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Los saunas escandinavos tradicionales normalmente son pequeñas habitaciones con bancos de madera en los que te puedes sentar y sentirte limpio mediante el uso de vapor. Debido a que el sauna es un medio ambiente húmedo con células de piel sucias, es muy importante darle mantenimiento de manera regular. Los saunas son relativamente higiénicos y no requieren el mismo tipo de limpieza ardua como en el baño. Darle el mantenimiento apropiado al sauna mantendrá el ambiente limpio, evitará la formación de bacterias y moho y te garantizará una gran experiencia cada vez que lo uses.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Limpiar después de cada uso

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  1. Sumerge un cepillo de mano en una cubeta con agua y friega las áreas en donde tú o cualquier otra persona se hayan sentado a tomar vapor. Fregar por 30 segundos será suficiente para una limpieza regular. [1] Enjuaga la madera con agua limpia cuando hayas terminado. [2]
    • Mantén el cepillo y la cubeta cerca de la puerta para que recuerdes limpiar el sauna al salir.
  2. Si notas manchas de sudor en la madera, debes limpiarlas. Sumerge el cepillo en una solución de agua tibia y detergente suave y [3]
    • Usa toallas en el sauna para evitar que se manche. No es necesario que uses una toalla durante el tiempo que uses el vapor, pero al menos extiende una sobre el banco en donde te vas a sentar. Esto evitará que el sudor, la suciedad y la piel muerta se queden en la madera y la manchen.
    • Si las manchas son especialmente difíciles de eliminar, usa una lija suave para lijar esa parte de la madera.
  3. Si detectas suciedad, cabellos u otras cosas en el piso, usa una aspiradora para recoger cualquier partícula suelta. Incluso si no ves suciedad, aspira cada dos semanas para limpiar todo lo que podría estar ahí. [4]
  4. Estas incluyen los desagües o las rejillas de ventilación en donde la humedad podría acumularse, lugares que no se secan tan rápido y que podrían generar agentes patógenos. Sácalos del sauna y friégalos con un desinfectante para evitar el moho y las bacterias. [5]
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Parte 2
Parte 2 de 2:

Limpiar regularmente

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  1. Limpia el sauna con jabón y usa una manguera para enjuagarlo. No uses nada más fuerte que un limpiador suave, así que evita los químicos como el amoníaco. Debes hacer esto cada dos o tres días si usas el sauna todos los días, aunque puedes hacerlo menos frecuentemente si no lo usas a menudo. [6]
  2. Al menos una vez al año, asegúrate de lijar las bancas con una lija fina. Esto ayudará a eliminar todas las impurezas que se podrían acumular en el año, así como a suavizar de nuevo la superficie. Al terminar, la madera tendrá un color blanco “como nuevo.” [7]
  3. Si notas que hay moho, elimínalo de inmediato . Una solución de lejía probablemente sea la mejor opción para eliminarlo, aunque algunos saunas tienen sus propios limpiadores químicos. [8]
  4. Puede resultar benéfico trapear el piso con un limpiador desodorante para eliminar los malos olores que queden. Recuerda no usar químicos limpiadores fuertes y apégate al agua con jabón o a limpiadores suministrados por el fabricante del sauna. [9]
  5. Si el sauna es una construcción aparte en la parte de afuera, usa una hidrolimpiadora para lavarlo. Esto lo mantendrá en buen estado. [10]
    • Ten mucho cuidado de no usar la hidrolimpiadora en el interior. La madera de adentro del sauna es más suave y la hidrolimpiadora puede dañarla.
  6. Como cualquier otra habitación o edificio, el sauna probablemente tenga también pequeñas cosas en las que debas trabajar. Asegúrate de apretar cualquier tornillo suelto y limpiar las manchas de agua que aparezcan. [11] Esto mantendrá el sauna en buen estado y evitará que tengas que hacer más trabajo de mantenimiento después.
    • Si el sauna tiene una puerta de madera, la humedad podría hincharla. Presta atención a las bisagras para asegurarte de que la puerta abra y cierre adecuadamente. [12]
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Consejos

  • Probablemente debas reemplazar las piedras calientes cada año. Revisa el manual de usuario o el instructivo para decidir mejor en dónde y cómo reemplazar las piedras calientes.
  • Si tienes un sauna como parte de un gimnasio o un hotel, coloca las instrucciones de limpieza de manera clara cerca de la entrada. Debes recordarles a los clientes y usuarios regulares lo que se debe hacer. Esto te ahorrará algo de tiempo y mantendrá el sauna en buen estado para otros usuarios. Haz que los empleados revisen cada 15 o 30 minutos el sauna para asegurarse de que no haya ningún problema, como su uso inapropiado o dudas de salud de los usuarios.
  • Si tienes un sauna en casa, el fabricante probablemente tiene sus propios productos de limpieza. Piensa en comprarlos y usarlos según las instrucciones para mantener el sauna limpio.
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Advertencias

  • No viertas ningún líquido que no sea agua sobre las piedras calientes. Hasta en el mejor de los casos, deberás limpiar o reemplazar las piedras. Algunos líquidos pueden, incluso, provocar un incendio.
  • No uses pintura, barniz o colorante dentro del sauna. Los acabados artificiales impiden que la madera respire, evitan que el calor y el vapor penetren en la madera y crean superficies más calientes. También pueden liberar vapores en el sauna, lo que es peligroso para la salud. Si debes tratar la madera del sauna, compra químicos recomendados por el fabricante.
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