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Las chinchillas son buenas mascotas y normalmente son saludables. Sin embargo, son animales excepcionales con necesidades veterinarias excepcionales. Tienden a ocultar los signos de enfermedad, así que examinar a tu mascota con frecuencia es la mejor manera de detectar un problema antes de que se vuelva grave. Cada una o dos semanas, revisa los dientes, los ojos, los oídos, la nariz, el pelaje y las heces de la chinchilla para ver si hay signos de alguna enfermedad. Si detectas algún motivo de preocupación, trabaja con el veterinario para diagnosticar y tratar con precisión la enfermedad o el caso de emergencia.

Método 1
Método 1 de 3:

Examinar a tu mascota con frecuencia

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  1. Los dientes de la chinchilla crecen constantemente, así que tendrás que estar atento al crecimiento excesivo y a la desalineación de los dientes. Cada una o dos semanas, verifica que los dientes estén rectos, sin curvaturas y sin fisuras. También deben tener un color entre amarillo y naranja, pues los dientes blancos en los adultos son un signo de deficiencia de calcio.
    • El babeo, las secreciones, los problemas para comer, la disminución del apetito y las áreas calvas alrededor de los ojos y la boca son también signos de problemas dentales.
  2. Fíjate si tiene secreciones en la nariz y escucha si respira con dificultad. La ventilación inadecuada, la humedad elevada y el uso de ambientadores en espray pueden causarle problemas respiratorios a tu mascota. [1] La humedad debe estar entre el 40 y el 60 por ciento y, si es necesario, puedes usar un deshumidificador para mantener los niveles bajos.
    • La anorexia y la pérdida de apetito también pueden indicar la presencia de una infección respiratoria y de otros problemas de salud. Supervisar la alimentación de la chinchilla y pesarla con frecuencia puede ayudarte a detectar cambios en su apetito.
    • Compra una balanza digital de gramos para pesar a la chinchilla. Colócala con cuidado en la balanza y, sin tocarla, mantén las manos a su alrededor para que se mantenga en su sitio hasta que consigas una buena lectura. Si tienes problemas, trata de decirle un cumplido o de darle un bocadillo para que se quede quieta. [2]
  3. Las heces deben ser de color marrón oscuro, duras, voluminosas, ligeramente húmedas, ovaladas e inodoras. Las heces puntiagudas o con formas extrañas son un signo de estreñimiento. Si puedes ver restos de heno en las heces, la chinchilla puede tener problemas dentales. Las heces blandas en la jaula o en el pelo de tu mascota son un signo de diarrea.
    • Las chinchillas son capaces de evacuar hasta 200 veces al día, por lo que tendrás muchas oportunidades de examinar las heces de tu mascota.
    • Lleva a la chinchilla al veterinario inmediatamente si ves heces cubiertas de mucosidad o con burbujas de aire, pues son signos de una enfermedad grave. Es posible que el veterinario desee analizar las heces. Recoge una o dos cucharaditas de heces y ponlas en un recipiente limpio para que puedas llevárselas.
  4. Las áreas calvas desiguales pueden ser un signo de que se muerde el pelaje debido a una infección bacteriana, al estrés o a los hongos. Si ves áreas calvas acompañadas de heridas, escamas o irritación de la piel, la chinchilla puede tener una infección por hongos, como la tiña. [3]
    • Trata de no confundir el desprendimiento de pelo con las áreas calvas desiguales. Si manipulas a tu mascota de forma brusca o si experimenta estrés, puede desprender o soltar pelos. Si ves que desprende áreas de pelo, evita manipularla y trata de mantener su entorno tranquilo y sin estrés. [4]
  5. Debido a que tienen un pelaje grueso y se adaptan mejor a condiciones frías y secas, las chinchillas son propensas al sobrecalentamiento. No querer moverse, tumbarse en el suelo y, tener los ojos y los oídos enrojecidos son algunos de los primeros signos de la insolación. Con el tiempo, estos signos pueden derivar en jadeos acelerados, temperatura corporal elevada y pérdida de la consciencia. [5]
    • Para prevenir una insolación, mantén la temperatura de tu casa en unos 20 grados centígrados (68 ºF). No expongas a la chinchilla a temperaturas de 27 grados centígrados (80 ºF) o más.
  6. La chinchilla macho puede desarrollar una enfermedad potencialmente mortal conocida como anillo de pelo. Se produce cuando un mechón de pelo envuelve el pene, impide la micción y constriñe el flujo sanguíneo. Fíjate si tiene mechones de pelo visibles, si se acicala en exceso y si tiene una hinchazón inusual. Los genitales, tanto en las hembras como en los machos, deben estar libres de secreciones, sangre u olores desagradables.
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Método 2
Método 2 de 3:

Tratar las enfermedades comunes

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  1. Si has detectado síntomas preocupantes, la primera medida que debes tomar es mantener a la chinchilla enferma alejada de las demás mascotas. Las infecciones respiratorias, las infestaciones micóticas y otras afecciones pueden ser muy contagiosas.
    • Además, aislar al animal enfermo puede ayudar a evitar que se estrese, lo cual puede interferir en su recuperación.
  2. Los dientes crecidos excesivamente y los dientes astillados o rotos son algunos de los problemas de salud más comunes en las chinchillas. La mejor solución es que un veterinario de animales pequeños y exóticos, con capacitación en la atención de chinchillas, trate los problemas dentales. La chinchilla tendrá que estar sedada para que el veterinario pueda ver todos sus dientes. [6]
    • Para prevenir los problemas dentales, alimenta a la chinchilla con abundante heno de hierba y proporciónale madera y juguetes masticables para que pueda desgastar sus dientes. La madera de pino y de manzano son buenas opciones. El cedro, el eucalipto, el contrachapado, el cerezo, el abeto, la secoya y la madera tratada son venenosos. [7]
  3. La diarrea suele ser consecuencia de una dieta baja en fibra. Deja de alimentar a la chinchilla con cualquier cosa que no sea heno de hierba y gránulos para chinchillas. Asegúrate de que coma el heno y reduce la cantidad de gránulos que le das al día a un 20 %. [8]
    • Observa los hábitos alimenticios y las heces de la chinchilla durante dos días. Pide una cita con el veterinario si los síntomas no mejoran o empeoran.
  4. Las infecciones respiratorias, digestivas o dérmicas deben tratarse con medicamentos. Lleva a la chinchilla al veterinario para que le haga un diagnóstico preciso y adminístrale antibióticos o medicamentos antimicóticos según sus indicaciones. [9]
    • A las chinchillas se les suele administrar los medicamentos en forma líquida con un gotero. Es difícil darle pastillas a una chinchilla. Es más fácil triturar una pastilla, mezclar el polvo con Sustacal o Ensure saborizado, y luego administrar la mezcla con un gotero. [10]
  5. Si la chinchilla macho tiene un anillo de pelo, pídele a alguien que lo sujete suavemente para que puedas lubricar el pene con vaselina estéril. A continuación, desliza con cuidado el anillo de pelo o, si es necesario, corta con cuidado el mechón atascado en el pene. [11]
    • Si no te sientes cómodo quitando el anillo de pelo por tu cuenta, pídele al veterinario que lo haga.
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Método 3
Método 3 de 3:

Hacer frente a las emergencias

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  1. Si está al aire libre o en un área interna calurosa, lleva a la chinchilla a una habitación con aire acondicionado si sus oídos están rojos. Si jadea aceleradamente, si yace en el suelo o si está inconsciente, ponle paños empapados en agua fría en los oídos, las axilas, la ingle y el cuello. Llama al veterinario lo antes posible, descríbele la gravedad de los síntomas y pregúntale si debes llevarla al consultorio. [12]
    • Controla la temperatura de la chinchilla mientras la enfrías. El objetivo es lograr que su temperatura sea de entre 37 y 38 grados centígrados (99 y 101 ºF).
    • Para tomarle la temperatura, lubrica un termómetro rectal digital diseñado para animales pequeños. Si es necesario, haz que alguien sostenga a la chinchilla mientras introduces con cuidado el termómetro para que te dé una lectura.
  2. Las chinchillas no pueden vomitar, por lo que puede ser fatal que la comida se les quede atascada en la tráquea o el esófago. La distensión abdominal, otro caso de emergencia del tracto digestivo, es una obstrucción o un exceso de gas que el veterinario puede aliviar con una sonda estomacal. [13]
    • Lleva a tu mascota al veterinario inmediatamente si no puede respirar, si babea en exceso, si tiene un dolor manifiesto o si tiene el estómago hinchado.
  3. Si tienes varias chinchillas juntas, es posible que tengas que lidiar con alguna pelea. Para evitar una infección potencialmente mortal, el veterinario debe examinar sin demora una mordedura de otra chinchilla o de cualquier otra mascota. [14]
    • Es probable que el médico recomiende antibióticos para prevenir la infección. Además, las chinchillas suelen lastimarse los oídos durante las peleas. Debido a que los oídos de una chinchilla son muy delicados, necesitan atención veterinaria especial. [15]
  4. Las chinchillas tienen huesos largos y delicados en las patas que pueden romperse fácilmente. Las causas más comunes de las fracturas de las patas son las peleas con otras chinchillas, una manipulación inadecuada y el atascamiento de las extremidades en la jaula. Una atención inmediata brindará las mejores posibilidades de una recuperación sin complicaciones. [16]
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Consejos

  • Las visitas anuales al veterinario ayudarán a mantener a la chinchilla en las mejores condiciones de salud, pero no todos los veterinarios están capacitados para atender chinchillas. Si aún no tienes un veterinario, busca en Internet un veterinario local de animales pequeños y exóticos que tenga experiencia en el tratamiento de chinchillas. [17]
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