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El jengibre es una planta que se conoce por su rico sabor picante. Sembrarlo es un proceso bastante sencillo, pero sí hay algunas opciones a la hora de cosecharlo. La mayoría de las personas cultivan el jengibre por sus rizomas (o raíces), las cuales crecen debajo de la tierra y contienen el sabor más intenso. Para cosecharlo, necesitarás desenterrar la planta completamente o cortar solo un pedazo del rizoma. Luego, después de lavarlo minuciosamente, el jengibre estará listo para cocinarse o congelarse. [1]

Parte 1
Parte 1 de 3:

Generar buenas condiciones para el cultivo

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  1. El jengibre se cultiva mejor en tierra que se drena fácilmente y que raramente tiene agua que se queda en su superficie. Busca un buen lugar para sembrar viendo cómo la tierra responde después de que la remoja la lluvia. Si el agua permanece estancada en la superficie horas después de que llueva, considera otro espacio o agrégale más drenaje. [2]
    • Un rizoma de jengibre debe ser firme al tocarlo cuando lo saques de la tierra. Si se siente suave o blando, entonces es posible que se haya encharcado.
  2. Cuando riegues el jengibre por primera vez, mezcla un fertilizante de liberación lenta. Después, en intervalos de 2 semanas, riega la planta con uno líquido. Lee cuidadosamente y sigue las instrucciones en los paquetes para obtener los mejores resultados y estar seguro. [3]
    • Si hay mucha materia orgánica en la tierra, no tendrás que fertilizar.
    • Intenta escoger un fertilizante orgánico para minimizar la exposición a los químicos.
    • Considera usar fertilizante si los rizomas están atrofiados. Si el jengibre está pequeño cuando lo cosechas, entonces es posible que no recibió suficientes nutrientes.
  3. Los nematodos de nudo de raíces son pequeños gusanos que pueden infectar y dañar los cultivos de jengibre. Para deshacerte de ellos, en la misma tierra siembra una planta del género Brassica, como el brócoli o la col rizada, una vez que hayas quitado el jengibre. También puedes calentar la tierra alrededor de la planta (antes de cosecharla) circulando la base de los brotes con una hoja de plástico para atrapar los rayos del sol. [4]
    • Si los rizomas de jengibre se ven excesivamente grumosos con agujeros profundos, estas son señales de una infestación de nematodos.
    • Si no tratas la tierra con la rotación y continúas sembrando en la misma área, entonces los cultivos futuros de jengibre probablemente también sufran de estas infestaciones. Se establecen en la tierra.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Quitar el jengibre de la tierra

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  1. En la mayoría de los climas, necesitarás sembrar el jengibre a principios de la primavera o en el verano. Esto le dará a la planta bastantes oportunidades para absorber el calor y desarrollar un extenso sistema de raíces. Entonces, la planta estará madura y lista para que se saque de la tierra a mitades o a finales de los meses del otoño. [5]
    • Un estimado de un buen cultivo es que las plantas empiecen a desarrollar raíces después de 2 meses. Pueden cosecharse en cualquier estado de la maduración, pero su mejor estado está después de 8 a 10 meses.
  2. La mayoría de las variedades de jengibre estarán maduras y listas para cosecharse después de que terminen su ciclo de florecimiento. Notarás que las flores se mueren y caen de la planta. Entonces, las hojas se secarán y harán lo mismo. [6]
    • Las diferentes variedades de jengibre producen flores de colores variados.
  3. Usa una pala y las manos para cavar 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) al lado de los brotes en un círculo. Sigue cavando hasta que llegues al rizoma. [7]
    • El rizoma debe ser fácil de encontrar en el color más oscuro de la tierra, ya que se verá blanco o café claro.
    • La mayoría de los rizomas de jengibre están a alrededor de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de profundidad así que no tendrás que cavar por mucho tiempo.
  4. Una vez que hayas expuesto el sistema de raíces, usa la pala para extraer toda la planta del suelo. Si rompes algunos pedazos de la raíz cuando estés jalándola, no hay problema. Usa la pala para cavar esas secciones rotas y sacarlas de la tierra. [8]
    • Sostén y jala firmemente los brotes verdes de la planta para que te ayuden a quitarla de la tierra.
  5. Escoge un lugar de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) lejos de los brotes verdes y haz un pequeño agujero de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) hacia abajo. Busca un rizoma mientras cavas y si encuentras uno, usa la pala para cortarle un pedazo del extremo. Después, vuelve a llenar el agujero y el jengibre continuará madurando y desarrollándose. [9]
    • Esta es una gran manera de obtener jengibre de manera rápida y limpia para una comida. Solo toma unos minutos y no daña a la planta.
    • Si no encuentras un rizoma en tu pequeño agujero inicial, cava ligeramente a un lado o del otro.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Almacenar y cocinar el jengibre

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  1. Sostén la planta entera bajo una corriente de agua tibia y friégala vigorosamente con las manos o un cepillo para lavar. El jengibre puede ser difícil de limpiar debido a su forma inusual, así que asegúrate de lavar todo de sus rincones y grietas.
    • Si te preocupa que no está lo suficientemente limpio, déjalo secarse por unos minutos y repite el proceso.
    • Para un nivel incluso más grande de aseo, usa un detergente para vegetales disponible en tu tienda local de comestibles o jardinería.
  2. Coloca todo el trozo entero de jengibre en una tabla para cortar y separa limpiamente las 2 secciones. Puedes deshacerte de los brotes o usarlos como guarnición de cocina. Aparta el rizoma para prepararlo para cocinar o almacenar. [10]
    • Prepara los brotes de jengibre de la misma manera que lo harías con las cebollas verdes. Usa un cuchillo para recortarlos en pedazos diminutos. Luego coloca unas cuantas pizcas en la parte de arriba de la comida como guarnición para darle un moderado sabor a jengibre.
  3. Coloca el jengibre en una tabla para cortar. Sostenlo firmemente con 1 mano y usa la otra para agarrar el cuchillo. Desliza la cuchilla justo debajo de la áspera cáscara exterior y quítala en tiras. Tu objetivo es exponer la pulpa de color más claro que hay debajo. [11]
    • Debido a la forma de los rizomas del jengibre puedes esperar hacer muchos cortes pequeños, en lugar de unos cuantos largos y lisos. No te preocupes de cómo se vean, solo continúa.
    • Cuando termines, sostén el jengibre pelado debajo del agua para enjuagarle cualquier suciedad o desechos.
  4. Coloca la raíz sin pelar en una tabla para cortar y córtala en cubos. Después acomoda los pedazos en una sola capa en una bandeja para galletas. Congélalos descubiertos por 1 a 2 horas. Quita los cubos y colócalos en bolsas para congelar para almacenarlos. [12]
    • Cuando se preservan de esta forma los cubos de jengibre permanecen buenos por 3 a 4 meses.
    • Otro beneficio de este método es que puedes sacar solo unos pedazos para usarlos en recetas sin tener que gastar el resto del jengibre.
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Consejos

  • El jengibre crece mejor cuando se expone de 2 a 5 horas a la luz solar todos los días. Si sus hojas empiezan a hacerse cafés después de unas cuantas semanas de haberlas sembrado, le está dando demasiado el sol.
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Advertencias

  • Si tienes un cultivo inicial malo o dañado del jengibre, reevalúa tus condiciones de sembrado e inténtalo de nuevo. Tal vez quieras sembrar algunos brotes adentro.
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