PDF download Descargar el PDF PDF download Descargar el PDF

Puedes pintar metales mediante diversos métodos, lo que dependerá del tipo de metal y la apariencia que esperas darle. Puedes hacer que una pieza luzca más nueva con una capa de pintura fresca, crear una apariencia de pátina vintage, o cambiar el color anodizando el metal. El acabado de tu pieza de metal será de mucha utilidad para determinar su valor, por lo que debes escoger un método que coincida mejor con las necesidades de tu proyecto.

Método 1
Método 1 de 4:

Pintar metales con pintura en aerosol

PDF download Descargar el PDF
  1. Primero remoja el metal en blanqueador para eliminar el moho y la decoloración. Elabora una solución de agua con lejía en una proporción de 3 a 1. Deja que el metal se remoje en la solución por unos 20 minutos. Enjuaga el metal con agua pura luego de haber terminado. Si el metal es nuevo o no tiene nada de moho, podrás proceder sin remojar el objeto en blanqueador. [1]
  2. Elimina todo óxido. Vuelve más áspera la superficie con un cepillo de metal. También puedes usar una lijadora eléctrica con una lija de grano áspero, un taladro eléctrico o una herramienta giratoria para eliminar todos los residuos. Para eliminar el óxido y alisar las imperfecciones, escoge un grado de grano entre 36 y 100. [2]
    • Usa protectores para los ojos y una máscara antipolvo para evitar que los fragmentos de metal te entren a los ojos o los pulmones. Usa un par de guantes de trabajo para evitar las lesiones.
    • En el caso de los objetos grandes, podrás eliminar el óxido, los residuos y la pintura vieja usando un líquido de venta comercial para eliminar el óxido.
  3. Los alcoholes minerales son un tipo de diluyente de pintura sin aguarrás. Limpia el metal con un paño mojado con alcoholes minerales. Elimina todo óxido y residuo que pueda haber quedado luego del lijado. La superficie debe estar totalmente limpia y seca para que el imprimante se adhiera al objeto.
    • Ten en cuenta que los alcoholes minerales quitarán toda pintura fresca existente.
    • Asimismo, recuerda que los alcoholes minerales solo eliminarán la pintura que aún esté fresca. Si deseas eliminar la pintura existente que no podrás retirar con alcoholes minerales, limpia tu metal con aguarrás. [3]
  4. Rocía en la superficie una capa pareja y uniforme de imprimante. Debes cubrir el metal con imprimante tan pronto como la superficie esté lista, así evitarás que la suciedad o el óxido vuelvan a acumularse en ella. [4] Escoge un imprimante recomendado específicamente para el tipo de metal que vayas a pintar.
    • Siempre que sea posible, escoge un imprimante en aerosol que tenga el mismo color que el acabado.
    • Trata de comprar un imprimante de la misma marca que la pintura que compres, ya que será más probable que los colores combinen mejor y tengan una mayor compatibilidad química.
    • Compra un imprimante resistente al óxido.
    • Es muy difícil aplicar el imprimante con una brocha de pintura sin dejar vetas. Usa un imprimante en aerosol para obtener los mejores resultados.
    • Lee las instrucciones del producto para conocer el tiempo que se requiere para que el imprimante seque.
  5. Primero debes agitar el recipiente. Mantén presionada la boquilla y cubre las áreas deseadas. Cubre toda área que no desees pintar con cinta de enmascarar o cinta de pintor. Sostén la lata aproximadamente a 30 cm (1 pie) del objeto. Primero rocía la pintura a los costados del objeto y mueve la lata siguiendo un movimiento continuo por todo el objeto de metal sin detenerte. Deja que la pintura se seque.
    • Controla tu entorno. Si vas a pintar un objeto más pequeño, puedes colocarlo en una caja de cartón y aplicar la pintura.
    • Si te detienes al rociar la pintura, podrías notar la aparición de una mancha. Toma un paño y limpia la pintura húmeda de inmediato, antes de que se seque. Deja secar la pintura restante antes de volver a empezar.
    • Los metales galvanizados tienen una capa delgada de cromato de zinc. El principal motivo por el que la pintura se pela o no se adhiere al metal galvanizado es que esta se une a la cubierta de zinc, o el residuo acumulado en la superficie, en lugar del propio metal. [5] Si tienes una pieza de metal galvanizado, busca una pintura que no tenga alquídicos, [6] ya que estos aglomerantes hechos con aceite pueden reaccionar con la cubierta de zinc.
  6. Cuando la primera capa de pintura haya secado, tendrás que aplicar una segunda capa en la superficie. Si añades una segunda capa de pintura, esto aumentará la vida útil de tu pintado. Deja que la pintura se seque.
    • Para obtener los mejores resultados, siempre espera 24 horas entre cada aplicación de capas de pintura. [7]
    Anuncio
Método 2
Método 2 de 4:

Anodizar el metal

PDF download Descargar el PDF
  1. El anodizado convierte la superficie de un objeto metálico en su forma de óxido. El óxido de aluminio anodizado es muy resistente a la corrosión. También es poroso en comparación con el aluminio no oxidado, lo que le permite absorber diversos tintes para metal.
    • El proceso de conversión emplea una corriente eléctrica y un baño de ácido fuerte. El metal a anodizar se conecta a un circuito colocado en el baño de ácido, en donde actúa como un ánodo (electrodo positivo). Los iones de hidróxido negativos del baño serán atraídos al ánodo positivo, y reaccionarán con el aluminio para formar el óxido de aluminio. [8]
    • Asimismo, se colocará un pedazo de aluminio en el baño, el cual estará conectado al otro alambre. Este actuará como el cátodo (electrodo negativo), lo que completará el circuito.
    • El aluminio es el metal que suele emplearse en este método, pero también puedes anodizar otros metales no ferrosos (sin hierro), como el magnesio y el titanio. [9]
  2. Tendrás que empezar buscando un espacio en el que puedas trabajar sin provocar ningún posible daño. Puedes reunir estos objetos por separado o comprar un kit de anodizado de venta comercial que incluya todo lo que necesites.
    • Escoge el metal con el que trabajarás. Puedes anodizar todo aluminio o aleación de aluminio. Otros tipos de metal, como el acero, no servirán.
    • Necesitarás 3 tinas de plástico. Cada tina deberá ser lo suficientemente grande como contener tu objeto metálico. Una se usará en el proceso de limpieza, la otra para el ácido y una para el baño de tintura. Las cubetas plásticas de pintura grandes funcionarán bien para la mayoría de los trabajos.
    • Consigue una jarra de plástico en donde colocar la solución neutralizadora.
    • En el caso de los reactivos, necesitarás ácido sulfúrico, bicarbonato de sodio, lejía, tinte de fibra de metal y agua destilada.
    • Busca una fuente de electricidad adecuada. Necesitarás un suministro de energía que sea capaz de producir un flujo de electricidad constante hasta un mínimo de 20 voltios. Lo ideal es usar una batería de auto.
    • Consigue dos cables eléctricos para conectar la batería del auto a la solución de ácido. Estos deben ser lo suficientemente resistentes como para poder sujetar y levantar el objeto metálico cuando desees colocarlo y sacarlo de las soluciones.
    • También necesitarás un pedazo adicional de aluminio que actúe como el cátodo en la solución.
    • Consigue una olla grande y una cocina para hervir el objeto metálico.
    • Siempre usa un par de guantes de goma grandes. Tendrás que manipular químicos fuertes, por lo que deberás manipular tus materiales de forma segura para evitar en todo momento el contacto con tu piel.
  3. La solución neutralizadora emplea una base de bicarbonato de sodio como alcalino a fin de neutralizar el pH del ácido sulfúrico. Debes tener a la mano una solución neutralizadora para neutralizar el ácido sulfúrico en el caso de una emergencia, y para limpiar el equipo. Si tu piel entra en contacto con el ácido, siempre usa la solución para neutralizar la quemadura, en lugar de empeorarla con agua.
    • Mezcla 2 tazas (0,8 de pinta) de bicarbonato de sodio con 3,8 L (1 galón) de agua destilada.
  4. Puedes usar toda pieza de aleación de aluminio para anodizar mediante este proceso. Colócate un par de guantes de goma antes de limpiar. Todo lo que quede en la superficie (incluidas tus huellas digitales) puede influir en tus resultados.
    • Limpia las partes con agua y detergente para vajilla.
    • Sumerge las partes en un baño con agua y lejía. Agrega 3 cucharadas de lejía por cada 3,8 L (1 galón) de agua. Ten tus guantes puestos y desciende el objeto metálico en la solución aproximadamente por 3 minutos. [10]
    • Enjuaga el objeto en agua destilada. El aluminio estará limpio si el agua no lo cubre de gotas.
  5. Mezcla ácido sulfúrico con agua destilada en un recipiente plástico a una proporción de 5 partes de agua y 1 de ácido. [11]
    • No uses un recipiente que pueda romperse, como los de vidrio.
    • Siempre agrégale ácido al agua para que la solución no burbujee. Si le agregas agua al ácido, esto puede hacer que se salpique fuera del recipiente.
  6. Mantén apagado el suministro de energía, y conecta un cable a la salida positiva y el otro a la negativa.
    • Conecta el otro extremo del cable negativo al objeto metálico y sumérgelo en un recipiente con la solución de ácido sulfúrico.
    • Conecta el otro extremo del cable positivo a un pedazo adicional de aluminio y sumérgelo en la solución sin tocar el objeto metálico.
    • Enciende la energía. La superficie del metal que vayas a usar determinará el voltaje que uses. Revisa el suministro de energía. Empieza con un voltaje bajo de aproximadamente 2 amperios y luego auméntalo hasta 10 a 12 amperios al cabo de unos minutos.
    • Anodiza el aluminio por 60 minutos. El aluminio con carga negativa atraerá al ácido sulfúrico con carga positiva. Notarás muchas burbujas alrededor de la pieza de metal adicional, pero muy pocas burbujas alrededor del metal que vas a anodizar.
  7. Procura que ninguna cantidad de ácido gotee de la pieza. Quizás tengas que sostener el recipiente con la solución neutralizadora debajo del metal conforme lo lleves al lavadero. Mantén el metal debajo del agua por varios minutos mientras lo giras para limpiar bien cada lado.
  8. En un recipiente aparte, prepara una solución de tinte de fibra y agua destilada en porciones para obtener el color que deseas. Sigue todas las indicaciones del fabricante para el tinte determinado que hayas comprado.
  9. Según el color deseado, quizás solo tengas que dejar el metal en el baño por 1 o 2 minutos. Asimismo, puedes calentar un poco el baño de tinte para acelerar el proceso. Al inicio, quizás tengas dificultades para obtener el color exacto, así que primero planea realizar el proceso en unas piezas de práctica elaboradas con el mismo material.
    • El tinte puede volver a utilizarse varias veces; por ello, si lo deseas puedes guardarlo en un recipiente plástico luego de terminar esta sesión de pintado.
  10. Calienta el agua en una olla. Luego sumerge el objeto en el agua hirviendo. El proceso sellará los tintes, pero también hará que se destiñan un poco. [12] Este es otro motivo por el que es una buena idea realizar el proceso primero en al menos una pieza de prueba.
  11. Retira el objeto del agua caliente. Colócalo en una toalla por varios minutos para que se enfríe. Cuando el objeto esté totalmente frío, el metal tendrá su nuevo color permanente.
  12. Enjuaga todo y asegúrate de que el ácido no permanezca en ningún objeto con el que haya estado en contacto durante el proceso.
    Anuncio
Método 3
Método 3 de 4:

Crear pátinas

PDF download Descargar el PDF
  1. Existen diversas recetas para crear diferentes pátinas. Las pátinas cambian el color al generar una reacción química con el metal para crear una capa de color en la superficie. Puedes usar una pátina en cualquier metal de cobre o bronce para darle a la superficie un color y una apariencia añejos similares a la coloración verde de la Estatua de la Libertad. Según el material, podrás buscar una receta de pátina para crear el color que buscas, o podrás comprar una en un establecimiento.
    • Para crear una pátina verde cardenillo, mezcla 3 partes de vinagre de sidra de manzana con una parte de sal.
    • Para crear una pátina negra, mezcla sulfuro de potasio con agua tibia. [13]
    • Algunas recetas de pátinas requerirán que se caliente el metal antes de aplicar la pátina, por lo que quizás tengas que comprar un soplete para calentar el metal.
  2. Puedes usar una cubeta de pintura común para las mezclas frías, pero quizás tengas que usar una olla de metal grande si la mezcla de la pátina tiene que calentarse. La cubeta debe ser lo suficientemente grande como para poder sumergir tu objeto en la solución. Las mezclas de pátinas podrían tener que calentarse o enfriarse, así que usa un recipiente que sirva para la temperatura de tu receta.
    • Algunos químicos pueden emitir gases peligrosos. Siempre trabaja en un lugar que esté bien ventilado.
    • Si vas a pintar un objeto demasiado grande como para colocarlo en un recipiente, puedes verter una solución de pátina en un rociador y rociarla en todo el metal. Asimismo, puedes mojar un paño con la solución y aplicarla en el metal, o puedes aplicarla en la superficie con una brocha de pintura. Tan solo debes usar guantes de goma cuando emplees químicos fuertes, así evitarás el contacto.
  3. Colócate un par de guantes de goma y coloca el objeto metálico en el recipiente lleno con la mezcla de pátina. Según la receta de tu pátina, quizás tengas que dejar la pieza reposando de unos minutos a varias horas. Programa un temporizador y espera.
  4. Revisa la pieza luego de que haya transcurrido el tiempo asignado. Si deseas un color más intenso, deja que el metal se remoje por más tiempo. Colócate un par de guantes de goma y retira el metal cuando haya adoptado la apariencia deseada.
  5. La pátina seguirá cambiando mientras la pieza se seca, así que ten paciencia. Si deseas pintar más la pieza, vuelve a colocarla en la mezcla y repite el proceso.
  6. Usa un barniz acrílico de capa clara en aerosol para ayudar a proteger la superficie y la coloración.
    Anuncio
Método 4
Método 4 de 4:

Pintar metales con calor

PDF download Descargar el PDF
  1. Elimina todo el polvo, la suciedad y las huellas digitales del metal antes de empezar. Lava el metal con agua y jabón. Deja que el metal se remoje en un desengrasante. Colócalo en una superficie limpia para que se seque.
    • No sostengas el metal con las manos luego de limpiarlo. Incluso la grasa de los dedos puede influir en la formación de los colores.
    • El calor le da color a los metales de una manera muy impredecible que varía según la temperatura, la humedad, el tiempo y la composición del metal. [14]
  2. Puedes emplear este método en cualquier metal que tenga cobre o hierro, como el acero. Una llama concentrada y pequeña (como un mechero Bunsen o un soplete) brindará una variación de colores más notable. Una llama abierta creará una variación más sutil. [15] Según la temperatura que el metal alcance, podrás crear un color desde un amarillo pálido hasta un azul. [16]
    • Usa unas pinzas, una llave inglesa o una herramienta similar para sujetar el metal y así evitar el contacto con el metal caliente luego de exponerlo a la llama.
    • Si tienes un horno, también podrás calentar el metal de esta forma, para brindarle una coloración más uniforme.
  3. No hay mucho que puedas hacer para controlar el patrón o la formación de la coloración. Solo puedes controlar de cierta forma el color según el tiempo que calientes el metal. Notarás que la pieza no queda del mismo color al enfriarse. Por ejemplo, los colores rojos pueden adoptar un tono azulado al enfriarse.
    • Solo debes calentar el metal en un área bien ventilada.
    • Ten cuidado para no quemarte. Usa algunos guantes de trabajo.
    • Si la llama está bien y tu pieza de metal es lo suficientemente grande, puedes trazar patrones en el metal.
  4. Apaga el soplete o la fuente de calor. Coloca el metal en un lugar seguro (como un piso de concreto) para que se enfríe. Quizás debas tener a la mano una cubeta con agua fría para sumergir el metal caliente y hacer que se enfríe con rapidez.
  5. Si trabajas con una joya o una pieza de arte, quizás tengas que aplicar un sellador para proteger el metal y darle un acabado brilloso. Una vez que el metal se haya enfriado, aplica una capa de cera de abeja o una capa clara de acrílico para proteger los colores y la superficie. [17] Deja que el acabado se seque.
    Anuncio

Consejos

  • Aplica una segunda capa de imprimante solo si la primera está desigual o tiene manchas.
  • Pinta en un área bien ventilada que esté seca y tibia (no caliente).
Anuncio

Advertencias

  • Trabajar con ácido sulfúrico conlleva riesgos elevados. Sigue las instrucciones de seguridad y adopta las precauciones y los protocolos de seguridad.
  • Debes usar equipo de protección especial cuando manipules todo químico y cuando lijes y pintes.
Anuncio

Cosas que necesitarás

Pintar metales

  • cepillo de metal
  • lija semiáspera
  • lana de acero
  • alcoholes minerales o aguarrás
  • paños mojados
  • imprimante en aerosol resistente al óxido y pintura
  • equipo de seguridad, incluidos guantes especiales, gafas protectoras y una mascarilla adecuada

Anodizar metales

  • fuente de electricidad
  • ácido sulfúrico
  • tinte de fibra de metal
  • pieza de aluminio
  • 2 alambres
  • lejía
  • bicarbonato de sodio
  • agua destilada
  • equipo de seguridad
  • 3 recipientes resistentes, como cubetas de pintura

Crear pátinas

  • ingredientes de la pátina (variados)
  • recipiente
  • barniz
  • equipo de seguridad

Pintar metales con calor

  • materiales de limpieza y desengrasante
  • fuente de calor
  • pinzas
  • equipo de seguridad
  • barniz

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 23 665 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio