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Amas a tu perro; sin embargo, algunos de sus hábitos podrían ser poco adorables y, de hecho, otros pueden ser francamente repugnantes. Un perro que come heces es el ejemplo perfecto de ello. Si bien que un perro coma sus propias heces es lo suficientemente malo, que un perro coma las heces de un gato puede ser mucho peor. El desagradable hábito de comer bocadillos en cajas de arena no solo es desagradable, sino también insalubre. Así, el gato se puede estresar si tu perro invade su espacio privado todo el tiempo; no obstante, esta situación también puede ser una señal de que tu perro tiene problemas de salud o comportamiento que debes tratarlos.
Pasos
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Haz que un veterinario revise el sistema digestivo de tu perro. Un pequeño porcentaje de los perros que comen heces sufren condiciones médicas que provocan que hagan cosas atípicas. Un perro que sufre de una falta de enzimas digestivas podría tener antojo de comer heces, ya que no tendrá la capacidad de digerir sus alimentos de forma adecuada y buscará recuperar esos nutrientes vitales. [1] X Fuente de investigación <i>Behaviour problems in Small Animals</i>. (Problemas de comportamiento en animales pequeños). Jon Bowen y Sarah Heath. Editorial: Elsevier.
- Otro ejemplo de un problema médico que causa coprofagia (comer heces) es un crecimiento excesivo de bacterias en los intestinos, lo cual provoca una deficiencia de vitaminas en la pared intestinal. A fin de corregir esta deficiencia, el perro tendrá antojo de heces. [2] X Fuente de investigación <i>Behaviour problems in Small Animals</i>. (Problemas de comportamiento en animales pequeños). Jon Bowen y Sarah Heath. Editorial: Elsevier.
- Por lo general ambas condiciones están asociadas con heces blandas o líquidas, ya que el perro no podrá digerir los alimentos de forma adecuada. No obstante, las heces normales no descartan todos los problemas de salud.
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Optimiza la dieta de tu perro. Si la dieta del perro no es nutritiva, puede llevarlo a la coprofagia. [3] X Fuente confiable American Society for the Prevention of Cruelty to Animals Ir a la fuente Una dieta difícil de digerir y rica en cereales puede provocar que algunos perros busquen heces para así complementar la dieta. Opta por un alimento de alta calidad que tenga una carne con nombre en la parte superior de su etiqueta.
- Asegúrate de alimentar a tu perro con la cantidad recomendada (no mucho ni muy poco) para que no tenga hambre.
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Trata a tu perro si tiene lombrices. Las lombrices intestinales le roban al perro su nutrición vital, la cual puede tratar de recuperar al comer heces. Trata las lombrices de tu perro con un buen medicamento contra las lombrices (por lo general solo lo podrás adquirir con receta médica) que elimine las de todo tipo (nemátodos, tricocéfalos y tenias).
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Asegúrate de que tu perro no esté aburrido. Un perro aburrido o frustrado podría buscar su propia diversión, lo cual incluye buscar y comer heces. Asegúrate de que tu mascota haga muchos ejercicios y que juegue de forma interactiva a fin de evitar el aburrimiento que puede llevarlo a adoptar hábitos desagradables.
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Espera un poco de tiempo para que los problemas médicos se resuelvan. Si tienes un perro sano que está desparasitado, que hace ejercicios con regularidad y que, a pesar de todo ello, todavía come heces de gato, debes tener en cuenta que algunas cosas generan dependencia y eso incluye la coprofagia. Puede tomar unas semanas después de que se haya resuelto cualquier problema subyacente para que el perro deje de comer heces.Anuncio
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Reubica la caja de arena del gato. Algunas veces es mejor ayudar a tu perro al eliminar la tentación de portarse mal. Teniendo este detalle en mente y si es posible, coloca la caja de arena del gato en una habitación a la cual el perro no tenga acceso. Considera la posibilidad de bloquear la entrada con una puerta para niños para que así el gato pueda saltar por encima y el perro tenga bloqueado el acceso.
- En el caso de los perros grandes o que son expertos en saltar, considera la posibilidad de instalar una solapa de gatos en la puerta de esa habitación y mantenerla cerrada.
- Si tienes un perro pequeño, instala una puerta para gatos que se active con microchip y solo programa el número del gato de tal modo que se le niegue el acceso al perro.
- Obviamente, asegúrate de que el gato conozca bien la nueva ubicación de la caja de arena.
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Utiliza una caja de arena cubierta. [4] X Fuente confiable American Society for the Prevention of Cruelty to Animals Ir a la fuente En vez de utilizar una caja de arena abierta, considera la posibilidad de utilizar una con cubierta. Esto hace que sea físicamente más difícil para el perro llegar a las heces del gato. De hecho, existen cajas de arena que solo tienen una entrada superior, lo cual las hace accesibles para los gatos jóvenes (probablemente no sea una buena idea en el caso de gatos ancianos o con artritis) pero no para el perro.
- Ten en cuenta que a algunos gatos no les gusta utilizar cajas de arena cubiertas, en cuyo caso deberás considerar una opción distinta.
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Convierte la caja de arena en una trampa cazabobos. La idea es hacer que algo desagradable suceda cuando el perro se acerque a la caja de arena. Esto podría significar poner al lado de la caja un bote de aire comprimido que se active con movimiento de tal modo que se dispare cuando el perro se acerque, o improvisar trampas a presión en el piso alrededor de la caja para que suenen cuando el perro se acerque.
- Esto lo debes hacer con cuidado y en el momento justo; de lo contrario, podrías asustar accidentalmente al gato y disuadirlo de utilizar la caja de arena.
- No dejes estas trampas en el lugar de forma permanente o podrías molestar al gato. [5] X Fuente de investigación
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Haz que las heces sean desagradables para el perro. [6] X Fuente confiable American Society for the Prevention of Cruelty to Animals Ir a la fuente Considera la posibilidad de hacer que las heces de gato sean menos atractivas al hacer que sean desagradables. Existen muchos productos comerciales disponibles que están elaborados para que los añadas a los alimentos. De esta forma, los puedes usar y harás que las heces resultantes tengan un sabor desagradable.
- Esto tiene un par de inconvenientes. El aditivo va en la comida del gato y los gatos claramente son quisquillosos y se podrían negar a comer la comida adulterada. Además, los perros tienen un sentido del gusto relativamente pobre y podrían considerar que las heces alteradas no son tan desagradables (después de todo, ¿cuán peor puede ser?).
- En vez de eso, podría ser más efectivo hacer que las heces sean desagradables cuando el perro las huela. Los canes tienen un sentido del olfato sensible y, por lo general, primero huelen antes de comer algo. Cubre las heces con bastante pimienta, de esta forma, cuando el perro las huela, la pimienta hará que estornude y resultará desagradable.
- No esperes que el perro se detenga de inmediato. Puede tomar semanas de estornudos constantes para que al final se rinda y deje de hacer ese mal trabajo. [7] X Fuente de investigación <i>Behaviour problems in Small Animals</i>. (Problemas de comportamiento en animales pequeños). Jon Bowen y Sarah Heath. Editorial: Elsevier.
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Sé cuidadoso al detener el comportamiento. Ten en cuenta que lanzarte rápidamente y quitar las heces del gato cuando el perro vaya a buscarlas puede resultar contraproducente. Simplemente servirá para aumentar la competencia por las heces. Es mejor dejar que el perro investigue, pero luego puedes distraerlo y recompensar su atención redirigida. [8] X Fuente de investigación
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Entrena al perro para que deje las heces del gato y obedezca a la orden “aléjate”. Un método es sujetar un premio en el puño y dejar que el perro lo olfatee pero que no se lo quede. Así, cuando el perro al final deje de oler el puño cerrado y voltee la cabeza, dile “aléjate” y dale un premio (no el que tienes en el puño). Con el tiempo, el perro aprenderá que, por muy tentador que sea el premio prohibido, cuando digas “aléjate” tendrá un premio garantizado que lo esperará.
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Nunca castigues al perro. Nunca frotes la cara del perro en las heces y tampoco cometas abusos físicos o verbales contra él. Sus acciones podrían ser molestas y repugnantes; sin embargo, es necesario actuar de forma estratégica para cambiar el comportamiento. Si le gritas y te enojas visiblemente, solo le enseñarás a temerte y a ser más reservado en sus actividades. [9] X Fuente confiable American Society for the Prevention of Cruelty to Animals Ir a la fuenteAnuncio
Referencias
- ↑ Behaviour problems in Small Animals . (Problemas de comportamiento en animales pequeños). Jon Bowen y Sarah Heath. Editorial: Elsevier.
- ↑ Behaviour problems in Small Animals . (Problemas de comportamiento en animales pequeños). Jon Bowen y Sarah Heath. Editorial: Elsevier.
- ↑ https://www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/dog-behavior/coprophagia-eating-feces
- ↑ https://www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/dog-behavior/coprophagia-eating-feces
- ↑ http://www.quickanddirtytips.com/pets/dog-behavior/why-do-dogs-eat-poop
- ↑ https://www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/dog-behavior/coprophagia-eating-feces
- ↑ Behaviour problems in Small Animals . (Problemas de comportamiento en animales pequeños). Jon Bowen y Sarah Heath. Editorial: Elsevier.
- ↑ http://www.quickanddirtytips.com/pets/dog-behavior/why-do-dogs-eat-poop
- ↑ https://www.aspca.org/pet-care/virtual-pet-behaviorist/dog-behavior/coprophagia-eating-feces
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