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Las dosas son unos panqueques muy gruesos que suelen hacerse con arroz y urad dhal (también conocido como lentejas negras partidas). Este alimento de la India similar a una crepe es muy delgada y crujiente, con un sabor similar al pan de masa madre. Las dosas pueden ser pequeñas para una persona o grandes para compartir entre varios. Son una buena fuente de proteína y son bastante fáciles de hacer.

Ingredientes

  • 2 tazas de arroz enjuagado (se recomienda 1 taza de arroz medio graneado y 1 taza de arroz sancochado)
  • 1/2 tazas de urad dhal enjuagado (lentejas negras partidas)
  • 1/2 cucharadita de semillas de fenogreco (5 a 7 semillas)
  • agua filtrada
  • 1 cucharadita de sal
Parte 1
Parte 1 de 4:

Hacer la masa

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  1. Después de enjuagar el arroz, colócalo en un recipiente grande y cúbrelo con agua. Lo ideal es que haya unos 5 cm (2 pulgadas) de agua encima del arroz para facilitar la absorción. Remójalo por unas 6 horas.
  2. Después de enjuagar el dahl, colócalo en un recipiente grande con semillas de fenogreco y cúbrelo con agua. Lo ideal es que haya unos 5 cm (2 pulgadas) de agua sobre la superficie para facilitar la absorción. Remójalo por unas 6 horas.
  3. Un molinillo húmedo es la mejor opción para este paso, [1] pero un procesador de alimentos o una licuadora también servirán. Agrégale el dahl remojado un puñado a la vez.
    • Si te parece seco, prueba agregarle un poco de líquido en el que haya remojado el dhal.
    • El dahl debe tener una textura esponjosa y cremosa.
    • El molido tomará unos 15 minutos.
    • Cuando hayas terminado, saca el dhal del molinillo y colócalo en un recipiente grande.
  4. No tienes que lavar el molinillo entre un proceso y el otro. Agrega todo el arroz y una taza de agua en el que haya remojado en el molinillo y muélelo por 20 minutos o hasta que la mezcla esté uniforme pero arenosa.
  5. Coloca la mezcla de arroz dentro del recipiente con el dahl, agrégale sal y combina todos los ingredientes mezclando con tus manos (¡limpias!). Cobre holgadamente con una tela o tapa que no sea hermética.
    • Asegúrate de que cualquier tapa que uses no sea hermética. La expansión con aire es necesaria para el proceso de fermentación.
  6. La mezcla tiene que fermentarse. Déjala reposar en un lugar cálido por 8 a 10 horas. [2]
    • La mejor temperatura para la fermentación es entre 25 y 30 °C (80 y 90 °F).
    • Deja la mezcla fuera sobre la encimera o en una habitación cálida si vives un clima cálido.
    • Si no tuvieras un área que tenga la temperatura adecuada, coloca la mezcla en el horno de tu casa con la luz encendida. La bombilla de luz producirá suficiente calor para facilitar la fermentación pero no lo suficiente como para que la mezcla empiece a cocinarse.
  7. Después de 8 a 10 horas, revisa la mezcla. Debe tener una apariencia espumosa y duplicarse en tamaño. Si no fuera así, es posible que tengas que dejarlo un poco más de tiempo. Si la mezcla está muy espesa como para verterla, agrégale un poco de agua. [3]
  8. Lo ideal es cocinar la mezcla después de que haya tenido tiempo de fermentarse, pero si necesitas tiempo entre la fermentación y la cocción, métela al refrigerador.
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Parte 2
Parte 2 de 4:

Prepararse para cocinar

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  1. Si la tienes refrigerada, tendrás que sacarla del refrigerador y dejar que repose a temperatura ambiente al menos durante una hora. Las dosas salen mejor con la mezcla a temperatura ambiente.
  2. Sube la temperatura de la superficie por unos 10 minutos a fuego medio. Una superficie de cocción adecuada sería una sartén antiadherente, una plancha de hierro o una tawa plana. [4]
  3. La mejor manera de preparar y sazonar la superficie de cocción para hacer dosas es verter unas cuantas gotas de aceite en una cebolla cortada y frotarla en toda la sartén haciendo presión. [5] Quizás tengas que modificar la cantidad de aceite dependiendo de la superficie de cocción que uses, pero una o dos gotas será suficiente.
  4. El tamaño de las dosas se determina, en parte, por las limitaciones de la superficie de cocción. Estas se pueden hacer pequeñas para una sola persona o grandes para compartir. Si tienes planeado hacer dosas grandes para compartir, tendrás que duplicar la cantidad de la mezcla que uses para cada una.
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Parte 3
Parte 3 de 4:

Cocinar las dosas

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  1. Recoge ¼ de taza de la mezcla (de preferencia con un cucharón) y viértela en la sartén. Usa la parte inferior del cucharón para esparcir la mezcla. Empieza desde el medio y mueve el cucharón en espiral hacia afuera hasta que la mezcla esté esparcida y llegue a los bordes de la sartén. [6] No será necesario presionar mucho el cucharón.
  2. Cocínala hasta que la parte inferior de la mezcla se haya puesto dorada hasta el punto que prefieras y la parte de encima se haya puesto firme. Es posible que veas burbujas que aparecen y se revientan, dejando agujeros pequeños encima de la dosa.
  3. Este paso es opcional porque la mezcla delgada se cocina por completo desde la parte inferior, pero si quisieras que queden más crujientes, puedes darles la vuela y cocinar la parte de encima por unos 40 segundos. [7]
  4. Usa una espátula (asegúrate de usar una que no lastime la superifice de cocción) para sacar la dosa del calor. Hazlo con cuidado para no romperla (por propósitos estéticos, de todas maneras, ¡tendrá un sabor excelente!)
  5. Las dosas se pueden servir dobladas por la mitad o enrolladas. [8] Hazlo de inmediato para que no se rompa o se raje.
  6. Sigue haciendo las dosas hasta que se te acabe la mezcla. Sería mejor que sirvas cada una cuando esté lista. Si quieres esperar hasta que todas estén listas para servirlas, coloca las dosas cocidas en un plato o fuente dentro del horno en calor “tibio” con un paño húmedo sobre ellas para que no se sequen.
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Parte 4
Parte 4 de 4:

Servir las dosas

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  1. Las recetas tradicionales de dosa se suelen servir con chutney de coco y sambhar. Los chutneys de tomate y de cilantro también son buenas opciones. Es preferible tener al menos dos opciones para remojar. [9]
  2. Aunque este es un plato de la India, las dosas no tienen que servirse con chutney. Puedes probar otras salsas, como el hummus, la salsa de espinaca ¡o incluso el guacamole para tener una fusión de México e India!
  3. Estas crepes delicadas saben mejor frescas cuando salen de la parrilla, así que programa tu comida de modo que estés listo para comer apenas se cocinen.
  4. Aunque las dosas frescas son las mejores, si tuvieras unas que te sobraron y no quieres desecharlas, prueba congelarlas. Se pueden recalentar en una sartén. Es mejor congelarlas extendidas (sin doblarlas).
    • Sé consciente de que la textura podría cambiar en el proceso de congelar y descongelar.
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Consejos

  • Las dosas se pueden rellenar. Puedes hacerlo con puré de papas con semillas de mostaza y cebollas fritas y servirlas con chutney de coco.
  • Utiliza arroz de buena calidad para tener un mejor producto. Mezcla la mita de arroz masuri y la mitad de arroz idli.
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Advertencias

  • Las dosas tienen un alto índice glucémico. Los diabéticos no deben consumirlas.
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