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Si sufres ansiedad social, incluso las tareas diarias simples como pedir comida en un restaurante pueden parecer difíciles. Quizás te preocupe decir la palabra incorrecta o ser criticado por ello. Tal vez te preocupe que el mozo o las otras personas en el restaurante desaprueben tu pedido. Sin embargo, con algo de práctica y un poco de valor, podrás dominar tu ansiedad y pedir comida en cualquier lugar.

Método 1
Método 1 de 3:

Pedir en persona

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  1. Los restaurantes generalmente publican sus menús en línea. Saber lo que quieres antes de ir al restaurante te ayudará a minimizar la ansiedad cuando hagas el pedido.
    • Busca las palabras o los platos que no conozcas que puedan hacerte caer. Esto te ayudará a sentirte más seguro al hacer el pedido. Por ejemplo, si no sabes qué son los peperoncinos, una búsqueda rápida en Google evitará que tengas que preguntarle a alguien más tarde. Incluso puedes usar tu teléfono para buscar los productos del menú al estar en el restaurante si no sabes qué son.
    • Ten siempre un pedido de respaldo. Los restaurantes a menudo se quedan sin los ingredientes necesarios para ciertos platos, así que es una buena idea tener una segunda opción en mente. De esta forma, si tu primera opción no está disponible por algún motivo, no tendrás que preocuparte por determinar qué quieres.
    • Busca posibles preguntas de seguimiento. ¿El pastel de carne viene con una elección de guarnición? ¿Puedes escoger qué tipo de queso o salsa viene con la hamburguesa? Lee el menú detenidamente cuando planifiques tu pedido para no ser sorprendido por cualquier pregunta que te haga el mozo.
    • Escribe tu pedido y llévalo contigo al restaurante para no olvidarlo.
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    Lee reseñas de la comida del restaurante. Buscar reseñas en sitios como Google y Yelp te permitirá conocer las opiniones de otros sobre platos específicos, además de imágenes. Busca algunas reseñas del restaurante antes de salir para tener una mejor idea de lo que podría gustarte y no gustarte.
  3. Practica hacer el pedido algunas veces frente al espejo o con un amigo. Preparar y practicar el pedido con anticipación te ayudará a sentirte más seguro cuando hagas el pedido en la vida real.
    • Practica sentirte relajado al hacer el pedido. Si fuerzas al cerebro a pensar de forma positiva mientras practicas, quizás te resulte más sencillo hacerlo en la realidad. [1] Si sientes ansiedad al practicar, respira profundo.
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    Visualízate haciendo el pedido con éxito. Cuando practiques hacer el pedido, visualiza el resultado deseado. Permite que tu cerebro juegue en el escenario después de hacer el pedido para verte recibiendo la comida con éxito. Esta puede ser una herramienta poderosa para redirigir el enfoque de los momentos del peor escenario posible hacia resultados más positivos.
    • Por ejemplo, si te preparas para hacer el pedido en el mostrador, repasa todo el proceso en tu mente. Cierra los ojos e imagínate caminando hacia el mostrador, haciendo tu pedido de forma clara y concisa, recibiendo el número del pedido y luego marchándote.
  5. Si comienzas a sentir ansiedad, está bien que le digas a la persona que tome tu pedido que aún no estás listo. Tómate todo el tiempo que necesites para sentirte cómodo antes de hacer el pedido.
  6. Sé tan directo como puedas. Recuerda sonreír (por más que sientas nervios).
    • Prepárate para responder cualquier pregunta que te haga la persona que tome tu pedido. Incluso el pedido más planificado puede necesitar aclaraciones. Recuerda que, si la persona que toma tu pedido te hace preguntas, no es porque hayas hecho algo mal, sino que quiere asegurarse de que tu pedido sea exactamente lo que deseas. Solo quiere asegurarse de que estés feliz y cómodo.
    • Si no sabes pronunciar el nombre del plato, está bien que lo señales en el menú. También está bien que pidas el plato por número en vez de nombre, en el caso de que los platos estén numerados.
  7. La persona que tome tu pedido estará feliz de responder cualquier pregunta que tengas sobre el menú porque querrá asegurarse de que estés feliz con lo que pidas. Si no sabes qué es algo en el menú, probablemente no seas el primero. Si tienes un teléfono, puedes buscar los platos desconocidos en Google.
  8. Nadie es perfecto, y nadie espera que seas perfecto. Si cometes un error, recuerda que no eres el primero en hacerlo, y probablemente tampoco seas el último. La clave está en aceptar el error y soltarlo. En cambio, enfócate en lo próximo que tengas que hacer.
    • No hay nada de malo en que pronuncies mal el nombre de un plato. Si el menú tiene muchos nombres extranjeros, definitivamente no serás la primera persona que cometa este error. Por lo general, las personas que toman pedidos suelen escuchar pronunciaciones incorrectas de manera regular y no te criticarán por eso.
  9. No permitas que los nervios te ganen. Sonríe siempre y agradécele a la persona que te entregue la comida. Revísala para asegurarte de que esté bien y, en caso de no estar bien, infórmale a la persona. No permitas que la ansiedad te impida disfrutar la comida.
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Método 2
Método 2 de 3:

Escoger una forma alternativa de pedir comida

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  1. Si quieres recoger la comida o que te la envíen, pedirla por teléfono es la mejor forma, ya sea que tengas ansiedad social o no. Sin embargo, puede inducir niveles similares de ansiedad que pedir en persona. Solo recuerda que, cuanto más practiques pedir de esta forma, menos ansiedad sentirás.
    • Puedes ensayar el pedido antes de llamar. Ensayar frente al espejo o con un amigo te ayudará a sentirte más seguro al hacerlo en la vida real.
  2. Si tienes dificultades con las interacciones cara a cara, un autoservicio podría ser una buena forma de reducir la ansiedad. Sin embargo, ten en cuenta que tendrás que hablar con la persona del autoservicio. Si te sientes cómodo para hablar, pero no te gustan las interacciones cara a cara, esta opción podría ayudarte. Si te sientes incómodo al hablar con extraños de cualquier forma, un autoservicio quizás no sea una buena alternativa para ti.
    • Los autoservicios permiten hacer el pedido desde la comodidad del auto, lo que puede ayudar a algunas personas a sentirse más seguras y cómodas.
    • Los autoservicios también minimizan la cantidad de tiempo que pasas esperando el pedido, lo que puede quitar parte de la presión de determinar tu pedido y hacerlo de forma correcta. Tampoco tendrás que preocuparte por lo que los demás en la fila puedan pensar.
  3. Si planeas comer con otras personas, esta puede ser una buena forma de evitar la ansiedad. Asegúrate de comunicarle a tu amigo exactamente lo que quieras para que no haga un pedido incorrecto.
    • Escribe tu pedido si es complicado.
    • Ten en cuenta que pedir de esta forma no será muy útil para superar tu ansiedad a largo plazo.
  4. Muchos restaurantes tienen servicios para hacer pedidos en línea, ya sea a través de sus sitios web, aplicaciones descargables o servicios de terceros como Zifty y GrubHub. Estos servicios pueden reducir mucho la interacción cara a cara, aunque tendrás que interactuar con alguien cuando recibas la comida. Recuerda que usar estos servicios no te ayudará a superar tu ansiedad a largo plazo.
    • Los pedidos en línea generalmente toman más tiempo que los pedidos telefónicos o presenciales.
    • Los servicios de pedidos en línea generalmente requieren una tarjeta de crédito o débito, y suelen cobrar una tasa adicional.
    • Las aplicaciones de los restaurantes permiten hacer el pedido y pagarlo con anticipación. También te notificarán cuando la comida esté lista. Asegúrate de tener el teléfono con la aplicación instalada al recoger la comida. [2]
  5. No permitas que los nervios te ganen. Sonríe siempre y agradécele a la persona que te entregue la comida. Revísala para asegurarte de que esté bien y, en caso de no estar bien, infórmale a la persona. No permitas que la ansiedad te impida disfrutar la comida.
    • Si tienes que recoger la comida en el restaurante, es probable que aún no esté lista, así que asegúrate de tener algo para ocupar el tiempo, como un libro o una revista, en el caso de que tengas que esperar. Esto te ayudará a evitar la ansiedad mientras esperas.
    • Si tienes que interactuar con la persona que te lleva el pedido a tu casa, no te pongas nervioso. Mantén pensamientos realistas. Esta persona tiene muchos pedidos por entregar y está tan interesada como tú en mantener una conversación lo más breve posible. Ten el dinero y la propina listos con anticipación para que todo fluya mejor.
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Método 3
Método 3 de 3:

Controlar la ansiedad social

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  1. Pregúntate exactamente a qué le tienes miedo. Quizás te ayude escribir tus temores. Después de establecer tus preocupaciones específicas, tómate un tiempo para analizarlas.
    • Pregúntate qué tan realistas son tus miedos. ¿Tienes miedo de que el mozo piense que tu pedido es estúpido? Pregúntate qué tan probable es que singularice tu pedido cuando toma pedidos similares todo el día. Recuerda que las otras personas no están tan enfocadas en ti como tú.
    • Pon tus miedos en perspectiva. Si al mozo no le gusta tu pedido, ¿realmente importa? Si te aburres mientras la comida se prepara, ¿eso te perjudicará a largo plazo?
    • Piensa formas de evitar que tus miedos ocurran. Por ejemplo, si te preocupa sentirte incómodo mientras esperas la comida, piensa cómo evitarlo (como llevar un libro o una revista contigo).
    • Recuerda que tus ansiedades sobre lo que podría ocurrir no son hechos. Son suposiciones sobre el futuro que, a menudo, son los peores escenarios que son muy poco probables. Piensa en un escenario más probable. Por ejemplo, en vez de estar molesto por tu pedido, el mozo probablemente lo escriba y se lo entregue al cocinero sin pensar mucho en él. [3]
  2. Por más que tengas nervios en el restaurante, existen algunas cosas simples que puedes hacer para relajarte que no llevarán la atención hacia ti. Si te sientes abrumado, está bien que le digas al mozo que necesitas un momento. [4]
    • Estabiliza la respiración. Si sientes ansiedad a la hora de pedir comida, inhala y exhala lento por la nariz. Al sentir ansiedad, respirarás más rápido. Respirar lento y de forma estable a través de la nariz ayuda a enviarle la señal al cuerpo de que no es necesario sentir ansiedad.
    • Relaja los músculos. Puedes hacerlo al tensar distintos músculos en el cuerpo y luego relajarlos. Esto le envía la señal al cuerpo de que es hora de relajarse, y también ayuda al cerebro a enfocarse en otra cosa que no sea la ansiedad.
  3. Cuando te encuentres teniendo pensamientos negativos sobre la situación, reemplázalos por algo positivo. Por ejemplo, si te preocupa que al cajero no le guste el sonido de tu voz, recuerda que es tan probable como que piense que tienes una gran voz. [5]
    • Recuerda que no puedes leer la mente de las personas. Suponer que otros tendrán pensamientos negativos sobre ti es proyectar la ansiedad en ellos. Si quieres hacer proyecciones, supón que están pensando algo positivo de ti. Recuerda que no puedes controlar lo que los demás piensan. [6]
  4. Cuando enfocas toda tu atención en ti y tus sentimientos, la ansiedad podría comenzar a acumularse. En cambio, enfócate en el entorno.
    • Percibe detalles sobre el entorno que sean muy interesantes. Por ejemplo, quizás decidas que un artículo de decoración en las paredes del restaurante es lo que más te interesa. Luego, mira la mesa que tenga la mayor cantidad de personas e intenta adivinar por qué están allí. La clave está en desviar tu enfoque por completo de ti.
    • Si estás con otras personas, hazles preguntas abiertas y escucha sus respuestas con atención. Esto tiene la ventaja adicional de que tus compañeros de cena se sentirán importantes e interesantes. [7]
  5. Lo último en el mundo que querrán es causarte estrés o infelicidad. Probablemente estén tan preocupados porque les agrades que tú por agradarles. [8]
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