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Las moras deliciosas y exquisitas son uno de los placeres dulces del verano. Sin embargo, debido a que su temporada de cultivo natural es muy corta, es difícil (por no decir imposible) obtener buenas moras durante el resto del año. Aprovecha al máximo tu cosecha de verano y congela tus moras cuando estén en su punto óptimo de maduración para garantizar que tengas una fruta apetitosa durante todo el año. Lee el paso 1 para aprender cómo lograrlo.

Método 1
Método 1 de 3:

Congelar moras sin azúcar

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  1. Una vez que has recolectado (o comprado) una selección de moras maduras y jugosas, lávalas suavemente (pero de forma minuciosa). Echa las bayas en un colador y deja correr agua fría sobre ellas mientras que las sacudes o las revisas cuidadosamente con tus dedos. Deja escurrir bien y seca con una toalla suave para quitar el exceso de humedad.
    • A medida que lavas y secas las bayas, aprovecha la oportunidad para retirar cualquier mora podrida, dañada o sin madurar. También debes eliminar los restos de hojas, suciedad u otros desechos.
  2. Forra un molde o bandeja de metal con papel pergamino y extiende las moras sobre este, de modo que no se topen entre sí. No olvides el papel pergamino, ya que sin él las bayas se congelarán con el molde y pueden romperse al momento de sacarlas.
    • Si tienes demasiadas moras como para darles su propio espacio en la placa para horno, está bien si simplemente las colocas por toda la bandeja. Sin embargo, si más adelante quieres moras separadas e individuales, tendrás que romper el bloque congelado de bayas que resultará con este método.
    • Si tienes una gran cantidad de bayas que quieres mantener separadas, una idea aún mejor es colocar una segunda capa de papel pergamino sobre la parte superior de la primera capa de bayas para duplicar el espacio.
  3. Pon la bandeja sobre una superficie plana de tu congelador (para que las bayas no rueden por un lado de la bandeja) y deja que las bayas se congelen completamente. Debes dejar las moras en el congelador durante toda la noche para garantizar que estén totalmente congeladas. Si lo haces, no las olvides. Puesto que si las dejas destapadas en el congelador, las bayas fácilmente pueden desarrollar quemaduras por congelación en pocos días. [1]
  4. Cuando las bayas estén completamente congeladas, colócalas en una bolsa de plástico para congelador. Aprieta la bolsa para sacarle el aire lo más que puedas, luego séllala y regrésala al congelador. Mientras más grueso sea el plástico y menos aire haya en la bolsa, mucho mejor. Las bolsas delgadas y las burbujas de aire pueden provocar quemaduras por congelación.
    • Si tienes un dispositivo de sellado al vacío (por ejemplo, el FoodSaver), úsalo para sacar el aire de la bolsa y así protegerla lo mejor posible contra las quemaduras por congelación.
    • Alternativamente, si no te importa que las bayas se congelen pegadas, puedes omitir la bandeja para horno y colocar las moras lavadas y secas directamente en una bolsa apta para congelador. Si lo haces, estas se congelarán pegadas en un bloque grande. Esto daña su presentación visual, pero no afecta su sabor.
  5. Las bayas congeladas de esta forma permanecen en buen estado durante al menos seis meses, aunque algunas fuentes recomiendan usarlas hasta ocho meses después de la fecha de congelación. [2] Puedes usar las moras congeladas en recetas para cocinar y hornear (por ejemplo, la tarta de moras) e incluso disfrutarlas solas como un postre apenas descongelado o con una salpicadura de azúcar.
    • Como regla general, no debes descongelar las bayas antes de usarlas en recetas para hornear, ya que esto puede desequilibrar su contenido de humedad. [3] Para obtener mayor información sobre cómo usar moras congeladas, lee la sección correspondiente que se encuentra casi al final del artículo.
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Método 2
Método 2 de 3:

Congelar moras azucaradas

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  1. Azucarar las moras antes de congelarlas ayuda a mantener intactos el color natural y la textura de las bayas a través del proceso de congelación. También hace que duren más tiempo en el congelador. [4] Congelar bayas azucaradas requiere el mismo proceso de lavado de las bayas sin azúcar: enjuaga cuidadosamente y escurre las bayas, luego déjalas secar o dales unas ligeras palmaditas con una toalla suave para eliminar la humedad.
    • Como se indicó anteriormente, también debes quitar cualquier baya sin madurar o demasiado madura antes de proseguir, además de los restos de hojas u otros desechos.
  2. Coloca las moras en un bol grande y añade cerca de 1/2 a 3/4 tazas de azúcar por cada kilo (cuarto de galón) de moras (recuerda que un kilo equivale a cuatro tazas). Mezcla completamente las bayas con el azúcar, pero con mucho cuidado. Tu objetivo es cubrir las bayas con azúcar, no machacarlas para hacer una mermelada o pasta. El azúcar debe combinarse con la humedad natural de las moras (junto con el jugo de cualquier mora que se rompa) para formar una mezcla de almíbar que debe cubrirlas.
  3. Coloca las bayas en recipientes herméticos de plástico (por ejemplo, los recipientes Tupperware). Trata de llenar los recipientes casi hasta su máxima capacidad; lo ideal es dejar cerca de 1,2 cm (1/2 pulgada) o menos de espacio libre. [5] Mientras menos aire quede en el recipiente, mucho mejor. Sin embargo, abstente de meter las bayas en un recipiente demasiado pequeño para ellas, ya que esto puede aplastarlas.
    • También puedes usar bolsas de plástico para congelador como se indicó anteriormente, aunque (con las moras azucaradas) esto puede ponerse algo revuelto.
    • No es necesario congelar las bayas azucaradas por separado, ya que el azúcar protege su aspecto y textura contra los efectos de la congelación. Sin embargo, si quieres especialmente moras congeladas por separado, puedes usar el método de la bandeja para horno descrito anteriormente sin necesidad de dañarlas.
  4. Las moras azucaradas duran como mínimo unos nueve meses, aunque algunas fuentes dicen que pueden durar hasta un año entero. [6] Al igual que las bayas sin azúcar, puedes usar las bayas azucaradas en una amplia variedad de recetas para hornear o disfrutarlas solas. Sin embargo, si usas las bayas en recetas para hornear, es importante no olvidar tomar en cuenta el azúcar que añadiste a las moras y adaptar tu receta de acuerdo a ello.
    • Por esa razón, tal vez lo más prudente es marcar el recipiente de congelación con la cantidad de bayas que se encuentran en él y la cantidad de azúcar añadida (además de la fecha de congelación).
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Método 3
Método 3 de 3:

Usar moras congeladas

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  1. Según lo indicado anteriormente, cuando congelas bayas para usarlas en recetas en horno, casi nunca debes descongelarlas antes de añadirlas a la receta. Hacerlo produce humedad adicional en la receta y puede resultar en un producto final blando o aguado.
    • Algunas personas consideran que descongelar las bayas a medias en el microondas, antes de hornear, le da al plato un sabor exquisito sin necesidad de añadir demasiada humedad. [7] Si quieres probarlo, ten en cuenta que la cantidad exacta de tiempo que vas a necesitar para mantener las bayas en el microondas variará dependiendo de la cantidad de bayas que tengas y de la potencia de tu microondas.
  2. A veces, al momento de usar bayas congeladas en recetas para horno, estas pueden "desteñirse", produciendo decoloraciones por toda la masa. [8] Aunque esto no afecta su sabor, sí puede hacer que el producto final sea menos agradable a la vista. Para minimizar los efectos de la decoloración, pasa ligeramente las bayas congeladas por harina antes de añadirlas a tu receta para hornear. Esto ayuda a contener la humedad de las bayas, minimizando la decoloración.
  3. Hay algunas ocasiones donde será necesario descongelar las bayas antes de usarlas en una receta. Por lo general, estos son casos donde la humedad adicional que resulta de la descongelación es un beneficio para el plato (como las salsas de moras y coberturas para helados, pasteles de frutas, etc.). Para descongelar rápidamente las moras, colócalas en una bolsa hermética de plástico (o mantenlas en su bolsa de congelación original) y sumérgelas en agua fría durante aproximadamente 10 a 15 minutos.
    • Para evitar que la bolsa de moras flote y se descongele de manera desigual, puedes equilibrarla con un plato o bol pesado.
  4. Otro motivo para descongelar las moras es si piensas comerlas sin cocinar. Aunque las bayas congeladas constituyen un gran placer de verano, a veces no hay nada mejor que las bayas comunes y corrientes. Para consumir bayas crudas, puedes usar el método de descongelación rápido que se describió anteriormente o dejarlas en la encimera de la cocina durante toda la noche. Coloca las moras en un recipiente con agua fría (y limpia) después de descongelarlas para eliminar los restos de hielo o desechos que podrían haber quedado debido a la congelación. En este punto, también debes revisar cuidadosamente las bayas para eliminar cualquiera que esté aplastada o dañada.
    • No te desanimes debido al aspecto suave y jugoso de las moras descongeladas. Aunque es posible que no luzcan tan puras como las bayas frescas, si estaban frescas al momento de la congelación, son aptas para su consumo.
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Cosas que necesitarás

  • Moras frescas
  • Una bandeja o placa para horno
  • Papel para hornear o papel pergamino
  • Bolsas aptas para congelador
  • Un congelador
  • Azúcar (opcional)
  • Recipientes herméticos de plástico (opcional)

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