que alcances dicha meta, establece un objetivo nuevo de correr por cinco minutos cada vez que camines. Sigue creando y estableciendo objetivos hasta cruzar la línea de llegada.
    • Recuerda que tus valores pueden cambiar con el tiempo, por lo que tus objetivos también podrían cambiar. Evalúalos de vez en cuando para asegurarte de seguir el rumbo que sientas que es correcto para ti.
  3. En ocasiones, es fácil acostumbrarse a una rutina, y hacer cualquier cosa fuera de la misma puede ser atemorizante. Sin embargo, si quieres cumplir tu propósito en la vida, tendrás que estar dispuesto a experimentar incomodidades. Esto dependerá de tu situación, pero es probable que reconozcas la oportunidad de esforzarte cuando surja. [8]
    • Por ejemplo, si sueñas con una carrera distinta, quizás encuentres la forma de incluir clases nocturnas en tu cronograma actual, por más que lleves una vida muy agitada.
  4. Es más probable que sientas que aprovechas la vida al máximo si te esfuerzas constantemente por aprender y crecer. Esfuérzate cada día por leer materiales como libros, revistas, periódicos y páginas web informativas. Además, procura estar al día con las últimas publicaciones en tu campo para estar siempre informado acerca de los desarrollos nuevos.
    • Otras formas de aprender pueden ser tomar cursos en línea, preparar una receta nueva o comenzar un pasatiempo nuevo. [9]
    • Busca oportunidades de aprendizaje en situaciones de la vida. Por ejemplo, si una amistad termina, evalúa tu rol para ver si hay algo que podrías haber hecho de otra forma o si hay algo que tengas que evitar al entablar amistades en el futuro.
  5. Devolverle algo a tu comunidad puede ayudarte a sentirte más conectado con las personas, además de hacer que tu vida sea más significativa. Piensa en una forma en que te gustaría generar un impacto en el mundo. Luego, haz una búsqueda en línea para encontrar oportunidades de voluntariado en tu zona y ver si hay algo que puedas hacer para ayudar. [10]
    • Por ejemplo, si sientes dolor cuando piensas en las víctimas de violencia doméstica, puedes ofrecer tu tiempo para servir alimento en los refugios para personas que hayan escapado de esas situaciones.
    • Si no toleras ver sufrir a los animales, puedes pasar el tiempo ayudando en un centro local de rescate de animales.
  6. Muchas personas sienten una gran comodidad a través de su creencia de una fuerza superior. La fe y la espiritualidad son experiencias muy personales, así que no permitas que nadie te diga cómo debes adorar. En cambio, tómate un tiempo todos los días para contemplar, meditar o rezar y así conectarte con tu idea de Dios. [11]
    • Si tus creencias están alineadas con otra fe, como el cristianismo, el judaísmo o el islamismo, busca servicios de adoración en tu zona. Esta puede ser una gran forma de conocer a otros creyentes con la misma mentalidad, lo que puede ayudarte a estar más conectado con tu fe.
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Método 3
Método 3 de 3:

Construir relaciones

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  1. Si te rodeas de personas que te deprimen, sentirte feliz será difícil. Quizás no puedas evitar a las personas negativas de tu vida por completo, pero puedes limitar la cantidad de tiempo que pasas con ellas. Tan seguido como puedas, toma la decisión de pasar tiempo con personas que te hagan sentir bien contigo mismo. [12]
    • Si no tienes una red social fuerte, haz amigos nuevos en clases, el trabajo o en línea. También puedes contactar a amigos con quienes hayas perdido el contacto.
    • Para conocer personas nuevas, asiste a los eventos de la comunidad, como conciertos, festivales de recaudación de fondos y reuniones sociales abiertas al público.
  2. Una gran parte de formar relaciones saludables implica ver a las personas por quienes realmente son, en vez de por quienes quieres que sean. Las personas a menudo son complejas, y rara vez son totalmente buenas o malas. Acepta a las personas en tu vida como son, con todos sus defectos.
    • Eso no significa que tengas que aceptar comportamientos poco saludables o mantener relaciones tóxicas. Sin embargo, si tienes una visión realista de los demás, te resultará más fácil comprender cómo establecer límites saludables.
    • Busca el lado bueno de las personas, pero no a costa de tener una visión realista. Por ejemplo, si alguien es generoso y siempre te hace sentir bien contigo mismo, pero sabes que tiene el hábito de ser deshonesto, toma sus palabras con reservas, por más que valores sus aspectos positivos. [13]
  3. No tengas miedo de ser un poco vulnerable a veces. Es una parte importante de nutrir relaciones saludables. Buscar apoyo en tus amigos y seres queridos puede ayudarte a sentir que perteneces. Ser abierto también puede hacer que te resulte más fácil lidiar con las dificultades de la vida, dado que tus seres queridos te animarán. [14]
    • La otra cara de esta moneda es que, cuando tienes una amistad cercana con los demás, habrá personas con quienes celebrar cuando ocurran cosas buenas en tu vida.
    • Asegúrate de ser un buen oyente cuando tus amigos lo necesiten.
  4. En ocasiones, enfrentarás conflictos con los demás, sin importar qué tan amigable seas. Ya sea que tengas una discusión con un ser querido o no estés de acuerdo con un compañero de trabajo, conserva una actitud madura para mantener la situación bajo control. No culpes ni humilles a la otra persona, y exprésate en términos de cómo te hace sentir la situación, y no en las equivocaciones del otro. [15]
    • Procura no tener una mentalidad de ganar o perder frente a un desacuerdo. No es una competencia; lo mejor es que ambos puedan sentir que el otro escucha.
    • Si sientes que comienzas a enojarte, tómate una pausa de cinco minutos para calmarte antes de seguir hablando del tema.
    • Comprende que quizás no puedas tener una relación saludable con todos. Si alguien suele hacerte sentir mal contigo mismo cuando está cerca, quizás sea mejor poner algo de distancia en la relación e incluso terminarla por completo.
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Consejos

  • Para sentirte bien rápido en cualquier momento, llena tu casa con cosas que te hagan sonreír, como obras de arte entretenidas o alfombras coloridas.
  • Tendrás malos días, o días en que te sientas triste y nada te ayude a estar mejor. ¡Eso está bien! Le sucede a todo el mundo. Cuídate y permite que pasen.
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