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Por lo general, los perros saludables controlan su consumo de agua de manera adecuada; sin embargo, esto ocurre con menos frecuencia en los cachorros jóvenes y los perros viejos. Salvo que tu perro muestre signos de problemas graves en su salud, lo más probable es que empiece a consumir una cantidad suficiente de agua tras realizar cambios pequeños en la ubicación de su tazón de agua y en su dieta.

Parte 1
Parte 1 de 3:

Tratar una deshidratación grave

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  1. La mayor parte de los perros saludables controlan su propio consumo de agua de una manera bastante apropiada. Antes de preocuparte demasiado, observa si presenta los siguientes signos de enfermedad o deshidratación:
    • Sujeta con cuidado un pliegue de la piel del lado posterior de su cuello o entre los omóplatos, y luego suéltala. Tu perro podría sufrir de deshidratación si la piel no regresa de inmediato a su posición inicial.
    • Usa tu dedo para presionar con suavidad las encías de tu perro, hasta que adopten un color más claro, luego retira el dedo. Tu perro podría sufrir de deshidratación si las encías no retoman su color inicial de inmediato. [1]
    • Entre los demás posibles signos de deshidratación están al letargo, la pérdida del apetito o un cambio en la cantidad o el color de su orina. Estos signos en sí no representan un problema urgente, salvo que sean graves o duren más de un día.
  2. La frecuencia y la gravedad de la deshidratación pueden aumentar debido a la etapa de la vida del animal y los problemas de salud. Es mejor tomar más precauciones si tu perro presenta alguno de los siguientes signos:
    • Si tu perro tiene vómitos, diarrea o jadea o babea en exceso, esto puede hacer que se deshidrate, si no bebe más agua para compensar el líquido perdido.
    • Si tu perro tiene diabetes, es muy joven o muy viejo, o si tienes una perra preñada o lactante; lleva a tu mascota al veterinario tan pronto como creas que sufre de deshidratación.
  3. Debes acudir al veterinario lo más pronto posible si tu perro presenta alguno de los síntomas indicados y si se niega a beber agua. El veterinario podría administrarle una solución salina por vía intravenosa o inyectarle un líquido por vía subcutánea, así hará que el perro recupere líquido con rapidez.
    • El veterinario también podrá examinar al perro para determinar si presenta enfermedades que podrían provocar la deshidratación, como cálculos renales. Luego de realizar el diagnóstico, el veterinario podrá recetar medicamentos o una dieta especial.
  4. Si tu perro presenta signos de deshidratación y no puedes acudir a un veterinario de inmediato, diluye un líquido rehidratante (como Pedialyte) con una cantidad equivalente de agua y haz que tu perro tome aproximadamente 1 taza (240 mL) de la mezcla cada hora. [2] Las farmacias cuentan con Pedialyte.
    • No lo combines con ningún otro ingrediente; de lo contrario, podrías lastimar más a tu perro.
    • Existen otros líquidos rehidratantes; sin embargo, antes de usarlos, se recomienda consultar a un veterinario siempre que sea posible.
    • Si vives en los Estados Unidos, puedes visitar la página web de Pedialyte para determinar cuál es la tienda más cercana que ofrece este producto.
  5. Si no puedes conseguir Pedialyte, mezcla el agua con caldo de pollo con bajo contenido de sodio o jugo de zanahoria diluido. Esto puede ser de utilidad para hacer que el perro recupere los electrolitos que haya perdido a causa de la deshidratación, y puedes hacer que el agua provoque más a tu perro enfermo.
  6. Si tu perro enfermo se niega por completo a beber, toma una jeringa de plástico sin aguja, llénala con agua y rocía un chorro en su hocico. Rocía el chorro hacia la mejilla del perro, no de manera directa hacia su garganta, así evitarás que se asfixie.
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Parte 2
Parte 2 de 3:

Emplear tácticas diarias

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  1. Los perros necesitan hacer ejercicio a diario, como dar caminatas rápidas o jugar en el parque o el patio trasero. Si tu perro no se ejercita lo suficiente, es probable que no pierda mucha humedad al jadear, por lo que no sentirá la misma sed que un perro activo y saludable.
    • Si van a dar un paseo largo, lleva agua y deja que el perro tome un poco cada 10 minutos aproximadamente. Esto puede ser de utilidad para que el perro adopte el hábito de beber agua con frecuencia en casa.
  2. La comida húmeda cuenta con una gran cantidad de agua, lo cual se indica en la lata como “% de contenido de humedad”. Sustituye parte de la comida seca del perro (o su totalidad) con comida húmeda. Debes revisar la etiqueta del producto o seguir las recomendaciones del veterinario para calcular la cantidad de comida que tu perro necesita.
    • También puedes remojar comida seca en un tazón con agua de 30 a 60 minutos, antes de dársela a tu perro.
  3. Dale de comer una o dos veces al día, teniendo en cuenta lo que el veterinario recomiende o las indicaciones brindadas en la etiqueta de su comida. Algunos perros confundirán la sed con el hambre si cuentan con alimento en todo momento.
  4. Si tu perro pasa 8 horas seguidas dentro de casa, podría no beber agua debido a que ha aprendido que esto hará que su vejiga se llene, lo cual le generará incomodidad. Si tu perro llora en la puerta, deja que salga a orinar, o enséñale a usar una caja de arena dentro de casa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:

Colocar el tazón de agua

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  1. Si tu casa tiene varios niveles, coloca un tazón con agua en cada uno de los pisos a los que tu perro pueda acceder. Si el perro pasa parte del día fuera de casa o dentro de una habitación, coloca otro tazón de agua en estos lugares.
    • Trata de que estas fuentes de agua se encuentren en el mismo lugar en todo momento, así tu perro sabrá a dónde acudir cuando tenga sed.
    • Si atas a tu perro fuera de casa, su cadena o soga podría enredarse, lo que evitará que alcance el tazón de agua. [3] Si la única opción que tienes es atarlo, cerciórate de que no haya obstrucciones en el área y coloca el tazón junto al objeto al que lo hayas atado.
  2. Retira el agua del tazón todos los días y enjuágalo para eliminar todo residuo antes de llenarlo, luego seca los costados con un papel toalla. Vuelve a cambiar el agua si observas un pelo o suciedad en ella, o si la cantidad de la misma disminuye. En las temporadas de clima cálido, es probable que tengas que revisar el tazón entre periodos de un par de horas.
  3. Los perros que prefieren los chorros de agua sentirán una mayor atracción por estas fuentes del tamaño de un tazón, lo que también ocurrirá en los cachorros que están acostumbrados a beber de un tazón. Los perros que tienen problemas de visión podrán encontrar estas fuentes con más facilidad.
  4. Muchos perros prefieren beber agua fría, así que agrégale un par de cubos de hielo. Hazlo mientras el perro te mira, así podría acercarse para averiguar.
  5. Si no deseas adquirir una fuente, sacude el tazón o agita un juguete sobre él. También puedes convencer a un perro de beber el agua si arrojas arándanos y otras golosinas pequeñas en ella, ya que tratará de atraparlas.
    • Si el perro sigue sin mostrar interés, vuelve a intentarlo luego de cambiar su tazón por una taza o tazón comunes que tengan otra forma u otro color.
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Consejos

  • No dejes el tazón de tu perro expuesto al sol. La mayor parte de los perros consideran que es menos agradable beber agua caliente.
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Advertencias

  • Si al final tu perro empieza a beber el agua después de hacer de todo para convencerlo, deja que lo haga tranquilo, en lugar de elogiarlo. Si le brindas demasiada atención, el perro podría distraerse y dejar de concentrarse en el tazón de agua.
  • No permitas que el perro beba del retrete, ya que este puede contener bacterias que podrían provocar enfermedades. [4]
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