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Si tomas anticoagulantes, quizás te preocupe cómo puede afectar tu estilo de vida. El sangrado excesivo es el mayor riesgo, pero existen muchas formas de controlarlo. Si tienes una herida leve, sujeta un paño limpio o una gasa sobre la lesión por 15 a 30 minutos. También puedes comprar geles y polvos coagulantes que forman costras artificiales en las farmacias locales. Si bien las lesiones leves suelen tratarse con facilidad, busca atención médica inmediata si experimentas un sangrado persistente o grave, o sufres una lesión en la cabeza.

Método 1
Método 1 de 3:

Controlar el sangrado leve

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  1. No entres en pánico, respira lento y profundo, y recuerda que todo estará bien. Ya sea que sufras una herida cortante o una lesión grave, conservar la calma puede ayudarte a pensar con claridad en el calor del momento. [1]
    • Además, si tu corazón se acelera, bombeará sangre con más fuerza y posiblemente empeore en sangrado.
  2. Coloca una gasa o un paño sobre el área y aplica una presión firme. Deja el paño o la gasa en su lugar durante 15 minutos antes de verificar si el sangrado se ha detenido. [2]

    Detener una hemorragia nasal: sumerge una bola de algodón o una pieza de gasa en Afrin, o sujeta un paño o una gasa sobre la nariz. Presiona la bola de algodón o la gasa justo arriba de las fosas nasales durante 15 minutos. Siéntate o ponte de pie erguido, dado que recostarse conlleva el riesgo de ahogamiento con la sangre que se filtra a la garganta. [3]

  3. En caso de ser posible, mantén el área afectada sobre el nivel del corazón mientras presionas. Por ejemplo, si la herida se encuentra en la mano, levanta la mano y el brazo a la altura del hombro o más. Si se encuentra en la rodilla, recuéstate y eleva la pierna para que la lesión esté por encima del nivel del corazón. [4]
    • En el caso de las lesiones en la pierna, quizás sea difícil aplicar presión mientras levantas la herida. Para resolver el problema, cubre el área con un paño o una gasa y envuélvela con un vendaje de compresión o cinta médica.
    • Mantener la herida por encima del nivel del corazón ayudará a ralentizar el flujo sanguíneo hacia el área afectada.
  4. Puedes comprar geles y polvos coagulantes en línea y en las farmacias. Los pasos de aplicación varían, así que lee las instrucciones y rocía o usa el aplicador incluido en el envase. Mantén el área seca durante al menos dos horas, y permite que la costra artificial se caiga sola, en vez de quitarla. [5]
    • El simple hecho de sujetar una gasa o un paño sobre una herida durante 15 minutos generalmente es suficiente, en especial para las lesiones pequeñas. Sin embargo, si sufres una herida cortante grave y quieres ser más precavido, también puedes aplicar un gel o polvo coagulante de inmediato.
    • Si el sangrado dura más de 30 minutos o el polvo o gel coagulante no es efectivo, busca atención médica inmediata.
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Método 2
Método 2 de 3:

Responder a una urgencia hemorrágica

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  1. Busca ayuda de inmediato si el sangrado dura más de 30 minutos, si sufres una herida grave o si se forman hematomas grandes alrededor de la lesión. Además, busca atención médica inmediata si la herida está sucia o es producto de una picadura o un objeto oxidado. [6]
    • Acércate a un centro de emergencias o una clínica de inmediato si te caes y golpeas la cabeza, por más que no sangres. Una lesión en la cabeza puede causar una hemorragia cerebral.
    • Otras situaciones que requieren atención médica incluyen toser o vomitar sangre, detectar sangre en la orina, o evacuar heces negras o con sangre. Si eres mujer, controla tu período y consulta con tu médico si experimentas un sangrado excesivo.
  2. Si necesitas atención médica, sujeta una gasa o un paño limpio libre de pelusas sobre la herida y aplica una presión firme. Mantén la herida cubierta y, en caso de ser posible, elevada sobre el nivel del corazón mientras te diriges al centro de emergencias más cercano. [7]
    • Si llamas al servicio de emergencias, mantén la herida cubierta y elevada hasta que los socorristas lleguen. Estas personas se ocuparán del tratamiento y, si necesitas ir al hospital, te ayudarán a controlar la herida en el camino.
  3. El anticoagulante más comúnmente recetado, la warfarina, actúa al reducir la capacidad del cuerpo de utilizar la vitamina K para producir coágulos de sangre. En una urgencia hemorrágica, actualmente se utiliza una dosis de 1 a 5 mg de vitamina K para revertir los efectos de este tipo de anticoagulante. Los médicos evaluarán tu estado y te administrarán la dosis correcta por vía oral o intravenosa. [8]
    • Contrarrestar los efectos del anticoagulante permitirá que tu cuerpo forme un coágulo y detenga el sangrado.
    • Los anticoagulantes nuevos y más avanzados actúan de una forma distinta, y existen medicamentos disponibles para contrarrestar sus efectos en cuestión de minutos. Además, es muy probable que surjan antídotos nuevos, por lo que la vitamina K quizás ya no sea el tratamiento estándar en el futuro. [9]

    Advertencia de seguridad: no dejes de tomar tus medicamentos ni tomes vitamina K sin consultar con tu médico. Dejar de tomar tus medicamentos sin la orientación de tu médico puede ser peligroso.

  4. Si te diriges al centro de emergencias después de caer o golpearte la cabeza, los médicos podrían ordenar una tomografía computarizada . Además de contrarrestar los efectos del anticoagulante, los profesionales tomarán medidas para tratar cualquier hemorragia interna que detecten a través de la tomografía. [10]
    • Si tomas un anticoagulante y sufres una lesión en la cabeza, tu médico podría ordenar que pases la noche en el hospital para observar tu estado. También podría ordenar otra tomografía computarizada después de 24 horas. El retraso en el sangrado es posible, por más que la primera tomografía salga bien.
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Método 3
Método 3 de 3:

Reducir el riesgo de sangrado

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  1. Mantén tu casa bien iluminada y usa luces nocturnas o enciende algunas lámparas por la noche para poder ver por dónde caminas. Usa el pasamano al subir las escaleras, deshazte de las alfombras sueltas y otros objetos que incrementen el riesgo de tropezar, e instala adhesivos o esteras antideslizantes en la bañera o la ducha. [11]
    • Es recomendable usar pantuflas antideslizantes al estar en casa. Usa siempre zapatos cerrados cuando estés afuera, y evita usar chanclas.
    • Si tienes problemas de movilidad, es muy importante que elimines los riesgos de tropezarte en tu casa.
  2. Mantente alejado de cualquier actividad que te ponga en riesgo de caerte o lesionarte. Algunos ejemplos incluyen el fútbol americano, el rugby y el esquí. [12]
    • El ciclismo también es arriesgado, así que limita o evita el uso de la bicicleta. Si practicas ciclismo, ten cuidado, evita los terrenos peligrosos y asegúrate de usar casco y protecciones.
  3. Presta especial atención siempre que uses cuchillos, tijeras y otros objetos afilados del hogar. Usa guantes gruesos para trabajar en el jardín y en el huerto, o para manipular cualquier herramienta que pueda lastimarte la piel. [13]

    Consejo: ten cuidado cuando uses productos de higiene personal afilados. Recórtate las uñas con cuidado, y mantenlas cortas para no arañarte el cuerpo. En vez de afeitarte en húmedo con una navaja de afeitar, usa una afeitadora eléctrica o una crema para eliminar el vello. [14]

  4. Cepíllate los dientes suavemente con un cepillo de dientes con cerdas suaves. Haz movimientos circulares lentos y suaves cuando te cepilles los dientes, y no presiones mucho. Por más que las encías sangren, no dejes de cepillarte ni usar el hilo dental. Ocuparte de tu higiene dental puede evitar el sangrado de las encías a largo plazo. [15]
    • Si observas que tus encías comienzan a sangrar, sujeta una gasa sobre el área durante 10 o 15 minutos como lo harías con una herida sangrante en la piel.
    • El sangrado en las encías puede ser una señal de ciertos problemas dentales, así que consulta con tu dentista si observas que sangran de manera regular. Asegúrate de informarle al dentista (y a todos los médicos que visites) que tomas anticoagulantes.
  5. El aire frío y seco puede incrementar el riesgo de las hemorragias nasales. Como mínimo, invierte en un humidificador para tu habitación si tienes problemas para controlar la hemorragia nasal. En caso de ser posible, coloca un humidificador en otras áreas donde pases mucho tiempo, como tu lugar de trabajo o la sala de estar. [16]
    • Si tu nariz sangra con mucha frecuencia, también puedes aplicar cuidadosamente una capa fina de vaselina dentro de las fosas nasales tres veces al día.
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Consejos

  • Evita tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como la aspirina y el ibuprofeno, si tomas anticoagulantes. Los analgésicos AINES interfieren con la forma en que los anticoagulantes actúan. [17]
  • Asegúrate de seguir las indicaciones de tu médico con respecto a la alimentación. Además, evita beber alcohol mientras tomas anticoagulantes. [18]
  • Es recomendable llevar una tarjeta de identificación médica o usar un brazalete donde diga que tomas un anticoagulante. Si te lesionas y no puedes hablar, los socorristas y médicos necesitan saber si tomas un anticoagulante para proporcionarte el tratamiento correcto. [19]
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