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Si eres un adulto mayor, probablemente uno de tus mayores deseos sea tener relaciones fuertes y saludables con tus hijos y tus nietos. Por lo tanto, puede ser totalmente desgarrador que los hijos que criaste y cuidaste se vuelvan abusivos al llegar a la adultez. Lidiar con un hijo adulto abusivo puede afectar tu modo de vida, así que asegúrate de establecer límites firmes, reunir un sistema de apoyo y cuidar de tu salud y bienestar. Envejecer puede ser suficientemente difícil de por sí, no debes tener que soportar el abuso de tus hijos.

Método 1
Método 1 de 3:

Establecer límites

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  1. Establecer límites firmes con un hijo adulto abusivo es esencial, pero no hacerlo supone un riesgo para tu seguridad. Si te sientes amenazado o si crees que puedes estar en peligro inmediato, aléjate de la situación antes de intentar encontrar una solución. [1]
    • Pídele a tu hijo que se vaya si no te sientes seguro. También puedes alejarte del entorno e ir a la casa de un amigo o un vecino.
    • Si has sido herido o amenazado, ponte en contacto con la policía local o los Servicios de Protección de Adultos del Condado. Si necesitas atención médica, llama a los servicios de emergencia de inmediato.
  2. Aprende a ser firme prudentemente cuando tu hijo se comporte de manera abusiva. Esta medida ayudará a hacerle ver que no tolerarás la conducta. [2]
    • Si grita o te insulta, dile “Por favor, no grites” o “No toleraré que me insultes”.
  3. Verbaliza los límites claramente. Explícale qué es lo que sucederá si ocurre la conducta inapropiada. Hazlo clara y detalladamente para que no haya ninguna duda con respecto a las medidas que tomarás si cruza los límites. [3]
    • Por ejemplo, puedes decir algo como “Si gritas o me insultas, abandonaré la conversación” o “Si vienes a mi casa borracho, llamaré a la policía”.
    • Si es necesario, rehúsa abrir la puerta y cambia las cerraduras si tiene llave.
  4. Demuéstrale a tu hijo adulto que hablas en serio y que no aceptarás que la conducta inaceptable continúe. Puedes hacerlo poniendo en práctica la medida que dijiste que tomarías. [4]
    • Por ejemplo, si dijiste que no participarías en la conversación si hay gritos o insultos, desconéctate y sal de la sala. Si dijiste que llamarías a la policía si tu hijo llega bajo algún tipo de influencia, hazlo.
    • Asegúrate de verbalizar únicamente las consecuencias que estés listo y dispuesto a cumplir. De este modo, puedes ser consecuente cada vez que se infrinja un límite.
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Método 2
Método 2 de 3:

Buscar ayuda

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  1. Algunos ancianos que están en pleno uso de sus facultades deben lidiar con el abuso de hijos adultos. Otros son discapacitados y dependen de estos hijos abusivos. Todos los abusos son malos, pero el abuso de ancianos es un delito. Las siguientes son algunas maneras en las que puedes detectar el abuso: [5]
    • abuso físico (incluyendo golpes, pellizcos o sujeción que cause dolor)
    • abuso psicológico o emocional (que cause angustia mental, como humillar o culpar)
    • abuso financiero (que implique el uso indebido o la explotación de dinero o posesiones materiales)
    • descuido (que implique no proporcionar el cuidado adecuado a un anciano)
    • abuso sexual (que incluya la participación en actos sexuales sin consentimiento)
  2. Si sufres abuso de parte de un hijo adulto, habla con alguien del problema. Ponte en contacto con un amigo, un cuidador o un médico de confianza y dile lo que sucede. [6]
    • Si la persona con la que hablas no hace nada para ayudarte, sigue hablando con personas hasta que alguien te ayude.
    • Si el abuso no es técnicamente abuso de ancianos, esta persona puede ofrecerte de todas formas apoyo y puede ayudarte a pensar en maneras de detener el abuso.
  3. Si tu hijo adulto es física, verbal, financiera o sexualmente abusivo, hay medidas que puedes tomar para protegerte. Llama a una línea de ayuda en tu área para hablar con alguien acerca de la situación. Esta persona puede orientarte para que busques ayuda y ponerte en contacto con las autoridades pertinentes en tu comunidad. [7]
    • Si vives en los Estados Unidos, llama a la línea de ayuda de Eldercare Locator al 1 800 677 1116.
    • Si vives en el Reino Unido llama a la línea directa de Action on Elder Abuse al 080 8808 8141.
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Método 3
Método 3 de 3:

Cuidar de ti mismo

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  1. Si tu hijo sigue abusando de ti, aléjate de él. La manera en que lo hagas dependerá de la naturaleza de la relación. [8]
    • Si el hijo adulto vive en tu casa, puedes pedirle que se mude.
    • Si vive en algún otro lado, puedes pedirle que deje de visitarte (a menos que pueda tratarte de manera apropiada).
    • Si dependes de él, puedes tratar de hacer otros arreglos, como mudarte con otro miembro de la familia o a un centro de vida asistida.
  2. Experimentar el abuso de un ser querido puede tener ramificaciones terribles en la salud y el funcionamiento en general. Analiza lo que sientes consultando con un consejero profesional. Esta persona puede ofrecerte apoyo y guía práctica para lidiar con el abuso.
    • Pídele al médico que te recomiende a un consejero en el área en la que vives.
  3. Lidiar con el abuso puede ser estresante y hacer que quieras alejarte de los demás. No lo hagas. Deja que amigos y familiares estén contigo durante este tiempo. Esta medida te ayudará a lidiar con el abuso y te recordará que no todas las relaciones en tu vida son tóxicas. [9]
    • Establece algunas fechas constantes cada semana para salir con otras personas. Invita a un amigo a cenar o reúnete con un grupo de la iglesia los domingos.
  4. Crea una rutina de autocuidado para manejar el estrés. Aliméntate haciendo actividades que te ayuden a relajarte y a descomprimirte. Prueba técnicas de relajación como la relajación muscular progresiva y la meditación consciente . Además, consiéntete con más frecuencia o dedícate a tus pasatiempos o actividades favoritos. [10]
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