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Lograr ser ambidiestro tiene muchos beneficios, en especial para la escritura. Por ejemplo, si sufres alguna lesión en la mano dominante, podrás utilizar fácilmente la otra cuando tengas que escribir. Aprender a escribir con la mano opuesta requiere mucho tiempo y práctica, pero muchas personas lo logran con éxito. [1] Comienza de a poco. Trázate la mano y dibuja formas sencillas para que tu mano no dominante se acostumbre a escribir. Luego, incrementa la dificultad al escribir el alfabeto y oraciones simples. Fortalece la mano no dominante al usarla para hacer tareas diarias con regularidad. Con un poco de práctica, podrás aprender exitosamente a escribir con la mano opuesta.

Método 1
Método 1 de 3:

Aclimatar la mano

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  1. El primer paso para cambiar la mano de escritura es sujetar un bolígrafo o un lápiz de la manera correcta. Esto puede ser algo difícil si nunca lo has hecho. Utiliza el mismo agarre que usarías con la mano dominante. Esto te permitirá entrenar a la mano dominante para utilizar un instrumento de escritura. [2]
    • Como referencia, siéntate y sujeta un bolígrafo con la mano dominante. Luego, cambia la mano e intenta imitar la forma en que has sujetado el bolígrafo con la mano dominante. Si necesitas una guía visual, toma una foto del agarre de la mano dominante.
    • No sujetes el bolígrafo demasiado fuerte. Este es un error común en las personas cuando intentan usar su mano no dominante. Un agarre demasiado firme hará que escribas peor, además de tensar los músculos de la mano.
    • Si quieres aprender a escribir con la mano izquierda, es normal que manches la escritura. Usa un bolígrafo sin tinta en gel y evita las opciones delebles. Estas versiones harán que manches la hoja mucho más. Sujeta el bolígrafo a una distancia de 2 o 3 centímetros (0,8 a 1,2 pulgadas) de la punta para que las manos no froten tanto la hoja. [3]
  2. Una vez que sujetes el bolígrafo con la mano no dominante, haz tareas sencillas como ejercicio introductorio. Apoya la mano dominante en el papel. Luego, traza su contorno con la mano no dominante. Esto te permitirá aflojar la mano y entrenar los músculos para escribir. [4]
    • Pasa a una página nueva y repite la actividad algunas veces antes de seguir adelante. Al principio, es posible que sea incómodo. Sigue hasta acostumbrarte a sujetar y mover el bolígrafo con la mano no dominante.
  3. Después de soltar la mano con un ejercicio de trazado, prueba hacer formas sin trazar nada. Toma una hoja nueva y dibuja formas simples como un cuadrado, un círculo o un triángulo. Enfócate en que sean lo más claras posibles. Dibuja formas hasta no tener más espacio en la hoja, y luego toma una nueva si quieres seguir practicando. [5]
    • Trabaja despacio al trazar las formas. Presta atención a formarlas, no a hacerlo rápido. La velocidad llegará con el tiempo. En este momento, el objetivo es entrenar los músculos para que se acostumbren a escribir.
    • Si necesitas una referencia, dibuja estas formas con la mano dominante en primer lugar. Luego, usa la otra para intentar copiar las mismas formas.
  4. Después de sentirte cómodo al dibujar algunas formas desconectadas, incrementa la dificultad al crear un diseño conectado. Una forma de onda requiere más precisión que las formas simples. Comienza por usar la mano dominante para trazar una línea de ondas conectadas a lo largo de la hoja. Luego, usa la mano no dominante para intentar copiar el diseño. Comienza una línea nueva cuando alcances el final de la hoja. [6]
    • Otro diseño para dibujar es una línea de bucles ascendentes con la letra “L” en minúscula y cursiva. Extiende los bucles a lo largo de la página.
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Método 2
Método 2 de 3:

Formar letras y oraciones

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  1. Después de sentirte cómodo al trazar formas, entrena la mano para escribir letras. Escribe todas las letras del alfabeto en mayúscula y minúscula. Trabaja lento y enfócate en formar las letras. Una vez que domines la escritura del alfabeto, será más sencillo unir las letras para crear palabras. [7]
    • Escribe en una hoja suelta o un cuaderno y procura respetar los renglones. Escribe con una letra grande al principio. Ocupa dos renglones (en vez de uno) al escribir las letras.
    • Al comenzar a entrenar la mano no dominante, comienza cada sesión de práctica con este ejercicio.
  2. Una vez que la mano se acostumbre a trazar letras, utiliza esta habilidad para crear oraciones. Algo sencillo como “Escribo esta oración con la mano izquierda” permitirá que tu mano se mueva y acostumbre a formar palabras. Luego, escribe otras oraciones hasta completar toda la hoja. [8]
    • Repite la escritura de cada oración algunas veces antes de seguir con otra.
    • Copia oraciones de un libro o una revista, en el caso de que no tengas ideas para escribir una al principio.
    • Si aún no estás listo para escribir oraciones, practica escribir tu nombre algunas veces.
  3. Inevitablemente, habrá alguna palabra o forma que la mano dominante no logre dominar. Esto puede suceder con mucha frecuencia al principio. En este caso, toma el bolígrafo con la mano dominante y escribe lo mismo para observar el movimiento. Además, evalúa cómo se siente la mano y los músculos utilizados para la tarea en sí. Luego, vuelve a tomar el bolígrafo con la mano no dominante y copia los movimientos y las sensaciones. [9]
    • Escribe con la mano dominante frente al espejo para tener una mejor visión de los movimientos y la forma de escritura de las palabras. Luego, copia los movimientos con la otra mano.
  4. Este ejercicio consiste en escribir una palabra con la mano dominante y luego escribirla al revés con la mano no dominante. De esta forma, las palabras juntas se verán como lo harían en un espejo. Escribe con letra impresa al principio. Luego, incrementa la dificultad al escribir en letra cursiva. [10]
    • Como técnica muy avanzada, algunas personas escriben la misma palabra en direcciones opuestas al mismo tiempo. Pruébala una vez que te sientas cómodo con tu capacidad de usar ambas manos.
  5. Aprender a escribir con la mano no dominante requiere tiempo y práctica. Al principio, la escritura será apenas legible. Es fácil desanimarse, pero llevar un registro de tu progreso te ayudará a ver qué tan lejos has llegado. Haz todos los ejercicios en un cuaderno. Cuando sientas ganas de renunciar, revisa los días previos en que apenas habías comenzado. Compara el inicio con tu rendimiento actual. Lo más probable es que hayas mejorado, y seguirás haciéndolo siempre y cuando sigas practicando. [11]
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Método 3
Método 3 de 3:

Fortalecer la mano no dominante

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  1. Dado que usas menos la mano dominante que la dominante, sus músculos serán mucho más débiles. Esto hace que sea más difícil escribir tan bien con la mano no dominante. Por lo tanto, incrementa su fortaleza al hacer ejercicios de mano que trabajan estos músculos y mejoran tu destreza. [12]
    • Entra en calor y estira las manos antes de ejercitarlas para evitar lesiones y tirones musculares.
    • Hacer flexiones de bíceps con mancuernas permite fortalecer los músculos de las muñecas y los antebrazos. Apretar empuñaduras permite trabajar directamente los músculos de las manos.
    • Algo tan simple como apretar una pelota antiestrés también te ayudará a fortalecer la mano. Hazlo mientras miras televisión o durante los traslados diarios.
  2. Cualquier actividad que hagas con la mano no dominante te permitirá fortalecerla y hará que tu cuerpo se acostumbre a usarla. Esto beneficiará tu escritura. Comienza por hacer más actividades con tu mano no dominante para acostumbrarte a usarla en la vida diaria. [13]
    • Cepíllate los dientes y sujeta un tenedor con la mano no dominante.
    • Abrocharte las camisas con tu mano no dominante es un buen ejercicio que requiere más precisión.
    • No hagas actividades que puedan ser peligrosas si no se realizan correctamente. Por ejemplo, conducir con la otra mano no es seguro hasta que no sepas hacerlo a la perfección.
  3. Muchos instrumentos requieren una coordinación entre ambas manos para poder tocarlos. Toca uno de estos instrumentos para mejorar tu destreza general y acostumbrarte a usar las dos manos juntas. [14]
    • Por ejemplo, tocar la guitarra requiere rasgar con una mano y tocar los trastes con la otra. Dado que ambas manos deben trabajar en conjunto, esta actividad permite mejorar la coordinación. Otra opción incluye al bajo, el piano y la batería.
    • En muchos instrumentos de cuerda, puedes darles la vuelta y tocar al revés con la otra mano. Cuando domines el instrumento, prueba este ejercicio para seguir fortaleciendo la mano no dominante.
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Consejos

  • Recuerda escribir con letra grande al principio. Escribir letras pequeñas manchará la escritura al principio. Enfócate en escribir letras claras antes de intentar hacerlas más pequeñas.
  • Tómate un tiempo. La velocidad llegará con el tiempo y la práctica.
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